Encadenando a un sol marchito
Manoseando la grieta que dejo en mi alma la ultima tormenta
Invoco a un millón de guerreros cósmicos inexistentes,
Voces que sofocan mis pensamientos homicidas,
Mesetas de cristalizados tormentos, cordilleras de dolor y sufrimiento.
Encadenando a un sol marchito,
Se despiden por siempre las blancas golondrinas del océano,
A través de este mar brioso construyo la melodía trémula de mi muerte,
Hundiéndome en mi agonía retratada sobre un lienzo de oscuros y mortuorios colores.
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