Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 28




8 de Octubre, 8:30 pm


Respiré profundo para intentar tranquilizarme, las manos me temblaban y los nudillos me sudaban, mi corazón martillaba contra mi pecho, sollocé al imaginarme el destino de mis padres. Di vuelta a la última página encontrándome con las hojas vacías, una lágrima resbaló por mi mejilla hasta llegar a mi barbilla y después caer en el diario.

Cerré el libro de golpe provocado que de él saliera un poco de polvo que se disolvió en el aire, miré a Dalila por el rabillo del ojo, ella permanecía callada pero con una leve sonrisa en su rostro, le estiré su diario y ella lo abrazó contra su pecho siendo la cosa más valiosa que posee.

—¿Eso es todo? —murmuré. Dalila suspiró y asintió lentamente —¿Qué pasó después?, ¿qué pasó contigo? —me giré para poder mirarla, Dalila solo se encogió de hombros sin darle mucha importancia.

—Es hora de dormir Emily —ella evadió mi pregunta, después de unos segundos de silencio se levantó de mi cama, el diario desapareció de sus manos, caminó hacia mi armario rebuscando entre el, sonrió cuando encontró lo que buscaba, sacó un camisón color blanco con un moñito en color azul marino en el centro y en la parte de abajo bordado con el mismo color —.Toma, duerme con esto, se te verá bonito manchado.

Me acerqué a ella limpiándome mis lágrimas con el dorso de mi mano, tomé el camisón y asentí con la cabeza, Dalila sonrió alegre para después marcharse por la puerta. Me vestí rápidamente con el camisón, ciertamente ya estaba cansada y dormir me haría bastante bien, aunque la verdad no creo dormir esta noche.

Me encontraba lavando mi rostro cuando escuché un grito proveniente de la planta baja, sequé rápidamente mi cara, salí de mi cuarto corriendo, no importaba que después cogiera un resfriado pues no alcancé a ponerme los zapatos. Bajé rápidamente las escaleras sorprendiéndome al no caerme pues a veces era un poco torpe con los pies. Al llegar al comedor todo permanecía en silencio, las luces comenzaron a parpadear unas cuantas veces, la mesa comenzó a temblar un poco haciendo que algunos vasos se cayeran al suelo estrellándose. El entorno se volvió frio y tenso.

—¡Emily, ayúdame! —los gritos de mi madre retumbaban por toda la casa, estos sonaban un poco roncos. Salí corriendo hacia la cocina abriendo rápidamente la puerta, mi respiración se quedó atascada al ver a mi madre contra la pared, en donde aún lado de ella se encontraba una ventana con las cortinas (en color anaranjado brillante), sus pies ya no tocaban el suelo y sus delgadas manos rodeaban su cuello, después su cuerpo dio contra el suelo golpeándose la cabeza.

—¡Mami! —su cuerpo fue levantado nuevamente pero esta vez dando contra la ventana, después fue estampado contra la pared de enfrente donde aún lado estaba la puerta, cayó de nuevo al suelo, corrí hacia ella, llorando y temblando —.Mami, mami, ya estoy aquí.

Su cabello lucía desordenado, me hinqué frente a ella, tomé su cabeza entre mis manos levantándola un poco y colocándola sobre mi regazo, acomodé algunos mechones de su rostro, pero me di cuenta que dejé algunas huellas de sangre en su frente, a lo que rápidamente me miré las manos, mis nudillos estaban manchados de sangre debido a los golpes que recibió en su cabeza. Mi madre lentamente fue abriendo sus ojos color avellana, parpadeó un par de veces y me miró, sus pupilas se dilataron un poco.

—Emily, Emily, yo... ¿Qué está... —no terminó de hablar cuando de nuevo fue levantada de mis piernas, su cuerpo dio de nuevo contra la pared, yo por inercia retrocedí asustada, mi espalda chocó contra uno de los lados del desayunador. Soltó un grito cuando uno de los cuchillos se encajó en su mano del lado izquierdo, otro cuchillo salió volando dando contra su brazo del lado derecho.

—¡No!, ¡para, para! —gritaba al ver la cara de sufrimiento de mi madre, su mentón fue levantado dejando a la vista su pálido cuello, ella pasó saliva duramente, el cuchillo de su mano fue sacado, ahora el filo de la navaja se encontraba directo contra el cuello de mi madre —.¡Basta! , ¡Dalila, basta, por favor!

El cuchillo comenzó a hacer un corte a lo largo de su cuello, los gritos desgarradores de mi madre fusionados con los míos se escuchaban por toda la casa, la sangre brotó contra la pared y sus ojos se cerraron. Abracé mis piernas contra mi pecho llorando, temblando al ver el cuerpo de mi madre sin vida, mi labio inferior no dejaba de ser mordido por mis dientes. Los cuchillos cayeron al suelo junto con el cuerpo de mi madre, el sonido hueco hizo que dolieran mis oídos.

Corrí hacia mi madre, limpiándome las lagrimas con mis palmas, crucé mis piernas en forma de indio, levanté la parte superior de su cuerpo colocándolo sobre mis piernas, mi camisón no tardo en mancharse con la sangre de ella, ahora entendía lo que me dijo Dalila hace algunos minutos, removí algunos de sus cabellos de su rostro peinándolos  hacia atrás, manché su rostro sin querer lo que provocó que llorara más.

—Mami, mami, despierta por favor —deposité un pequeño besito sobre su frente, esta ya comenzaba a ponerse fría, la sangre avanzaba sobre su cuello llegando a manchar un poco el vestido rosa que traía puesto —.Mami, no me dejes por favor —seguí besando por todo su rostro, mis lagrimas caían sobre sus pómulos, mordí mi labio inferior reprimiendo mis ganas de gritar. Me ardían los ojos y mi pecho. Seguía acariciando su cabello —.Perdón mami, perdóname, te quiero.

Sonó la puerta de entrada lo que eso significaba que mi padre ya había llegado de su trabajo, silencie mis sollozos para que no los escuchara, pero su voz me asustó.

—Amanda, cariño, ya estoy en casa —sus pasos se escuchaban desde el comedor. Abracé a mi madre contra mi pecho, mi subconsciente me gritaba que la protegiera de cualquier cosa que la dañase, pero a quién quiero engañar, el daño se lo provoqué yo misma. Mi padre abrió sigilosamente la puerta de la cocina, temiendo lo que pudiese encontrarse dentro.
—.¡Emily! —gritó llevándose ambas manos a su boca, su cuerpo comenzó a temblar y negaba repetidamente con la cabeza —.¿Qué hiciste? —exclamó.

—Yo, no quise, yo...—de mi boca salían oraciones incoherentes, miré a mi madre y volví a mi padre. El comenzó a acercarse rápidamente pero mi grito lo detuvo —.¡No!, no te acerques a ella, no te acerques —dije con mi mano frente de mí, deteniéndolo.

—¿Por qué? —el me miró un segundo para después analizar toda la cocina, encontrándose con manchas de sangre en la pared, su vista volvió a mí, repasando mi vestido y el cuerpo de mi madre. Su rostro era un poema, eran puros sentimientos encontrados.

Solté un sollozo —Yo no quise hacerlo, ¿sabes?, les advertí muchas veces de esto, pero nunca quisieron escucharme, he aquí las consecuencias —señalé a mi madre.

—No puedo creerlo —susurró indignado —.¿Qué hicimos mal?

—Ignorarme todo este tiempo padre, eso hicieron.

—Terminarás en un reformatorio, o en un hospital psiquiátrico —comenzó a acercarse de nuevo, pero volví a gritar impidiéndoselo. Recordé lo que Dalila escribió en su diario, primero mató a su madre, ahora está muerta la mía, después contra su padre y ahora le toca al mío...




¡Hey, hola!

¿Como están?

¡Pregunta! (ô_ô)

¿Cuál es su canción favorita?

Yo no tengo una canción favorita, porque bueno, es imposible escoger solo una, pero, la canción que últimamente he estado escuchando es la de:

Just Hold on -Louis Tomlinson y Steve Aoki

Esa canción es ❤️ (Pdt: además que es la sensualona voz de Louis).

Otra cosa, solo quedan dos capítulos, más el epílogo y ahora si, termina Dalila *llora porque no quiere que termine*

Hasta aquí mi reporte Joaquín

Nos leemos pronto ✌🏻️

-Jocelyn

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro