Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 36


BAJO LA LLUVIA

FRANCISCO

Al llegar a la mansión, Fredom se dirige hacia Cladis y Verónica, mientras subo al segundo para ir a la habitación. Cada paso que doy resuena en la mansión, como si la propia casa me observara. Es extraño, hace poco no sentía ninguna presencia, pero ahora siento miradas invisibles por todas partes. Tal vez estaba distraído por aquel incidente que solo yo recuerdo...

No puedo evitar pensar en ella, en la posibilidad de que sepa lo que pasó y simplemente no quiera hablarlo.

Al frente de la puerta pienso que debo darle una explicación a Nozomi, haber escuchado sobre un cadaver le ha de estar torturando los pensamientos.

Abro la puerta y entro a la habitación, mis ojos miran primero el collar que trae puesto.

—No era necesario que lo tuvieras puesto aquí— le digo tratando de acercarme, pero me aterraba que iba a pensar.

—Creí que debía usarlo en todas partes— dice.

—En la habitación puedes quitártela, te lo había puesto porque pensé que saldríamos, perdón— me siento a un costado de la cama.

Ella me observa, como si buscara algo en mi.

Suspiro —Supongo que querras saber qué es lo que habíamos hablado hace unas horas con Fredom y el otro vampiro—.

—Creo que me gustaría saber— me dice, con esa tierna mirada.

Asiento, —te contaré—.

Lo primero fue contarle que cuando fui en busca de Dereck, una chica nos había alimentado por lo cansado que estábamos, dentro del cuerpo estaba William y por cosa del destino apareció Dereck con el .

—Nos encargó cuidarlo por un tiempo, pero jamás nos dijo que vendría por ello—.

Se queda en silencio.

—No sé para que necesitan el cuerpo, pero ya no volverá— le digo.

—William será parte de algo muy grande— me dice Nozomi, ida en sus pensamientos.

—Será parte de la libertad humana— respondo.

Parece comprender y pregunta, —¿pero aún nos siguen vigilando? —.

—Lastimosamente si— miro hacia los lados, temiendo que nos sigan mirando aquí.

—¿Por qué? ¿Acaso saben que ustedes están con?... — pregunta atemorizada.

—Esperemos que no—, trato de tranquilizarla.

La lluvia empieza a caer, lo que hace que el aroma de los que nos vigilan desaparezca.

De repente recuerdo cuando aún era pequeño y mi nana me cuidaba junto a Fredom.

Recordar que cuando llovía ella siempre preparaba chocolate caliente, nos arropaba como si fuésemos niños normales, era gracioso porque Fredom y yo temíamos a las gotas de lluvia, creyendo que un día de estos nos haría polvo.

Ella contaba historias de cuando salía con sus hermanos a jugar bajo la lluvia, haciendo charcos y demás.

Todo eso era maravilloso, era lo más cercano a un amor de madre.

Sonrío ante esos recuerdos que extraño tanto.

Nozomi se me queda viendo curiosa y concentrada en cada una de mis facciones.

—Está lloviendo— señalo a la ventana.

Ella mira hacia las cortinas, como si así pudiera escuchar más.

—Si— susurra.

—¿Podías escuchar la lluvia en... La Esclavitud? — pregunto.

—No, pero se escucha como las gotas de la manguera— responde casi inmediato.

Me parecía tan injusto que ella no conociera algo así.

Siendo un vampiro en una tierra de humanos no podía salir a menudo, pero al menos conocía lo que es la lluvia, el sol y todo lo demás, mientras que ella no pudo experimentar nada de eso.

—¿Quieres ver? — le ofrezco.

Sus ojos se iluminan —Pero ¿los que vigilan? —

—Se han ido por ahora—

Me pongo de pie y le ofrezco mi mano, con ilusión la toma y vamos hacia la ventana, hago a un lado las cortinas y vemos como las gotas van golpeando la ventana y todo nuestro alrededor. Son gotas suaves, que calman el interior.

—Todo es nublado pero hermoso al mismo tiempo— le digo.

Ella aún sigue tomando mi mano, así que la miro, es demasiado hermosa ¿por qué no lo había notado antes? Toda ella es tan pequeña, tierna, pero a la vez misteriosa.

Un rayo cae, haciendo que su rostro se ilumine un poco más.

Su mano me suelta y va hacia la ventana, sintiendo el golpe de las gotas de lluvia, como en busca de una conexión.

—¿Quieres salir? — digo sin pensarlo.

—¿En serio? — me mira con un brillo.

Abro la ventana, se alarma al verme salir, pero sonrio de lado para tranquilizarla.

Cuando salgo siento algunas gotas mojándome la espalda.

—Ven— me paro sobre la teja y extendiendo mi mano.

Supongo que de esta manera puedo sentir su tacto de nuevo.

Parece temerosa y sorprendida por como estoy, pero se arriesga y me toma de la mano, la lluvia empieza a mojar su brazo y cuando sale, toda ella es empapada al igual que yo.

Ella me observa y sé que es por la catarata que está formando la lluvia con la caída de mi nariz.

Resoplo haciendo que algunas gotas caigan a su rostro.

—¿No te da miedo la altura? — le pregunto.

Ella mira hacia abajo y luego alrededor.

—Me sorprendo de mi misma pero no, de hecho, me gusta— sonríe.

Lo que hace que mi corazón late por ella, lo cual no es normal, no en mi.

Siento que alguien nos podría ver, así que bajamos al jardín, ella siente el pasto mojado, por lo que se agacha para tocarlo.

—Es una sensación muy buena ¿no? —.

Levanta la mirada y asiente —me encanta más que la nieve—.

—También a mi—.

Escucho pasos muy cerca y sé que se trata del pelirrojo con quien Nozomi hablaba.

Por lo que tomo a Nozomi sin que lo esperara y veloz vamos a un rincón del jardín que tiene techo, de esa forma podremos cubrirnos de la lluvia y escondernos de los demás.

—¿Qué fue eso? — pregunta cuando la suelto.

—Lo siento, es que venía alguien y no quería arriesgarme—.

Ella mira el lugar —no había visto esta parte del jardín— me dice.

—Es porque hay jardines secretos, la mansión es muy grande como para que no tenga algo así— le informo y ninguno de los vampiros sale a explorar estos lugares.

Observo bien que su ropa se transparenta, así que me quito el saco y se lo pongo.

Me parece gracioso y tierno que me mire sorprendida, como si nunca se imaginó que un vampiro le diera para cubrirse.

—Gracias— dice, tiñendo de un rojo sus mejillas.

La lluvia comienza a ser más espesa, haciendo que se volviera imposible escuchar mis propios pensamientos.

Nozomi volteó a verme, quizás asustada por la cantidad de lluvia que ahora caia, es demasiado fuerte, pero es normal.

Lo que me parece conveniente así que camino saliendo del pequeño quiosco sintiendo la lluvia empaparme y estoy seguro que así no me va a escuchar.

—Creo que...tontamente me gustas—.

Nozomi

Todo es hermoso, ver la lluvia caer y mojar es demasiado, nada de esto se comparaba a la esclavitud.

Siento algo arroparme y es Francisco dándome su saco que huele a él y se siente como si me abrazara.

—Gracias—

Esto era tan extraño, pero a la vez tan bondadoso de su parte.

La lluvia empieza a caer más y más.

Lo miro buscando su mirada ¿esto es normal? ¿Qué llueva así es normal? Parecía que si por la tranquilidad de su mirada.

Luego empieza a caminar afuera del pequeño quiosco, miro que sonrie como si estuviese a punto de hacer algo, pero no entiendo que podria ser.

Su camisa se transparenta haciendo que se le marquen el pecho.

Subo la mirada a su rostro, mi mente confusa por todo esto.

Dice algo, sin embargo, no logro escuchar por el sonido de la lluvia y algunos truenos que hay en el cielo.

—¡Que! — grito intentando escuchar.

El ríe y se adentra.

—No oí nada— le digo nuevamente.

Entonces él se acerca a mi, su rostro cerca del mío, con los labios rojos susurra.

—Me gustas—.


TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ©


Sin comentarios...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro