Cap.52 Fail one
Narra Len:
En la escena apareció Kiyouteru, que también había estado buscando.
-Lo encontramos amigo -dijo Haku mientras seguíamos caminando, llamando la atención de muchos sirvientes.
Se nos quedaban viendo y unos guardias nos empezaron a seguir porque de seguro nos identificaron.
-¡Corre más rápido Len!
-¡Eso hago!
-Son pocos, lo lograremos.
-Eso espero.
corrimos lo más rápido que podíamos, evitando a los guardias hasta que por fin logramos rebasarlos.
-Kiyouteru, ¿Dónde están?
Él aleteó y voló en dirección al palacio de justicia. Lo comenzamos a seguir con más cuidado para no llamar la atención de los demás guardias. Ahora que sabíamos que por la puerta trasera no habían guardias, decidimos meternos por ahí. Llegamos pero desgraciadamente vimos a un guardia en la puerta.
-Demonios.
-Un momento... Es Yuma -dije mirando de cerca al guardia.
Nos decidimos acercar a él y al momento de reconocernos nos abrió la puerta.
-Entren rápido, Meiko está haciendo un juicio ahora mismo para juzgar a Rin.
-Gracias Yuma.
Después de agradecer entramos y nos sorprendimos mucho más al no ver a ningún guardia. ¿Tanto quería apoderarse de Oppidium? Pensé. Dejando eso de lado mejor continuamos buscando la sala donde se estaba realizando la audiencia. Kiyouteru iba al frente guiándonos. Subimos unas grandes escaleras y llegamos a un pasillo. Kiyouteru se detuvo enfrente de una puerta indicándonos que ahí estaba Rin. Frente a la puerta estaban dos grandes guardias vigilando la entrada.
-¿Y ahora qué?
-Tengo un truco -dijo dándome el cuchillo junto con los papeles -voy a distraerlos.
-Pero pueden arrestarte.
-No de carnada Len.
-¿Y entonces?
Haku se peinó el cabello y se sacó un poco el escote.
-De esta manera va a funcionar.
-Como usted diga señora.
-No me digas señora.
Haku caminó junto a los guardias.
Narra Haku:
-Buenas noches, señores -dije a los guardias coquetamente.
-Buenas noches... Señorita.
-¿Qué se le ofrece? -me preguntó uno de ellos.
-Oh, solo me preguntaba donde estaba el sanitario -respondí jugando con mi cabello.
-¿Gusta qué la acompañemos? -dijeron los dos al unísono con los ojos brillosos.
-Si no sería mucha molestia -dije fingiendo pena.
-¡Claro que no!
-Si, no hay problema. Venga con nosotros.
-Gracias, caballeros.
Caminé con los dos hombres escoltándome. Los tenía en la palma de mi mano.
Narra Len:
Cuándo Haku se alejó lo suficiente aproveché para ver a través de la perilla. Dentro estaban el chico rubio llamado Oliver enjuiciando a Rin que estaba de lado de una chica rubia, Meiko al lado de un chico y Gumi hablando.
-Dadas las recientes pruebas -dijo Oliver sentándose en su lugar- cambiaré mi veredicto. Yo declaro a Rin Megurine culpable. Será condenada a la orca.
Meiko lanzó una sonrisa maliciosa y Gumi solo lanzó una mirada triste. No, yo no permitiría que Rin fuera condenada. Sobre mi cadáver. Giré la perilla y entré rápidamente llamando la atención de varios presentes, Meiko incluida.
-¡Atrapen a ese chico! -gritó ella y varios guardias se acercaron a mi, pero yo fui más rápido y me moví de lugar.
-¡Esperen! ¡Vengo a dar mi declaración! -dije.
Los guardias que ahora me seguían se quedaron quietos.
-Bien, ya que no eh finalizado la audiencia, estoy dispuesto a escuchar lo que tenga que decir, Len Kagamine -dijo Oliver jugueteando con el mazo.
-¡Pero él también es un ladrón! -gritó Meiko.
-Ya que en este juicio no es acusado, me temo que tomará el papel de testigo, señora Sakine.
-Ahg -gruñó ella recargándose de mala manera en su asiento.
-Entonces, pasa al asiento de testigo, Kagamine. Señorita Gumi, pase al área de espectador por favor.
Gumi sin decir nada se movió de su lugar y yo me senté en el.
-Entonces, por favor, comiencen con las preguntas -dijo Oliver sentándose correctamente en su asiento.
-Empezaré -dijo el chico que estaba junto a Meiko- ¿De dónde conoce a Rin Megurine?
-La conocí hace unos años, en la aldea Zen. Nos hicimos amigos y luego ella se mudó aquí, unos años después yo igual. Desde entonces hemos vivido juntos.
-¿Por qué razón dijeron que eran hermanos?
Miré a Rin, quien tenía una expresión desconcertada.
-Porque era más fácil que Meiko me contratara.
-¿Usted tiene otros parientes?
-Dos hermanos, Lenka y Rinto Kagamine.
-¿Viven los cuatro juntos?
-Recientemente vivían con nosotros otros tres amigos, Kaito Shion, Hiyama Kiyouteru y Yowane Haku.
-¿Y ellos de dónde son?
-Meiko debe saber la respuesta, ¿verdad?
Meiko me miró con una cara de furia total. Yo solo sonreí.
-Sea más conciso.
-Los salvamos de haber estado secuestrados en este palacio. En específico, un búnker debajo de un quiosco.
-¿Y qué más sabes sobre Meiko? ¿Qué pruebas tienes? -esta vez el que hizo la pregunta fue Oliver.
De mi bolsillo saqué los papeles y se los di a Oliver.
-Lea esto.
Oliver los leyó y al terminar los puso a un lado.
-Planea invadir el otro país.
-¡Eso es una vil mentira! De seguro falsificaron mi firma. -gritó Meiko golpeando el escritorio donde estaba.
-Entonces, dadas las nuevas pruebas, Rin Megurine es absuelta total de las acusaciones, al igual que Len Kagamine y todas las personas que fueron mencionadas en esta audiencia, a excepción de la señora Meiko Sakine, quien deberá pagar una indemnización a las personas que perjudicó y quitar las tropas invasoras de Oppidium.
Oliver tomó el mazo y golpeó con el la mesa, haciendo que todos empezaran a murmurar cosas.
Todos en la audiencia se levantaron y empezaron a salir, a excepción de Gumi, Rin, Kiyouteru, Oliver, Meiko y yo. Oliver se iba a ir ya cuando Meiko lo detuvo.
-Tu no tienes poder sobre mi -dijo mientras lo ahorcaba con sus manos -¡Solo fuiste un error de León!
-¡Suéltalo! -gritó Rin jalando el agarre de Meiko sobre Oliver.
-¡Tú cállate estúpida! -Meiko le soltó un puñetazo a Rin haciendo que callera y sangrara un poco.
-¡No se atreva! -le grité levantando a Rin.
-¡Pero mira, ya llegó el caballero que va a salvar a la princesa! ¿O debería decir el perro? Jajajaja ¡Tú ni nadie es rival para mi! ¿Verdad Rin?
-¡Eres una maldita asesina! -gritó Rin.
-¿Y tú no? Solo eres una persona que se cree buena por ayudar a sus hipócritas amigos, pero en el fondo eres mucho peor que yo.
-¡Eso no es verdad! -dije yo con los puños cerrados. -¡Tú siempre has sido la villana!
Meiko bajó los hombros y se empezó a reír a carcajadas.
-Tienes razón, ¡yo maté a muchos! Maté a personas inocentes, maté a León. ¡Yo misma inicié el fuego que mató a Gakupo!
En ese momento me tensé mucho. No sentía nada. Cuando mis sentidos regresaron me di cuenta de que estaba sobre Meiko intentando golpearla.
-¡Len, ¿Y te cuento algo más?!
-¡Ya basta! -gritaba.
-¡Tu queridísima amiga Rin es la responsable de la muerte de tu madre! ¡Ella la mató!
Me detuve en seco. Solo miraba mis manos y después voltee hacia Rin, que estaba con los ojos llenos de lágrimas mirándome fijamente.
-Eso no es cierto... -dije murmurando.
-Oh, si lo es, ¿verdad Rin?
-No... ¡La única culpable eres tú! Tú me pusiste esto por tu berrinche de amor. Yo no quería nacer así...
-¿A si?
Voltee atrás de mi y la puerta se abrió dejando ver a mis hermanos y Kaito, en compañía de Yuki.
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