Capítulo 65
FUERZA DE LUNA CARMESÍ
CLADIS
—Allnot, me duele— le digo a la pelinegra que acomoda mi brazo, William me lo quebró.
—Respira...— me mira furiosa.
Miro a Dereck y se acerca a Francisco que está apunto de atacar.
—¿Cómo que novia? — cuestiona él.
Fran lo ignora y le dice a su gente por donde atacar y los más veloces van a estar en el alrededor de la cueva y los más fuertes van en la entrada principal.
—¡Escúchame! — él lo toma del hombro, volteándolo —¡Ella no es lo que parece! —
Fran lo mira directamente a los ojos y lo empuja —¡Cállate! —
Dereck niega y yo ahogo un grito porque Allnot ya me ha puesto el brazo en su lugar.
—¡Mierda! — suspiro y ellos me miran.
—Ya estas, llorona— se levanta y se posiciona junto a Fran y yo me levanto para calmar a Dereck.
—Nozomi cambió— le digo.
Así que él me mira y siento decepción por parte de él —Entonces ¿por qué tu no? — sus ojos tratan de doblegarme, pero sigo siendo fiel a la Reina Carmesí.
—¿Por qué sigo viendo a la asesina que eres? — porque quiero aferrarme a eso, no quiero sufrir, no quiero recordar lo débil que fui, sobre todo admitir que me gustó alguien.
—No tenemos tiempo para esto, vamos...— ordena Fran a su gente, pero de nuevo Dereck se interpone.
—Francisco, tú eres bueno, Nozomi es...—
—Nozomi es el amor de mi vida y tú no sabes lo que tanto sufrió, no sabes y por eso piensas que sigue siendo la misma cuando no, no lo es, es diferente— levanta una pistola del suelo y le apunta —y si vas a ser un estorbo, dímelo porque te mato aquí y ahora, no me importa que se pierda la alianza, no me importa que seas su tío, si me haces perder el tiempo y la pierdo, te mato—
Dereck niega, suspira y lo entiendo, es difícil pensar que ella cambió, pero yo también siento que ella lo ha hecho.
—Nozomi sí cambió y por eso se arrepiente de todo el daño que ha hecho...tanto que ella misma se entregó— les informo.
Ambos me miran y es allí cuando Fran emite la orden de entrar.
—¿Y Leilad? — pregunta Allnot y él le responde —Se marchó, ella decidió que quiere recuperar su puesto en Zona—
Camino al lado de Francisco y me mira —Cladis ¿ayudarás? —
—Es mi amiga—
Asiente y nos salimos del bosque viendo a lo lejos una cueva enorme, a su alrededor hay vampiros y estos tratan de correr hacia nosotros mientras que otros se adentran al sitio, pero como Francisco ya había mandado gente alrededor de este lugar, son pocos los que nos atacan, uno de ellos me quiere atravesar con su brazo, pero lo esquivo y con ayuda de Allnot logro esquivar otro golpe y ambas lo mandamos a volar, le agradezco, pues aún estoy manchada de la sangre que Robny nos dio hace años y aun no se purifica.
Fran es atacado por cinco vampiros, por lo que ambos corremos para ayudarlo, sin embargo, Dereck llega antes, convirtiendo sus ojos grises en rojo carmesí, el poder sobrenatural que domina a esos vampiros es sorprendente, lo que hace que sus extremidades se tuerzan, retorciéndolas por completo.
Francisco no se detiene para ver lo horribles que se han vuelto, él simplemente corre y yo lo ayudo a despejar el camino para que se vaya de inmediato, pero alguien lo arroja en mi dirección, caemos y un vampiro me estrangula mientras estoy encima de Fran, siento que me falta el aliento y con mi fuerza trato de contraatacar enviando mis manos a su cuello, Fran me empuja y eso me da ventaja para montar a este vampiro, y veo como sus ojos se abren, así que puedo entender que Dereck es quien lo hizo.
Miro al frente y así es, está limpiando el área con su poder, así que vuelvo a levantarme para ver que Fran ya no está.
NOZOMI
Me arrastran hacia un pasillo que parece no tener fondo, es muy profundo y mi alrededor es demasiado perturbador, mi yo del pasado habría visto esto normal, pero ahora todo eso me llena de los constantes castigos de Efraín, y para empeorarlo, lo veo al final del túnel, este se ve ansioso y William me lanza hacia sus pies, caigo débil e intento levantarme para golpear a quien sea para poder escapar, pero es inútil, Efraín me apreciona el pecho con su pie.
—Ya...basta— exijo, sé que mis ojos están rojos y él abre los ojos.
—Se supone que no debería tener tanto poder...— habla y escucho otros pasos.
—Es que entramos en luna llena, eso lo empeora más— es Robny y se acerca abriendo uno de mis ojos con sus dedos alargados y fríos.
—Vamos, necesito hablar con mi amada— dice William y me cargan, trato de golpear a los hombres que me sujetan, pero un golpe seco en la mejilla me deja inmóvil.
—¡Cállate y coopera!— ordena él.
Cierro los ojos, no puedo pelear, no ahora, el miedo invade mi mente, las atrocidades que causé mezclados con los de la esclavitud.
Escucho como tiran de unas cadenas y al mismo tiempo me sientan y apoyan mi espalda contra la pared, con las cadenas sujetando cada una de mis extremidades y logro reconocer a una mujer, ella era esclava de William en la mansión, también observo un cuerpo inerte en una especie de camilla.
—Dime algo, Carmesí— se agacha para tocar mi barbilla y obligarme a verlo —¿Se encuentra Evil? —
—Ya no...soy esa...— digo esforzándome para liberarme de su agarre.
—Siempre serás lo que eres— me dice William, es enorme, más grande que Francisco o que Dereck, parece más un animal y ahora recuerdo que no solamente es un vampiro de sangre pura, también es un hombre lobo.
—Te recuerdo, eras una chica con poder, por eso ella te eligió y sé que aún está allí, en alguna parte de tu ser—
Abro los ojos recordándola, siempre estuvo en mi cabeza, ella a veces era mi reflejo en el espejo, era la que siempre me atormentaba...
—Si, aquí está—, digo de inmediato, sintiendo que todo toma sentido.
Miro a Efraín y se ve que quiere interrumpir, pero los hombres de William lo detienen. —Sáquenlo de aquí— ordena.
—¿Qué? — se mueve y William lo mira directamente.
—Sáquenlo—, repite.
Vuelve su vista a mí y me siento atemorizada —¿Qué vas a hacerme? — le pregunto, pero él no responde.
Saca una especie de joyeria de su abrigo y empieza a moverla de tal manera que mis ojos le siguen, —solo necesito a Evil, pero no quiero que esté en ti, la quiero en el cuerpo de la camilla—, sigue moviéndola a tal punto que me hipnotiza.
—Di esto conmigo— asiento porque no tengo otra opción.
—Eu expulso o demônio perverso— lo repito y es tan extraño que dejo salir una respiración, y siento que mi cuerpo se debilita por completo.
Y más recuerdos vienen a mí, todos los recuerdos, los míos y ya no los de esa mujer, entonces solo siento que la luna vuelve a hablarme, que la noche se acerca, que los ojos me observan y siento un hormigueo en casi todo mi ser.
Pero mientras eso pasa, miro hacia la camilla, en el cual puedo notar que el cuerpo que estaba sin vida, se mueve y empieza a gritar, a dar gritos de pánico, William corre hacia ella para abrazarla.
—Todo está bien, tranquila, todo está bien—, ella se aferra con fuerzas.
—Por un momento creí que entraría en el infierno—, dice sudorosa.
William niega, —nunca permitiría que te fueras a ese lugar— la besa y ella lo empuja, asustada de su nuevo cuerpo.
—¿De quién es?— pregunta de inmediato.
—Era de una princesa, larga historia—
Ella se mira las manos, las piernas y se toca el cabello corto, de pronto voltea hacia la esclava que está demasiado confundida y preocupada.
—¿Y ella? —
—Es tu alimento—, le dice William, pero ella se siente muy confundida, siente las ganas, pero no los colmillos —debo convertir a este cuerpo en un vampiro—, la sujeta de la cara, ya que él es más fuerte, —te daré un porcentaje de mi poder si nos unimos ahora—
Mi cuerpo se siente extraño, siento una extraña conexión con la luna, recordando los días cuando aparecía y la primera vez fue cuando asesiné a mis padres y a mi hermano, en la otra luna fueron a otros y así sucesivamente.
—¿Quieres?— pregunta y ella asiente, rogándole que le devuelva su inmortalidad, segundos después siento el olor a sangre y el líquido que la convierte a ella en eso que odié en la esclavitud.
Mis colmillos sobresalen al oler una sangre nueva, así que miro al frente para ver que Evil está mordiendo a la pobre chica que grita, y es entonces que, con sed, empiezo a gritar que la deje en paz, que ya no le haga daño a nadie más.
—¡No olvides lo que nos hacían en la esclavitud!— sé que ella también estuvo presente en cada latigazo, en cada gota de agua hirviendo y en cada maldito segundo de infracción contra mi carne.
—¡Para ya! ¡Tú no eres así, no lo somos! —
William se acerca y me golpea en las costillas, —¡Silencio!—.
—Sé que se siente bien, pero no lo hagas...—
William me lanza otro golpe, pero no llega a mi rostro, debido a un brazo que se interpone, aguantando el golpe, abro la boca sorprendida de ver a Fredom, se ve muy mal, pero lo empuja contra la pared y mientras golpea a William con todas sus últimas fuerzas, me grita.
—¡Corre Nozomi! ¡Corre!—
Por lo que trato de zafarme de las cadenas, no tengo fuerzas, pero lo que siento es la conexión de la luna y miro al cielo como si eso fuera a funcionar.
—Ya no quiero ser la Reina Carmesí, pero si tienes un gramo de bondad, dame las fuerzas que necesito para parar con todas estas bestias, por favor— Suplico y oigo la risa de Evil.
—Creí que eran estupideces que eras la reina Carmesí, de verdad creí que solo te llamaban así por haber matado a tu familia—, la veo y ha matado a la chica.
Ya me cansé de ser cruel, por favor, Luna. dame las fuerzas que necesito para liberar y proteger a los que lo merecen. Dame el aliento que necesito, su fuerza, tu cataclismo, un gramo de eso salvará a este mundo.
Ignoro los pasos que se acercan porque me siento diferente, mis colmillos sobresalen aun mas y siento que mi fuerza aumenta, de esta forma trato de zafarme de las cadenas y eso hago, me libero y me levanto viendo de color carmesí todo, al igual que un ojo con alas tallado en la pared, significa que funciona, significa que tengo su fuerza.
Evil retrocede. —¿Cómo es que puedes...?— cuestiona ella al verme de pie con la mirada en alto.
Miro mis manos y las veo llenas de sangre y las reconozco, es la sangre de las bestias, de mi familia y de mis enemigos.
—Soy la reina Carmesí por esta vez— le hago saber a Evil. —Dereck siempre me decía que yo era la protectora de algo, pero no entendía, no hasta que tuve que pasar por todo esto, yo no me convertí en Carmesí para eliminarlo todo.— lo comprendo ahora, —debo proteger a los que no pueden hacerlo por sí mismos—, sino hubiese sido por mi, es seguro que los cazadores seguirían luchando contra los vampiros y por el bien de las personas, pero yo lo arruiné, sé que por mi buscaron a Robny como su última esperanza.
—Sufrimos en la esclavitud ¿Por qué no tienes ganas de venganza? — pregunta ella.
—Es que, si tengo ganas de eso, pero ¿sabes? Ya no es, los vampiros son vampiros, ahora siento que podemos cambiar—
Dereck cambió por amor, se enamoró de un ser lleno de vida y de paz. Y yo...yo me enamoré de Francisco Elordi.
—Pero alguien que vale la pena me hace sentir que debo cambiar—
Escucho que William lleva contra el suelo a Fredom, apunto de quitarle su ultimo aliento, pero el olor de tres presencias me detiene para ayudarlo, reconozco a una, es familiar sanguíneo, la otra es de Efraín y la más importante, Francisco.
Miro a la que se parecía a mi mamá, pero sé que es mi tía, Freya, quien me da una mirada de odio, también Efraín y Fran me miran, no me ve mal, solo siento que lo que dije le ha llegado al corazón, pero al ver a su hermano hecho pedazos lo destroza y corre para irse encontra de William que se defiende como si nada.
No puedo contra tres, Evil, mi tía Freya y Efrain. Los tres me rodean y es mi tía la que habla.
—Hubiera pagado por verte en la esclavitud, seguramente te hicieron tanto daño, más de lo que le hiciste a mi hermana y al amor de mi vida—, me dice con una voz cargado de odio.
—¿Amor de tu vida que era mi padre y esposo de mi madre, tu hermana? — cuestiono y es que sé que eran amantes. —Si solo hubiese matado a mi madre, estoy segura que esto sería diferente—, digo y volteo a Evil, sin dejar de ver a Efrain.
—Sabes que sufrí, pero no lo hice sola, podemos ser diferentes ahora, tu puedes ser...—
Ella niega —No gracias, no quiero— me posiciono para recibir un golpe de ella, pero no pasa, —solo déjame ser— sus ojos parecen suplicarme algo y veo que voltea a William, —quiero su poder...— la veo irse en contra de William, ayudando a Francisco.
En un acto reflejo, intento protegerme extendiendo las manos hacia Freya quien se lanza contra mi, pero antes de que pueda tocarla, una ráfaga de viento de descomunal fuerza la empuja hacia atrás, junto con Efraín, William y Evil. La potencia del vendaval es tal que incluso arranca pedazos de la cueva, dejando tras de sí una estela de destrucción.
En medio del caos, elevo la mirada hacia el cielo nocturno, donde la Luna Carmesí brilla con una intensidad ardiente. Sientes cómo su energía recorre mi cuerpo, llenándome de un poder que jamás habías experimentado antes. Observo mi alrededor, viendo a William, Freya y Evil, todos con expresiones de asombro y temor ante lo que está sucediendo.
—Jamás podré respirar con tanta bestia en mi mundo o se declaran mis súbditos o los mato— dejo salir a la Reina Carmesí, intentando doblegarlos con mi aura que ahora mismo ni siquiera reuniendo sus fuerzas podrían parar.
Evil se niega rotundamente, lo sé por su rostro, así que se viene contra mí, pero mi poder es tan fuerte que la detengo y como si alguna vez lo haya hecho, extraigo su cuerpo en miles de cristales que absorbe mi cuerpo, así como comí a mis padres, grita de dolor y soy muy veloz para acabar con su existencia, de reojo veo como William trata de huir, sin embargo, el amor de mi vida va tras él y lo lleva contra la pared, él lo inmoviliza de alguna forma y le dispara en el pecho con un arma, aun así William es muy fuerte.
Evil cae al suelo, aún con vida, pero con medio rostro y cuerpo destrozado.
—Jamás voy a caer de rodillas ante ti, pero si tienes un tantito de respeto por tu madre, me dejarás vivir— dice Freya levantando el rostro, —soy tu tía y por ende me debes respeto a mi—
Sonrío de lado, —te daré mi respeto enterrándote al lado de mi madre—, su rostro cambia.
—Ay por favor— hablo con arrogancia, —maté a mi propia madre ¿Por qué iba a darte mi respeto? Mejor dicho, el único que se merece mi total respeto es Dereck, un pura sangre que se niega a beber sangre humana, un ser que ha amado a un ser humano puro—, lo digo con ojos brillosos viéndolo detrás de Freya.
Su postura aterra, pero sus ojos puestos sobre mí me hacen sentir que está orgulloso y Freya lo siente, así que voltea a verlo y se asusta aún más al ver su apariencia.
—Freya, tanto tiempo, te pareces a tu hermana— medio sonríe él y ella retrocede.
—Tu a...—, quiere decir.
—A tu amante—, termina la frase.
—Me dijo que tenía un hermano, pero no que era idéntico...—, dice tan aterrada.
—Soy su gemelo, y por lo que veo vas a saludármelo—, su mirada se vuelve fría.
—¿Qué...?— él la atraviesa del estómago y con su fuerza vampirica la destruye por dentro, deformando cada parte de su cuerpo.
Me estoy sintiendo algo débil, ya que el poder de la luna está disminuyendo, aun así, volteamos a William, al mayor de los traidores que Francisco sostiene.
—Bueno William, me había unido contigo, pero hoy rompí nuestra alianza ya que maté a todos tus hombres— le dice Fran.
Me uno a él para sostener a William, porque a pesar del disparo aún parece tener fuerzas.
—Es imposible, tengo más gente que ustedes...— espeta y Dereck le da la razón.
—Si, pero, adivina quién te delató...— escucho atentamente, —un cazador que parece haberse convertido en bueno— miro al frente para ver a Efraín, y siento que todo se detiene, recordando el daño que causé a sus seres más queridos.
William ríe a carcajadas y Fran lo aprisiona aún más.
—Serán idiotas, él fue quien tocó perversamente a tu sobrinita— dice él viendo a Dereck.
Siento que todo se me viene abajo y Francisco lo voltea a ver, lo que es un error porque suelta a William para ir tras Efraín y es allí donde al vampiro que sujeto aprovecha para golpearme de nuevo en las costillas, pero Dereck se encarga de él y es tan extraño ver como dos inmortales fuertes pelean cuerpo a cuerpo, es descomunal, pero mi tío es más fuerte, ya que William ya agotó todas sus fuerzas, más al ver que tiene la bala de la pistola de Fran en el estómago.
Recupero el aire y corro hacia Francisco para detenerlo —Detente Fran— suplico y Efraín frunce el ceño, un golpe contra su cara lo lleva al suelo y yo me lanzo contra Francisco.
—No le hagas daño, él tenía el derecho de hacerme todo el daño que me hizo—m lloro, no me gusta, pero realmente lo merecía...
Fran me aparta y vuelve a sujetar a Efraín —¿Qué dices Nozomi? —, se ve molesto —fue quien te hizo odiar nuestra especie, te hizo daño y...—
—Yo también le hice daño, yo le hice daño a él y a su familia—, admito apenas, presa de las lagrimas.
—Pero eso no le da el derecho...— espeta Fran.
Efraín intenta levantarse y me mira con odio —Príncipe Elordi, usted está cegado también— Fran lo golpea, hiriendolo hasta que su sangre cae al suelo.
—¿Qué dices imbecil?—
—Digo que— Efrain apenas puede hablar, —ella fue quien asesinó a su amiga, a la esclava Verónica—.
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