Enzo:

Por primera vez en mi vida me he quedado sin palabras al ver a una mujer, para mí todas son iguales, objetos sexuales que están para complacerme y servirme, algunas más bellas que otras pero al fín y al cabo ninguna me ha importado como para formalizar una relación, pero ver a Adara Beltrán Godoy es una cosa de otro mundo, parece una muñeca viviente, realmente es como si tuviera una verdadera diosa frente a mí.

Desde que entró en la sala me dejó impactado con la seguridad que emanaba y un poderío impresionante, su belleza no se compara a nada que halla visto antes y desde donde estaba me llegaba el aroma de su perfume.

Sus cabellos son como el fuego, no un rojo intenso, más bien un tono entre el rojo y el naranja que podría compararse con una hermosa puesta de sol, tiene un extraordinario color de piel que resalta sus bellos y raro color de ojos y un cuerpo tan exuberante que haría perder la cordura a cualquiera con el simple hecho de querer poseerlo, nuestras miradas no dejaban de encontrarse desde que llegó al lugar y desde que mis ojos la vieron mi miembro no a dejado de doler por el grosor y tamaño que a tomado.

Vine sabiendo lo que pretendía mi padre, trataría de convencer a los Borb de dejar de comerciar sus estupefacientes en Europa y si se negaban mataría a las cabezas más importantes de su organización, luego de un golpe así, por muy grande que fueran en este mundo, su clan se quedaría sin sus principales figuras, estarían sin líder y estando tan débiles no podrían contra nosotros.

Pero nadie vio venir que capturaran a Maxi, mi sobrino es el primer nieto de mi padre y este siente un gran amor hacia él, Adara me demostró en menos de media hora que no solo es una mujer hermosa y segura de sí, me confirmó los tan acertados rumores de lo inteligente y calculadora que puede llegar a ser, estuvo siempre un paso por delante nuestro y eso es digno de admirar

Todavía me sorprendo al recordar la forma en la que comenzó a reírse justo cuando el ambiente no podía estar más tenso, no se dejó amedrentar a pesar de estar “en la boca del lobo”, como ella misma había dicho y eso hizo que mi erección doliera mucho más de lo que ya lo hacía sintiendo como mi boxer se mojaba tanto por primera vez.

A mi padre no le quedó de otra que bajar su cabeza y como sabía que para él iba a ser difícil tragarse su orgullo, hice lo mejor que podía hacer por nuestro futuro, pedir perdón e intentar que reconsideraran su decisión.

Pero siempre existen daños colaterales, perdimos uno de nuestros mejores hombres y mi querida hermanita terminó con un tiro en su muslo molestándome de sobre manera pero no podía hacer nada, Adara es tan letal como nos habían dicho, pero ver en vivo y en directo como asesina y comprobar con mis ojos lo certera que es con su puntería a la hora de defender a los suyos es algo que me excitó más de lo que quiero admitir, el tan escuchado seudónimo de Diosa de la muerte le queda como anillo al dedo.

Debo admitir que a pesar de saber que tenía que sacar mi arma para defender a mi familia cuando todos lo hicieron no pude, no sé dónde coño tenía mi cabeza; pero si de algo estaba seguro era que lo último que quería hacer era matarla y nunca utilizo un arma sino es para matar, una vez que apunto nunca fallo.

Luego de dejar en claro quién lleva la batuta, restregándonos en la cara a todos y en especial a mi hermana de que mi padre puso el negocio por encima de su hija y que con su familia nadie se mete, salió de la sala dejando a los dos líderes poniéndose de acuerdo con los términos de la alianza.

Un deseo incontenible me hizo levantarme de mi puesto, sacar su daga de la cabeza de el hombre que yacía en el suelo, limpiar la sangre que manchaba su hoja con la misma ropa del infortunado y recorrer el mismo camino que ella había tomado guardando la daga en mi bolsillo trasero; la encontré recostada a la baranda de la escalera desde donde se podía ver todo lo que acontecía en el primer piso.

- si vienes a reclamarme algo puedes...- cuando se dió la vuelta y vió que era yo se calló enseguida- he... yo pensaba que eras mi hermana.

Sonreí porque en ese instante se veía de una forma totalmente diferente a lo que había visto hacía cinco minutos atrás, aunque enseguida recuperó la actitud que tenía en la reunión.

- no te preocupes, yo no voy a reclamarte nada- dije para relajar un poco el ambiente.

- ¿no?, Pensé que venías a tomar venganza por tu hermana y tu sobrino.

Realmente no me gustó el disparo que mi hermana recibió, hizo para colmo que le pidiera perdón para que la llevaran a curar dejándola más humillada de lo que estaba y lo de mi sobrino ni hablar, solo tiene cinco años, la misma edad que tenía...

- mi hermana se lo buscó por hablar de más- dije un poco brusco, tratando de olvidarme de lo que estaba pensando- y lo de mi sobrino tengo fé en que cumplas tu palabra y lo devuelvas sano y salvo, no comparto lo que hiciste pero entiendo que lo hallas hecho para proteger a tu familia y a tu gente.

Me tragué lo que realmente quería soltarle, amo a mi familia pero necesito ganármela y que confíe en mí. Me miró con el entrecejo fruncido como tratando de ver a través de mí.

- ya dí mi palabra, al niño no le ocurrirá nada siempre y cuando a nosotros tampoco- me dijo bastante seria- mi padre pudo haberles dado una oportunidad pero yo no soy como él, no confío en ustedes y si nos traicionan, voy a venir desde donde esté y les abriré la garganta a uno por uno, eso después de que me halla divertido torturándolos, y comenzaré con ese niño que hoy juré no lastimar, ¿te quedó claro?.

- transparente- le contesté reteniendo las ganas de reírme en su cara.

Si con esa actitud acojona a los otros a mí solo hace que me prenda más y no voy a parar hasta que esta diosa esté suplicándome que la haga mía, porque es lo que ocurrirá, no hay mujer que se me resista.

- pues dejando las cosas claras...

- ¿quieres dar una vuelta?- la corté antes de que siguiera hablando y se alejara de mí sosteniendo su brazo.

Tocar su delicada piel hizo que me recorriera una extraña sensación en mi organismo y todo empeoró cuando subí los ojos desde donde la tocaba y terminé de reflejarme en los suyos, fue muy intenso, pero tengo que tener claro algo que nunca debo olvidar, me voy a vengar de la preciosura que tengo delante y nada de lo que ella haga me va a hacer olvidar que quiero dejarla hecha mierda como un día ella me dejó a mí.

La solté enseguida cuando las ganas de hacerle varias cosas perversas se recrearon en mi mente y pude ver qué a ella también le había afectado ese instante entre los dos.

- no lo sé...

- yo diría que me lo debes por compararme con tu hermana, digo, es muy hermosa pero no me veo tan delicado, ¿o sí?.

Sus labios carnosos soltaron una pequeña risa que al darse cuenta enseguida sustituyó por su armadura seria.

- ¿y a dónde quieres llevarme?.

- no lo sé, podemos ir donde tú quieras, ¿Has venido mucho a Francia?.

- cuando era más jóven por negocios de mi padre, pero es un país que siempre he querido conocer, me parece sumamente hermoso.

- ¿si quieres puedo mostrártelo?.

Miró hacia la sala vip dónde aún se llevaba a cabo la reunión y ví un brillo en su mirada, aunque la respuesta fue totalmente diferente a la que pensé que me daría.

- quizás otro día.

No estoy acostumbrado a un no por respuesta y más cuando veo claramente en sus ojos que quiere algo diferente.

- es una pena, tengo mi helicóptero en el techo del club esperándome, París de noche es toda una belleza.

- soy la mujer que tiene a tu sobrino, mató uno de tus hombres, le pegó un tiro a tu hermana y la humille hace minutos e hice que toda tu familia incluyéndote se tragaran sus amenazas, ¿te crees que soy imbécil?, no voy a ir a ningún lado contigo y quiero que nuestra relación sea estrictamente de negocios, no me interesa cruzar esa línea y no se a que estás acostumbrado pero conmigo te equivocaste.

Adara está acabando con el poco autocontrol que tengo y no se que me molesta más, si es que sea tan inteligente para darse cuenta que tengo otras intenciones o que me rechace como acaba de hacerlo.

No me deja decirle nada más, da la vuelta y comienza a dirigirse de nuevo hacia la reunión cuando vuelve a hablar volteándose hacia mí.

- otra cosa, ¿Enzo verdad?- ni siquiera asentí tenía ganas de coger a esta mujer por el cuello pero al mismo tiempo también deseaba meterme entre sus piernas, empalarla con mi miembro y que gimiera tanto de placer para que no se le olvidara mi nombre nunca más- si esta es la idea de tu padre para hacerme caer debió mandar a tu hermano, no eres para nada mi tipo, no causas ningún efecto en mí.

Y diciendo esto acabó por entrar en la sala, el pecho me sube y baja a gran velocidad, no recuerdo la última vez que algo me había afectado tanto en solo segundos y tengo que admitir que hirió mi orgullo de hombre, pero me las vas a pagar Adara, voy a conseguir que te arrepientas de cada palabra y que te arrastres a mis pies porque cuando quiero algo no paro hasta conseguirlo y esto no va a ser la excepción.

No volví a la reunión, subí hasta el techo y me monté en el helicóptero, yo mismo lo manejo, aprendí hace mucho y ahora mismo tengo ganas de acabar con lo primero que se me atraviese alante, me saqué la daga del bolsillo y la tiré al asiento del copiloto, pensaba dársela pero realmente lo olvidé, ahora para recuperarla va a tener que venir a mí y voy a disfrutar ver como me pide que se la regrese.

Marco el número de Clara, la hija de uno de los hombres más importantes entre los traficantes de órganos de España, tenemos negocios con Hugo Rodríguez hace tiempo y desde que su hija me vio hace dos años quedó prendada de mí, tengo muchas mujeres a mi disposición a cualquier hora pero con Clara la cosa es más fácil, sabe como soy y respeta eso solo por tener algunas migajas de mi atención, atención que no me cuesta mucho darle porque es una mujer hermosísima, rubia, de ojos verdes y un cuerpo esbelto con curvas, está aquí hace unos días por negocios y voy a aprovechar eso a mi favor.

- hola guapo, ¿Me extrañabas?.

- déjate de tonterías, te necesito en mi apartamento ya.

- mira que suerte, curiosamente estoy muy cerca, dentro de veinte minutos llego.

Cuelgo sin más, no tengo ganas de hablar ni de ser condescendiente con nadie, solo quiero liberar está tensión que llevo dentro, aterrizo el helicóptero en la terraza de mi edificio y enseguida me dirijo con el cuchillo que tiene en su empuñadura un rubí a mi apartamento, abro la puerta y Clara llega en ese preciso instante, es ella quien cierra  luego de entrar.

- ¿qué ocurre..?

No la dejo terminar de hablar, le callo la boca con un beso cargado de rabia, ella enseguida me lo corresponde y comienza a quitarse la ropa, es algo que no me gusta hacerle a ninguna mujer, tienen manos para hacerlo ellas mismas y más si están desesperadas porque yo me acueste con ellas.

Me quito la ropa, normalmente son ellas las que siempre me desvisten ansiosas por ver, tocar y sentir mi cuerpo pero hoy estoy algo acelerado debido a cierta pelirroja, la lanzo a la cama en cuanto llegamos al cuarto y sin mostrar un ápice de cariño ni saber si está preparada para mí me pongo el condón y introduzco mi erección de una sola embestida en su vagina, dejando la daga en mi mesa de noche.

Mis movimientos de caderas son duros y bruscos pero allí está Clara gimiendo de placer y desesperada porque la bese; cosa que hago pero en cuanto pongo mis ojos en los suyos y veo que no es ni por asomo el verde que verdaderamente quisiera estar poseyendo dejo de besarla y no se porque pero mi rabia crece demostrándolo con mis embestidas.

- pégame- me dice y no pongo peros cuando le volteo la cara de un galletazo, fue bastante liberador y al parecer eso la prendió mucho más.

- no pienso ser cariñoso y hoy mucho menos, así que estás a tiempo de marcharte.

- si sigo aquí es por algo, no te preocupes por mí que lo estoy disfrutando muchísimo.

Y sin importarme en lo más mínimo le doy la vuelta dejándola en cuatro sobre mi cama y envolviendo su pelo en mis manos para jalar cada que quiera y vuelvo a introducirme pero esta vez por su culo, está bastante apretado y me costó un poco al principio pero nada que un poco de vaselina no resolviera, no quiero darle placer, es más no me importa, solo quiero desquitarme con alguien el desplante de Adara y sentirme bien yo, le dejé las nalgas coloradas después de azotarlas con mis manos a mi antojo; terminando de liberar toda mi eyaculación y sin darle tiempo a nada le pedí que se marchara.

- Enzo pero es tarde, puedo quedarme y así repetimos todas las veces que quieras.

- ya me sacié y sabes que no duermo con nadie, siempre has estado de acuerdo en como soy por eso recurro más a tí que a otras, no me hagas cambiar de opinión.

- está bien no te molestes ya me marcho, me voy mañana en la noche para Barcelona, ¿Cuándo vas por allá?.

- no lo sé - y le dí la espalda entrando en mi baño para una ducha.

comienzo del capítulo tienen una foto de nuestro sexi protagonista😘😘😘.