Pasaron unas horas en las cuales Kazutora dormía en su cama, cuando comenzó a despertar tenia algunas lagrimas en sus parpados, había tenido un sueño extraño, pero apenas se levantó le dieron unas náuseas que no creía controlar, fue hacia el baño y comenzó a expulsar lo que fuera que le cayo mal, era doloroso, ese ardor en su garganta no le gustaba y comenzó a llorar mientras las arcadas se hacían peores, en sus dedos sentía el frio del retrete y comenzó a temblar. 

No sabe en que momento llegó a su casa pero no importaba, cuando ya no sentía esa necesidad de vomitar se levantó para cepillar sus dientes y quitarse ese amargo sabor, luego prosiguió a lavarse el rostro y viéndose en el espejo pudo ver el reflejo de su madre en la puerta. 

—Madre.— Saludó luego de limpiarse el rostro con la toalla y pasó al lado de ella saliendo del baño, no tenia ánimos para verla, quería seguir durmiendo. 

—Hablemos, Kazu-kun. 

La mujer lo detuvo agarrando su muñeca, pero no hacía nada de fuerza, era un agarre débil como si estuviera casi rogando, Kazutora se dejo llevar por su madre hacia el sillón para conversar. Luego comenzó a escuchar todo creyendo que es una broma de mal gusto. 

La mujer comenzó a explicar con detalle que tiene un útero y tiene la posibilidad de tener un embarazo, contó que cuando le hicieron una revisión medica de niño el doctor dijo que en un futuro puede llegar a quedar embarazado, más no presentara algún ciclo menstrual por lo que solo es una posibilidad, la mujer no lo vio como un problema porque se aseguraría de casar a su hijo con una mujer, pero luego del maltrato de su esposo lo único que pensaba era en escapar y no permanecer en casa descuidando a su hijo. Cuando se divorció sólo se preocupaba en trabajar para que no le faltara nada a Kazutora y llegaran a juzgarlos, hasta que conoció a un hombre y se casó, comenzó a llorar pidiendo perdón por descuidarlo.

—Perdón, es mi culpa.— Mantenía su cabeza agachada mientras las lagrimas bajaban por sus mejillas. —No pude explicarte las partes de tu cuerpo y terminó de esta manera...

Kazutora no sabia que hacer, no sabía como consolar a las personas por lo que miraba a otro lado, pero seguía procesando que podía tener algo creciendo en su interior, estaba aterrorizado. 

—Yo, amo a Baji y no me arrepiento de nada, tampoco tengo intenciones de dejarlo.— No sabía que hacer. ¿Iban a ser padres? Ama al pelinegro, pero él. ¿Lo tomará bien? 

La mujer le entregó una prueba de embarazo, solo para que Kazutora confirmara lo que sucede en su cuerpo, el adolescente fue al baño y se encerró. Solo tardó unos minutos para que pueda ver el resultado y confirmó todo, salió positivo y lo único que sentía era miedo, no dejaba de ver la prueba sintiendo como el aire le faltaba, se sentía asfixiado. 

Su madre se acercó a la puerta pero no la abrió, solo se apoyó en esta. 

—No importa la decisión que tomes, estaré para apoyarte. 

No sabia que hacer. ¿Debería decirle a Baji o solo tomar una decisión apresurada?  

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Aquí habrá apoyo familiar, no será lamentable(?