CAPITULO 5 GISELLE
Han pasado tres días desde qué estuve en la casa de Jürgen, no sé por qué, pero huí en medio de la noche cómo una ladrona y aúnque no había robado nada, sentí qué debía salir de ese lugar cuánto antes.
Imaginé qué Jürgen no querría qué amaneciera con él no es qué me lo haya dicho, pero supongo qué no hay nada qué decir, después de todo yo sólo quiero sexo y ya lo había conseguido.
Bueno él me manejo a su antojo, aúnque no tengo nada de qué quejarme porque ha sido el mejor sexo de mi vida, lo mejor es no complicar las cosas mi enfoque es solo sexo salvaje, y por lo que me hizo sé qué eso será fabuloso.
Lo único malo es qué desde ese día no he dejado de soñar con ese hombre parezco una maldita adolescente con las hormonas revueltas, ¿qué me pasa? tenía tres años sin sexo y mis hormonas estaban dormidas pensé qué podía vivir sin sexo sin ningún tipo de problema, pero todo ha dado un giro de 360 grados desde que ese hombre me hizo suya.
Todos los días amanezco sudada y amanezco tocándome como una depravada, menos mal duermo sola. No me imagino siquiera qué mis hijas se dieran ¡qué horror!
Lo peor de todo es qué ahora no veo el momento de comprarme un “Candy” cómo él de Isabella a ver si aplaco esta fiera, qué estaba adormecida. Sino terminaré haciendo una locura y empezaré a perseguir a ese hombre para qué me dé unas secciones de sexo salvaje.
He estado algo ocupada, estoy estudiando inglés quiero aprender nunca es tarde para aprender algo nuevo, así ayudo a mi hija con sus tareas de inglés, dentro de poco es él cumpleaños de mi hija menor Alish cumplirá 3 años y bueno he estado ocupada con los preparativos aúnque será algo íntimo quiero que esté feliz.
Llamo a Isabella, —hola —cuéntame ¿por qué no me has llamado? eres peor que un marido celoso, aúnque no lo parezca Isabella es tóxica con las personas qué le importan y cómo ahí estoy incluida, yo no escapo ilesa de sus reclamos. —¿Por qué tú no lo has hecho?- réplica suspiro he estado ocupada, siempre tienes una excusa, espeta ella.
—Deja el drama estoy exhausta, más bien cuéntame ¿qué tal te fue con George? digo.
—¡Muy bien! ríe ella —¡es muy bueno en la cama!, pero no está tan dotado cómo mi amigo Clark. —¡Rayos! digo, ¿cómo puedes compararlos? —¿tienes una cinta metrica? y les dices espérate un momento necesito medirlo, para saber si es del tamaño adecuado.
Ella ríe a carcajadas —no seas ridícula, sino qué él de Clark es realmente impresionante y bueno lo veo con tanta frecuencía qué es imposible no compararlos.
Mas increíble es qué recuerdes el nombre del chico, ya qué para tí todos son sólo amigos.
¡No tienes remedio Isabella!, río —¿y tú qué tal te fue? —bueno supongo qué bien.
—¿Cómo qué supones qué bien? eso no es una respuesta Giselle. —¡Claro qué lo es!
—¡No hagas qué vaya a tu casa y te saque la verdad! —Está bien resoplo, fue increíble aúnque no me dejó qué lo complaciera. Fue sorprendente, —¿cómo qué no te dejó qué lo complacieras? pregunta ella.
Bueno él me dijo qué me relajara qué yo sólo estaba ahí para disfrutar. —Y vaya qué lo disfrute ese hombre es todo un semental, jamás creí qué un hombre de esa edad fuera tan vigoroso, tuve el mejor sexo de mi vida. Pensé qué ese sexo tan delicioso sólo existía en los libros qué leo, ese hombre es: —suspiro demasiado bueno para ser real.
Sólo puedo oír las carcajadas de Isabella —¡ya era hora de qué alguien te mostrara las bondades del sexo!, no como el soso de tu ex ¿viste el tiempo qué perdiste?
—¡Claro qué lo veo! repito —¡no sólo lo veo lo lamento ¡como no te imaginas!, pero hay algo qué me tiene preocupada. —¿Qué es? salta ella bueno no sé cómo decírtelo, susurro es qué he estado... —¿has estado qué Giselle? ¡me asustas! —bueno suspiro ¡he estado teniendo sueños eróticos!.
—¡Quéee! grita ella. –shhhhh, digo. Ella no para de reír, - ¡no te rías!- reclamo - ¡no seas cruel!- digo, -pensé tanto tiempo que podía vivir sin sexo y después de lo que ese hombre me ha hecho me he vuelto una pervertida igual que tú grito, ella no para de reír.
—¡No seas tonta, no eres una pervertida es normal. —¿Normal? repito ¿y por qué antes no me había pasado? pregunto. Ella responde —¡porque tu ex es un idiota qué no sabe complacer una mujer!, no sé ni por qué te casaste con ese imbécil. —Yo tampoco lo sé respondo ambas suspiramos, pero me alegra qué ahora sepas lo qué te has estado perdiendo.
—¿Has hablado con Jürgen? Pregunta —no, no, lo he llamado porque te dije qué yo sólo quiero sexo de verdad Isabella no me quiero involucrar y aúnque es un maestro en el sexo no quiero, nada más. —Bueno está bien comprendo yo tampoco quiero nada más con George, el único con el qué podría estar es mi prodigio del sexo.
Río eso ya lo sé Isabella, quiero qué me acompañes a comprar algo, —claro ¿qué quieres comprar?
Suspiro jamás pensé decir esto, pero —quiero comprarme un “Candy”. —¡Un Candy! grita y ríe al mismo tiempo —¿eso por qué? pregunta ¿y Jürgen? —bueno ese es el meollo del asunto.
Digo porque si no lo compro acosaré a ese hombre y lo violaré, ella no puede evitar reír a carcajadas. —Entiendo claro que sí vamos yo sé dónde hay varias tiendas y podrás escoger otros juguetes qué yo sé que disfrutarás.
—No lo sé, ¿qué pensarán de mí? recuerda lo qué tú misma me dijiste Giselle, qué necesitabas vivir todo aquello qué no has vivido o mejor dicho sentido, todo lo qué pudiste haber sentido- sonrío —tienes razón —siempre la tengo espeta y ríe, —perversa añado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro