Habían llegado al bar, nada parecía fuera de lo normal.
Damian había estado siguiendolos desde lejos, esperaría a que estuviesen en el bar para infiltrarse o la joven medio demonio sentiría su presencia, mientras les seguia desde una distancia lejana con el rastreador que les había colocado.
Según el rastreador los tres jovenes ya estaban adentro y era hora de el también entrar. Así lo hizo, adentro había un ruido excesivo, el olor a alcohol era perceptible para su agudo olfalto y la oscuridad era interrumpida en ocaciones con variaciones entre luz blanca, azul, morada y verde, al parecer tambien era discoteca.
Ahora solo le quedaba buscar entre todos a los tres, según sus rastreadores estaban muy cerca, y fectivamente no tardó en encontrarlos, en la pista bailando con una cerveza en sus manos, no pasó desapercibido los multiples chicos de diferentes edades que miraban a ambas chicas... Y ahora en realidad no quedaba nada mas que esperar, literalmente habia ido ahí a vigilarlos.
Por dos horas todo parecia normal, en realidad varia schicas lo habian invitado a bailar, este se habia negado rotundamente.
La joven de ojos amatistas al parecer no sabia bailar y la rubia le habia explicado, claro que ella aprendio rapido y en menos de treinta minutos se movía sin control, era extraño y a la vez hipnotizante ver así a la joven, con tantas ataduras toda su vida, con los titanes siempre en misiones, con una reputacion de "seria" ella no podía divertirse como una joven normal y al parecer esa noche se estaba desquitando.
Varios chicos se habian acercado a la joven cuervo, ella habia aceptado a uno que otro, nada que no fuera bailar, al igual que la rubia y bueno, al castaño le habia pasado lo mismo con chicas, ahora en realidad cada uno bailaba en grupo pero con dos chicos y una chica que se les había unido.
Y no mucho después notó que la rubia habia les comunicó algo a ambos acompañantes y luego se fue con la amatista del brazo, fueron a lo que parecía ser el tocador, el las siguió con la mirada hasta que se perdieron de su vista, ahora su vista pasaba del aparato en su mano que le indicaba dónde estaban los localizadores al joven que seguía en la pista, así varios minutos hasta que el joven se distrajo por un mensaje en su telefono, que lo hizo dejar todo en mitad de una canción ¿a dónde iba? Y ¿por qué el localizador de ambas jovenes no se había movido?... Ahora que lo veía, vio al chico salir pero según su localizador no se había movido, mierda.
Él corrió al baño y cuando intentó entrar la puerta estaba trabada, la tiró de una patada impirtandole un comino quien lo viera, cuando entró ambos localizadores estaban en el suelo con una nota

Upss...

Diablos, se habian escapado en sus narices.
Corrió saliendo del bar y solo notó un carro que iba saliendo del bar con velocidad reaccionó lanzando un rastreador que se pegó en la cajuela del auto y lo vio irse en segundos.

...

-¿Robin?
-ya se quienes son los culpables de las muertes
-

exelente, pero debiste-
- callate padre, secuestraron a Raven
- ¿tienen a tu compañera?
- ¿no escuchaste?
- ¿les pusiste un rastreador?
- si, les enviaré la dirección a la liga
- bien, no intervengas, nosotros haremos el resto
- lo siento padre, no puedo quedarme sentado

- Robin no- la llamada había sido cortada por el petit rojo quien ya se encontraba atravesándo la cuidad intentando alcanzar las ubicaciones que el rastreador le daba.

...

La ubicación final, la que terminó enviando a la liga era una fabrica abandonada a las afueras de national city.
Desde lejos vio al chico que bajó del automovil del lado del piloto y a la rubia del lado del copiloto, y de la cajuela sacaron el cuerpo demsmayado de la amatista apresurandose a entrar en la fabrica.

El chico se escabulló entre las sombras hasta la fabrica a la cuál entró por una ventana rota, su respiración era lo único que sus oidos escuchaban en aque lugar por el cual caminaba alerta, escuchó el eco de una puerta abrirse, caminó unos pocos segundos hasta el pasillo donde estaba seguro se habia abrierto la puerta y al asomar su ojo con cuidado ahí estaban esos dos con la amatista en brazos entrando a lo que parecían ser las escaleras de emergencias bajando por estas.

...

Él los siguió hasta el sótano dónde los habia visto entrar, entró y se perdió en las sombras desde dónde notó que había una luz alumbrando a la amatista que aún estaba desmayada en una camilla de hospital desmayada y ambos chicos amarrandola a esta

- nos irá bien con ella

- así será mas fácil, ya la tenemos a ella, solo necesitamos saber dónde encerró a Trigon y ya no tendremos que ensuciarnos las maños
-fue mas fácil de lo que imaginé
- es muy tonta para ser hija de un demonio interdimensional
-

¿podré divertirme con ella?
- cuando nos diga dónde está puedes divertirte todo lo que quieras...

Las sonrisas de ambos causaron un escalofrío en el joven Robin que ignoró, tenía que poner a su compañera a salvo.
Mientras la chica parecía volver a salir el chico se quedó observando de manera lasciva a a joven que dormia en la camilla, algo se removió en el cuando este comenzó a acariciar los brazos de la chica que parecía no reaccionar, sus manos fueron subiendo por la tersa piel de ella hasta sus hombros y cuello subieron a sus mejillas acariciandolas con sus dedos y luego sus labios, este se relamio los labios pero esperaría ese premió cuando ella estuviese despierta, era mejor cuando ambos lo recordaran, volvió a pasar la mirada por todo es delicado cuerpo de ella, estaba ansioso pero a los presentes les llamó la atención cuando la chica entró corriendo alarmada maldiciendo al aire

- ¿que te pasa Natahsha?
- ¡Sabe donde estamos!
- ¡¿que?! ¡Mierda! ¿Como lo supo?
- encontré uno de sus rastreadores pegado en la cajuela
- debemos ocultarla o...

Parece que era hora de su entrada, para su suerte lo único que tenía su traje era su mascara así que se mantendría en las sombras

- ¿por qué tanta prisa?
- mierda...

La rubia tomó un chuchillo que no había notado de una mesa cercana a ellos

- oh robin, pensé que tardarias mas en encontrarnos
- tal vez uno de mis antecesores hubieran tardado mas, a mi no me subestimes

La posición de pelea del petit rojo estaba lista para cualquier ataque

- oh no robin querido, no te vayas a mover de ahí
- ¿quien te crees para darme ordenes? ¿No te das cuenta que estas en desventaja ante mi?

Una debil voz los interrumpió, al parecer la medio demonio estaba despertando.