37
-Ya deja de mirarme como un imbécil, ¿Quieres, Kim Nam Joon?, ¿Acaso te gusto, Oke putas?- descargo de muy mala gana los pergaminos que tenía firmando mientras me colocaba en pie. El estruendo contra la gran mesa redonda provocó que el resto del gabinete en la junta me mirasen en lo que el moreno desvió su vista a otra parte.
Desde que Kim Seok Jin lo trajo anda todo callado, pensativo, como si quisiese decirme algo realmente importante pero no se atreve. Yo mismo fui directo a servirme una copa de vino; el aire se sentía algo tenso, incómodo, y lo que más detesto es que me oculten información. De reojo miré al moreno, calculé cuidadoso su evidente ansiedad, estaba inquieto, lo delataban el restregar las palmas de sus manos entre si, y el que a ratitos medio observaba al resto de ancianos.
-Disculpe, su majestad, no fue mi intención incomodarlo- hace aproximadamente media hora se le había quitado su estado de shock cuando me vio entrar al salón del trono y pararme frente a él. Se le dibujo una sonrisa al saber que estaba vivo, pero ya después de un rato en que comencé a informarle sobre lo que pensaba hacer, apartir de ahí inició su extrañeza. Al principio no le presté atención, dado que los de la corte aparecieron haciéndonos compañía para organizar entre todos una solución rápida a lo que se presentaba después de que Shi tomó el cargo en Daechwita. Comenzó el debate sin más espera pero lo raro es que en todo el largo rato que llevamos aquí, NamJoon no a aportado nada, solo me mira con detenimiento poniéndome nervioso.
-Retirense. Déjenme sólo con Kim Nam- hablé para el resto de congresistas. Cada uno de ellos se miraron entre si, y asintiendo se levantaron de sus respectivos asientos. En total silencio abandonaron el lugar, mientras los veía salir, me servi otra copa de vino y la coloque enfrente de su nariz- Bebelo- le ordené. Él arrugó el entrecejo extrañado pero aún así obedeció tomándoselo en un solo sorbo- Ahora si, cuéntame, ¿Qué fregados ocurre contigo?- corrí la silla ocasionando un ruido bastante irritante, uno en el que a NamJoon le molestó pero no tuvo la suficientes pelotas para replicar sobre ello. Muy tranquilo me senté cruzando la pierna, me tomé de brazos cruzados y le miré esperando una respuesta concreta.
-Alteza, yo-.
-¡Habla rápido!- perdía mi paciencia, lo cual el de tes bronceada notarlo, agarró agallas y decidió hablar. Sus ojos enfrentaron los míos, y apesar de que todavía no haya dicho una sola palabra, por medio de ellos radiaba una verdad oculta.
-¿Qué se siente tener a su hermano gemelo tan cerca?- su dicho me confundió. ¿Ahora de que mierda habla? ¿Estará fumando hongos que no debe?.
-¿Qué?- arqueó una ceja.
-Hablo de su hermano, ¿Cuando recupere Daechwita le devolverá a Suga lo que le pertenece por derecho propio?- inmediatamente tiré la silla patas arriba al levantarme. No le respondí, quizás enseñaba confusión en mi rostro, pero ya tenía una idea de que me estaba hablando- Majestad, Do_Sung es su hermano gemelo llamado "Suga", su hermano- completó. Casi me voy para atrás ante tal noticia, anche los ojos y se me despegaron los labios.
-¡No!- atónito retrocedo varios pasos hacia atrás, le doy la espalda, pienso y pienso en la posibilidad pero es imposible- ¿Do_Sung, hermano mío? ¡No puede ser!-
-Este secreto solo lo sabía su padre, mi padre Bae y yo.
-¿Qué dijiste, gusano?- furioso me volteé a verlo. NamJoon se levantó de la silla y agachó la mirada- ¿Como que secreto? ¿DE QUÉ PUTO SECRETO ESTÁS HABLANDO QUE SOLO LO SABÍAN USTEDES TRES? ¡EXPLÍCAME!- exigí desesperado. Kim sobo el poco bozo que tenía, y terminó por contarme lo que sucedió hace 37 años atrás.
-Hace varios años atrás, cuando su madre la emperatriz Min_Shu_Ki dió a luz una noche del 9 de marzo, nacieron dos preciosos niños. Su padre y emperador Agust, al recibir la gran noticia, se llenó de emoción al escuchar por parte de la partera que no solo un príncipe había nacido, si no que eran dos- pauso. Atento lo escuché- Su alteza estaba ahí, viendo la escena del parto con sus propios ojos, y al escuchar el fuerte llanto que desprendió usted, mi soberano, a su padre lo embriago una enorme alegría.
-¿Osea que yo fui el primero en nacer?..-
-Asi es, majestad- lo confirmó- Su padre lo cargo e incluso lo levantó al aire entregándolo a los dioses para que siempre lo cuidarán. Lastimosamente no ocurrió lo mismo con su hermano gemelo Suga- frunci el ceño asombrado, le pregunté el porqué con la expresión- Su hermano Suga no llenó los requisitos de su padre, consideró que su llanto no era tan fuerte y como tal, desde tan pequeñito lo tacho como un "Son débil". No quería un hijo blandengue pretendiendo a la casa real y mucho menos al reconocido apellido Min, por eso lo apartó del seno de su madre y el mismo se lo llevó.
-¿A dónde lo llevó?- Kim soltó un respiro, incrementando mi ansiedad por saber lo siguiente- ¡HABLA YA! ¿MI PADRE QUE HIZO CON ÉL? ¿QUÉ HIZO CON SUGA?-
-Estaba dispuesto a quemarlo vivo en la mesa echa de piedra- dijo. Más perplejo quede- Era definitivo que su padre no quería a su hijo, por ser un bebé débil, pero mi padre al darse cuenta que esto era una locura, se lo arrebató de las manos y le aseguró que él mismo se encargaría de desaparecer a Do_Sung sin la necesidad de quemarlo. Agust estuvo de acuerdo, y sin protestar aceptó, mi padre Bae se lo llevó con el muy muy lejos, se lo hizo entrega a una muy buena familia para que cuidarán de el, y en cuanto se apareció ante tu padre, le aseguró que los lobos lo habían despellejado- pensativo volví a sentarme, Kim prosiguió- La familia que cuidó a su hermano pertenecían a esta aldea en Dae Jang Geum, como sabe él tiene más derechos aquí que usted que es el soberano, por eso le pregunto si está dispuesto a darle lo que por derecho propio es de él- me miraba detenido.
-¿Mi madre nunca se enteró de esto?-
-No, majestad- tomó asiento también- Su padre Agust le dijo que el bebé murió a las horas, que por eso no pudo amamantarlo.
-Mi padre es un...- cabreado pensaba escupir lo que se merecía, pero en este momento yo lo debieron consumir las llamas del infierno- ¿Por qué Bae no me contó esto antes? ¿Por qué tú no me lo dijiste?- me ofendió su silencio por tanto tiempo.
-Porque en ese entonces a usted solo le importaba el poder, y si se lo decía, estoy seguro que hubiera mandado a matar a su propio hermano para que no le quitara nada de lo que es suyo, ¿O me equivoco?- se puso serio. ¡Vaya! ¡Vaya! Su golpe fue demasiado certero.
-Tienes razón, te lo admito, ese hubiera podido ser mi proceder- lo medité concentrado.
-¿Qué piensa hacer ahora alteza, que le conté todo esto, y que ahora sabe que tiene un hermano?-
-Lo primero que haré, es recuperar Daechwita, y cuando lo obtenga, le devolveré a Suga su aldea- soné tan seguro, el moreno sonrió estando de acuerdo.
-Me parece muy bien, majestad. Sabía decisión- se cruzó de brazos.
Todo tiene lógica ahora, Do_Sung no es cualquier aldeano parecido a mi tan solo porque Agust me aseguró que hay otro tú en cualquier parte del mundo. Do_Sung no es otro yo, Do_Sung es mi hermano gemelo, mi hermano llamado Suga, ¿Pero por qué me mintió con respecto a su edad? ¿Por qué no fue a Daechwita a reclamarme su posición y prefirió vivir escondido como un vándalo en Dae Jang Geum? Él hubiera podido disfrutar sus épocas de riqueza y mandato junto conmigo, pero no lo hizo, más bien escogió aguantar hambre..ser humillado mientras yo tiraba al aire.
Por reglamento el poder sigue recayendo en mi al ser el hermano mayor. Podremos ser gemelos, pero yo nací primero, y así que sigo siendo el soberano supremo de la nación...
•DOS DÍAS DESPUÉS•
(Adrianna)
Es ridículo que me aigan mandado a llamar hacer presencia en una estúpida reunión que no tengo nada que ver. Aproximadamente son las diez de la mañana, mis pequeñitos los dejé al cuidado de las nuevas chicas del harén, y ellas muy amablemente se quedaron jugando con ellos en el jardín. Cada dos o tres meses son cambiadas las concubinas, no se porque Shi ordena ello, quizás no es lo suficientemente hombre para complacer a ninguna.
Cuando el nuevo emperador tomó el cargo, lo primerito que imaginé es que este desgraciado al enterarse que era una de las mujeres de Min Yoon Gi, me desterraria del palacio o me mandaría a matar, pero no, no fue así, más bien me doy cuenta que le gusto, que me devora con su mirada, así se llene la boca diciendo que jamás tocaría a alguien que Min uso por tanto tiempo. Todos me aseguran que Shi no sabe que yo tengo hijos, pero aveces pienso que eso no es cierto, no creo que él sea tan tonto, por eso a mis pequeñitos los mantengo lejos de él, para que no le haga ningún tipo de daño.
-Señora Adrianna- los vigilantes me dedicaron una reverencia, me abrieron la puerta del salón y una vez ingresé taconeando al salón, los del senado dirigieron su vista hacia mi. Shi Yong Jan se encontraba sentado en el mismo sitio donde solía sentarse Min, y aunque no quise mirar a nadie, terminé haciéndolo y entendiendo el porqué me citaron.
¿Qué significa esto? ¿Quienes son cuyos viejos de vestidura dorada? ¿Quién es el muchacho tan apuesto que los acompaña? Por sus finos accesorios, entendí que vienen de un rango superior, ¿Más que el emperador? ¡No lo creo!.
Al sentarme, uno de ellos se colocó en pie, eran más de 1000 los presentes, entre congresistas, gobernadores, y delegados. Sus diferentes grupos lo revelaban en colores; unos eran amarillos, los otros azules, rojos, verdes, morados, naranjado, pero los que más tenían, eran los dorados. Una reunión super importante se convocó, pensé que solo yo estaba metida en la colada, pero tarde me di cuenta que el sumo sacerdote Park también estaba aquí, con sus colegas, y la sacerdotisa.
-El monarca Jeon Jung kook, va a hablar- el ancianito canciller dió el permiso sentándose después. El tal Rey de quién sabe dónde se colocó en pie, acomodó su Hanbock y llevó sus manos hacia atrás.
-Sere rápido en lo que diré y espero no ser interrumpido por nadie- advirtió. Y ¿Este quién se cree? Tan solo es un monarca, no pretendo defender a Shi, pero hay que destacar que es el emperador de quien estamos hablando- El soberano de las lejanas tierras en Dae Jang Geum, les invita a todos a una fiesta que realizará dentro de dos semanas. Espero no falten, porque a su alteza lo tomará como una grosería de su parte y tomará represalias no muy agradables.
¡Esperen un segundo! ¿Dijo el SOBERANO de las lejanas tierras en Dae Jang Geum? No se supone que el emperador está aquí, ¿De qué está hablando este loco?
Shi se colocó en pie ante lo absurdo- ¿De qué hablas Jung kook? Sabes muy bien que el único emperador soy yo.
El monarca giro su vista hacia el sin gravedad.
-Es cierto, usted el emperador de este imperio, pero yo estoy hablando del SOBERANO, autoridad suprema de la nación, y ahí hay una gran diferencia de estatus.
-ESTE TIPO SE VOLVIÓ LOCO- le tacho Shi señalándolo con ojos abiertos- YO SOY LA AUTORIDAD, YO SOY EL EMPERADOR, NO HAY NADIE MÁS QUE GOBIERNE QUE NO SEA YO-
-LEA LEYES, SEÑOR- le mando a callar con eso- Y encontrará la diferencia entre un aldeano, un esclavo, un ciervo, un soldado, un guardia, un vasallo, un delegado, ministro, congresista....un MONARCA, un EMPERADOR, y un SOBERANO- fruncia su ceño- Hay alguien más por encima de usted, un reinante conquistador invicto, que nos sobrepasa a cada uno de nosotros. Quiera o no, emperador Shi Yong Jan ira a brindarle respeto al soberano HANGUL en la aldea Dae Jang Geum, e dicho- palmeó la mesa. Jimin no pudo aguantar la carcajada, todos lo miraron.
-No puedo creer que hay alguien más poderoso que el emperador de Daechwita- se ventilaba con su típico abanico negro- Sea como sea tengo que conocer al soberano HANGUL, ojalá sea un bombóncito- se levantó del asiento- Dos semanas ¡Eh!.. pues en dos semanas yo estaré allá conociéndolo.
Shi se podía reventar de la rabia. El monarca Jeon Jung kook ante todos abrió un pergamino, enseñó la firma que lo aseguraba, y un sello que indicaba como válido.
-Como ven aquí, damas y caballeros, el decretamiento tiene el sello REAL, firmado y tachado con la argolla, ¿Usted no tiene un anillo, verdad?- al cerrar el papiro y Shi esconder su mano, demostró que todo era así como lo decía el monarca. Jungkook medio sonrió mientras envolvía el pergamino, sus ojos se recrearon en los míos- No vayas al faltar, señora Adrianna, y le suplico, que lleve consigo a sus hijos.
Yong Jan rápidamente me miró sorprendido. ¡Por los dioses! ¿El monarca como se le ocurre DECIR eso delante de ese asesino?.
DAE JANG GEUM.
(Min)
El extrañar el provocativo cuerpo de Adrianna hace que pierda la razón. Cada mañana me levanto ardiente, con ganas de sexo, y el castigo torturador que recibo gracias a los sueños húmedos, me despierta el tentado de tomar a cualquier prostituta para calmar mis deseos. Pienso en sus senos, en lo estrecha de su cintura, lo ancha de sus caderas y me fundo en la absurda masturbación, no queriendo engañar a mi mujer por un ratito pasajero. Solo la quiero a ella, anhelo penetrarla como lo hacía antes, y oírla gemir en mi oído mientras rasguña mi espalda con sus uñas.
Salgo del baño pensando en ella, ¿Qué tanto habrá cambiado? ¿Se volvería más hermosa, o habrá un puto por ahí que la estará cotejando? Mataré al quién sea valiéndome un peo si ella gusta de él. Ella es mía, y ya no soportó más teniéndola tan lejos de mi...
Cuando la vea lo primero que haré es hacerla mía, matar estás ganas contenidas que ya no me deja tener vida.
-Majestad, lo estaba esperando-
Con la toalla envuelta en la cintura, me topé con cierta chica de pelos rojizo que sonriente me esperaba sentada en la orilla de la cama. Abrió sus piernas descaradamente, enseñándome los vellos de su vagina mojada, y un pene que reaccionó al momento.
Hana es la hija del yerbatero que me curo hace muchos años atrás. Cuando la conocí recién era una jovencita de 16 años, pero ahora ya es toda una mujer..
La diferencia del Yoongi del pasado al de ahora, es que ya no me escabullo a un harén. Así Hana sea una de mis concubinas, no e tocado a nadie desde que llegué, por eso el desespero en ser la primera...
-Lo necesito mi soberano, hágame suya se lo suplico..-
Hola linduras.
Espero les guste el capítulo.
¡Gracias por leer!
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