—!Dipper despierta!—

—callate Mabbel ya es verano y quiero dormir— decía mientras sumía mi cabeza en la almohada,mientras que mi querida hermana, (nótese mi sarcasmo) saltaba en mi cama.

—pero Dipper, es el primer día del verano, tenemos que salir a divertirnos, ven con Wendy y conmigo, por favor— dijo mientras ponía ojos de cachorrito y no me pude negar.

—esta bien Mabbel, pero si haces una broma como la última vez te abandonaré en medio del bosque, mientras duermas— dije mientras me levantaba y di un largo bostezo.

—Genial, pero primero date un baño que apestas— dijo y salió de mi habitación, si ya no dormimos juntos, por que bueno, ella necesita su espacio como toda mujer, después de todo al final del verano cumpliríamos diecisiete, y bueno ella, es complicada.

Después de arreglarme, Wendy, Mabbel y yo nos dirijimos a la cafetería de Linda Susan, donde desayunamos unos deliciosos panqueques, con miel y mantequilla, charlamos, sobre todo lo que podríamos hacer este primer verano desde que nos mudamos con nuestros tíos, pero yo tenía prisa, ya no me iría al finalizar el verano, así que puedo tomármelo con calma.
Después de desayunar fuimos a pasear por él pueblo, pero ellas comenzaron a hablar de chicos, así que mejor decidí y a caminar por ahí.

-chicas mejor voy a caminar por ahí, no me esperen- ellas sólo asintieron y yo me giré para caminar hacia el bosque, ya había superado a Wendy, así que no me molestaba que hablara de otros chicos, pero de verdad que es incómodo que hablen de ciertas cosas.

Estaba tan distraído pensando en los nuevos descubrimientos que haría este verano, que de repente me tropecé con una piedra y estaba a punto de caer al suelo, pero alguien tomó mi muñeca, me jalo y me tomó por la cintura, haciéndome quedar frente a ella, bueno él, tenia un hermoso cabello dorado, con toques negros, ojos que brillaban más que el sol, aww era tan lindo, espera ¡¿¡¿QUE ESTOY DICIENDO?!?!

-¿Estas bien?- me preguntó aún tomándome por la cintura, quería apartarme pero mi cuerpo no respondía -¿Oye estás bien?- dijo de nuevo mirándome a los ojos.

-¿Qué?, si estoy bien- dije soltandome de su agarre -gracias por evitarme la caída- dije con un leve sonrojo en mis mejillas, pero, ¿desde cuando me sonrojo por alguien?, y más por un chico!

-no fue nada, solo te evite una vergüenza enfrente de todos, pero no es nada- dijo el chico con una sonrisa burlona -¿Cómo te llamas?- pregunto sin ninguna vergüenza y con una sonrisa pícara y un tanto egocéntrica.

-M-me llamo Dipper- dije un poco nervioso, demonios ¡que ocurre conmigo!

-Yo me llamo Bill- dijo estirando su mano para que la estrechara, ese acto me recordaba tanto a un demonio que trató de apoderarse del mundo, al igual que su nombre, su notable egocentrismo y su rostro me pareció similar, pero tal vez estoy siendo un tanto paranoico, ese monstruo dejo de existir.

-Un gusto Bill- dije estrechando su mano y con una sonrisa en él rostro.

-Oye Dipper, soy nuevo en el pueblo así que... podrías mostrarme... donde queda la cabaña del misterio?...por favor?- dijo con nerviosismo en su voz y rascándose la nuca.

-claro, de hecho yo vivo ahí, quieres que vayamos ya?- dije con una sonrisa y un leve sonrojo en mis mejillas,¿¡¡RAYOS PORQUE ESTOY ASÍ!!?

-genial! pero antes quieres ir a comer conmigo?- dijo con una sonrisa deslumbrante, dios si que es lindo, no no no yo no pienso así, solo relajate

-claro, hay una cafetería cerca, vamos, si eso quieres- respondí un poco nervioso, este chico desconocido, con nombre de demonio, me hacia sentir cosas que nunca sentí por alguien, ni siquiera por Wendy.

-Vamos y así nos conocemos mejor- el chico me miro con una sonrisa picara, se podría decir.

Yo solo lo guíe hasta la cafetería, donde hablamos sobre cosas típicas al conocer a una persona, me contó que se mudo a Gravity Falls, por motivos de poder tener un nuevo inicio, lo cual me pareció algo muy extraño, por el hecho de haberse mudado al pueblo mas sobrenatural del mundo, después del Raromagedón desencadenado por un maldito dorito iluminati; además me entere que tiene 19 años, dos más que yo, vivía en Florida y se había mudado cerca de la cabaña del misterio, lo que me alegro al tenerlo cerca, ¡mierda, sigo pensando en esas cosas!

Después de unas horas de conversación y conocernos mejor, ya se estaba haciendo tarde, dejando ver un cielo anaranjado, me estoy poniendo a detallar tanto, por una razón y es ese chico, tan lindo, pero mejor no hay que hablar de eso o no me detendré, llegamos a la cabaña del misterio donde conoció a los chicos, y mi hermana como siempre me miraba con una sonrisa picara al examinar de pies a cabeza a Bill, que pasara lo su retorcida cabeza?, comí sea, Bill compro demasiadas cosas, parecía un niño, después, se dirigió a la puerta de salida y lo acompañe...

-Me divertí mucho hoy Pine tree- dijo con una sonrisa en su perfecto rostro, aguarda el único que me dice de esa manera es...
¡¡¡Ese maldito triángulo!!!, y el enseguida se puso muy nervioso -¿te incomoda que te diga así? Te pusiste algo pálido no sabia como reaccionar.

-No, pero ¿Por qué me llamaste así?- pregunté algo confundido y el chico cada vez se ponía más nervioso y yo solo pensaba el ese triángulo, y sentía una extraña sensación de que el estaba cerca, pero el ya no existe... O si?

-Bueno, tu gorra tiene un árbol de pino, así que pensé que... no te molestaría que... te llamara así,ya que podría ser lindo, creo- me quedé atónito ante sus palabras y el calor invadió mis mejillas, mientras que a él también se le notaba un poco de rubor en sus mejillas, así que mejor solo me despedí, muy nervioso y él se fue, por el bosque, cerré la puerta y sin querer sonreí como un completo idiota.

Bill:

Este niño inocente del que me enamoré hace ya casi cuatro años, y por el que me esforcé por volver con una forma humana hasta este peculiar pueblo donde yo hice de las mías, pero cada vez que hablaba con ese niño, sentía algo que ningún demonio siente, pero después de lo sucedido, no creo que quiera verme como un triángulo, pero de algo estaba seguro y es que yo conquistaré a ese niño cueste lo que cueste, ese niño sera mio...