-¿Revisaron las bóvedas?-

-Como cada tres meses, mi señor. Todo está en completo orden, no se preocupe-

-¿Entonces estos son los vinos que se guardaron hace un año?- encabezando la alargada mesa de juntas, los del gabinete imperial no tuvieron que rogarme asistir a estás frustrantes reuniones, fui YO el que los convoqué considerando que ya era el momento propio para averiguar como estaban manejando todo. El copero real después de probar el vino que yo bebería, me dió a saber que todo estaba como se supone que yo quería, que la bebida es la más exquisita que se haya presentado jamás en la historia pero para tener una decisión definitiva, la opinión hacia mi persona es la más importante por encima de cualquier cosa.

Sirvió en mi copa trasparente un solo chorro de vino que llegó en menos de la mitad. Revisé atento el color, lo alfarero cuidadoso, y después de llevarme la base que parecía estar perfecto, sin más espera lo pobre. Los ancianos me miraban esperando pacientes por lo que diría. Al enseñarles una mueca entendieron que no me gustó tanto como ellos pensaban, y cuando de bebidas se trata, suelo ser muy exigente...

-No me gusta su sabor- acerqué varios papeles que estaban a mi alcance e hice cuentas escribiendo con pluma entre tinta negra- Hay que dejarlos cuatro años más, o sí se puede, unos quince ¿Ya me separaron los que elegí?- no despegue mis ojos de lo que anotaba..

-Tal y como lo ordenó, alteza- aseguraron mientras me veían meter la pluma entre tintero para luego dejarlo ahí.

-No es necesario probarlo para darme cuenta que estos tres vinos están malos- al mostrárselos todos lo miraron- NamJoon, verifica que los trabajadores los estén sellando bien, su corcho no está ajustado, y desde que lo sellen mal, se pierde la producción.

-Asi va hacer, majestad- asintió acomodando también varios pergaminos a su disposición.

-¿Como van las cosechas este año? ¿Si hay bastante trigo que se pueda llenar los mercados?- al recargar mis codos sobre la mesa, igualmente llevé mis manos a unirlas.

-Hay tanto trigo como arroz mi soberano, que hasta el pueblo se va a cansar de comprar- respondió uno de los más barbudos con una sonrisa en el rostros- También le informo que han cargado las bestias con bastante madera estas últimas semanas, el pueblo crecerá considerablemente si le da acceso a los pueblerinos que construyan sus hogares.

-Yo ya había hablado de eso con contigo, NamJoon- le miré, lo cual el me correspondió- Les e dado permiso, pero ten mucho cuidado con los extranjeros..- arqueé una ceja.

-Descuide, mi soberano, hay soldados custodiando cada rincón en el pueblo daechwita. A decir verdad, es el que tiene la mejor armería en todo Corea y sus alrededores, mejor que en Japón--

-Mas te vale que sea así- sentencie- Y ¿El ganado? ¿Hay bastante carne para saciar todo el pueblo en esta crisis que se presentará dentro de poco?- pause- Choi, tú que eres el encargado de vigilar las costureras, encargarles lo más pronto posible mi Hanbock nuevo, pero con seda suave, lisa, que no me de calor y el estampado lo quiero igual como tengo este puesto. Con los mismos colores, ¿Entendiste?-

-Si, alteza, y ¿Para las reinas imperiales? ¿No quiere que hable con el joyero para que le hagan collares nuevos?-

-No- desprecie- Esas mujeres me están saliendo demasiado costosas. Solo sirven para exigir vestidos, perfumes, y cualquier pendejada, pero para procrear un hijo son pésimas-

-¿Entonces que hago, majestad? Porque ellas mismas hace poco me dijeron que deseaban joyas nuevas-

-No les hagas nada y se acabó- al envolver el pergamino, oí claramente como se abrió las puertas permitiendo pasar uno de mis hombres de más alta categoría- Quiero vestidos, calzado, perfumes, y collares nuevos para la doncella Adrianna. Ella será la única a quien consentire de ahora en adelante-

Por sus miradas pareció no agradarles que este perdiendo tanto la cabeza por una simple cierva. Han pasado varios días, y solo a ella le e permitido que se acerque a mi para darme tales muestras de afecto. No pasa más de besos, de solo roces, y cuando quiero romper esa barrera que no me deja tenerla como yo quiero, sus lindos ojos azules reflejan una inocencia tan cargada. Yo la quiero tener toda completa para mí, sin ningún tipo de ropa que nos estorbe, pero la cierva se conforma con muy poco, y soy tan estúpido, que no me siento capaz de forzarla a fornicar conmigo. Por eso siempre resulto escabulléndome en el harén, es mi único remedio para calmar estás ganas tan voraces por tener Adrianna debajo de mi, de penetrarla con fuerza, y moverme tan rápido como mi instinto me lo dicte.

El secreto de tomar a una mujer, es hacerlo con la luz apagada, debajo de las sábanas y directo al grano. Por milenios lo han hecho así, viendo el sexo de la mujer la única fuente de placer que el hombre necesita; aveces me pregunto, ¿Por qué mi pensar es tan distinto a los de mis ancestros? Recién cuando cumplí 12, mi padre "Agust" consideró que ya era el momento que me hiciera hombrecito, y preparando mi harén, desde esa edad empecé a ser conocedor de las delicias del placer.

Hoy tengo 27 años, y a boca llena puedo decir que jamás e follado con las luces apagadas, mucho menos debajo de las cobijas. ¿Cuál sería la gracia sí no puedes ver lo que penetras? Si el culo también es un agujero, que sirva también para alimentar mis sucios deseos, no solo para arrojar un boyo. E conocido varias maneras de camino a la excitación, no necesariamente tengo que prenderme por ver una vagina, cuando disfruto a lo máximo oírlas quejarse, gemir, jadear, y llorar. Sí esos bastardos se pierden la gloria de ver los senos brincar de un lado a otro, y plasmar en tu mente cada gesto cuando llegan al orgasmo, eso ya es cosa de ellos, porque yo no perderé cuyas delicias por estar siguiendo sus modos antiguos y aburridos.

-Nuevo reporte, majestad- el soldado llevo su puño a chocarlo contra su pecho.

-¡Habla!- permití.

-Las tropas Min_Seis han regresado de Busan, mi señor- informó con vista a la nada- Pero no han podido hallar a la emperatriz Min_shu_Ki- ante la noticia, saqué mi frustración golpeando con puño cerrado la mesa.

-Retirate- le eché. Mi hombre se retiró no sin antes dándome una reverencia- ¿Dónde putas estará mi madre? En su estado no es nada conveniente que este por ahí, o ¿Qué tal que ya murió y por alguna parte está tirado su cuerpo? ¡Demonios!- repliqué- ¡Porqué mi madre tenía que fugarse del sanatorio!- inevitablemente me coloqué de pie.

Cuando mi padre murió a causa de su enfermedad que lo fue consumiendo poco a poco, mi madre entró en un estado shock ante su trágica perdida, no asimilaba que Agust hubiese fallecido, y debido al golpe tan duro que le dió, término por volverse loca. Aunque de no fui muy querido por su parte de ella, se puede decir que amó con locura a papá, como nadie adoro a otra persona; de tal modo que quería que la entierraran junto con él. Es tan larga y confusa la historia que solo diré que después de un tiempo en que logré regresar a daechwita para tomar el cargo como emperador, el anterior gabinete que con mis manos mate, me dijeron que sin más solución encerraron a mamá en un manicomio; allá la cuidaría y alimentarían bien, imaginando que eso era lo mejor, permití que la dejaran en ese lugar contando que muy pronto ella se recuperaría.

Transcurriendo si acaso tres años de mí coronación, descendiendo de príncipe a emperador, me informaron que mi madre se había escapado del sanatorio. Apartir de ese momento mando a un pelotón de hombres a que la busquen por cada pueblo, cuidad, y debajo de las piedras si es necesario, pero hasta el día de hoy regresan diciéndome que no han podido encontrarla. Siete años buscándola y nada de su paradero en ningún lugar, ¿Dónde más podría buscarla si se me acabaron las opciones? Ella de alguna o otra forma tiene que aparecer, viva, o muerta.

-Alteza, ¿Quiere que hable con el comandante Kim Seok Jin para que organice una nueva tropa?- habló Nam solicito.

-No- se me escapó un suspiro- Yo mismo saldré de daechwita y la buscaré.

-Pero emperador- el moreno se mostró preocupado- Podría ser un riesgo muy grande. Es preferible que mande más hombres, a que le suceda algo malo-

-¿Ya se te olvidó de dónde provengo?- frunci el entrecejo- Soy el mejor guerrero que se haya visto por años, ¿Por qué crees que soy el emperador? ¿No será porque me estuve rascando el culo, o si?- solté con ese tono irónico.

-Yo sé de su gran potencial como guerrero, majestad- reconoció- pero aún así no deja de ser un peligro.

-Es mi madre la que está en peligro, no yo- permanecí firme en mi decisión.

-En peligro estamos nosotros si perdemos a nuestro emperador- añadió Bae ingresando a la sala. Este canoso viene cuando se le da la gana, si no lo conociera tanto como lo conozco, negaría que estaba de vieja chismosa hablando con Adrianna, pero como ese no es el caso- Muchacho, espera al menos unos días en lo que el personal médico le hace un examen a las chicas del harén. Hasta donde tengo entendido, ya terminaste con ellas, ¿O me equivoco?- muy tranquilo tomo asiento en la única silla vacía que quedaba.

-Hoy termino- di por aclarado mientras me sentaba también y me tomaba de brazos cruzados.

-¡Oh, es cierto!- recordó que todavía me faltaba a alguien en especial- Aún te falta intimar con Adrianna.

Fue inevitable lo que sentí en ese momento. Mi corazón brincó como queriéndose salir de mi pecho, y un calor recorrió por todo mi rostro. Los gusanos estos lo conocen como sonrojo, aún no se la razón de qué lo provoca, pero es demasiado humillante que un ser como yo, sienta esto.

-Yo me refería a Hye- corregí tensandome nervioso- NamJoon, ve y dile a Yang_Mi que prepare a la concubina. La quiero lista para dentro de media hora, voy acabar con esto de una maldita vez-

El concejo de los hoyuelos profundos arrastró la silla con su trasero para ponerse en pie- Enseguida, señor- abandonó la sala sin más espera.

-No creo que eso le guste mucho Adrianna, ya que esa concubina llamada Hye, es la que más daño le ha hecho- Bae jaló repetitiva y constantemente su barba. Ignoré su comentario bebiendo un poco de vino, disimulando la incómodo que me pone cada vez que me mencionan a la cierva..

-Solo es una esclava más- tranquilo el canciller más joven tomó la palabra- Tampoco es que el emperador esté interesado o enamorado de ella, ¿O si, majestad?- sus ojos querían averiguar cuál sería mi gesto, no le di el gusto de revelarle mi debilidad. Una que primero no tenía pero que la azulada se encargó de construir en mí.

*

(Adrianna)

Ya era el cuarto o quinto vestido que me quitaba para reemplazarlo por otro mejor y presumirlo. Otro que se ajustara sin medida a mi figura, y que me hiciera lucir realmente sexy ante mi emperador. En estos momentos me consumía los nervios, pero también la ansiedad, quiero averiguar por mi misma qué tanto puedo provocar en un hombre. No un hombre cualquiera, si no nada más y nada menos que el propio dueño de un imperio completo.

Estoy cansada que el rubio de cabellera larga todo el tiempo se esté escapando para ir en busca del harén. Es inútil que intente competir con algo que no tiene cabida alguna. El harén es algo que siempre existió en los grandes palacios reales, y si los reyes tienen uno en cada reino, es ilógico quitarle al soberano sus prostitutas, cuando él es la más grande autoridad. Ya que no saldré ganadora ante eso, al menos quiero demostrarle que yo también tengo lo mío, no seré la más hermosa e importante, pero estoy totalmente preparada para entregarme a él.

Deseo realmente volverlo loco, y si no consigo que quiten el harén del palacio imperial, con esfuerzo puedo conseguir que el pálido no vuelva asomar su nariz por allá. Retenerlo será difícil, una tarea de mucho placer ya que él es bien ardiente oí decir. No sé como endemoniados lo haré, pero sea como sea lograré que solo me desee a mi.

Una virgen inexperta con una meta fija, rara combinación a decir verdad. Con todas las de perder, y no querer rendirse sin haber peleado antes. Cuando dormimos juntos, siento esas ansias irracionales de tocarlo, de sentir su calor, su palpito, y cuando nos besamos, la que termina desquiciada soy yo, al anhelar tenerlo muy adentro de mí...

Sacudo mi cabeza rápidamente y mi rostro todo se torna rojo. Cubro mi cara con ambas manos, y al ver mi vestido puesto por última vez frente al espejo, de sopetón se abre la puerta.

-Yoon Gi, te estaba esperando- sonriente me volteé a verlo, pero la felicidad se me fue borrada de la cara al ser visitada por aquel ser que tanto detesto en la vida.

-¡UPS! Te equivocaste mi querida Adrianna, yo no soy el emperador- la chica de cabello castaño se cruzó de brazos y sonrió con chocante.

-¿Qué haces aquí, Hye? ¡Vete de mi habitación!- me puse en posición de defender mi terreno.

La concubina reparó toda la alcoba mientras llevaba su dedo índice a tocar sus labios- ¡Ah! ¿Con qué aquí es donde te escondes, Eh?- enarco una ceja- Ahora comprendo porque no te volví a ver. Ya comenzaba a extrañarte- río burlona causando que mis puños se apretaran- De nada te sirvió el que estés de lamiscona rogándole al soberano por un poquito de atención, ¡Ahí lo vez!- extendió sus manos- ¿A quién creés que yoongi desea tener? ¡Pues a mí! Es a mi a la que él desea-

-Si no te vas ahora mismo juro que-..

-¿QUÉ VAS HACERME, EH? UNA POBRE INFELIZ COMO TÚ, UNA MOJIGANGA JAMÁS PODRÍA HACER NADA EN MI CONTRA- gritó. Me temblaba hasta la quijada de la cólera que sentía- YO SOY LA CONCUBINA DEL EMPERADOR, MIENTRAS TÚ SOLO ERES UNA ESCLAVA, UNA MUGROSA APESTOSA QUE SE SIENTE ESPECIAL TAN SOLO PORQUE TUVIERON COMPASIÓN CONTIGO Y TE OBSEQUIARON ESOS VESTIDOS USADOS QUE LA CUARTA REINA IMPERIAL DESECHÓ- mis ojos se abrieron grandes con eso último- ¿Qué? ¿No lo sabías?- prosiguió- ¿No sabías cariñito mío que ese sexy vestido que tenés ahora puesto Mi_suk lo echo a la basura y ahora a ti te lo dieron?- puso sus manos en jarras.

Los párpados se me abrieron grandes, un gesto confuso hice.

-¡OH, que lastima de ti! Pero en fin- se encogió de hombros- Tú tienes la culpa por haberte hecho ilusiones. Digo, es que sinceramente comparandote conmigo tú no eres nadie, fíjate en mi- se señaló- Yo tengo un cuerpo perfecto, Soy Bella, inteligente, con un buen rol en el palacio, en cambio tú..- me miró de arriba abajo, con desagrado- Pues tú eres feita, estás achicharrada y..

-SOLO LÁRGATE Y DÉJAME EN PAZ- no pudiendo soportar, mis ojos se llenaron de agua.

-¿La verdad duele, cierto fenómeno llamado Adrianna? Cosita insignificante que el soberano jamás pondrá sus preciosos ojos- Hye se retiró de la recamara carcajeandose y disfrutando mi dolor al haber dicho eso último. Al cerrarse de nuevo la puerta dejándome sola, furiosa rasgue el vestido mientras caía al suelo arrodillada, destrozada y en un solo mar de llanto.

La culpa es solamente mía, esa idiota tiene razón, ¿Qué más le podrían dar a una cierva fea que no sean más que migajas?. Golpee mi rostro alterada, las imágenes del pasado me invadieron con tanta dureza, tan fuerte como a puño enceguecido logré reventarme la piel. Me vi más monstruosa de lo que me veo todos los días, y más cuando empecé a sangrar..

-¿Por qué me tenía que pasar esto?- lloré amargamente- YO ERA PERFECTA, LA MÁS HERMOSA ENTRE LAS MUJERES, Y AHORA POR CULPA DE ESTÁ QUEMADURA EN MI MEJILLA, SOY UN COMPLETO FENÓMENO- ahogue el llanto tapándome con las manos- Nunca nadie me verá bonita, nunca, nunca. Soy un monstruo..

Dejé de llorar cuando escuché que la puerta se abrió. Las lágrimas bajaban sin parar por mis mejillas, y al girar mi cuello para ver de quién se trataba, Min Yoon Gi tenía una expresión atónita ...

-Adrianna, ¿Qué te pasó?- se acercó con rapidez para tocarme, para ayudarme a levantar del suelo, pero mi acción fue esquivarlo, mantenerme lo más lejos posible de él.

-Aléjate de mí- más lloré- No te acerques, vete con Hye. VETE CON ELLA QUE ES PERFECTA Y NO UN TOTAL MONSTRUO COMO YO- me escondí en un rincón, con los brazos rodeando mis rodillas y mi cara recargandola entre ellas.

-¿Hye te hizo esto?- no le respondí, solo sollozaba- RESPÓNDEME ADRIANNA, ¿ELLA TE HIZO ESTO?- no se si mi aumento de berrido lo tomó como una confirmación, pero si lloré aún más, fue porque él me grito, no por otra cosa- MATARÉ A ESA PUTA CON MIS PROPIAS MANOS- salió hecho una fiera de la alcoba. No comprendí nada, y levanté mi vista atontada..

-¿Yoongi?-.

Tarde, el pálido ya se había ido.

Hola lindas, perdón pero tengo que decir esto.

ESTA MIERDA SE PRENDIÓOOO JAJAJAJA.

Mil gracias por apoyarme, por comentar, votar y sobre todo, leer. Se les quiere, cuídense..