CAPITULO 24 JÜRGEN
Luego de hacer el amor por última vez, nos quedamos dormidos, abrazados. A las 5:00 AM me levanto, Giselle ya no está, me meto al baño, me cepillo los dientes, me baño, me visto y llamo a José. —Buenos días José, —buenos días señor, responde José. —Llévame una muda de ropa limpia a mi oficina. -¡Si señor!, responde José Cuelgo.
Cuándo entro a la cocina, Giselle está preparando el desayuno para las niñas, —buenos días, me saluda. —Buenos días linda sonrío besándola en los labios. —¿Que quieres desayunar?.—Sólo café digo.
Ella me sirve café, luego empaca el desayuno de las niñas —Bueno, voy a levantarlas y bañarlas. –Okey, respondo. Giselle levanta a las niñas, las manda a ducharse y se viste. Ella a su vez hace lo mismo, a las 6:00 Am estamos todos listos. Cuándo me ven las niñas preguntan. —Jota, ¿te quedaste aquí con nosotras?. Miro a Giselle sin saber que responder, ella responde: -¡Sí!. Jürgen se quedó aquí porque ya era muy tarde para irse, ustedes no se dieron cuenta porque se quedaron dormidas.
—¿Y dónde durmió? pregunta Aby, la hija mayor de Giselle!.
—En el mueble, respondo rápidamente!.Tú mami me prestó una sábana para que durmiera ahí.
-Mmmmmmmm. Dice Aby, salimos rumbo a la casa de la madre de Giselle para dejar a las niñas, ella baja del auto con ellas la sigo, saludo a su madre con un —“buenos días Sra Gladys”. —Hola Jürgen buenos días, responde ella. Giselle entrega a su madre el bolso con la ropa de las niñas y el desayuno que les preparó, nos despedimos de las niñas y de su mamá, dirigiéndonos a la oficina, ella pregunta; —¿Podemos entrar por separado?, —Giselle, respondo,¿Te avergüenzas de mí?.
—¡No!, no es eso replica ella. –Entonces entremos, respondo tajante, tomo su mano y nos dirigimos a mi oficina, le doy un beso en los labios y ella sigue hacía la de ella.
—¡Laura!, llamo por el interruptor ¡A mi oficina!. Ella entra con un —“buenos días señor”. –Laura, —¿José me trajo una muda de ropa? —Sí señor, aquí está dice mientras me la entrega. –Bueno, voy a cambiarme, ten todo listo para la reunión de las 9:00 AM. ¿Y George está en su oficina?.
—Sí señor, acaba de llegar. —Eso es todo Laura! —Con su permiso señor.
Me cambio, rápidamente me dirijo a la oficina de George! Entro sin llamar tal cuál lo hace conmigo.
Buenos días, espeto —Qué placer tenerte por aquí, espeta. —Deja las idioteces George ¿Estás listo para la reunión que tenemos?, pregunto.
—Sí señor! Y hace un saludo al estilo militar, —¿Puedes dejar las payasadas por una vez en tu vida?. —Oye, pensé que estarías de mejor humor pasando el fin de semana con Giselle, tuviste que haberlo pasado de maravilla ya que pasé por tu casa el domingo y José me informó que ibas a dormir por fuera.
—Ajá, máquina del amor ¡estás pillado!. Yo gruño; —José es un bocón!. –Ósea, ¿que es cierto? ¿Te quedaste en el departamento de Giselle?.
—¡Siii!, Resoplo —¡Wow! ¡Qué bien!, ó sea que tomaste mi consejo y no piensas dejarle el camino libre al abogadito.
—¡Jamás!, Mascullo entre dientes, Giselle es mía y nadie más puede tocarla o besarla. —me alegra escuchar eso amigo.
—Bueno ahora a trabajar, quiero que tengamos todo listo, para cuándo llegué nuestro nuevo cliente, es un hombre poderoso, tiene una red de franquicias de comida en varios países, es un local de comida rápida en específico, pollo a la broaster y hamburguesas.
Quiere que le consigamos tres nuevas sedes; una en Guacara, otra en Naguanagua y la última en Caracas. Así que llama a Felipe Andrade, dile que necesito qué me pase fotos de instalaciones con buena ubicación en Caracas.
De las de Guacara y Naguanagua nos ocupamos nosotros dos, le digo a George. –Tú, encárgate de Guacara, yo de Naguanagua.
Salgo de la oficina de George y llamo a David Uzcategui, mi especialista en Marketing. –David, Necesito comprar las mejores instalaciones para una franquicia de comida, en específico venta de pollo a la broaster y hamburguesas. Es para alquilárselas a Eliud Nova, es un hombre muy exigente, así que quiero las mejores y en la mejor ubicación. El precio no importa, tenlas listas para las 9:00 de la mañana y quiero excelentes fotos.
Entendido jefe, responde David. Cuelgo, llamo a Laura por el Interruptor. -¡Laura!, tráeme dos sandwiches de jamón, queso paisa y queso amarillo para desayunar, estoy famélico,… Ahhhh, y dos cafés con leche, por favor!. Laura llega con el desayuno, hago la transferencia a la panadería (su dueño y yo somos amigos desde hace años, crecimos juntos, además los locales de su red de panaderías son míos, se los alquilo a un bajo precio, ya que somos amigos desde niños).
Tomo los dos sándwiches y los cafés y me dirijo a la oficina de Giselle. Ella está trabajando en su ordenador, —¿puedo pasar?, pregunto con una sonrisa, ella levanta la vista, sonriendo ampliamente claro responde, —te traje desayuno, sé qué al igual que yo, sólo tomaste un café, remato mientras le ofrezco la comida.
—Gracias, dice ella, comemos en silencio. No dejo de mirarla, ¡esta mujer me encanta! Son las ocho y media de la mañana. —Bueno hermosa te dejo, tengo una reunión ahorita a las 9:00AM la beso en los labios y salgo de prisa. Entro a mi oficina, enseguida toca David Uzcategui a la puerta. –Señor, llama.
—Adelante, respondo aquí está lo que me pidió, estas son las opciones y las fotos dice mientras me tiende el dossier con el informe y las fotografías.
—¿Cuál te gusta? Le pregunto.
—Esta señor!, responde David al instante.
Bueno, digo hoy llega una nueva abogada, cuándo este aquí dale los papeles para que se encargue de los trámites de compra –venta espero que le guste a Eliud, digo con un suspiro. —Sino, la ponemos en venta le digo con decisión.
—Entendido señor. -¿Y quién es la nueva abogada? Pregunta David. —Es Katherine, ya la conoces.
–Katherine… ¿su ex-prometida?, responde. —¡Sí.
—¿Algo más David?. —No señor.
—¡Entonces retírate! A las 9:00 AM entra Jürgen a mi oficina. —¿Todo listo?. -¿Conseguiste las instalaciones en Naguanagua?.
—Por supuesto, le contesto ¿y tú las de Guacara? —definitivamente , —bueno vamos a la sala de reuniones Laura, llamo por el interruptor, -¿si señor?.
—Apenas llegué Eliud tráelo a la sala de reuniones, ordeno. —Entendido señor, responde Laura.
A las 9:05 AM entra Eliud Nova con Laura. –Eliud, un placer verte nuevamente. —Igualmente responde Eliud. —¿Deseas tomar algo? Ofrezco, —un café estará bien responde.
Aquí tengo varias opciones con respecto a lo que me pediste, le informo a Eliud. George le enseña las opciones de Guacara.
—Confío en ustedes responde tajante Eliud, quiero que me digan cuáles se adaptan mejor a mí en ubicación. Le muestro la que elegí y George hace lo mismo, Eliud revisa preguntando cuándo cerramos contrato de arriendo.
Esta semana las compraremos, asegurándote todas las mejores condiciones de un buen arriendo. Hoy está por llegar la nueva abogada de la compañía. Nuestro abogado anterior solicitó cambio de domicilio, se fue a otra de nuestras sedes en Colombia.
Excelente, ¿y cómo están ustedes?.Tiempo sin saber de sus vidas. —Yo estoy bien, trabajando como siempre, respondo. George dice —yo también, aúnque no tanto Jürgen me quiere esclavizar añade, pero no me doblego.
Eliud ríe. —Si no te conociera George, diría que es mentira, pero sé que Jürgen hace trabajar a todos por igual, es un maldito Tirano da gracias a Dios que eres su socio.
-Sí, yo soy un tirano ¿qué eres tú? Pregunto, mordaz.
—Soy un hombre nuevo, espeta, dejé la tiranía. Ahora, disfruto de la vida, trabajo sí, pero en su justa medida, ahora dedico mi tiempo a conocer y complacer mujeres bellas, añade socarrón.
George ríe. —Eso hay que celebrarlo, se levanta y toma de mi bar una botella de Whisky 18 años. Trayendo unos vasos y hielo.
—George, son las 9 de la mañana, le digo —¿Y qué?. ¡Esto lo amerita! Eliud ríe: —Amigo, nunca vas a cambiar.
—¿Que te parece sí almorzamos?, pregunta Eliud.
—Claro amigo, respondo, pero antes, quiero que veas cómo ha crecido nuestra empresa. Tienes años sin venir, salimos después de tomar unos tragos, George y yo le mostramos a Eliud nuestra sede, en ese momento, Giselle está saliendo de su oficina.
Yo le digo a Giselle: —Giselle, él es Eliud Nova, un amigo y cliente nuestro, ella sonríe.
Eliud se adelanta, toma su mano y la besa. —¿quién es esta belleza de mujer?, pregunta en tono admirativo.
—Ella es Giselle, nuestra Gerente de Recursos humanos, ,—un placer bella dama dice Eliud, galante. —¡Guau veo que las cosas han cambiado, antes sólo traías a trabajar a las abuelas del vecindario, añade. George ríe a carcajadas la pulla de Eliud. –Sí, añade George, creo que con el tiempo se ha dado cuenta, que esas señoras sólo nos daban ganas de irnos a casa, con chicas guapas e inteligentes tenemos motivos para trabajar como esclavos en las oficinas, añade George.
—George!, riposto con un gruñido, no estoy para tus idioteces. Giselle ríe por el comentario de George.
—Y tú belleza, ¿eres soltera o casada? Pregunta Elid.—¡Eliud!, reclamo ¿Vienes a ligar con mi personal?. –Bueno, eso depende responde, sí todas son así de bellas, además, soy un hombre soltero. Eliud se vuelve a Giselle y continúa: —Entonces hermosa, dime. —¿Eres soltera o casada?.
Giselle sonríe, y responde. —Soy divorciada. -¡Ohh!, ¿o sea que estás libre? Pregunta Eliud, visiblemente complacido. –Sí, responde ella la veo, pero ella me ignora. ¿Cómo se atreve a decir que está soltera?. “!Eres mía!” Pienso.
—Jürgen, ¿no tienes problema con que invite a salir a tu Gerente de Recursos humanos?, me pregunta Eliud. —Sí lo tengo, gruño, ella está aquí para trabajar, no para salir con mis amigos y clientes.
Giselle ríe, diciendo. —Yo lo lamento señor Raskot,, pero con quién salga o no, no es asunto suyo, soy una mujer libre y mientras no sea en horario de trabajo, no debería haber ningún problema.
¿Qué demonios estás tratando de hacer Giselle?, pienso. Sí estás tratando de hacer que me den celos no va a funcionar, la veo sólo quiero castigarla por insolente, pero ya verás pequeña esta me la pagas.
Eliud le da su tarjeta a Giselle, ella la recibe con una amplia sonrisa. ¡Quiero matar a Eliud!. Si no fuese porque es mí amigo y cliente, ya le hubiese roto la cara… aúnque eso jamás me ha detenido pueden pregúntar a George que es mi socio Giselle se disculpa diciendo con su permiso tengo trabajo pendiente y se retira.
Seguimos con nuestro recorrido, Eliud nos dice —bueno ¡vayamos a almorzar!.
Vamos a un Restaurante muy Famoso se llama "El Rey del Mar" allí sirven (mariscos, pescados, ostras, cangrejo, pulpo y langosta). -Bueno, dice Eliud, yo quiero algo que me dé toda la fuerza necesaria para complacer mujeres hermosas como Giselle, completa satisfecho. George me ve y ríe, juro que le voy a partir la cara si se vuelve a burlar de mí.
Pedimos un asopado de calamares, luego unas otras. De tomar pido unas cervezas para contrarrestar el calor.
Eliud pregunta, -George cuéntame, ¿sigues soltero?.
El ríe y dice. -¡Jamás me casaré! Pero si la pregunta es que sí estoy sólo, entonces la respuesta es no, estoy saliendo con la prima de Giselle.
-¡Ohhh! Exclama Eliud… —¿Y cómo es? —Es alta, describe George, flaca, cabello ondulado, morena y con una forma de hacer el amor que me trae de rodillas, remata con los ojos brillantes de lascivia.
Eliud ríe a carcajadas. -Conque te conseguiste una valkiria del sexo. —Así es espeta George, feliz.
—¿Y tú Jürgen? ¿Sigues con Katherine?. —¡No!, respondo hace años nos dejamos, ella se casó con un español y tuvo un hijo. De hecho ella es la nueva abogada de la empresa, estoy esperando que llegue.
-Ohhh se asombra Eliud. —¿Y no te incomoda tener a tu ex trabajando para ti?.
—No, para nada respondo ella no me interesa en lo más mínimo.
—¿Estás sólo?, quiere saber Eliud.
—Sí te refieres a si me he casado, riposto te diré lo mismo que George, en mis planes no está casarme, pero salgo con alguien.
-¿Y se puede saber quién domo a la bestia?, pregunta Eliud.
—¡Eliud! Gruño, él ríe es qué tú eres tan difícil amigo, que me parece increíble que alguien te logre soportar. Aparte eres muy quisquilloso.
George suelta la carcajada. —Yo se lo he dicho siempre, dice riendo todavía, él es igual a Shrek el ogro, siempre anda malhumorado.
—¿Shrek? Pregunta Eliud. -¿El de la película?, pregunta.
-Ay George, ¡tú y tus ocurrencias!.
Yo sólo gruño, —sí ya se cansaron de burlarse de mí, podemos irnos tengo trabajo pendiente.
—Claro vamos, ¿pero no me contarás sobre quién te domó? —no por ahora, creo que lo hicimos enojar responden ambos con par de sonrisas en sus caras.
—Bueno espero que en el transcurso del día tu ex se comunique conmigo, está bien digo nos despedimos y salimos rumbo a la Empresa.
—Jürgen, pregunta George en voz baja. -¿Por qué no le dijiste a Eliud que salías con Giselle?. -¿No viste que ella dijo que era soltera?.
—Cómo podía decirle a Eliud otra cosa y quedar en ridículo. Le contesto a George con otra pregunta.
—¿Por qué crees que ella lo haya negado?, reflexiona George.
—No lo sé, gruño, aúnque tampoco le he pedido que seamos pareja. —Pensé que eso no era necesario.
—Al parecer vas a tener que hacerlo, Giselle es todo lo opuesto a las demás mujeres me dice George, mientras las otras se inventan relaciones que no existen, ella huye de los compromisos.
—Sí comento, pero eso va a cambiar, ya nunca más escapará de mí. ¡Eso te lo aseguro!.
—Y cómo puedes estar seguro?, pregunta George.
—Porque le daré mil razones para que se quede junto a mí, respondo.
-No lo sé, Giselle es una fierecilla difícil de domar, si no te digo que imposible. Es como sí su propósito fuera ser rebelde, reflexiona George en voz alta.
No quiero domarla, digo. Me encanta su carácter, ese ímpetu de rebeldía de no dejarse callar, o amedrentar por nadie. Eso es lo que más me gusta, sus desafíos encienden mi pasión es todo lo que no sabía que me encanta en una mujer.
—Vaya, vaya, dice George, mirándome de arriba abajo, pero sí nuestro ogro está completamente enamorado.
—¡George, deja de llamarme así ¡idiota!.
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