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26

-¡¡NOS ATACAN!! ¡¡NOS ATACAAN!!-

-Venga conmigo, doncella Adrianna- reaccione a la defensiva jalando mi brazo con susto una vez sentí que lo cubrieron con cuya palma de mano helada. Al girar en mis talones para descubrir su rostro con párpados grandes, me di cuenta que nada más se trataba del concejo Kim Nam Joon. Se veía cansado, pero aquello no era más fuerte que la preocupación que cargaba encima debido a la grave situación que nos encontrábamos todos atrapados- La llevaré a un lugar seguro, no se asuste- se obligó a enseñar sus dientes en una sonrisa falsa para no alarmarme más. No esperó a que aprobará su decisión cuando de nuevo me sujeto dispuesto a llevarme consigo.

-Nam, espera...- su acoso era mucho, tanto que por poco me voy de punta pie- Me caigo, más despacio..

Mentalmente el muchacho sabía que lo primordial es cerciorarse sobre mi absoluta protección. Estoy completamente segura que si Min estuviese aquí, eso era lo primero que lo mandaría hacer..

Con el corazón agitado, confundida, pensativa y asustada me dejé manejar como si fuese un maniquí andante. Arrastrada, con la presión del agarré en mi muñeca y en shock, no presté atención , no oí, no entendí lo que el moreno ordenaba a gritos a cada pelotón de soldados que se acercaban para ser informados en que puesto de batalla les tocaba a cada uno. Las estruendosas explosiones que sacudían a daechwita ocasionaban en mi el pavor total; temblando, muerta del miedo, con los ojos humedecidos, me liberé del apretón de Nam y me acurruque en el suelo para enseguida cubrí mis oídos. Cerré los ojos con fuerza, y me impedí llorar..

-No hay tiempo para esto, Adrianna-

Kim envolvió sus brazos en mi cintura y de un solo tirón me levantó del piso logrando ponerme en pie

-Se que tienes miedo, yo también lo tengo, pero antes necesito ponerte a salvo. Así hubiera querido el soberano- me llevó con él apresurado y en su mente fijo refugiarme en un lugar seguro.

Caminamos muchos pasillos, bajamos sentenciales de escalones, y en cuanto mi calzado se fundió en el fango saliendo afuera, me da la clara sospecha de que ya estuve por aquí antes, el sitio se me hacía conocido. 

De un momento a otro el cielo se iluminó, todo tembló y me pareció que el planeta entero fuese a colapsar.... pero afortunadamente no fue así, el resplandor cesó indicándome que no pasó nada más de un estallido de bomba contra el suelo que no tuvo nada que ver con el firmamento. Es de noche, y es natural que las luces se hagan notar entre la oscuridad..

-Corre Adrianna, ya falta poco-

Precisamente este no era la zona de combate, pero vi tantos muertos regados por lado y lado, tanto enemigos como soldados de daechwita, que mil cosas negativas golpearon mi mente como olas desesperanzadas. Una de ellas era que no importaba el lugar donde me escondiera, tarde o temprano sería descubierta.. .

-Quédate aquí con los demás, y no salgan hasta que yo  mismo venga a decirles que el peligro paso  - me embutio en una especie de habitación pobretona, se olía a humedad y mugre también. Debí ser un tantito astuta en pensar que no hay otro sitio en este enorme castillo para refugiarse, que no sea en el campamento de esclavos. Evangelina se aproximó para abrazarme igual de horrorizada que yo, todas estábamos aquí, en este cuchitril, aguantando el desagrado para sobrevivir.

Claro está que a mi esto no me afecta en lo absoluto, muchísimo antes ya había pasado por esto, lástima que no PUEDO decir lo mismo de las del harén, y las cuatro reinas imperiales que no conocen este mundo.

-¿Yoongi vendrá, verdad que sí, NamJoon? Él vendrá a defender su gente- el de bata roja evitó verme a los ojos, su mirada se entristeció, indicándome con ello que lo más recomendable es no hacerse ilusiones- Él tiene que venir, NO NOS PUEDE DEJAR SÓLOS....NO PUEDE PERMITIR QUE MURAMOS EN UN HUECO ACORRALADOS COMO ANIMALES, COMO PRESA FÁCIL. YOON GI TIENE QUE VENIR..

-ÉL NO VENDRÁ PORQUE NO LE IMPORTAMOS- sus palabras fueron directas, hirientes- Yo haré lo que esté a mi alcance para protegerlos a todos- agaché la mirada enfocando a la nada. Apreté los puños temblorosos y renegue que Min fuese capaz de hacernos esto- Todo lo que esté a mi alcance- repitió- Mientras tanto ustedes oren, oren mucho a los dioses para que nuestras armas se multipliquen, y para que podamos derrotar al enemigo.

-¡¡SEÑOR KIM!!! QUIEREN ENTRAR AL PALACIO, Y LOS PELOTONES SE DESAGRUPARON.

Nam seguía con su mirada puesta en la mía- Me tengo que ir..- dicho ello cerró la puerta de madera podrida, que al cerrarla medio se cayó dejando a la vista un considerable agujero. Cubrí mi boca con ambas manos, caí arrodillada en la áspera tierra, y respiré profundamente reteniendolo en los pulmones. La castaña igualmente cayó conmigo, abrazada sin querer soltarme mientras acariciaba mi cabello..

-Evangelina, yoongi no vendrá...- hablé entre un susurro mientras una mueca de llanto en mi boca se formaba- NamJoon tiene razón, dejamos de importarle. Yo ya no le importo- la chica no respondió nada, quizás ni era necesario de lo que lo hiciera...

No fue la preocupación de ver un daechwita ser inundado por las fuerzas enemigas que me impulsó en ir a su ayuda, en realidad fue el miedo que me dió al pensar que puedo perder a la única persona que me ha importado realmente, y todo por mi maldito orgullo.

Pude haberme marchado del palacio, pero de la aldea jamás. Sé perfectamente bien como funcionan las estrategias, y si yo en algún momento me retiro, obviamente irán atacar a mi gente por solo el hecho de que los dejé a su merced. En ningún momento los desprotegi, me dió cólera la manada de mierda que escupió Kim Nam Joon sabiendo que todo eso es mentira. Sé que suelo tomar medidas drásticas, aterradoras a decir verdad, pero siempre pienso en lo que le conviene y no a mí pueblo.
Si solo pensara en mi mismo, no me apuraria en ir para allá como en estos momentos me dirijo en caballo.

-¿QUÉ HACEN OCULTÁNDOSE COMO COBARDES? DEMUESTREN QUE SON DIGNOS HOMBRES DE DAECHWITA, PELEEN POR MÍ QUE YO PELEARÉ POR USTEDES-

Al aparecerme ante mis hombres, les hice recobrar la confianza que poco a poco iban perdiendo al imaginar que serían derrotados.

-¡¡SI, SEÑOR!!-

Corearon en un grito guerrero mientras me acompañaban a luchar. Lograron tumbarme del caballo pero el manejar mi espada con espectácular habilidad, eso es algo que no podrán arrebatarme..

Hace mucho no me sentía tan vivo como ahora me estoy sintiendo. El combatir por los míos me hizo abrir los ojos y entender que esto es lo correcto como el emperador que soy.

Dirigí allí, mandé allá, y ordené acá. Ya venía puto por atreverse atacar mi palacio y mi pueblo aprovechando que no estaba, pero mi ira incremento al tomarse la osadía de cortar un mechóncito de mi larga cabellera rubia con su sucia arma. Mi melena es lo que más me cuido y lo que más me envidian, un rubio natural, brillante, suave, mejor que el de cualquier mujer...(mejor que el de Rapunzel)

Arremeti con furia incrementada. Tanto que grito "quiero que le corté la cabeza" , y en esto que se presentó si que me lucí.
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-¡REPLIEGUENSE!-

Ante mi orden, mis pelotones se volvieron agrupar como hormiguitas. Pensé que me había quedado sin hombres al ver tan poquitos, pero estaban tan mal ubicados, que por eso el enemigo estaba tomando ventaja. NamJoon es muy buen guerrero, pero seguro ya se dió cuenta que pelear, y liderar no es cosa fácil.

-¡ARQUEROOS!-

Se alistaron para mí indicación. Por el color de sus armaduras y la bandera en alto, entendí que se trataba de las tropas de GOYANG.

Aliste mi espada. Pensando en que era el momento exacto para atacar y destabilizarlos, sorpresivamente aquellos gusanos cobardes se adelantaron yéndose a la fuga.

-¡¡RETIRADAA!!!!- huyeron como las nenitas que son. Ante una enarcada de ceja que hice, mis hombres alzaron sus espadas, escudos o lo que tuvieran en mano para exclamar "victoria" en modo de celebración.

GOYANG volverá aparecer, de eso estoy muy seguro, una vez tengan algo mejor planeado, volverán a contraatacar.

La batalla fue larga, y aunque mi cuerpo no cargue ni un solo rasguño, el agotamiento se apoderó de mí. No se si sería el dolor de cabeza el causante de crear un dolor punzante en mi ojo izquierdo, pero ese dolorcito es bastante molesto. Solo espero que no me pase como la vez anterior cuando por poco pierdo mi ojo derecho, primero el sangrado repentino, y luego tener que pasar por vendajes. No sé porque me duelen tanto los ojos, ¿Será que llegaré a perder la vista?.

¡Tan solo eso me faltaba!.

Hace mucho se entró la madrugada, el cielo comenzaba a esclarecerse anunciado que más de las cinco y media de la mañana se trataba. Razones de sobrepeso al tener tanto agotamiento, y más que en esta semana que ha transcurrido no e dormido bien, aunque lo chistoso es, que solo puedo hacerlo cuando tengo cerca Adrianna. La azulada se aferra de mi con intenciones de no querer soltarse, y aunque aveces me exaspera el que ronque en mi oído como hipopótamo ahogado, me gusta tenerla a mi lado..

-Majestad, ¿Se encuentra usted bien?- preguntó el comandante Kim Seok Jin al ver como brotaba mi cien con las yemas de los dedos.

-Lo estoy- dije- Manda un grupo de soldados para que vayan a revisar la aldea, y me digan que tan afectada a quedado.

-Como usted diga, alteza- asintió y se dió vuelta para elegir a los hombres- ¡Ustedes!- les señaló.

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-NamJoon, reúnen a TODOS en el salón del trono, a todos- volví a repetirle- Necesito decirles algo y los quiero presentes- tráquee mi cuello para minimizar el cansancio pero se me era imposible. El moreno no me respondió, solo lo aprobó dándome una reverencia mientras se retiraba.

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Los custodios abrieron las enormes puertas del salón permitiendo que su magullado soberano ingresara. No entré con ese apurado andar que acostumbro, mis pasos eran tan despaciosos que el trono me pareció más lejano de lo habitual. Al posicionarme enfrente del primer escalón en cuanto llegue, me agaché para posar mis dedos en el; lo recorrí con las yemas entre una caricia sintiendo los huecos destrozados que le ocasione la última vez cuando enceguecido descargue toda mi furia. Ese día perdí tanto la razón, que por poco me quedo sin donde colocar el culo. Una y mil imágenes golpearon mi cabeza de manera recalcante..

Compuse mi postura relajando mis hombros y alcé la mirada hasta clavar mis ojos en las pinturas abstractas que el techo tenía como decoración. Liberé un suspiro, cerré los ojos y una vez más recordé todo lo que e hecho bajo mi mando. Quizás el concejo no esté tan equivocado después de todo, no hay más desgracia en daechwita que el mismo emperador, y eso debo reconocerlo. Sería totalmente hipócrita decir que estoy arrepentido por todo el daño que e causado, no estoy arrepentido, tan solo lo e pensado, y llegué a la conclusión que estuvo mal, muy mal. No me volveré un estúpido que se esmerara en cambiar, o en convencer a los demás para que me crean, pero si aportaré gran parte de mi para que las cosas cambien.

-¡YOONGIII!!.

Me di vuelta lentamente para encontrar el abrazo de Adrianna. Corrió como loca por el salón, con lágrimas en los ojos y al balancearse contra mi cuerpo, estalló peor en llanto. Aquello me confundió, me preocupo, ¿Acaso le harían algún tipo de daño?.

-¿Qué ocurre contigo, mujer? ¿Por qué estás llorando?- pregunté alarmado. Sus brazos rodearon mi cintura, mientras su rostro lo tenía recostó en mi pecho..- ¡Ey, respóndeme!- la tomé por sus hombros y la aparte un poco de mi para que pudiese verla. Ella seco sus lágrimas y me miró.

-Lloro porque estoy feliz de que hayas vuelto-

Me sentí aliviado al oír eso, pues pensé en lo peor- Mujer demente, ¿Acaso lloras por cada maldito sentimiento?-

-¡ERES UN TONTO!, ¡TONTO!, ¡TONTO!...- golpeó mi pecho con débiles puños- ¿Como se te ocurre irte así? ¿Por qué no volviste? Pensé que te había pasado algo malo y .-

-Ven acá, mujer idiota- la atraje contra mi pecho nuevamente brindándole un abrazo caluroso. Sonreí divertido, y besé su cabeza para así conseguir que se sintiese mejor. Le hice saber que ya estaba con ella, y que no volveré a cometer el error de volverla a dejar sola.

-El idiota eres tú.

Todo aquel perteneciente a la corte, entró al salón sorprendiéndose al verme en tal escena romántica con Adrianna. No les presté atención, ni la más mínima, yo seguí en lo mío como si nadie estuviera aquí. El salón se llenó de presencias, y al considerar de que todos ya estaban aquí, decidí hablar.

-Se perfectamente bien que a pocos les alegra verme, o mejor dicho... solo una persona le da felicidad de que haya regresado-  al enfocar mi mirada en la azulada, ella me correspondió regalándome una sonrisa tierna. Su mano la entrelazó con la mía, y cerrando mis dedos contra los suyos, sellé la unión- Me odian, eso lo tengo más que claro, pero....¿Saben qué? Eso a mí no me importa. No me importa si me odian, o me quieren ver muerto, después de todo, no los culpo- allí pause, observé cada rostro, y todos permanecían serios, escuchándome- No los culpo porque reconozco que NamJoon tiene razón en la mayoría de COSAS que me dijo con tanto enfado. Él puede ser hasta mejor emperador que yo, es un gran guerrero, humilde y sabe razonar, lo reconozco- admiti. Se miraron entre sí con expresiones sorprendidas- Sé muy bien que si pudieran elegir entre él y yo para ser emperador de todo daechwita, lo escogerían sin pensarlo dos veces, y estoy de acuerdo, porque hasta ahora me doy cuenta del gran hombre que es- solté un respiro. El moreno me miraba fijamente desde la distancia- Escuchen,  ustedes son libres de pensar lo que quieran de acuerdo a lo que están viendo. Solo les diré que muchas cosas van a cambiar y para bien, les doy mi palabra- coloqué mi mano en el pecho asegurándoles, sus rostros dibujaron sonrisas estando de acuerdo conmigo. Creyendo en mi palabra- No piensen que con esto tendrán a Min Yoon Gi por ahí destellando lucecitas, arcoiris, florecitas, pastelitos o no sé que mamadas. Yo no soy así, lo saben..- pause- Mi humor de mierda lo herede de mi padre y mi vulgaridad pues.... mi primera palabra al nacer fue "puta"- al decir eso último, ninguno pudo retener una risa graciosa. La ojiazul meneo la cabeza aunque igualmente le pareció divertido- Les garantizo que mis acciones serán tomadas porque realmente son justas, no porque así se me antoje hacerlas.

Di por terminado. Oí aplausos que me hicieron sentir que en verdad eran sinceros. Bae y NamJoon se acercaron a mi para darme entrega de la corona, y cuando la tomé raramente brindándoles un gesto agradecido, Adrianna se aferró de mi con tanta fuerza como si se fuera a caer. Reaccione atrapandola enseguida, la chiquilla cerró los ojos, y su cara perdió color..

-Adrianna, ¿Qué te pasa?- le devolví la corona a NamJoon para poder cargar a la mujer entre mis brazos.

-Estoy muy mareada.

Fue lo que dijo.

-NamJoon, rápido, trae un doctor-.


(Adrianna)

El viejito que reviso comenzó a guardar sus cosas una vez más en cuanto dió por terminado. Sentada en la mitad de la cama, lo miré atenta, es muy extraño que me pase algo así, siempre e sido una mujer muy sana..

-Y ¿Bien, doctor?-

Ya tenía una idea de lo que probablemente me sucedía, pero no quería adelantarme hasta que el mismo hombre me lo confirmara.

-Usted más que nadie ya tiene la respuesta- me sonrió con dulzura.

-Eso significa que si lo estoy- la emoción más inmensa me atacó.

-¿Quiere que se lo diga al soberano, o usted misma le dará la noticia mi señora?-

-Yo se la daré- el gordo hombresillo asintió, me dió una venía y se dispuso a retirarse- Gracias doctor.

-Con su permiso, señora-

Mordí mi uña ansiosa, ¿Como lo tomara Min? ¿Le agradará la noticia?, Pero, ¿Como no va agradarle, si esto es lo que tanto hemos deseado?.

-Ese puto doctor no me quiso decir nada, después lo mandaré a ejecutar- entró a la alcoba totalmente ofendido diciendo algo que obviamente no hará. El pálido se sentó junto a mi, y me miró detenidamente- ¿Qué te dijo? ¿Tienes una enfermedad muy grave? ¿Te quedan horas para morirte?-

-¡¡Yoongiii!!- golpeó suavemente su hombro y me tomé posición de brazos cruzados- ¿Como puedes decirme eso? Que malo eres- deforme puchero. Él me sonrió tiernamente.

-Ya dime qué fue lo que te dijo, mujer-

Calle un segundo para incrementar su desesperación, y al saber exactamente que sería bufada por mí tardanza en responderle, lo interrumpi rápidamente.

-Estoy embarazada- al confesarselo con una sonrisa, Min parpadeo seguidamente, algo shockeado por la sorpresa- Vamos a tener un bebito, ¿No te alegra saberlo, mi soberano?-

.

Hola hola linduras.

Aquí les traje otro capítulo más largo. Ehm...el capítulo anterior en lo personal no me gustó tanto como me quedo🥺 por eso me esforcé en que este quedara mejor y les admito que si me gustó.

Ojalá a Ustedes también les guste...😉

Me alegra infinitamente que más personitas estén apoyando mi historia, les confieso que tenía mucho miedo porque no pensé que les fuera a gustar a alguien debido a la personalidad explosiva que le escogí a Yoongi. Pero no fue así, mi miedo se acabó gracias a sus lindos comentarios..

~llora brillitos~

Suguita es malhumorado, lo sé, pero alavés es un hermosillo dulzón al que quiero jalarle los cachetes.

Gracias a todos por leer, y por brindarme su apoyo. Cuídense del covid...byeee

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