21
-No sabes lo que me pides, cierva- no solo busqué intimidarla con mi tono de voz ronco, agregándole a eso la miré con seriedad y me tomé posición de brazos cruzados. La ojiazul pareció pensarlo un segundo, no comprendiendo muy bien que era a lo que me refería...
Adrianna no es de esas chicas que se deja callar muy fácilmente por mi. Entienda o no entienda lo que le diga, ella sale con cualquier barbaridad; la primer idiotez que crucé por su cabeza.
-Pues fíjate que si lo sé- habló tan segura- Porque soy yo la que lo estoy diciendo...- se puso colorada un poquito, al darse cuenta del ridículo por el cual estaba pasando al no encontrar como confrontarme- Además te recuerdo que eres tú el que anda todo apresurado por procrear al HEREDERO, ¿Entonces por qué el miedito al intimar conmigo?- con bastante agallas se igualó conmigo cruzándose de brazos. Pareció no darse por vencida, ahí me demuestra lo terca que es.
Evite reír burlón aunque se me fue mega imposible. Es definitivo, la azulada no sabe ni dónde está parada, a quién está enfrentando y muchos menos, las estupideces que está diciendo.
-¿Qué es lo gracioso? ¿De que ríes?- la ofendió mi burla- Si el cobarde aquí eres tu. Todo el tiempo estás evitándome, echándome de tu lado, e insultandome de todas las maneras posibles para que me enoje, para que ya no te busque más-
-Adrianna, más te vale que cierres esa boquita- advertí con temor de perder los estribos, y cuando pierdo la razón, me vuelvo totalmente loco de la rabia.
-No lo haré- permaneció firme- Es más.....te diré ahoritita mismo todo lo que pienso de ti- alzó una ceja- Tienes 23, 28, o no sé qué edad tengas, pero la cuestión es qué ya estás lo suficientemente grandecito, como para enfrentar las cosas como son envés de esquivarlas. Ya eres un hombre Min Yoon Gi, eres el gobernador de todo un Imperio, y ¿Le huyes a una mujer tan solo porque te habla de amor?
-No empieces...- soné amenazador.
-Fíjate que si empiezo- prosiguió- Yo entiendo eso de que no te quieras enamorar por el temor de que "supuestamente" te vuelvas en un debilucho ¿Pero de hay a eso a que me estés evitando como mujer? ¿Sabes que haría el soberano que yo considero que conozco?- pauso- Me mandaría a la goma, me diría que nunca se llegaría a fijar en una gusana como yo, pero aún así, me tomaría valiéndole un bledo si me dejó o no con el corazón roto. Pero tú no haces eso, ni siquiera HACES eso, ¿Tan enojado estás conmigo que ya ni un beso te puedo dar? ¿Crees que ignorandome vas a solucionar las cosas?-
-YA PARA DE ALEGARME- realmente me sacó de quicio su pelea- ES EVIDENTE QUE TU NO COMPRENDES NADA, TAN SOLO ERES UNA NIÑITA BABOSA QUE NO PARA DE HABLAR Y AL FIN DE CUENTAS NO SABE NI LO QUE DISCUTE- frunci mi ceño- ¿Qué clase de idiota eres? ¿Donde tienes tú cerebro que nunca piensas? ¿Enserio prefieres que te corra con una patada, que te diga que nunca me fijaría en ti, pero te llevas el consuelo de que al menos te folle? ¿Enserio estás tan tarada?- no sé si fui demasiado cruel, pero fue notorio que sus ojos se inundaron en lágrimas- ESTARÍA SOLO TOMANDO TU CUERPO, COMO SI FUERAS MI HERRAMIENTA SEXUAL, ¿DE VERDAD SOLO TE CONFIRMARÍAS CON ESO?-
-SI LO PREFIERO MIL VECES- explotó en llanto- PORQUE ASÍ AL MENOS SÉ QUE ME DESEAS, QUE PUEDO TENERTE, ENVÉS DE QUE ME EVITES Y ESO SE SIENTE MUCHO PEOR, MIN YOON GI. ME DUELE QUE ME IGNORES, Y NO ME IMPORTARÍA SOLO SER TU OBJETO CON TAL DE ESTAR CONTIGO, DE QUE NO ME MIRES CON ODIO, Y QUE NO ESTÉS ENFADADO- me conmovió el que me gritara ello, y la manera tan dolorosa en como lloraba.
Respiré profundo y lo dejé escapar en un suspiro. Esperé un segundo, al menos un segundo para pensarlo, tranquilizarme y no hacerla llorar más.
-SI te evito, es precisamente para no lastimarte- poco a poco fui acercándome a ella. La cierva cubrió su rostro con sus manos, impidiendo que la viera de ese modo- Si te trato tan mal, es para que me odies, pero tú no me odias, ¿Por qué no me odias mujer? ¡Dímelo!- retiré sus manos de su mojado rostro, y la obligué a que me mirara- ¿Por qué no me odias, si e hecho de todo para conseguirlo?- le miré con sorprendido, extrañado.
-Yo no puedo odiarte- dijo en voz baja. Delicado limpie su llanto con mis dedos- Yo solo quiero estar a tu lado pero tú me corres, y eso me lastima más, ¿Por qué quieres que te odie si yo no quiero odiarte?. Por favor Yoon Gi, ya no estés molesto conmigo, y si tomarme hace que te sientas mejor, pues.
-¡Shu!- antes de que continuara, puse mi dedo índice en sus labios para silenciarla- No digas más tonterías, o terminarás por volverme loco-
-Perdón- tristona agachó su mirada. No sé porque lo hice, pero cuando pude ser consciente, ya tenía a la azulada pegada a mi pecho, YO la estaba abrazando, con mi barbilla recostada encima de su cabeza. Automáticamente acaricié su cabello tan suave, y mientras tanto ella, se aferraba de mi pecho no queriéndolo soltar..
Nos quedamos así por varios segundos más, sintiendo el calor del uno al otro y embriagandonos en el proceso.
-¿Ya no estás enojado conmigo?- elevó su mirada azul y la enfoco en la mía. Le sonreí con dulzura y besé su frente con cariño. Ella volvió a refugiarse en mis brazos..
-Yo no estoy enojado contigo, Adrianna. Ya no pienses más en eso..
-¿Eso significa que me dejaras estar a tu lado?-
-Si.
-¿Enserio?- emocionada volvió a mirarme, lo cual no tarde en alzarla entre mis brazos como mi diosa. A paso lento fui a depositarla con cuidado sobre el colchón, la chiquilla se acomodó en la cama quedando boca arriba, mientras yo me acomodé de lado apoyando mi codo sobre el colchón y mi mano en el rostro- Me gusta mucho cuando me sonríes, y no traes esa cara de amargado- arrugó la nariz mostrándome según ella la caras que hago cuando soy un "jodido hijo de su madre"
Su carita me hizo reír, y claro está que ella no desaprovechó la oportunidad para arrojarse sobre mí. Me besó con las ganas suficientes para hacerme perder el control. Se colgó de mi cuello y no pudiendo soportar más, llevé mi guía con caricias por todo su cuerpo..
Se le escapó un jadeo contra mi boca al una de mis atrevidas manos apretó su seno izquierdo por encima de su seductor vestido. Dejé su boca para lamer su cuello, y anhelaba buscar más carne que estuviese a mi alcance. La desesperación me dominó por completo, terminé rasgando su ropa llevando a mi paso la venda que cubre sus pechos..
Cuando fornico, no toco, no beso, no acarició y sencillamente voy directo al grano. Esta vez fue diferente, no sé con certeza sí mi razón la perdí debido al olor que desprende, a lo suave de su piel, pero enloquecido estaba por probar todo en ella. La deseo infinitamente, y nunca creí estar tan excitado como lo estoy en este momento...
Abrí mis labios y fui directo a su seno derecho. Adrianna se templo nerviosa, con la piel cubierta por escalofríos y un nuevo jadeo salió. Sus tetas son grandes, las mamas más blandas, jugosas, y redondas que haya visto en toda mi vida. Su pezón se puso duro y cuando pasé la lengua saboreandolo, la chica gimió. Pasé de seno en seno, mientras a uno lo succionaba, al otro lo apretaba, y lo masajeaba con mi mano.
-Yoongi- le tembló la voz y la besé con más profundidad.
-Abre las piernas- susurré cerca de su boca, con respiración agitada, y un poco frustrado porque Adrianna no me dejaba meter en medio. Tenía sus muslos asegurados, ajustados el uno con el otro y yo con estás ganas por arrebatarle el calzón y penetrarla- Adrianna, ¿Qué esperas? Abre las piernas- a la fuerza quise hacerlo, pero ella no me dejaba.
-No me siento lista, tengo miedo- murmuró temerosa.
-¿De qué hablas? Y ¿Qué pasó con lo de hace un rato?- desvío la mirada, se sintió avergonzada- ¿Acaso esto no es lo que tu quieres también?- arqueé una ceja.
-Perdoname-
Dejándome iniciado y con una notable desesperación, me aparté de ella quedando sentando en la orilla de la cama.
-¿Enserio me vas a dejar así? ¿Todo ardiente?- no me respondió, no se sentía capaz de mirarme.
-¿Irás donde el harén?- si que le preocupa aquello.
-¿Tu qué creés?- rasque la punta de mi nariz y medio la miré. La cierva se reincorpora quedando sentada, se abraza a sus piernas pensativa..
-No toques al harén, te lo suplico majestad. No te vuelvas acostar con ninguna de ellas-
-¿No me das sexo y después te atreves a pedirme ello?- sonreí divertido. Bajó su mirada, pero esta vez enfada- Le diré a uno de los sirvientes que te traiga ropa, y no te preocupes, que no volveré a tocar al harén si no te gusta- antes de irme, me volteé a mirarla. Adrianna me sonrió feliz por lo que acabo de hacer tan solo por verla contenta.
(Adrianna)
Eran de esas mañanas que la recibía con una sonrisota pintada en los labios. Min acabó de salir de la alcoba que nuevamente estamos compartiendo, y antes de retirarse, me pidió que no me tardara para bajar al comedor. Casi le supliqué que nos quedaríamos solo los dos aquí, desayunando juntos, pero como los de la corte tenían algo tan urgente por decir, dedujo que la noticia la dirán aprovechando que el soberano por vez primera, se veía de buen humor.
Terminé de darme un último arreglo, y en cuanto bajé, me senté en una silla que me quedaba más cerquita del pálido. Las cosas han cambiado un poco, incluso algunos de los pertenecientes al gabinete se muestran más amables conmigo, me sonríen, cosa que todavía se me hace rarito.
-¿Qué eso tan urgente que tenían que decirme?-
Después de la indicación dada por el mismo Min Yoon Gi, los ciervos empezaron a traer el desayuno sirviéndole primeramente a su emperador, luego a mi, y por último al resto.
-Soberano, lo primero que tenemos que decirle, es que mañana salen los resultados de los exámenes que le hicieron a las chicas del harén- llevaba una cucharada directo a mi boca, pero con eso, hasta las ganas se me quitó- Como usted acabó con ellas en 11 días, y ya han pasado varias semanas, pues su gestación debe rodear por los..
-Eso se sabrá cuando sus barrigas comiencen a crecer- interrumpió Min tomando los palillos- ¿Otra cosa que tengan que decirne?- trato de evitar el tema, sabe que cuando me mencionan esas mujeres, me pone mal.
-Majestad, hay algo que nos preocupa a todos- aportó un ministro tomando la palabra- Si todas quedan embarazadas, y la mayoría de ellas tienen un varón, ¿A cual de todos ellos elegiremos como heredero al trono?- volteó a mirar a sus colegas. Los ancianos asintieron pensativos por lo que probablemente ocurriría..
-Y ¿Si son niñas, alteza? ¿Qué haremos con tantas mujercitas? 30 son 30, ¡Oh por los dioses!- se asustó otro de ellos.
El rubio salió de la habitación muy tranquilo, pero los comentarios inapropiados de estos hombres lo estaban haciendo molestar.
-¿Compañeros, ustedes se imaginan que el primogénito de nuestro emperador salga con los ojos azules tal y como los tiene Adrianna?- el dicho de Bae provocó que lo mirara. De inmediato imaginé que todos ellos lo tomarían de muy mal modo, me sorprendió que no fuese así. Los viejitos se sonrieron y uno que otro alago mi belleza- Muchacho- el mayor de los Kim miró al pálido- Ayer en la tarde te llegó una invitación desde el lejano Daegu. El Rey Kim el día de mañana coronará al príncipe Kim Tae Hyung como nuevo Rey. Quieren que les hagas el honor de presentarse en su castillo-
-Que estupidez- crítico el de Hanbock oscuro mientras tomaba un sorbo de su vino- Yo soy el emperador, y no perderé mi ocupado tiempo en fiestas infantiles.
-Majestad, recuerde que el Rey Kim, es muy amigo de la familia- insistió Bae bregando a convencerlo- Le ayudó por muchos años a su padre. Además de que el príncipe Tae Hyung, fue amiguito suyo en la infancia.
-¿Amigos? ¿De que estás hablando anciano? Si yo nunca tuve amigos- palmeó la mesa- No iré a perder mi tiempo por allá. No insistan que no iré-
-La invitación es para usted y una de las reinas- añadió Nam llegando al lugar- Con todo respeto, majestad, pero no debería hacerles ese desplante, es de muy mala educación, y más viniendo del emperador de todo daechwita- corrió la silla que estaba junto a su padre y se sentó. Min parecía estarlo pensando muchísimo- Por el palacio no debería preocuparse, yo me hago cargo de el en lo que usted no está. Tan solo serían por unas horas-
Bebí mi vaso de leche meditando la invitación, y pensé que no sería una mala idea. Hace mucho e soñado con el momento de salir de daechwita, conocer otros lugares, respirar otros aires, y más significativo sería para mí, ya que iría como la acompañante de mi Min Yoon Gi. Él también necesita distraerse, olvidar por unos momentos que es el emperador, y disfrutar un poco de la vida. Entusiasmada le iba a pedir que fuéramos juntos, pero todo rastro de felicidad fue aplastado como estiércol, una vez de los mismos labios de Min oí lo siguiente.
-Sun_Hee, arréglate lo más pronto posible, dentro de una hora partiremos a Daegu-
Me cayó como baldado de agua fría en cuanto el pálido convido a su segunda reina imperial. La de cabello naranjado asintió sin más protesta, y una vez Min me miró, cabreada interiormente, me coloqué en pie.
-Permiso, alteza. Tengo que retirarme- abandoné el corredor lo más veloz que pude. No me di cuenta por donde iba con estas ganas de llorar que tenía, hasta que cierto pecho blando me detuvo en cuanto choqué con el- ¡¡Auchii!- Por su culpa y al estrellarnos, caí sentada en el suelo del pasillo con bastante dureza. Sobe mis nalgas doloridas, nunca creí que cayera tan duro- ¡Oye! ¿Por qué no te fijas?- al levantar mi mirar y verle, el pelinegro me sonrió malévolo- ¡Jimin!- se me fue el aire al pronunciarlo. Este chico realmente me da mucho pánico; cuando lo veo lo quiero a metros de mi.
-Para ti, mugrosa, soy el sumo sacerdote Park, que no se te olvide- alzó ambas cejas. No le respondí, y tampoco estuve tan loca para recibirle su mano una vez la extendió- ¿Te ayudo?-
-Aléjate de mi- rapidito me levanté del piso. Mis intenciones eran escapar, pero al sujetarme del brazo me lo impidió- ¿Qué quieres de mí? ¿Por qué no me dejas en paz? ¡No te e hecho nada! ¿Por qué me odias tanto?- me devolvió contra la pared, y me acorraló allí.
-¿Estás segura que no me has hecho nada?- acercó su rostro al mío, y por más que trate de buscar el motivo, no lo encontré. No sé que le hice a este lunático que me detesta tanto- Respóndeme- exigió.
-No lo sé.
-¿Ah, no lo sabes?- se escuchó irónico- Muy bien piojosa, si tú no lo sabes, yo te lo diré- pauso- Mi religión no me lo permite, pero de que te destruyo, te destruyo, ¿Me escuchaste?-. Arrugue las cejas anonadada, preguntándole el porqué- Tú te metiste en mi camino. En mi camino, y en el de yoongi-
-No entiendo. Yo no e hecho nada-
-TU, MISERABLE- su mano fue directa a mi garganta, ahorcándome- Te le metiste por los ojos al emperador,, y si eso es algo que nunca te lo perdonaré. Min Yoon Gi estaba destinado para mí, y tú lo has hechizado- le agregó más fuerza a su agarre, no permitiéndome respirar- ¿Qué llegaste hacerle, maldita? ¿Qué le hiciste a mi soberano? ¿Qué clase de embrujo le echaste? ¡Contesta!-.
Sentí que me desfallecia, y justo se les ocurrió a todos los soldados desaparecer en un momento como este, ¿Donde están? ¿Les dio diarrea que a ninguno veo por aquí? ¿Por qué nadie se aparece ayudarme?.
-¡SUMO SACERDOTE PARK! ¿QUÉ HACE? ¿SE VOLVIÓ LOCO?- fui arrebatada de las manos de ese psicópata para estar protegida tras las espaldas del comandante Kim Seok Jin. Gracias a los dioses él se apareció, o si no, no la estaría contando..
-No te metas en lo que no le importa, Comandante- le sentenció con su ceño fruncido- Esto es entre la esclava y yo.
-Ella no es ninguna esclava. Te exijo que las respetes, porque Adrianna muy pronto será la emperatriz-
Park me miró con rapidez, con una furia que me consumía completita. Ahora sí va a matarme..
-¿La emperatriz? ¿Esta hedionda cierva?- apretó la mandíbula- ¿Como está desgraciada puede convertirse en la emperatriz? ¡Es imposible!-
-Y ¿Por qué imposible? Si es esta chica a la que el emperador por fin quiere- Jin está abriendo la boca de más, y eso es un gran riesgo para mí.
Jimin gruñó eufórico, y después de señalarme advirtiéndome que me cuidara, dió la espalda seguidamente de retirarse. El comandante se volteó a verme todavía alarmado por lo que acabo de suceder..
-¿Estás bien, doncella Adrianna?- se cruzó de brazos- ¿Quieres que te lleve con un médico? Hay que decirle esto al emperador...
-Nooo- asustada menee la cabeza- No le diga esto al emperador, por favor. De esto, ni una sola palabra-
-Ese niño que hay por sumo mayor está demente- no le negué eso, al fin y al cabo esa es la verdad- La estaba ahorcando, y si yo no aparezco a tiempo, le..- de pronto cayó en cuenta de algo- ¿Y los guardias de este pasillo? ¿Dónde están?- miró por lado y lado, pero obviamente no encontró a nadie.
-No lo sé, comandante Seok Jin- me encogí de hombros- Gracias por haberme ayudado. De verdad, muchas gracias..
-No agradezca, doncella Adrianna- me sonrió con ternura- Fue un honor para mí. La dejo porque allá viene la segunda reina imperial, permiso-
-¿La segunda reina imperial?. - algo perdida me volteé a mirarla, lo cual ella se posicionó a mi frente.
-Necesito hablar con usted, Adrianna.
¡Demonios! Y ¿Ahora qué?
Hola linduras.
(^^)
Gracias por sus preciosos comentarios, por leer y por el apoyo.
¿Qué creen que suceda en el próximo capítulo? 🤔
Aquí con jimin las cojo fuera de base jajajaja ¿Se lo imaginaban? ¿Yoonmin? ¡Ñe! 😉 Y ahora que le dirá Sun Hee Adrianna, esto suspenso señoritas.
Les mando un besito en los cachetitos 🍭 cuídense mucho..
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