SER O NO SER ¿QUIEN VOY A SER?

FRANCISCO

Mis ojos se posan en ella, en la chica que salvé de la esclavitud hace tanto tiempo. No puedo creer que sea la misma persona. Su físico no ha cambiado, pero hay algo en su mirada, en su postura, que la hace completamente diferente.

Siento una confusión profunda. Durante todo este tiempo, he sentido que ella fuera como nosotros, una parte de mi decia que lo era y la otra no, pero tengo ante mí a un vampiro, y no cualquier vampiro, sino una reina de pura sangre.

—Señor tenemos problemas— me informa Allnot, así que me aparto de Dereck y me dirijo a una esquina sujetándome el brazo derecho.

Sigo abrumado por todo, mi gente y ella... —Como ordenó el resto de los agentes vienen en camino...— Allnot tiene un dispositivo cuya señal no es muy buena.

Nuestros barcos se habían retirado para ocultarse, ahora que vienen necesito informar a Zona que no los necesito, Leilad los llamó y eso es peligroso para la identidad de mis agentes.

—Llama de inmediato a los barcos— le ordeno.

—Sí señor, ya envié la notificación y estarán en unos minutos en la playa.

Miro a un par de agentes llevar a Fredom, no se ve bien.

Leilad irrumpe y me observa con una mueca de asco al ver a Robny, sedado y aparentemente con una fractura en el brazo. —¿Está bien, señor?—, pregunta con voz tensa.

Asiento con la cabeza y le pido ayuda a Allnot, quien, a pesar del dolor, utiliza su fuerza sobrehumana para acomodar mi brazo de vuelta en su lugar. Hago un gesto de molestia hacia Leilad, aunque no estoy enfadado con ella.

—Buen trabajo, aunque no fue lo que te pedí—

—Pido disculpas por eso, pero ninguno quiso retirarse y la señorita Cladis nos ayudó a llegar a este lugar—.

Lo sé, cuando sentí la presencia de todos, mis poderes automáticamente se activaron.

—...y mencionó que la Reina Carmesí son nuestros aliados—, dice con un tono dubitativo mientras observa a Nozomi con recelo en los pasillos. —¿Realmente lo somos?—, pregunta.

Analizo las palabras de ella y la situación actual, pero la falta de claridad genera dudas en mi interior. No puedo aceptar ciegamente su afirmación como verdad absoluta.

Dereck se acerca a mi junto a Marcos, —me alegra que hayan recuperado a su gente y liberado a los cautivos—, les digo. Marcos me mira con una expresión de inquietud.

—Francisco—, interviene Dereck con voz entrecortada, —desearía con todo mi corazón poder decirte que esto ha terminado y que ya no necesito tu ayuda...—

—William es nuestro enemigo ahora, una larga historia. Dejarlo con vida sería como tener dos Robnys juntos—, explica Marcos con pesar.

Suspiro, no queriendo involucrarme en este conflicto. —¿Qué tan peligroso es?—, pregunto, dirigiendo mi mirada hacia él.

Una parte de mis hombres y los de Dereck se dirigen a los barcos con Robny y Fredom a bordo, mientras que el resto permanecemos en la Ciudad de la Esclavitud liberando a los cautivos y brindando asistencia a la población. Dereck y yo nos alejamos un poco del lugar.

—La tensión entre William y la Reina Carmesí sigue latente—, me dice Dereck con voz grave. —Quedan cuentas pendientes que deben saldarse—.

Arrugo la frente, recordando la proeza de Robny al eliminar cualquier rastro de inmortalidad, una hazaña tan efectiva que William no pudo reconocerla ni siquiera durante su encuentro en la mansión.

—Él era un rey de antaño y mi sobrina creyó que al aliarse con él obtendría poder, lo cual fue cierto. Sin embargo, William se transformó por completo a causa de ella, volviéndose incluso más despiadado que antes. Esta nueva actitud no agradó a mi sobrina—, explica. —Y ahora te revelaré toda la verdad...

Lo miro fijamente, sin apartar la vista ni un instante. —¿Acaso no me has contado todo ya?—, pregunto con evidente sarcasmo, pues es obvio que aún esconde información crucial.

—La verdad es más compleja de lo que imaginas—, confiesa con voz grave. —Mi sobrina, al verse superada por William en poder, me suplicó que uniéramos fuerzas para combatirlo y desatar una guerra. Sus planes llegaron a oídos de Robny. Los motivos que lo impulsaron a unirse a nosotros siguen siendo un misterio, pero su dominio sobre la sangre nos brindó una ventaja considerable—

Mis ojos recorren la zona con disimulo, buscando cualquier señal de Nozomi.

—Robny creó una alteración de sangre que aumentaba su poder—, explica —Mi sobrina, cegada por la ambición, creyó en sus palabras y bebió de esa sangre, sin imaginar que sería el inicio de su perdición. Su gente siguió su ejemplo, sin comprender que estaban sellando su propio destino. Yo, por fortuna, me abstuve de probarla, al igual que el resto de mi clan. Si lo hubiéramos hecho, las consecuencias habrían sido aún más devastadoras.

—Entonces, ¿tu única razón para buscarme era encontrar a tu sobrina?—, respiro hondo, intentando mantener la calma.

—No, no fue así—, afirma con vehemencia, mirándome a los ojos con desesperación. —Te juro que creí que había muerto, estaba convencido, pero cuando vinieron a la guarida con el líquido Sakit, las dudas comenzaron a invadirme.

Una sonrisa irónica se dibuja en mis labios mientras rememoro nuestra visita al hospital. Lo supe desde el principio, desde el momento en que mi atención se posó sobre ella en "La esclavitud", que era diferente.

Dereck me mira confundido. —¿Sabías que a tu sobrina la saqué de la esclavitud? —digo, lo que lo deja estático —¿Y sabías que la había llevado a una reunión? Y ni siquiera te fijaste en ella, ni físicamente ni por su aura—, continúa sin decirme nada, sorprendido.

—Y hasta ese líquido tiene su nombre, Líquido N1, lo que tu llamas Sakit—, todo este tiempo, hasta yo la llamé N1, lo que para mí significaba una prioridad.

—Yo...no...—.

—No tenías idea— ahora me doy cuenta de lo poderoso e inteligente que es Robny.

—Por eso la sujetaste del hombro y tenías una cara de asombro...—, me dice entendiendo.

—Tu sobrina, Nozomi o la Reina Carmesí— no me agrada su sobrenombre, —sufrió tanto que me tocó ser su todo— estoy furioso, —fui más cariñoso con ella que con alguien más—, di todo de mi —y ahora resulta que todo este tiempo tuve a un vampiro como esclavo, tu sobrina—.

Su mirada me hace decir lo agradecido que está. —No te enamores de ella— dice de pronto, desencajandome.

—¿Qué?— Miro detrás de él como familias corren a abrazar a sus hijas que fueron esclavas.

Muchos lloran porque saben que ya fueron compradas hace mucho y algunas están muertas. Y otros solo nos agradecen por haber sido la excepción, yo, por otro lado, me encuentro en shock. Allnot, viene hacia mi, herida, víctima de un brutal ataque.

Dereck y yo corremos hacia ella. Leilad, al salir de La Esclavitud, se une a nosotros, con el rostro lleno de preocupación. —¿Qué pasó?—, pregunta con urgencia.

Allnot lucha por hablar, su respiración entrecortada por el dolor de la profunda herida en sus costillas. —Señor...—, susurra, —atacaron y...—, tose, escupiendo sangre, —se llevaron a... Robny...y a...—. Su voz se apaga, dejando un silencio ensordecedor.

—Marcos y Fredom...—, termina la frase.

Dereck y algunos de sus hombres se derrumban al suelo, devastados por la noticia. Yo no puedo evitar sentir una ola de rabia y dolor que me recorre el cuerpo. Mi hermano Fredom.

—¡Resiste, Allnot!—, le grito, desesperado por ayudarla. Pero sé que lo único que puede salvarla es mi sangre. Sin pensarlo dos veces, la acerco a mí y le ofrezco mi cuello.

En un instante, sus ojos se tornan rojos y afilados colmillos emergen de su boca. Se clavan en mi piel, provocándome un dolor punzante que palidece ante la agonía que siento por mi hermano.

NOZOMI

Estoy nerviosa y mareada por todos los recuerdos que vienen a mi, lentamente vienen algunos peores que otros, también me preocupo porque sé que en cualquier momento él y yo vamos a hablar.

Veo la jaula en la que estaba, en ese momento estaba pérdida y angustiada por lo que vivía, recuerdo cada uno de los castigos de Efraín y no sé cómo no pude defenderme, Robny al final hizo algo espeluznante, porque no era la única, varios de mis seguidores estaban aquí y nunca las reconocí, en especial porque a algunas nos tenían en diferentes secciones, algo muy astuto para no caer en la sospecha.

Salgo de La Esclavitud porque recordar que fui débil me causa cierta inestabilidad, afuera miro a Dereck y a Cladis con un grupo de personas que están tiradas en el suelo, me acerco para ver que está sucediendo y cuando lo hago veo a Francisco sostener a una chica entre sus brazos.

—¿Qué sucede?— le pregunto a Cladis.

—No te va a gustar esto...— voltea a verme —Robny está libre, se llevaron a Marcos y a Fredom—

El olor a sangre de alguien me llega a las narices y no sabía que eso pudiera a llegar a afectarme tanto, siento que mis ojos arden y Cladis me lleva lejos de todo.

—Necesitas beber de un humano urgentemente— mira para todos lados, pero luego ce centra en mi, —claro que...puedes beber de mi—.

Recuerdo beber sangre esta mañana...de una humana y de un vampiro convertido. Mis lágrimas sin querer salen y Cladis se preocupa.

—Nozo...Carmesí— se corrige.

Niego, yo no soy Carmesí, ella es diferente, yo soy Nozomi, la chica que sufrió, que por tres años y meses fue una esclava.

—Hice algo malo...— esto puede afectarme más de lo que había imaginado.

—¿Qué es? —

—Yo...las mate— aún tengo el sabor de su sangre en mi paladar.

—¿A quién?—

—Akemi...Verónica— una quería vivir, la otra me suplicó que la matara.

Cladis voltea a ver a Fran y regresa su vista hacia mi. —No aguanté la sed...primero Akemi, luego Verónica...— cierro los ojos derramando lágrimas —Él va a matarme...—

—No, eso no va a pasar— suaviza su voz, dándose cuenta que ya no sigo siendo la reina Carmesí, —Nozomi, él no va a hacerte daño, él de pronto te entiende porque ser un vampiro y más un purasangre es difícil—

Vampiros son vampiros. Mis propias palabras me desgarran.

—No entiendes Cladis...él va a acabar conmigo...— él es bueno y yo soy la mala, porque yo fui la que pensó en esclavizar a todos los seres humanos, era mi plan, era nuestro plan.

La reina Carmesí es el monstruo, es lo que todos odian y yo me odio por ser lo que más temía en La esclavitud. ¿Cómo fui capaz? Hice tanto daño que si pudiera regresar en el tiempo cambiara todo, porque algo que aprendí en La Esclavitud fue haber sido pisoteada, torturada y sin derechos, algo que yo ya hace tiempos había hecho anteriormente.

Soy lo que más repudiaba. ¿Con qué papel te quedas? ¿Con la inocente, sin dignidad ni fuerzas? O ¿con la reina que siempre has sido? Escucho mi propia voz.

Sufrí tanto y al ver al resto de las personas, abrazar a sus familias, me doy cuenta que esto que yo era, debe cambiar.

Siempre tendrás maldad, somos reinas.

Quizás no recuerde todo mi pasado, pero Nozomi, la chica que sufrió, vivió esta experiencia para cambiar y ahora entiendo que esto de La Esclavitud y el Gobierno vampírico tiene que acabar. Así que voy a hablar con Dereck y con Francisco, los tres nos uniremos y juntos destruiremos a Robny quien ahora está libre nuevamente.

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