Capítulo 9
Faltaban tres días para poder ir por la espada y mi mente se sentía agotada, pero sabía que se sentía así por estar solamente encerrados en esta casa, no digo que fuera fea si no al contrario, pero tenía que estar en movimiento y no lo estaba, ya que ya teníamos todo exactamente planeado. No sabíamos si funcionaría, pero teníamos la esperanza de que así fuera.
No se que me pasaba, pero, mi corazón tenía un hueco, como si algo de mi me faltara, y sabía lo que era, el deseo de venganza corría por mis venas con cada segundo que pasara, necesitaba matar a cameron con mis propias manos eso estaba claro, pero en el fondo sabía que eso no me terminaría de tener satisfecha. Lo único que lo haría, sería matar a mi madre falsa, por que tenia que pagar por traicionar a papá, si no lo hubiera echo papá estuviera vivo y sabía que con el todo sería más fácil.
- Haré que pagues maldita, haré que te arrepientas de cada jodido respiro que tu cuerpo a dado desde que mi padre murió, desde que lo traicionaste. - Los guantazos que le estaba dando al saco de boxeo que encontré en unos de los cuartos, me estaba ayudando un poco a des ahogarme.
Tal vez mentí un poco en el momento que dije que no estaba en movimiento, pero era como mi cuerpo se sentía, cada musculo de mi cuerpo me decía que estaba agotado pero mi mente decía que siguiera por que mi corazón aún no tenía ni una pequeña pizca de paz.
- Sabes, pareces una loca así como estás. - Beatríz se encontraba sentada en el piso viendo desde hace unas horas como le doy golpes al saco.
Beatríz era muy directa, y más cuando estaba completamente aburrida, y ella en estos instantes transpiraba aburrimiento y sudor, por que para que mentir en este cuarto era como estar en un horno gigante.
- Se muy bien lo que parezco, pero aún no estoy satisfecha, sabes solo quiero darle unos guantazos más a estoy y terminarlo de romper con mis propios dientes. - Pare por un segundo el saco de boxeo y voltee hacia Beatríz.
- Tengo la sospecha que tal vez te falte tu elixir, pareces un perro rabioso, sin ofender. - Beatríz alzo sus manos para hacerse inocente.
- Tengo la sospecha que te falta ben, pareces un pequeño gato asustado. - Respondí volviendo a concentrarme en el saco.
- Por que no dices lo que realmente quieres de una vez por todas arianna. -
- A que te refieres?. -
Me aleje de nuevo del saco de boxeo me di cuenta, que por más que siguiera golpeándolo no me saciaría con solo unos golpes. Me saque los guantes negros de mis manos y los aventé a algún lado de la habitación, camine hacia Beatríz y me senté a un lado de ella compartiendo el duro piso.
- Lo que quiero decir es que, te e estado observando como golpeas ese saco, se que en tu corazón aún hay algo que te falta y se que no es encontrar esa espada. - Me miro. - Pero que es?. -
Beatríz era de esas personas en las cuales puedes confiar, ser tu misma sin temor a nada, pero también de las personas con unos sentimientos muy frágiles.
- Te diré la verdad, por que se que ya no hay más secretos entre nosotras. - Doble mis piernas hasta juntarlas en mi pecho. - Desde que desperté siendo lo que soy ahora, e sentido unas inmensas ganas de matar, pero no a personas inocentes si no a ella, a quien fue mi madre. - Sentía que con cada palabra que salia de mi boca mi pecho vibraba de solo la ira que sentía.
- No creo que sea lo mejor, no te ensucies las manos con la sangre de esa mujer que no vale nada, tal vez tu corazón te diga que necesita venganza, pero no lo hagas hay otras formas de vengarte. -
- Que formas, por que no entiendo nada. -
- Por que no le damos un jodido susto, la secuestramos y utilizamos a alex, digo es un demonio puede hacer lo que quiera no. - Beatríz hablaba tan emocionada que también me interesó el plan.
- Creo que escuche mi nombre. -
Beatríz y yo dimos un brinco en donde estábamos y juro que oía como el corazón de Beatríz latía con rapidez, alex estaba colgado de cabeza o mejor dicho estaba flotando de cabeza en una esquina del cuarto, se dio la vuelta como si fuera una caricatura y en un segundo estaba frente a nosotras sentado como indio, puso sus codos a los lados se sus piernas y acomodo su rostro entre sus puños.
- Después de darme ese susto de muerte creo que deberías de dejar que mi corazón se tranquilice. - Beatríz dio un suspiro poniendo su mano en su pecho.
- Tan linda, te emocionas con solo verme. - Alex se burlo de Beatríz.
- Calma tus ansías alex, no ayudaras si o no?. - Hable apuntándole con mi dedo.
- Bien. - Alzo sus manos en forma de ser inocente. - Y si, claro que las ayudare, solo con una condición. - Alex aclaro.
- Cuál?. - Preguntamos a la vez Beatríz y yo.
Alex le gustaba hacer de emoción mucho, yo sinceramente creo que si no fuera un demonio y fuera humano, tendría un muy buen trabajo de actor en hollywood.
- Yo igual lo creo. - Alex me hizo salir de mi pequeño trance.
- Deja de meterte en mi cabeza y habla de una vez. - Sentencie a alex un poco desesperada.
En el rostro de alex se podía ver lo mucho que esto le divertía.
- La condición es que me dejaran todo a mi, como la pequeña enamorada lo dijo, soy un demonio y puedo hacer lo que quiera. -
Me levante del suelo y mire hacia abajo donde se encontraban alex y Beatríz viéndome.
- De acuerdo, cuando crees que tengas todo listo?. - Pregunte.
- Hoy en la tarde querida. - Hablo alex orgulloso.
(***)
La tarde había llegado entre charlas y dudas, Daimon, matt y ben salieron sin decir a dónde, alex dijo que no me preocupara que lo que hacia era tener todo listo para cuando entremos a la guarida del otro lado.
Beatríz y yo nos encontrábamos sentadas en los sofás de la sala esperando a que alex llegara, estábamos solas las dos esperando por el, decidimos que si daimon y los chicos no nos decían a donde iban nosotros tampoco lo haríamos, por que todos tenemos secretos no?.
La puerta principal se abrió haciendo que yo y Beatríz voltearamos , alex entró con una cara de satisfacción en el rostro por lo cual nos miramos confundidas.
- Me e encontrado con una pareja de chicos, esos que se visten completamente de negro, tenían una aura de melancolía exquisita. - Suspiro complacido alex.
- A veces eres como un psicópata alex. - Hable riendo.
- Gracias. - Agradeció como si le hubiera dicho fuera un alago. - Tengo todo listo, pero antes para completar necesito transformarlas un poco. -
Beatríz se levantó como si fuera resorte de su sofá.
- Que, no callate que miedo y si me duele. - Hablo Beatríz negando con la cabeza.
- No dolora tranquila, soy un demonio experimentado, me gradúe en la universidad de demonios con honores. - El sarcasmo de de alex era visible de aquí hasta china.
- Mentiroso, pero confiamos en ti. - Conteste.
Alex empezó a decir unas cosas en un idioma desconocido y extremadamente raro para mi, movía sus manos y una brisa de aire nos envolvió a Beatríz y a mi. De nuestras espaldas salieron unas alas negras y en nuestro rostro unas plumas del mismo color cubriendo nuestros rostros como si fuera un antifas, nuestra piel se volvió de color rosa y nuestro cabello creció nuestras caderas, de color blanco y liso.
- Wow. - Dijimos a la vez mirándonos.
- Lose es hora de irnos, conseguí la dirección de donde se queda, tengo que decir que es muy descuidada. - Alex nos dijo mientras salíamos detrás de el para subirnos al coche y emprender camino.
(***)
- Ahí está. - Hable apuntándola.
Nos encontrábamos abajo de las escaleras, escondidos esperando a que amanda entrara a su habitación.
Justo cuando entro alex nos hizo una seña para que nos juntáramos hacia el, el trono sus dedos y en un segundo estábamos dentro de el cuarto de amada, se encontraba de espaldas y se veía en el espejo, en el reflejo apareció alex.
Alex se convirtió en mi padre y por un segundo sentí que de verdad era el, pero no lo hice por que en un parpadeo que di, volví a la realidad.
- Are you lonesome tonight,
Do you miss me tonight?
Are you sorry we drifted apart?
Does your memory stray to a brighter sunny day,
When I kissed you and called you sweetheart?
Do the chairs in your parlor seem empty and bare?
Do you gaze at your doorstep and picture me there?
Is your heart filled with pain, shall I come back again?
Tell me dear, are you lonesome tonight? - Alex canto con la voz de mi padre, esa canción joder esa canción se la dedico mi padre a ella cuando cumplieron aniversario.
(Traducción)
- ¿Te sientes sola y triste esta noche,
Me extrañas esta noche?
¿Estás triste por que nos separamos?
¿Tu memoria se desvía hacia un día soleado y brillante,
En el que te besé y te llamé cariño?
¿Las sillas de tu habitación están desnudas y vacías?
¿Miras la puerta y me imaginas ahí?
¿Está lleno tu corazón de dolor, debería regresar?
¿Dime cariño, estás sola y triste esta noche?
Amanda volteo rápidamente y sus ojos casi se salían de su cara, no nos miraba a nosotras que nos encontrábamos a los lados de alex.
- No, tu estas muerto yo te entregue. - Hablo temblando amanda.
- Si, lo que me recuerda que quedamos con una deuda pendiente querida. - Río fuerte. Alex.
Alex o mejor dicho el que parecía ser mi padre empezó a distorsionar se, su cuerpo se empezó a estirar como si de una liga elástica se tratara, su piel se fue cambiado de color hasta que quedo tinta con escamas, y de su cabeza unos grandes cuernos retorcidos salieron, tenía que admitir que era lo más horroroso que habían visto mis ojos, sus pupilas se dilataron se dilataron y se fue creando un color amarillento, no había visto sus píes, eran como los de un canguro gigante.
Cuando todo parecía que había terminado de transformarse, un rugido como de manada de leones salió de su pecho, pude sentir el el piso de madera temblar bajo mis pies. Sin duda alguna disfrutaba ver el terror en los ojos de esa mujer, el rugido de alex termino, trayendo con el una risa gruesa pero la más diabólica que mis oídos habían escuchado.
El piso empezó a transpirar un humo negro, olía a azufre por todo el cuarto, mis pies caminaban por alrededor de esa mujer, torturándola aún más, mis Alás negras empezaron a soltar chispas anaranjadas, al igual su las de Beatríz.
- Te quedaras aquí adentro sin salir, pagaras por todos tus pecados, y por mas que tu cuerpo quiera salir de esta casa, tus pies se quedaran pegados aquí adentro, quedas maldita amanda smith. - Alex le hablo al cuerpo de amanda se encontraba esquina del cuarto con la cabeza entre sus piernas y de su boca solo salían gritos desgarradores.
Mentiría si dijera que que no eran como musica para mis oídos.
(Hola! Como están, espero que muyyyy bien :) espero les guste el capítulo)
Voten, comenten y sigan ;)
Si me lees dejame un voto por favor:)
Las canciones que les dejo arriba no siempre tienen que ver con la historia, pero si las pongo por que me encantan:)
Besos:*
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