Capítulo 66
ADVERTENCIA: Este capitulo contiene escenas fuertes de violencia.
LAS CADENAS QUE OCULTAN EL PASADO
NOZOMI
Ahora mi cuerpo tiembla y no sé cómo mirarlo, pero siento que lo he lastimado, haber matado a un amigo muy cercano debe ser la peor traición que puede haber y me siento muy mal.
Por eso lo veo y trato de decirle de mil maneras que lo siento y que no era mi intención, pero no sale nada de mi y empeora que su mirada sea triste, llena de una decepción, y muy en el fondo quiere creer que es una broma.
Sin embargo, nuestras vistas se desvían a la pelea de Dereck, William parece muy cansado, pero grita con último aliento como si eso pudiera ayudar en algo.
—¡Ese imbécil torturó a tu hermano, Elordi!— señala a Efraín, pero este vuelve a caer al suelo, y sin importar que está perdiendo vuelve a decir, —si caigo, caes tu traicionero de mierda— su vista se fija en la dirección del cazador que yace en el suelo ya que Francisco lo golpea con tanta intensidad y yo trato de impedir que lo asesine.
—Por favor, detente...— ruego, pero parece que no quiere, Dereck lo detiene.
—Cálmate Elordi— dice y de inmediato volteo a William que yace en el suelo junto con una mancha de sangre.
—¿Murió?— pregunto porque no puedo creer lo que veo.
Dereck asiente y me abraza, por lo tanto, también lo hago.
—¿Muerto?— cuestiona Fran quien se acuerda de Fredom que se encuentra en la esquina.
Quiero ir tras él, pero el ruido de la huida de Efraín me alarma, —le tengo mucho miedo, no puedo matarlo— le digo a Dereck, quien me da una mirada comprensible.
—Déjaselos a tus carmesíes, ellas se encargarán— me sonríe tratando de alivianar el ambiente y por primera vez en mucho tiempo, le sonrío. —Robny desapareció, al menos ya no lo vi, ayúdame a buscarlo, a ese le tenemos que dar una lección— me mira y asiento, así que vamos juntos en busca de Robny.
El Gran Señor Robny, el líder supremo de la Esclavitud, el que gobierna a todos en Ensville, el que habia creado una alteración de sangre que te hacia olvidar tus orígenes, el que experimentaba con personas...a ese mismo buscamos y buscamos, pero no está en la cueva, lo único que pude ver es que la princesa Airen está muerta, sin sus ojos, recordando que Verónica se los arrancó, entro a los calabozos y lo que veo me destroza el corazón.
—¡Marcos!— me arrodillo porque se encuentra en el suelo y no tiene respiración, no hay nada que me indique que está vivo.
Dereck entra y me duele tanto, perdió al amor de su vida y ahora a Marcos que era como un hijo, sus ojos se llenan de lágrimas silenciosas, se arrodilla como yo y lo toma de la cabeza, lo acaricia y suspira.
—Lo lamento tanto...— le digo llena de lágrimas, él asiente y me dice que todo estará bien.
CLADIS
Siento mis fuerzas otra vez, por eso huelo el aroma de un cazador, termino de destrozarle la cabeza a un vampiro y las chicas de atrás dicen sentir el mismo aroma.
—Huele al guardia de la esclavitud— menciona una y unos pasos se acercan, dejándome ver a un hombre herido, que al vernos se alarma.
—¡Es él!— dicen y sus rostros se vuelven entre recuerdos de lo que pasaron y sed de venganza, —es quien nos atormentaba todo el tiempo y es quien le hizo más daño a la Reina Carmesí—
—¿Así? — digo con desden y lo veo con seriedad, trata de huir, pero le impido la salida atravesándome, por eso voltea como preparándose para atacarnos.
Trata de lanzarme un puño al rostro y lo esquivo, las chicas se lanzan contra él quien intenta esquivar sus golpes, pero ya está muy herido como para que lo intente.
—Vamos a ver qué tal se siente lo que hacías— dice una bruja tomando un bastón que hay en el lugar, las chicas lo obligan a estar en cuatro, y así derrama más sangre de la que ya ha perdido.
Sus ojos son de puro pánico, —quizás y le guste— dice otra chica con frialdad, le desgarran las prendas dejándolo desnudo, —no hay mangueras ni agua hirviendo, pero esto será suficiente—
La bruja sostiene el bastón direccionándolo hacia una zona intocable para el hombre, pero yo no digo nada, solo observo, como quien se asegura de que coman y no dejen desperdicio.
—¡No!— grita mirandome a los ojos como pidiendo que lo salve, trata de zafarse de las chicas que lo sostienen con las garras. —¡No! — vuelve a gritar.
—Sabes las reglas, mientras más grites, esto no se detiene— habla una chica que se posiciona enfrente de él.
Lo toma del rostro para que la vea —¿me recuerdas cachorro?— lo ve con total furia, —aún no se me olvida lo que nos hacían ustedes en la Esclavitud, es una pena que Dereck los haya matado, pues hubiera sido mejor haberlos torturado de la misma forma en la que nos hacian sufrir—
—¡Perdón! — repite con voz temblorosa.
—Pide piedad— se burlan de él.
Este cazador llora y empieza a gritar con toda la agonía del mundo, pero la chica de enfrente da la señal, por lo que la chica de atrás le introduce de una sola estocada, que lo hace gritar desgarrándole las cuerdas vocales.
No puedo siquiera cerrar los ojos, porque siento que esta es justicia divina, pensando en que lo merece, pensando en que en algun momento las cosas se pagan en esta vida y despues de la muerte.
—Siente lo que nosotros sentimos cada vez que nos tocaban— le dicen.
Lo lastiman una y otra vez, a tal punto que ya lo sueltan y este solo recibe los golpes en el suelo, lo primero que veo es que está sufriendo una hemorragia, pues su nariz y boca sangran, pero aun así sus uñas rasguñan el suelo tratando de aguantar, pero no puedo permitir que muera con ese simple dolor, por lo que soy yo la que lo voltea aun con eso y aprisiono su parte más intima con mi pie.
—Esto que sea una lección de que con mis chicas no te metes, bastardo— estrujo su aparato reproductivo y con la otra mano rasguño su asqueroso rostro.
Su respiración ya no se oye más, creo con certeza que el verdugo de todas se ha ido.
FRANCISCO
Miro hacia la esquina del lugar, viendo a Fredom en el suelo, el pecho se me contrae al verlo herido de los brazos, del cuello, en el rostro y seguramente en el pecho.
—¿Fredom? — me arrodillo para tomarlo del cuello.
—Fredom, responde, contesta— susurro, no quiero agobiarlo, —¿Fred? — siento el salado de mis lágrimas en la boca, —¿hermano?—
Su respiración es muy debil, cierro los ojos y empuño la mano hiriéndome para que salga sangre, con esto tiene que estar mejor, pongo unas gotas de sangre en sus labios que abro con el pulgar, —por favor, bebe mi sangre— le suplico.
Dereck y Nozomi se fueron, pero viene Allnot con el resto, escucho su respiración un poco más, así que les pido a mis hombres que me ayuden a cargarlo, quiero llevarlo entre mis brazos, pero es enorme así que necesito ayuda para que lo pongan bien en mi espalda, camino hacia la salida y me encuentro con Cladis a quien veo llena de sangre, las demás también y en el suelo está el cazador, el que hizo sufrir a Nozomi.
Ella me mira y sube la mirada a mi hermano, su rostro ahora se ve preocupante y la entiendo.
Salimos de la cueva y aun no amanece, el resto de mis hombres están afuera y ven a Fredom, sin embargo, no se acercan porque como Fredom hay más heridos por los cuales deben asistir.
Encuentro un lugar despejado de todo este revuelo y lo bajo, viendo sus ojos abrirse ligeramente, su color de ojos azules me deja en claro que sacamos los ojos de nuestra madre, me sujeta parte de la camisa como queriéndose aferrar a algo.
—¿Fredom?— susurro y veo a Cladis arrodillarse, él la ve y susurra.
—Perdóname, Cladis— se esfuerza por hablar y la miro suplicando que lo perdone de lo que sea, pero no quiero que esto lo altere.
—Si, te perdono, te perdono...— responde de inmediato, acariciando parte de cabello.
Miro a mi hermano —Bien, ahora abre la boca, bebe de mi y hazlo bien esta vez— le digo y me acerco para que muerda, ahora veo a Nozomi y está preocupada junto a Dereck que tiene a un vampiro entre sus brazos, me preparo para recibir su mordida, pero no lo siento y me aparto, ha cerrado los ojos y ha dejado de sujetar mi camisa.
—¿Fred? — No, esto no puede estar pasando —¿Fred? — vuelvo a llamarlo, no puede ser cierto.
Los recuerdos de cuando éramos unos niños vienen a mi, cuando aún nuestros padres estaban con nosotros y cuando teníamos niñera, tomábamos chocolate, dormíamos juntos, jugábamos juntos, inclusive en las misiones siempre estábamos allí para el otro, luchando contra el mal como nuestros padres nos dijeron, me duele el pecho, esto es demasiado, primero Verónica, nuestra hermana a la que siempre supimos que había sido un error haberla convertido en vampiro, mis lagrimas inundan mi vista y solo quiero volver en el tiempo en donde éramos felices y no lo sabíamos.
—¡Contesta, joder!— grito y retrocedo al sentir que me sujeta la camisa, viéndome a los ojos con furia.
—¡Déjame descansar carajo!— me grita y abro la boca, sorprendido.
—¡Imbécil!— lo abrazo y no puedo evitar llorar, Allnot se nos une y casi siento que también me muero. —No me dejes a la espera, no lo vuelvas a hacer— lo regaño y tarda un poco, pero responde.
—Lo siento, no va a suceder otra vez— dice, —pero chicos, me duele hasta las nalgas, haganse para allá— nos apartamos sonriendo con el resto, nunca deja de ser tan bromista.
Allnot toma aliento y dice, —pudimos encontrar el barco, William intentó conseguir las claves para las bombas, pero nuestros agentes no dijeron ninguna palabra, pero...eso les costó la vida—
Fredom suspira sin muchas ganas, —también me los quisieron sacar a la fuerza, pero no me mataron por completo ya que Robny me quería como conejillo de indias— dice apenas.
—No hables—, le ordeno —Allnot, hay que llevarlo al barco, tenemos que sanarlo de inmediato— me ayudan a cargarlo y con dolor en los huesos y en todo el cuerpo deja que lo llevemos.
Dereck se queda, pero sé que algo sucede —Llévenlo, tengo que ver que sucede con Dereck— y con Nozomi.
Camino hacia ellos, Nozomi no está, él sostiene un cuerpo el cual reconozco es Marcos.
—Lo lamento...— digo honestamente, él asiente, indicandome que debe hacerle un funeral digno.
Ya está amaneciendo, ambos miramos nuestro alrededor, todo está lleno del rastro que deja una batalla sangrienta.
—Supongo que todo se acabó— le digo, pero el niega —Robny escapó, nadie lo ha visto— eso me alarma.
—Entonces hay que buscarlo, llamaré a mis hombres...— digo, pero el niega.
—Déjalo así, todos se ven cansados y mal herudos...además ya lo buscamos y no está cerca del perímetro— ambos miramos a Nozomi, habla con Cladis y las chicas que estuvieron en La Esclavitud. —Tiempo hay y él está solo, ahora solo debo decir que mi sobrina la Reina Carmesí, ha cambiado—
Lo veo y asiento seguro de eso, dandome cuenta de que tambien he cambiado.
—Espero la perdones por haber matado a tu amiga, la sed de vampiro es una maldición—
Me quedo en silencio, quiero decir algo pero me retiro para ir al barco y ver que es lo que vamos a hacer, por el momento creo que necesito saber si todos estamos a salvo.
NOZOMI
Dentro de mi estoy feliz de que Fredom esté con vida y sé que Cladis igual, estaba a punto de llorar cuando él no respondía, pero cuando vimos que no, su cara se compuso y se fue al bosque. Entiendo que nuestro dilema era que el amor era debilidad, por eso siempre lideré con miedo, y hoy viéndonos a todas, quiero que eso termine. Las convoco a lo profundo del bosque para hablarles a las chicas, habían hombres fuertes que estaban dispuestos a morir por mi, y así fue, murieron por nosotras.
—Nuestro clan— hablo, intentando no llorar en el proceso —de mi reinado Carmesí estaba constituido por diferentes criaturas, mujeres y hombres con conocimientos de hechicería, muy inteligentes, hombres y mujeres lobo, muy fuertes y de vampiros convertidos...— me pongo encima de una roca para que todas me miren, al fondo logro ver a Cladis que escucha atenta, con lágrimas en los ojos. —Hoy en día parte de nuestro clan está muerto, mujeres apenas sobrevivieron, pero nuestro gremio masculino desapareció, no saben cómo me parte el alma saberlo—. Todas asienten, —mi yo del pasado no hubiera sentido el dolor que tengo ahora, pero he cambiado, todas lo hemos hecho y con el corazón en mano, quiero pedirles perdón a todas y recordar a nuestros hombres que fueron muy leales a nosotras, ahora no sabemos si estarían contentos con esto, pero sé que están orgullosos de que nosotras vivimos para contar esta gran victoria—, algunas están resistiéndose el llanto.
—Caminemos juntas hacia el futuro, pero esta vez nadie está obligado, nadie merecerá desprecios de mi parte, hoy quiero ser una líder dispuesta a amarnos como debe y debió ser— mis lagrimas están fluyendo y caen aún más viendo que todas están de acuerdo.
Como mujeres esto es importante, el cambio empieza por mi, yo quien fui una Reina Sádica, he de decir que renuncio al camino que me guiaba a la oscuridad, ya no es, vampiros son vampiros, hoy las cadenas del pasado han sido rotas.
Somos libres, soy libre.
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