Pedido de: isisv1428
Damian: 5 años
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Los padres siempre intentan ponerle el ojo encima de su hijo las veinticuatro horas del día, todos los días, por el resto de sus vidas, pero como eso es prácticamente imposible, eso hace que mucho, en algún momento, comentan el error de distraerse y perder de vista a su pequeño o pequeña…y justo eso era lo que estaba experimentando Bruce Wayne en este momento.

Todo comenzó como un día normal y algo especial en ciudad Gotham, especial por qué, bueno hoy era un día especial ya que era el día donde la ciudad organiza un festival, el cual claro estaba patrocinada por las empresas Wayne, por lo tanto era obligatorio para él asistir, pero lo bueno era que podía llevar a su hijo con él y así pasar un gran día juntos.

Todo comenzó con normalidad, la inauguración, el discurso del alcaide, el discurso de Bruce, el acto que dio inicio al festival, todo normal, todo bonito, y muy divertido. Padre e hijo disfrutaban del festival con juegos y dulces, Damian tenía en sus manos varios peluches que se gano en los juegos, eran cuatro pero eran tan grandes que el pequeño apenas podía ver a donde iba.

  -Dami dame al menos uno de esos peluches para que puedas ver y caminar más fácilmente- Dijo Bruce de manera calmada.

  -No papi, son míos- Dijo Damian de manera tierna.

  -Sé que son tuyos no te los voy a robar- Dice pero aun así el pequeño niega, haciendo que de un suspiro- Bien, pero no te alejes de mí ¿ok? No quiero que te pierdas- Dijo serio pero calmado.

El pequeño de ojos verdes asiente con una pequeña sonrisa, ambos caminaron juntos hacia otro juego, una pequeña montaña rusa, era la atracción que más llamaba la atención del público, por lo tanto había una muchas personas a su alrededor para montarse, Bruce sabia que al ser él podía saltarse la fila, pero no quería que su hijo creyera que al tener mucho dinero podía tener todo lo que quisiera, así que se pusieron a esperar, Damian estaba emocionado, miro como las personas subían y bajaba en el juego, cuando acabo su turno y esas personas bajaron del juego la fila avanzo, pero él no ya que un juguete se le cayó y trato de agarrarlo, al lograrlo miro a s alrededor y vio que ya no estaba al lado de su padre, por lo tanto avanzo en la fila pero no lograba verlo por los peluches, en ese momento choco con una persona, pensó que era su papá pero no, era una mujer que estaba disfrazada de mimo, pero para Damian le daba algo de miedo, la mujer mimo intento jugar con él, pero eso asusto más a Damian y sale corriendo.

Mientras con Bruce, en el momento que avanza la fila, lo hace, cuando se detiene mira a su lado, pero al no ver a su hijo se asusta un poco.

  -¡Damian! ¡Damian! ¡Damian!- Dijo Bruce casi gritando mirando a todos lados.

Luego de eso salió de la fila y camino a donde estaban antes pero no lo vio, recorrió toda la fila, pero aun así no lo pudo encontrar y eso lo preocupaba más.

  -¡Damian! ¡Damian! ¡DAMIAN!- Dijo Bruce llamándolo mientras caminaba por todo el festival.
Sigue caminando y llamando a su pequeño, pero no lo ve por ningún lado con tanta gente, eso lo preocupa y lo asusta más, pensando que algo le pudo haber pasado algo.

  -¿Disculpe ha visto a mi hijo? tiene cinco, su nombre es Damian, tiene ojos verdes y cabello negro, lleva una camisa azul oscuro, pantalón negro y zapatos negro con rojo y blando- Dijo Bruce entre preocupado y estresado, preguntándole a una señora.

  -Lo siento pero no lo he visto- Dijo la Señora amablemente.

  -Bueno, gracias- Dijo y sigue buscando.

Mientras que con Damian, estaba asustado, miraba a su alrededor buscando a su querido papi, pero no lo encontraba, había personas que se querían acercar a él pero el pequeño de ojos verdes solo huía de ellos por miedo a que le hicieran algo, además su padre siempre le dijo que nunca fuera con extraños, así que se alejaba de todos.

Paso alrededor de una hora, Bruce seguía buscando a su hijo por el gran festival, mientras Damian seguía buscando a su querido papi por lo miso. La pequeña bolita de odio se canso de caminar tanto, así que busco un lugar para descansar, miro un banco y se sentó ahí, puso los juguetes al lado de él, luego miro a su alrededor, mirando las personar que pasaban, en eso vio a un padre con su hijo cargándolo de caballito, eso lo entristeció, extrañaba a su padre, sus ojitos se cristalizaron, se tapo la cara con sus manitos para comenzar a llorar.

Con Bruce las cosas no mejoraba, buscaba y buscaba por todos lados, al final sin importar lo que dijera la prensa fue con el servicio de seguridad para decirles lo que estaba pasando.

  -No se preocupe Señor Wayne, encontraremos a su hijo rápidamente- Dijo el oficial con una leve sonrisa.

  -Por favor háganlo, estoy al borde de la desesperación, solo quiero a mi hijo- Dijo Bruce entre preocupado y estresado.

  -Cálmese Señor Wayne, lo encontraremos, mientras siéntese aquí y trate de relajarse- Dijo otro oficial intentando que se sentara en una silla.

  -¿Cómo quiere que me calme? Mi hijo está allá afuera solo, cualquier cosa le puede pasar, solo tiene cinco años, si solo no fuera tan despistado no hubiera sucedido esto- Dijo Bruce realmente preocupado.

  -Tranquilo, oiga señor Wayne, yo también soy padre y sé que en este momento debe de estar más allá de la preocupación, pero entienda, si sigue así puede hacerse daño, encontraremos a su hijo y todo saldrá bien- Dijo el oficial amablemente.

  -Sí, además no se culpe por eso, a cualquiera le pasa, yo perdí a mi hijo en el supermercado y al final lo encontré comiendo una bolsa de galletas- Dijo otro oficial con una sonrisa al recordar ese momento.

  -Sí yo lo perdí el mío en mi propia casa- Dice el oficial y todos lo mirar raro-No pregunten, solo paso ¿ok?...pero lo que queremos decir Señor Wayne es que no debe preocuparse, no se sientan que es el peor padre del mundo por esto, le pasa a todo el mundo, así que lo mejor para usted es que se siente, se calme y déjenos hacer nuestro trabajo, ya verá que en menos de lo que piensa ya estará de vuelta con su hijo- Dijo con una sonrisa.

  -Gracias oficiales- Dice Bruce y s sienta en la silla-Solo encuentran a mi hijo, por cierto es algo tímido con las personas que no conocen, así que tengan cuidado- Dijo serio.

  -No se preocupe somos profesionales- Dijo el oficial con orgullo.

Luego de eso los oficiales salen de la estación de seguridad de la feria, para buscar ese niño.

El cual aun seguía llorando en la banca, muy triste y solo, pero en eso alguien se sienta a su lado, el pequeño mira a la persona y ve que era una mujer, muy bonita con un traje negro y una cálida sonrisa, tenía un helado en la mano y se los extendió.

  -Toma pequeño, te vi llorando y pensé que esto te haría sentir mejor- Dijo la mujer amablemente.

Damian la mira algo sorprendido pero también con algo de miedo, y eso ella lo tono.

  -No me tengas miedo, solo no quiero que un niño tan lindo como tu llore- Dijo con una sonrisa.

Lo pensó por un momento, en realidad tenía un poco de hambre, además es un helado, ¿Quién rechaza un helado?

  -Gracias- Dijo Damian agarrando la golosina.

  -No hay de qué- Dice la mujer y mira como el pequeño come el helado un poco desesperado-No lo comas así te puede dar congelamiento cerebral- Dijo con una sonrisa.

El pequeño asiente y come el helad más despacio, al terminar quedo satisfecho, y mira a la mujer con una sonrisa.

  -Gracias- Dijo Damian tiernamente.

  -No tienes por qué agradecer, y dime ¿Dónde están tu Papi y tu Mami?- Dice la mujer amablemente pero luego ve la cara triste del pequeño-¿Acaso te perdiste?- Dice y Damian asiente-Bien en ese caso- Dice y se levanta- Vamos a buscar a tu papi- Dijo amablemente extendiendo la mano.

Damian lo duda por unos momentos pero al final si acepta, toma su mano y ambos caminan por el festival, Damian tenía solo uno de sus peluches en la mano y la mujer tenía los demás, por el camino se cruzaron con un señor que vendía algodón de azúcar, compraron uno para los dos, luego fueron al baño, después vieron a algunas exhibiciones, también se cruzaron con la mimo que anteriormente había asustado al pequeño de ojos verdes, pero la mujer le enseño que no había nada de que temer y de hecho se divirtió mucho, luego al final llegaron a la estación de policía del festival en donde el pequeño ve con emoción a una persona.

  -¡PAPI!- Grito Damian y va corriendo hacia él.

  -¿Damian?- Dice Bruce un poco confundido pero al ver su pequeño se emociona-¡Damian! ¡Mi Pequeño! ¡Estás Bien!- Dijo alegremente.

Lo abraza y lo carga con mucho cariño y amor, lo abraza de nuevo teniéndolo en sus brazos, ambos con una gran sonrisa por el reencuentro.

  -Valla- Dice la mujer acercándose a ellos-Nunca me imagine que ese pequeño travieso fuera hijo del gran mujeriego multimillonario Bruce Wayne- Dijo con una sonrisa.

El mencionado lo mira, al principio confundido pero luego de un suspiro para luego verla con una pequeña sonrisa.

  -Bueno, la verdad no tengo mucho que decir, excepto, muchas gracias por traer a mi hijo- Dijo Bruce amablemente.

  -No tienes porqué, solo vi a este pequeño solo y llorando, y no podía dejarlo sin hacer nada- Dijo la mujer amablemente.

  -Me dio dulces papi- Dijo Damian alegre.

  -Espero que eso no sea un problema, es solo que no pude decirle que no- Dijo la mujer un poco apenada.

  -No se preocupe, casi nadie puede resistirse- Dice Bruce con un tono burlón-Aun así quisiera poder agradecerle adecuadamente por lo que hizo- Dijo con una sonrisa.

  -Bueno no quiero ser aprovechada, así que tomar esto como mi buena acción del día- Dice la Mujer para luego sonreír más coquetamente-Pero si insiste, no me molestaría que un famoso rico multimillonario me invitara la cena- Dijo que manera coqueta.

  -Bueno, no tengo ningún inconveniente, solo espero que no le moleste que no sea esta noche, ¿le parece bien el sábado?- Dijo Bruce de la misma manera.

  -Me parece perrfecto- Dijo la mujer con una sonrisa.

  -Bien, entonces la veré el sábado a las ocho en el restaurante Cristal Real, si le parece bien señorita…- Dijo amablemente.

  -Kayl, Selina Kayl- Dijo extendiendo la mano.

  -Pues mucho gusto en conocerla señorita Kayl- Dijo agarrando su mano en un gentil saludo.

  -No digas eso hasta después de nuestra cena- Dijo coquetamente.

  -Entonces la esperare con ansias- Dijo de igual manera.

  -Bueno creo que ya debo irme- Dice y se acerca al pequeño- Adiós Damian, espero que nos podamos ver en otra ocasión- Dice con una sonrisa entregándole todos los juguetes- A usted también señor Wayne- Dijo y se va del lugar.

Bruce ve como Selina se iba de una manera elegante y con mucha gracia, dio un pequeño suspiro para luego concentrar toda su atención a su querido hijo, el cual llena de besos, abrazos y mismos, aun faltaba mucho que ver y jugar en el festival, pero claro esta vez iba a procurar que su pequeño no se perdiera de nuevo.