El puesto de limonada está cada vez más desierta.

He estado sentada hace un par de horas, y...nadie.
Este es un mal comienzo de la semana, y el dinero que he ganado no es suficiente.

La gente va de un lado a otro, metidos en su propio mundo. No se molestan en mirar hacia mi dirección, donde llevo en la mesa una jarra de limonada fresca—no tan fresca porque el sol no me está cooperando—, y unos deliciosos bizcochos que preparó mi madre. 

Nadie pasa, nadie me ve. A excepción de un idiota con sonrisa encantadora.

Deja de pensar que es lindo.

—Hola, Jess —dice sonriente, y apoya su mano en la mesa, mientras que con la otra, desordena su cabello sedoso y chocolatoso como el bizcocho.

—Hola, Finn —saludo, y evito mirarlo—. ¿Limonada? —pregunto, aún sabiendo la respuesta.

El niega con la cabeza. Yo solo ruedo los ojos y me cruzo de brazos.

—¿Qué quieres, Finn? —pregunto, desinteresada.

Él ensancha más su sonrisa como si esperaba esa pregunta desde que apareció.

—Una cita contigo —declara, observándome con esos profundos ojos almendrados.

Yo vuelvo a rodar los ojos e intento ignorar esa maraña de emociones que causa en mí.

Resoplo para que entienda lo poco interesada que estoy.

—Déjate de bromas, Finn Lamberg.

—No estoy bromeando —confiesa, y se inclina en la mesa hasta que nuestras cabezas quedan a la misma altura—. Sal conmigo —dice en un susurro; contengo la respiración y mis manos comienzan a sudar—. Jessie Sparks.

~~.

¡Hola!
Bienvenido a mi mente retorcida e inentendible. Este es una del montón de historias que tengo en borrador, pero he estado editando un par de cosillas y he decidido que Jess y Finn deben ver la luz. Si estás decidido a quedarte, te agradezco por la oportunidad. Espero y disfrutes la historia de este par.♥

Nos vemos, cambio y fuera. ヽ(´▽｀)/

Pdt: empezaré a subir cuando haya escrito más capítulos, y cuando haya terminado con las historias que tengo pendiente. Pondré fecha cuando suceda

Bye :)