Jimin.

Venir con Taehyung a clubs dónde sabemos que no podrían reconocernos es como un deporte que tenemos desde el debut, entre las luces Neon, los cuerpos bailando y la gente medio alcoholizada es raro que nos lleguen a reconocer, sin mencionar que la empresa nos cuida sobremanera.

Lo más divertido de la noche era poder tener a mi disposición alguna fémina con la cual pasar la noche, puede sonar que soy el típico fuck boy de los clubs, pero sigo luciendo adorable.

Parecía que está noche no tendría mucha suerte pues no había nada de mi interés.

—Deberíamos irnos, ya estoy algún aburrido.

—Pero apenas iba a ir a bailar con Han.

Taehyung solo venía a estos lugares a hacer amigos, es más inocente que yo a pesar de que tenemos la misma edad.

—Ire por la cuenta mientras despídete de ti amigo.

—Ya que.

Camine hasta el bar para que escanearan mi pulsera y liberar la cuenta de los que consumimos, pero antes de llegar, algo llamo mi atención. Una chica de cabello muy corto rubio con un vestido rojo pegado al cuerpo apareció frente a mi.

Su rostro pequeño, piernas largas y torneadas, el escote de su espalda me dejaba ver los omoplatos marcados de manera sensual.

Regrese rápido con Taehyung, para decirle que los planes habían cambiado.

Después de dejar a mi amigos con la bola de personas con la cual había socializado me acerque a la chica del vestido rojo.

—Buenas noches —dije en el poco inglés que tenía, era claro que era extranjera.

Ella se giro hacia mi dándome una sonrisa asesina, dónde el tono brillante de su labial contrastaba con sus blancos dientes.

—Tranquilo, hablo tu idioma —se me acercó con su vaso de licor en la mano —adivino ¿Deseas invitarme un trago?

—¿Muy directo?

—Muy mi estilo.

—Perfecto, dime ¿Qué tomas?

Lo siguiente que paso fue estar en la camioneta de la empresa con ella sobre de mi, besándonos mientras la penetraba una y otra vez….