cap 7
Adara:
No me puedo creer que haya bajado las defensas con este imbécil, normalmente no soy así, si hubiera sido otro; del tiro en su erección no se libraba, pero lo que me hace sentir Enzo con solo mirarme es inexplicable.
Tengo una sensación extraña cuando estoy con él, como si me recordara a alguien, alguien que me inspiraba la suficiente confianza como para bajar la guardia, pero veo que me equivocaba, es todo un idiota asqueroso.
Me siento humillada, nadie nunca se había atrevido a rechazarme y mucho menos por mi hermana menor, tiene que estar bromeando, no le puede gustar Liza, ni siquiera lo ví observándola en la reunión, esto debe estarlo haciendo por lo que le dije de su hermano, cosa que solo hice para molestarlo, Gabriel es un hombre muy apuesto pero no siento nada cuando lo veo.
Por otro lado con este imbécil es diferente, desde que su mirada y la mía se encontraron por primera vez todo fue muy intenso, y después de seguirme fuera de la reunión y tocarme para que no me fuera; sentí como todo mi cuerpo reaccionaba ante aquel contacto y todo se magnificó cuando levantó la mirada y la ancló a la mía.
Tuve muchas ganas de aceptar su invitación, pero recordé el odio que le tengo a estos franceses, llevan meses metiéndose en el negocio de mi padre y dando problemas y lo que le puso la tapa al pomo fue que intentaran matarnos mientras mi padre había accedido a negociar sin derramar sangre, fue bastante bajo, suerte que siempre estoy preparada para cualquier ocasión.
No podía confiar en él, más bien no quería y no se porque siento que es el tipo de chico que no se da por vencido, por eso le solté lo de Gabriel para que no se me acercara, perdí el control solo con unas miradas y un mísero contacto ¿qué pasaría si lo dejaba llegar más lejos?, no, no lo permitiría.
Pero no contaba con que se llevara mi daga y tuviera que ir a buscarla a su apartamento, estaba tan distraída desde que puse mis ojos en Enzo que la olvidé y eso nunca antes me había ocurrido, cuando llegamos al hotel y entregamos al niño ya eran pasadas las once, tomé una ducha y fui a comprobar que mi hermana estuviera bien, estaba orgullosa de ella, no había demostrado miedo a pesar de lo que estuviera sintiendo en su interior y fue toda una pantera, exactamente como yo le había dicho que fuera.
Fue Liz la que me preguntó si el chico de los “tatuajes que estaba buenísimo”, me había devuelto mi puñal, enseguida me alarmé y con una llamada averigüé su número, casi ni dormí de la preocupación, lo llamé varias veces pero no atendía, la daga es importantísima para mí la tengo desde pequeña y no pienso dejarla en manos de aquel imbécil por muy bueno que estuviese.
Las llamadas entre ambos esta mañana terminó por colmar mi paciencia y en instantes conseguí su dirección, así fué como terminé tirando mi orgullo por la borda y como no; si tiene un cuerpo que pareciese estar esculpido por los mismos dioses, una mirada que hacen que los latidos se me aceleren y ni hablar del olor que desprende, dios esto jamás me había ocurrido pero pienso devolvérsela.
A penas regresé al hotel mi padre me informó sobre el almuerzo que tendríamos para afianzar los lazos con los Cameron, no puedo esperar para devolverle el golpe a Enzo, si quiere jugar yo también puedo hacerlo y aunque me muera de vergüenza por lo ocurrido seguiré hacia delante como la diosa que soy.
Entro rápido en mi baño, necesito bañarme y quitarme todo rastro de vergüenza, fui traicionada por mi propio cuerpo, sabía que ir a su casa no era buena idea pero necesitaba recuperar mi daga, me contuve todo lo que pude por no bajar la mirada de sus ojos desde que me abrió la puerta, pero es que ellos también me hacen cosquillar lugares que no deberían hacerlo.
Mi autocontrol se fue a la puta mierda cuando se quitó la toalla que envolvía su cintura, tiene una verga tan grande y gorda que desde que la ví me dieron ganas de introducirla en mi coño y cabalgarla hasta quedar exhausta de placer, y ya cuando me arrinconó en su cuarto y sentí su erección y su lengua en mi cuello no pude más, mi líbido estaba en mil y sentí como me corría mi propia excitación por la cara interna de mis muslos, lo de la pistola fue mi mente tratando de recuperar la compostura, pero a quien quiero engañar no quería que se detuviera y si lo hubiese querido del tiro no se escapaba, se lo puse demaciado fácil.
Recordar nuestros besos hace que me estremesca, tiene un sabor delicioso y una lengua demaciado experta y ni hablar de los movimientos de sus dedos, me tenía gimiendo como una pocesa y no sé que me frustró más, si el hecho de que me haya negado venirme en sus manos o que me despreciará como lo hizo.
Salgo del baño y como siempre luego de ponerme mi ropa interior me coloco el arnés en mi muslo con mi daga, escojo un vestido azul que se ajusta perfectamente a mis curvas, es corto, una manga cubre completamente mi brazo derecho y tiene un corte bajo los senos que deja ver la parte izquierda de mi tonificado abdomen y espalda, unos hermosos tacones plateados cubren mis pies y lo convino con un sobre del mismo color de los zapatos, hoy voy completa de Dior, mi maquillaje es discreto y para terminar me roseo mi perfume, salgo de mi cuarto y dos de los hombres de mi padre me avisan que él se adelantó con mi hermana y que me están esperando para escoltarme por seguridad.
Entro en el restaurante y me llevan hasta el lugar reservado donde me esperan para almorzar, la mesa está lo suficientemente apartada para poder hablar sin que los otros comensales nos escuchen.
En las dos puntas se encuentran los dos líderes de las familias, de allí está Enzo a la izquierda de su padre y justo a su lado está Gabriel, mi hermana está sentada frente a este último dejándome el puesto frente al imbécil, ¡perfecto!.
- buenas tardes a todos y disculpen la demora.
- no te preocupes no llevamos mucho tiempo- me dice Liza con una sonrisa.
Mi mirada enseguida se clava en la persona que tengo en frente, está condenadamente sexi con ese pullover gris dejando al descubierto todos sus tatuajes que no son pocos y sus grandes músculos, este le queda bien ajustado marcando sus grandes pectorales, no lleva ningún brillante esta vez en su oreja pero un gran reloj le adorna su muñeca y su pelo está perfectamente peinado.
Aunque no quiera debo apartar mis ojos de los suyos pero no puedo es magnético, aprieto mis piernas al sentarme, solo bastó mirarnos de la forma en que lo hacemos para sentir mis bragas recién puestas mojarse y todo empeora cuando sus ojos no dejan de observarme, pero debo tener la mente fría, no soy una adolescente hormonal, es que ni siquiera en esa etapa de mi vida estuve así, enseguida abandono sus ojos y centro mi mirada en Gabriel.
- ¿y cómo estás el niño?, Espero que mi hombre lo halla tratado bien.
- Maxi está perfecto, me prometiste que nada le ocurriría y así fué, eres una mujer de palabra y te agradezco que no le hallas hecho daño, además me dijo que le dieron muchas golosinas y que las horas habían sido divertidas por los juegos.
- lamento haberlo tomado con él, en este negocio los niños para nosotros son intocables pero necesitaba un buen seguro para mi gente, espero lo entiendas y algún día me perdones, no sé lo que es un hijo porque aún no soy madre, pero adoro a mis padres y a mi hermana y no entendería si a alguno le pasara algo- no soy de pedir perdón pero mi padre me había pedido que me disculpara, no fue una de mis mejores decisiones porque nunca tocamos a niños pero era necesaria y en la guerra como en el amor...
- está bien, fue algo bajo pero entiendo tus motivos, dejemos el pasado atrás y tratemos de tener una buena relación por esta nueva y espero que duradera alianza.
-por las buenas relaciones y por una larga alianza- propone mi hermana un brindis donde todos levantamos nuestras copas y asentimos.
- y su hija ¿cómo se encuentra, debería preocuparme porque no esté aquí?- le pregunta mi padre a Scott.
- estaba indispuesta y todavía le duele el muslo.
- debería decirle que aunque estemos sintiéndonos mal; nunca se demuestra debilidad, eso es una de las cosas más importantes para que te vean superior y que tus enemigos crean aunque no sea así; que nada puede contigo.
- muy cierto, es una lección que debo enseñarle mi querida diosa.
- con todo respeto William tiene una hija muy hermosa- habla Enzo y siento que lo hace para atraer mi atención porque no he vuelto a mirarlo.
- mi hermana es sinónimo de belleza- responde Liza y le sonrío.
- no hablaba de su hermana, no me malentienda no digo que no sea bella, Adara es toda una leyenda de ferocidad y belleza pero me estaba refiriendo a usted.
Mi hermana se sonroja y mi sangre comienza a hervir, nunca e sentido celos de Liza y no voy a empezar ahora, pero no entiendo el ¿por qué de mi molestia?.
- Gabriel este hotel cuenta con un gran spa de lujo que de seguro debes conocer, estaba pensando si al terminar de almorzar quisieras acompañarme para conocernos mejor y así ir limando asperezas.
- es una gran idea- habla mi padre.
- será un placer acompañarte- responde el hermano mayor.
Sonrío y cuando miro hacia Enzo tiene tensa la mandíbula y lo noto enojado, ¡chúpate esa querido!.
- ¿entonces nosotros deberíamos tener algún plan también?- le pregunta Enzo a mi hermana- ¿si quieres?.
- me encantaría.
No puedo con lo que estoy escuchando, siento que las mejillas se me calientan por la rabia.
- ¿le ocurre algo señorita Beltrán?, Está un poco colorada- se dirige ahora a mí el imbécil.
- es cierto mi niña, ¿te encuentras bien?.
- perfectamente padre, creo que mi langosta está pasada de picante, debe ser eso- digo sin despegar los ojos de Enzo.
- Seguro al cocinero se le fue la mano con su plato, ¿Le ocurre mucho?- Sus palabras estan cargadas de sarcasmo.
Este me está tocando los ovarios, me está hablando con dobles intenciones, relájate Adara no demuestres que te molesta.
- no, es la primera vez, todos los platos que preparan para mí siempre están perfectos, debió ser que se distrajo y por eso se le fue la mano, pero estoy segura de que no volverá a ocurrir.
- Adara si quieres llamo al chef para darle la crítica.
- no padre no te preocupes, un error puede cometerlo cualquiera, estoy segura de que no tendré quejas la próxima vez, aunque para ser un chef tan experto como se hace llamar; su comida no es tan buena, he probado mejores platos- ahora soy yo la que ataco con sarcasmo.
- a lo mejor no estaba inspirado a la hora de preparar el suyo y por eso no te sabe bien porque el mío está estupendo y seguro el de tu hermana está para chuparse Los. Dedos. ¿qué opinas tú Liza?.
- yo lo encuentro todo a mi gusto, está delicioso, ¿segura no quieres llamar al chef?.
Enzo me sonríe con suficiencia y cuando estoy a punto de responderle el móvil de mi padre comienza a sonar, pide permiso un instante y se aleja un poco de la mesa.
- ten toma el mío- Gabriel me cambia los platos- aún no lo he tocado.
- muchas gracias tú si eres todo un caballero- le digo con mi mejor sonrisa y veo a Enzo fulminar a su hermano con la mirada, aunque este ni cuenta se da, está ocupado devolviéndome la sonrisa.
Mi padre vuelve a la mesa, me extrañó porque sus llamadas suelen ser largas.
- discúlpenme, es un amigo de la familia, Alex, que casualmente está de vacaciones en su rancho aquí en Francia y al enterarse de que estamos en el país quiso invitarnos a pasar el fín de semana.
- padre es una idea estupenda- digo enseguida al pensar que estos dos días estarán a mi favor a la hora de molestar a Enzo- espero le hayas dicho que sí.
- mi diosa, me encantaría pero estamos forjando esta alianza, no creo que irnos con Alex sea lo mejor.
- pero claro que sí, los Cameron pueden venir con nosotros y así conviviremos más.
- no lo sé...- habla Scott.
- ¿qué pasa no confían en nosotros aún?.
- bueno es que ayer...
- si mal no recuerdo fueron ustedes los que intentaron matarnos mientras nosotros queríamos llegar a un acuerdo beneficiario para ambas organizaciones, lo del pequeño solo fue mi método de defensa.
- en eso tiene razón mi hija.
- no podemos acabar de afirmar la alianza si no hay confianza, esa es la base de todas las relaciones y principalmente en este negocio.
- a mí me gustaría acompañarlos padre- dice Gabriel.
Scott luego de pensarlo por unos instantes más asiente con la cabeza y me enorgullezco de mi inteligencia.
- entonces llamaré a Alex y le diré que nos espere a lo grande.
Mi padre vuelve a levantarse cuando nos traen el postre y yo no dejo de pensar en las diez mil formas de molestar a Enzo.
- estás muy sonriente Adara, ¿te gusta el nuevo plan?.
- lo amé, Alex es un gran amigo de mi familia, él y mi padre estudiaron juntos en la universidad y hace un tiempo escuché de el rancho que tiene en la costa azul, creo que es en Calanque de port d'Alon, en la comuna de Saint-Cyr-sur-mer.
- es un muy buen lugar- dice Scott- entrar a la playa es difícil ya que está protegida, es una propiedad de una entidad de conservación del litoral, de hecho el acceso por tierra se realiza por propiedad privada desde la carretera.
- entonces será fácil para nosotros disfrutar de las olas en caso de querer ir a la playa- se entusiasma Liz.
- ya está, podemos irnos cuando queramos, solo debo avisar para que mande los helicópteros por nosotros.
- perfecto, entonces terminando con el postre nos iremos para poder hacer las maletas, ¿si no les molesta?.
- claro que no, nosotros debemos hacer lo mismo- dice mi hermana- menos mal que empaqué algunos biquinis de mi última colección por si se presentaba algo.
- sí, fue buena idea hacerlo.
- ¿eres diseñadora?- Enzo vuelve a hablar.
- sí, mi marca Beltrán se está espandiendo poco a poco, todo gracias a mis padres que me han apoyado en todo y a mi hermana porque es la mejor de mis modelos, no hay prenda que me use que no la venda como pan caliente.
Y vuelvo a sonreir al ver la cara de estupefacción que tiene el imbecil que tengo enfrente.
La foto del inicio es el apuesto William Beltrán, espero estén disfrutando de mi historia😘😘😘.
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