Capítulo 25
Maratón 1/3. Disfrútenlo ✌🏼️
28 de Febrero de 1836
Hace dos meses qué pasó Navidad, como todos los años mis padres realizaron un banquete con todos los amigos de mi padre, mi madre como en todas las reuniones siempre mantenía una sonrisa falsa, queriendo quedar bien con las personas.
Aún recuerdo lo que me regalaron, un pequeño cotorro, que lo llamé "To", no entiendo por qué siguen regalándome mascotas si después mi madre termina enterrándolos en el jardín trasero, pero bueno es su decisión. El pequeño animalito era verde con amarillo y algunos toques en azul, bastante bonito. El pobre no sabía volar (por lo tanto siempre permanecía fuera de su jaula), pero aún así yo quería verlo volar.
Así que un día estaba parada en una silla y lo arrojé desde la altura de mi cabeza, el pobre golpeó contra el suelo, mi madre al verme hacer eso me gritó y después compró una jaula metiendo al cotorrito salvándolo de mis garras (como decía mi padre), el pobre se quedó ahí por lo que comenzó a decir palabras si sentido, «hola, tonta, adiós», entre otras.
Una mañana intenté que dijera «bonita Dalila» sin embargo nunca lo logré en vez de decir eso, decía «tonta Dalila». Otras noches cantaba o más bien gritaba por lo que me dejaba en vela, así que se me ocurrió una idea brillante.
A los dos días mi madre cumplía años, quería hacerle algo especial, quise comprarle unos aretes pero estos costaban 5 libras y yo solo contaba con 2 libras, por lo que descarté esa idea. Si mi memoria no me fallaba eran las 7:00 de la mañana cuando me levanté ese día, pase por enfrente de la jaula del cotorro y este gritó «tonta Dalila», mi sangre comenzó a hervir del coraje por el pequeño animalito, retrocedí unos pasos encontrándome con el ave y una idea brillante llegó a mi mente.
Mamá bajó justamente dos horas después con su vestido tinto y decoraciones en dorado, su cabello recogido en un moño con broches y su ligero maquillaje en su rostro.
Ella entró a la cocina preguntándome por el cotorro, yo solo le respondí «feliz cumpleaños mami» y enfrente de ella yacía un banquete ahumado.
El animalito To, fue su regalo.
2 de marzo de 1836
Mamá peleo conmigo como todos los días, yo lloraba en mi habitación entre las penumbras, yo quería helado para la cena pero mi madre decidió preparar caracoles, asqueroso. Minutos después nos encontrábamos gritando mutuamente diciéndonos cosas espantosas una a la otra, si, no me enfureció el hecho de que ella preparó caracoles, no, fueron sus palabras las que me dañaron. Me dijo que los psiquiatras nunca ayudaron, que solo soy un estorbo para ella y lo peor fue lo último que dijo.
«No sabes cómo me arrepiento al no haberte abortado»
Y esa fue la gota que derramó el vaso, aún lloraba y gritaba en mi cuarto arrojando gran parte de mis cosas, unas se estrellaron contra la pared, otras contra el suelo y en mi cama. Estaba furiosa por el simple hecho que mis padres nunca me quisieron y mucho menos esa mujer que dice ser mi madre.
Mi pecho dolía debido al coraje sentía todo mi cuerpo caliente y mis ojos dolían además de mi cabeza. Si ellos no me quieren porque yo tendría compasión de ellos.
Rebusqué en mi armario un vestido color azul marino con detalles en blanco, era bastante bonito, me deshice de mis broches dejando que mi larga melena cayera entre mis hombros, saqué un pequeño cuchillo de uno de los cajones de mi armario (mi madre nunca se enteró cuando lo saqué de la cocina) me miré al espejo y sonreí alejando todos esos sentimientos de mi ser.
Mi madre estaba en la cocina moviendo los caracoles que se encontraban en una de las ollas, llevaba puesto un delantal encima de su vestido color mamey con diseños en negro. Ella pasaba una mano sobre el humo que producía la comida, olfateando el aroma que desprendía esta.
Apreté el cuchillo contra mi espalda, sonriendo y planeando cómo le haría daño. Mi madre se giró pegando un grito al verme, se llevó una mano al corazón y respiró profundo. Ella me preguntó algo, pero sinceramente no recuerdo cuál fue aquella pregunta, solo recuerdo lo que sentía en ese momento.
Ella se acercó a una pequeña mesa de enfrente, tomando otro cuchillo y empezando a picar unos vegetales, yo solo la miraba como lo hacía, como ella cortada con rapidez la zanahoria para luego seguir con un chile morrón en color verde. Mi madre pasó los vegetales a un plato que tenía a un lado, dejó el cuchillo donde estaba y me miró. Yo solo sonreí y con todas mis fuerzas encajé el cuchillo en su mano izquierda (la cual se encontraba sobre la mesa) ella soltó un grito junto con una maldición, tomé el cuchillo que ella dejó en la mesa y volví a encajárselo en la misma mano, solo que un poco más arriba.
Ella lloraba y negaba con la cabeza, se mordía el labio inferior a tal grado que comenzó a sangrar, me miró suplicándome piedad y por mi parte me reí de gozo al ver su sufrimiento. La mujer intentó quitar un cuchillo pero solo provocó que se lastimara más.
«por favor hija, por favor Dali» decía entre sollozos. Negué con la cabeza, caminé hacia uno de los cajones de la alacena en busca de otro cuchillo y...¡Bingo! Ella seguía forcejeando intentando quitarse los cuchillos pero era totalmente inútil.
El reloj retumbaba por toda la casa junto con los sollozos y gritos desesperados de la mujer, acerqué el cuchillo por su otro brazo, pasándolo de arriba a abajo lentamente, tome sus cabellos sueltos y los corte de un solo jalón, ahora tenía otro aspecto diferente unos cabellos un poco más cortos que otros.
Jalé su cabello dejando su cabeza a un lado de mi hombro (ella era cinco centímetros más alta que yo) y susurré.
«¿Últimas palabras?»
«Púdrete en el infierno»
Sonreí
«Ahí te veré, madre»
Y le corté el cuello.
El cuerpo se derrumbó, su cuello chorreaba un líquido color carmesí, manchando el piso de madera, miré mi vestido e hice una mueca de disgusto. Su asquerosa sangre había manchado la parte de mi pecho junto con mi estómago. Relamí mis labios saboreando un líquido metálico, pasé el dorso de mi mano izquierda limpiando la sangre de mi rostro.
¡Pregunta!
¿Cuál es su hobbie favorito?
Los míos son cuatro
Escribir, leer, ir al cine y comer (❤️ la comida)
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