Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 17


Capítulo dedicado a:

@Selena1214

Espero te guste el capítulo


Sebastian me miraba, esperando una respuesta o por lo menos mostrar algún gesto de aprobación o de miedo. Pero al imaginarme lo que iba a decirle que tal si ya no me quería más, que tal si piensa que soy una chiquilla inmadura que solo cree que esto es un juego de niños. Y ahora sí que quería vomitar.

—Yo...—comencé a balbucear palabras sin sentido. Sebastian no dejaba de inspeccionar mi rostro, ahora me sentía intimidada —.Sebastian yo te quiero...

Él me interrumpió, mis manos comenzaron a sudar.

—Emily, mierda, no me dejes en la friendzone.

Así que eso le preocupaba, y ¿a quién no?

—¿Qué?, ¡no!, espera me están sudando las manos —lo solté secándome en mi pantalón, iba a volver a tomarlo, pero me retracté, al saber que aún me estarían sudando —.Sebastian, en serio te quiero, me gustas, pero, siento que ahorita no es el momento de tener novio soy muy chica, mi papá se pondría como loco. Con decirte que a Susan apenas hace algunos meses la dejó tener novio.

—Pero...No creo que se enoje tu papá, Dios, no es por presumirte pero, tu padre me ama —levanté una ceja ante su comentario. El al comprender lo que dijo, negó con la cabeza riendo por lo bajo —.A lo que me refiero, es que él me ha dicho que me quiere como a un hijo.

Oh, eso sí que no me la veía venir, mi padre demostrando afectó a otras personas que no seamos nosotras. Mi padre, es como yo, le cuesta mucho trabajo demostrar sus sentimientos hacia otras personas, por eso a veces suele ser muy frío conmigo y viceversa, a eso mi madre dice que somos de tal palo, tal astilla.

—Sebastian...

—Espera, no he terminado —suspira un segundo —.Respetare tu decisión Emily, si eso quieres, bien que así sea. Pero nunca olvides que te quiero.

—Gracias, cuando seamos más grandes, si aún me quieres, y me lo pides, sería un honor para mí ser tu novia.

Sebastian se acerca a darme un abrazo, yo sin dudar lo abrazo por el cuello, sintiendo su calor, él me tenía por la cintura, escondiendo su rostro en la curvatura de mi cuello, yo hago lo mismo. Su aroma embriaga mis fosas nasales, su tan peculiar aroma, a menta con manzana.

—Hueles bien Emily, a vainilla con chocolate —yo solo río por su comentario.

Nos separamos. Sebastian mira su reloj, frunce el entrecejo y después cambia su cara a una preocupada.

—¿Pasa algo? —pregunté.

—Mis padres, mierda ya son más de las diez, ellos siempre llaman a la casa a esta hora, para saber si aún no he quemado la cocina y si estoy vivo.

—Bueno, gracias por quedarte conmigo —ya no me quiero quedar sola, tengo miedo, después de todos los fantasmas que vi rodando por aquí, tendré que encerrarme con seguro.

—No hay de qué nena, siempre cuidaré de ti, quiero tomarme una foto contigo.

—No soy fotogénica

—No me importa, tenemos tiempo en ser amigos, y aún no nos hemos tomado una foto —Sebastian sacó su celular, preparando la cámara.

—Espera, también una con mi celular —caminé hacia mi tocador, donde estaba cargándose, lo desconecté para poder entregárselo.

Me senté aun lado de Sebastian, él decidió tomarla con la cámara frontal, para que saliera mejor la foto. Cuando salimos en la pantalla, me acomodé un poco mi cabello, para que no saliera toda despeinada en la foto.

—Que vanidosa eres —murmuró Sebastian

—Toma la foto —le di un ligero golpe en el hombro. Ambos sonreímos y tomó la fotografía.  Y también hizo lo mismo con mi teléfono.

Sebastian se fue, yo en cambio cuando me despedí y cerré la puerta, tuve que correr a mi habitación sin ver hacia la cocina, me encerré en mi cuarto. Apagué la luz y salí corriendo hacia mi cama, tapándome rápido con las sabanas, cerré los ojos, mentalizándome con que no había nada afuera, hasta que me quedé dormida.


***


Al día siguiente mis padres llegaron, claro cómo era de esperarse con Susan, yo les reclamé que quería ir a verla al hospital, que mi padre prometió ir por mi.

Pero mamá dijo que Susan despertó temprano, el doctor le dio un chequeo rápido y después le dio el alta. Yo solo refunfuñé enojada.

Susan desde que llegó y dio un paso en la casa, se abrazó a sí misma, pero no hacía frío. Ella solo subió arriba a encerrarse en su propio mundo, no me dirigió la palabra, ni un, «Hola Emily », yo intenté hablar con ella, pero cuando estaba apunto de tocar su hombro, ella se apartó y corrió. Todo el día a estado en su habitación.

Papá solo me dio un beso en mi frente, para después irse al trabajo.

Mamá como de costumbre, se preparaba para lavar la ropa, separándola por blanco, colores y negro. Yo me encontraba ayudándola a separarla nos encontrábamos en el cuarto de lavado, que estaba al fondo de la casa.

—Susan desde que llegó no me ha querido dirigir la palabra —comenté mientras separaba una camisa roja de lo blanco.

—Ella, bueno, desde que despertó no ha querido hablar, solo nos miró y nos sonrío, pero no emitió palabra alguna —mamá preparaba la lavadora para echar lo de colores.

—¿Por qué? —pregunte. Ella solo se encogió de hombros

—Ni idea, pensé que tú lo sabías —yo también me encogí de hombros, ella suspiró —. Puedes irte a tu cuarto, ya solo meto la ropa restante y listo, prepararé la cena.

En mi habitación caminaba de un lado a otro, miré hacia mi ventana, donde por ahí se podía ver el patio de Sebastian, tenía la esperanza con encontrarme con él. Pero no fue así.

Tomé mi teléfono para buscar la fotografía que nos habíamos tomado, no tuve tiempo de verla, y checar como había salido en ella. Busqué entre las fotos hasta que la encontré pero al verla me dio escalofríos. Y mis manos comenzaron a temblar.

La foto, salíamos él y yo, pero en el fondo, estaba una niña. Dalila, con el cabello en los laterales de su cara, ya no estaba apartado como hace algunos días, sus ojos de nuevo blancos y al verlos sabía que algo andaba mal.

—Emily cada vez que te veo enamorada me dan ganas de vomitar —levanté mi mirada, encontrándome con Dalila, pero sus ojos estaban de nuevo azules, lo más seguro es que estaba pálida del miedo —.No te asustes, si aún no te hago daño.

—¿Por qué hiciste eso? —apagué mi teléfono y lo arrojé a mi cama.

—Solo quería tomarme una foto con ustedes, somos amigos, ¿o no?.

Yo negué con la cabeza, me crucé de brazos, mirándola, ella no le tomó importancia. Miró hacia mi costado, poniendo toda su atención en la ventana o lo que había detrás de ella.

Solo espero que Sebastian no esté afuera. Pero cuando escuché su comentario, mi enojo aumentó.

—¿Nunca te había dicho lo guapo que es Sebastian?.

—No te acerques a él —gruñí.

Ella levantó sus manos en señal de rendición.

—Tranquila fiera.

—Ayer, vi a unas personas... —recordé todo lo que pasó,  desde la señora que me decía que me largara, hasta el cuerpo tirado en las escaleras —.Estaban muertas.

—Lo sé, yo las maté, eran mi madre, mi padre y mi institutriz —Dalila se sentó en el borde de mi cama

Yo temblé ante sus palabras, Dalila como si nada me miraba, sin decir nada.

—La señora, creo que tu mamá, me decía que me fuera, que me largara.

Dalila, miró hacia la puerta.

—Esa perra, de nuevo metiéndose en mis asuntos, creo que tendré que hablar con ella —sin más Dalila desapareció como la neblina.

Y ahora no sabia como sentirme, si nerviosa, con miedo o confundida. ¿Por qué Dalila los mató?, puede por todo el daño, pero aun así eran sus padres, aquellos que le dieron la vida. Ahora tengo que cuidarme muchos más de Dalila, pero a la vez tengo que leer su diario y acabar con todo esto.


Cualquier error ortográfico, será editado después.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro