Sus ojos amatistas se tornaron de un morado mas profundo, sus ojos ya no tenian ese brillo que los hacia ver hipnotizantes, no, ahora eran de un morado uniforme, sus hombros se relajaron y las facciones de su rostro cambiaron

- ¿Rachel?

Ella lo miró y sus mejillas se tornaron rojas y su mirada timida

- D-Damian...
- ¿Rachel?... ¿Estas bien?
- y-yo...

De pronto sus ojos parecia que cobraban una lucha de luces, su cabeza estaba entre sus manos y parecía luchar contra algo, algo invisible

- Rachel... ¿Que sucede?

Ella solo dejaba salir algunos gruñidos de su garganta y el petit rojo la sostenia de los hombros intentando mantenerla tranquila.
La puerta de la enfermería se abrió y Dick entró, al parecer los sonidos de la amatista llegaban hasta el pasillo por el que apenas iba pasando el mayor, su preocupación por la joven brujas salió a flote.

- Raven, Raven... ¿que le sucedió?
- no lo se
-Raven, respira, tranquila

Ella comenzó a respirar profundo y no tardó que sus ojos tomaran su brillo, miró a ambos chicos, ambos parecían preocupados, apesar de querer mantener su rostro neutro percibía la preocupación del menor, el de ojos azules no se molestaba en disimularlo

- Raven
- estoy bien...
- ¿que pasó?
- mis emociones...

No neceistaba mas que esas dos palabras para comprender la situacion (aún que no del todo)

- Damian sal de aquí
- ¿qué?
- que salgas, dejanos solos
- no
- Damian, sal de aquí o te enviaré con batman castigado

Ambos tenian una guerra de miradas en la que ninguno cedió pero al menor no le quedó mas que salir maldiciendo por lo bajo, cuando la presencia del menor se perdió por los pasillos Dick ayudó a Rachel volviéndola a acostar en la cama

- Raven ¿que sucedio?
- estaba aún débil y ella tomó el control
- ¿quien?
- amor, todas intentaron detenerme el mayor tiempo pero pude tomar el control de nuevo
- no dejaremos que Damian vuelva a quedarse solo contigo, será lo mejor que podemos hacer por ahora
- será lo mejor, hasta que todas terminen esta tontería

El día había transcurrido con tranquilidad, solo un asalto en una tienda de joyeria y nada mas.

Los siguientes dias efectivamente Dick y Kori se habían tomado las molestias de separar en misiones y entrenamientos a Rachel y Damian, fuera de entrenamientos Rachel procuraba estar acompañada y Dick se encargaba de tener ocupado al petit rojo, todos o casi todos habían notado estos cambios, nadie se atrevía a intervenir.
Casi dos semanas habían pasado así, todos ocupados en algo, en especial la amatista y el petit rojo, tanto había sido que si quiera había podido meditar un par de horas en esas semanas, ese día no habían tenido misión y todos estaban dispersos por la torre, o bueno, casi todos, Jaime habia salido a una cita, Chico bestia conversaba con Raven la cuál se notaba no se encontraba del todo tranquila, Damian los obserbvaba desde la cocina donde Kori cocinaba y Dick admiraba a la Alienigena y a ratos vigilaba que que el petit rojo no matase a su compañero verde. En sus entrenamientos tenia una peculiar afinidad para dañar al joven verde.
La noche habia caido y en realidad todos seguían ocupados en sus tareas.
Lo último que notaron desde la cocina fue que chico bestia le sonreia a la joven bruja que ahora estaba parada dándoles la espalda y si no se equivocaron en la lectura de labios chico bestia diciendo "claro nena, no hay problema" y esta salió por el pasillo de las habitaciones, sin una palabra más. Sin ella ahí el petit rojo tampoco tenía mucho que hacer y no tardó mas que unos minutos en intentar salir por las escaleras de la torre.

- Damian ¿a donde vas?
- a la azotea

Fue lo único que respondió antes de desaparecer.

Él sabía que ella estaba ahí, su conexión se lo decía, por mas quisiera poner esa barrera que le impedía del todo sentir lo que ella él aún sentía esa presencia, su presencia.
Y no se equivocó ella estaba ahí, en posición de flor de loto flotando algunos sentimetros del techo, su capucha abajo, ella solo a la luz de la luna parecia un sueño, pero no estaba seguro aún si bueno o malo.
Al parecer ella no habia notado su presencia porque no había hecho o dicho nada, su respiración agitada, cuatro velas en frente de ella formando un rectángulo y en medio un sobre, un sobre que era iluminado por las velas y dejaba perfectamente a la vista lo que decía: "Damian" ¿que era eso?

- Azarath...

Ella empezaba a recitar su mantra, ni si quiera lo habia notado ahí

- Metrion...

Esta vez era mas lento, se tomaba el tiempo de saborear cada letra, el fuego de cada vela comenzaba a formar un camino hacia cada esquina de aquel sobre, lento y cuidadoso.
Uno de sus pasos hizo que un chirrido la sacara de su concentración cayendo de su levitacion y él salió de su mente, en realidad no había notado que se estaba acercando con lentitud hasta ese momento que la vio caer, el fuego volvió a las velas y cuando sus ojos amatistas se fijaron en él fue mas un chillido de susto que de sorpresa.

...

Había pasado la tarde platicando con chico bestia, cuando no hacia sus chistes era considerablemente soportable, en realidad era agradable estar con él (con moderación) pero ella no estaba del todo tranquila, el no poder meditar la hacia estar ansiosa, no podia concentrarse del todo estando acompañada y tener que estar practicamente en vigilancia por Dick no le ayudaba, sin mencionar que aquella penetrante mirada esmeralda se enterraba en su espalda como flechas

- Rae, ¿te pasa algo?
- ¿por qué lo preguntas?
- no te ves muy bien
- yo... Chico bestia... ¿Que haces cuando estas... intranquilo?
- ¿yo? Hmp... A veces entreno, aún que ahora con el demonio queriendome matar prefiero evitarlo, salgo a lugares divertidos o escribo cartas
- ¿escribes cartas?
- si, escribo como me siento y a veces las quemo otras solo las rompo
- cartas...

Se adentró unos segundos en sus pensamientos, estaba segura de recordar un ritual que exigían una carta, en realidad nunca lo leyó del todo pero algo le decía que tenía que tenía que volver a fijarse en ese ritual.
Se levantó mirando de frente al chico verde.

- tengo que hacer algunas cosas, perdón
- claro nena, no hay problema

Salió por el pasillo hacia las habitaciones, entró en la suya y no tardó en sacar libros con su magia y tenderlos sobre su cama, observó todos con cuidado y al final tomó uno, lo ojeó lo mas rápido que podía y unas cuantas páginas antes del final del libro encontró lo aue buscaba

- esto servirá como una barrera para las emociones... Necesito cuatro velas una carta hecha a mano por mi... Expresando lo que quiero reprimir y un sobre...