El segundo embarazo de su esposa sin dudas fue un regalo de los cielos.
Su primer hijo fue mujer, pero estaba seguro de que este sería niño.

Ya a sólo semanas del parto, era de esperarse que el rey consultara al oráculo sobre el futuro de su próximo hijo.

ㅡ Dos niños carga en su vientre.

El rey Min SuJi se sorprendió. Pero su alegría sólo se hizo mayor, dos futuros herederos que seguirían sus pasos, sin duda alguna.
ㅡ ¡Es fabuloso!

Su reino era próspero, su pueblo lo amaba, y ahora no sólo sería el padre orgulloso de una gran guerrera como su hija lo era; sino que también sería padre de dos fuertes niños.

ㅡ Pero...

ㅡ ¿Pero?

ㅡ Mi rey, ha de tener cuidado. Los dioses me han dado una advertencia para usted.

ㅡ ¿Qué pasa? ¿Su vida corre peligro?

ㅡ Mi rey, estos niños, uno de ellos traerá prosperidad y paz al reino; el otro, sólo dolor e injusticia.

ㅡ ¡¿Qué?! ¿Me estás diciendo que uno de mis hijos...?
¿Cu-Cuál? ¿Cuál de ellos?

Negó ㅡ Ambos nacerán en medio de la desgracia, pero uno será bañado en gratitud, y el otro quedará manchado por la sangre de sus progenitores.

El rey se acercó al oráculo y sacudió sus hombros ㅡ ¡¿Qué cosas estás diciendo?!

ㅡ Es lo que veo, mi rey.

ㅡ ¿Qué debo hacer?

ㅡ Cuidarse a usted, y a su reino.

ㅡ Dijiste que sólo uno de ellos será, ¡¿cuál de los dos?! ㅡ el oráculo asintió, y él lo soltó para que hiciera su trabajo.

ㅡ Aquel que fue elegido con firmeza, y salvado del error, es el salvador.

ㅡ ¿Elegido con firmeza? ¡Esto no me dice nada!

ㅡ Lo siento, mi rey.

Min comenzó a ponerse nervioso y caminó de un lado al otro ㅡ ¿Significa esto que... Debo deshacerme de uno de ellos? ㅡ lo miró, pero él ya no contestó. ㅡ ¡Responde!

ㅡ Mi rey, no puedo decirle cómo proceder. El destino es caprichoso, pero es lo que es. Nada de lo que usted haga, podrá impedir el futuro.

Negó ㅡ Me niego a rendirme así, me niego a que los dioses jueguen conmigo, con mi reino, ¡con mi familia! De esta manera.
No permitiré que eso pase.