Treinta y dos semanas.

Ocho meses que constituían una prominente y pesada panza que apenas le dejaba respirar como era debido y limitaba su vista periférica, trentaidos semanas siendo la casa temporal de su cachorrito, y ya quería renunciar al trabajo, esperaba la bendita hora en la que ese bebé pasara de estar jugando con sus organos vitales a estar en sus cálidos brazos que lo envolverían con todo aquél amor que albergaba en su pecho, un amor puro y guardado celosamente para él, su muy deseado bebé, pero mientras eso no sucedía debía conformarse con estar sentado en una incómoda silla en la sala de espera del piso de maternidad del hospital, y como cereza del pastel su alfa no lo acompañaba.

Quizás esa era una de las razones por las cuales estaba de mal humor, por supuesto que no podía reclamarle a jin por trabajar, pero una vena resaltaba en su cuello cada vez que debía ir a una consulta y su alfa no estaba ahí para acompañarlo y darle ánimos, ¿a caso también planeaba dejarlo plantando el día del parto? Porque por como van las cosas...

Namjoon usaba su teléfono mientras estaba de pié al lado de su asiento, apoyado en una de las blancas paredes del área de maternidad de aquel hospital, su esposo era quien le había pedido que lo acompañara para que no estuviera solo, y por ese hecho trataba de no pagar su mal humor con el adorable alfa que solo realizaba una buena acción, además el pobre era muy nervioso y preocupado con él, siendo extremadamente cuidadoso con cada detalle, diciendo que temía que algo le sucediera estando con él, jin podría hasta matarlo.

—Kim Taehyung —la odiosa secretaría de siempre le llamó, con su típica cara de "no los mato porque me pagan"

De inmediato Nam dejó su dispositivo de lado y le tendió la mano, con intención de ayudarle a colocarse de pié.

—Hey tranquilo, puedo pararme solo, no soy tan inútil —Claro que aunque tratara de que su mal humor no afectara a las personas de su al rededor no significaba que no se le escapara uno que otro comentario venenoso.

Nam sonrió, el omega le parecía muy adorable estando en cinta, y ni hablar que caminaba parecido a un pingüinito, con sus piernas separadas debido al espacio que su bebé ocupaba en su panza.

—No es eso, solo que es mejor prevenir
—respondió, sus hoyuelos se marcaban tan hermoso que solo eso hizo que Taehyung le bajara dos a su mal genio.

—Nada más iba a levantarme de una silla —replicó al alfa, nunca pensó que hubiera alguien más paranoico que él o que jin.

—Y no sabemos que tantas consecuencias hay detrás de esa acción.

El menor bufó, quizás jin había sido muy exagerado al pedirle el favor al moreno, quería compañía pero al parecer tenía su propia niñera, sin intenciones de ofender al grandote a su lado, que reía de solo verle caminar, piernas un poco separadas y una mano fiel amiga de su espalda adolorida, ya ni sabía que se sentía no tener presión en la columna.

Llegaron al consultorio, siendo recibidos por el amable doctor de siempre, quien no ocultaba su sorpresa al ver a su nuevo acompañante, ya se habrá dado cuenta que el que más debería estar en ese consultorio con él no lo estaba.

—Taehyung, un gusto verte de nuevo — comentó con simpatía, no fue necesario decirle que se sentara, pues prácticamente el chico se sentía como en un segundo hogar -¿otro amigo?

Ya no debería de sorprenderse, se dijo el doctor.

—Ajam —respondió el omega, apoyando su codo sobre el escritorio del médico, y asi también apoyando su cabeza en su mano —Él es Namjoon, Namjoon el doctor Siwon.

—Encantando de conocerlo —respondió aquél alfa, dando una reverencia, siendo muy respetuoso con el mayor, el doctor le devolvió la reverencia con una sonrisa.

—Puedes sentarte, ya sabes los amigos de mi paciente son mis amigos —señaló el asiento al lado de Taehyung, Namjoon asintió y se sentó rápidamente, al igual que el doctor, que tomó su bolígrafo listo para hacer las anotaciones necesarias —bien, ya estamos casi al final del embarazo, ahora solo es cuestión de esperar por el bebé, las probabilidades de que nazca en este mes son bastante altas, pero como te has cuidado perfectamente no dudo de que nazca cuando debe ser, que sería en aproximadamente un mes.

El doctor comienza a explicarle todo lo que necesita saber con respecto al octavo mes, como de costumbre cada que tenía una consulta, el embarazado compartió sus experiencias estando ya en la recta final de su tan esperado embarazo y finalmente Siwon le da los típicos consejos e indicaciones para poder contrarestar los dolores o alguna complicación típica del mes por el que está pasando.

—Taehyung, antes de pasar a la ecografía necesito hablarte de algo —el doctor, que anteriormente tenía una voz amena mientras conversaban se volvió un poco más serio.

Por el cambio de tensión, el omega no pudo evitar que unos traviesos nervios se colaran en su sistema, odiaba tanto esa sensación, nunca le traía nada bueno, al menos no en esos meses.

—Mn, claro doctor dígame —apretó un poco sus sudadas manos, lastimandose un poco con sus propias uñas.

El doctor comenzó a buscar algo entre los cajones de su escritorio, y cuando sacó su mano eran algunos papeles, unos que le parecían algo conocidos al dulce omega.

—Como te había dicho varios meses atrás, comencé a investigar un poco sobre la situación del celo que tuviste aun estando en cinta —comenzó a explicar, llamando mucho la atención de sus dos oyentes —Estos son tu prueba de embarazo y los exámenes que te hicieron en el hospital al que fuiste aquél día.

El omega miró a las manos del doctor por inercia, tratando de no alterarse más de lo debido, no le haría nada bien, se concentraba en mirar el blanco papel, engañandose con una sensación de falsa paz.

—Antes te había dicho que no me parecía para nada convicente la historia de los gammas de la que te hablaron en el otro hospital así que yo mismo me puse a trabajar a base de los resultados y algunas cosas que no había notado en tu prueba de embarazo, específicamente algunas hormonas y tengo algunas teorias, contando también la dificultad que habías tenido en poder concebir —dijo el doctor.

—¿teorías? —preguntó, la confusión bañaba sus facciones.

—Algo así Taehyung, no estés asustado, te aseguro de que no se trata de algo que te perjudique —intentó tranquilizar —pero para confirmarlas necesito de una prueba adicional, una prueba de sangre ¿crees que podrías? No es una obligación, esto es si realmente quieres continuar con la investigación, sino puedo parar por aquí.

Namjoon que estaba a su lado, colocó una mano sobre su hombro, intentando ser algo como un apoyo, tanto como amigo y como alfa, pues sus instintos no podían resistirse a un omega asustado, Taehyung por su parte seguía confuso, sin que el temor lo abandonara perfectamente.

—Confío en usted doctor —confesó, su voz siendo un poco más insegura que hace minutos atrás —haré la prueba, si eso le ayuda.

El doctor sonrió hacía él, complacido de que a pesar de sus nervios decidiera dar un paso adelante y no uno atrás.

—Entonces te daré una orden para que la hagas al salir de aquí ¿estás de acuerdo? —el omega asintió tragando fuerte —Excelente, no te preocupes, estoy aquí para ayudarte y te doy mi palabra de que no ocurre nada malo.

Sus palabras eran dichas con bastante cariño y parsimonia, como de un padre hablando a su hijo, dandole una sensación de seguridad al omega, pero aun así aumentando la incertidumbre, ¿de qué podría tratarse la supuesta teoría? Era algo que necesitaba saber.

—Entonces... ¿ya podemos ver al bebé?—aquella pregunta hecha con tierna emoción, dejaron atrás la tensión del momento, haciendo reír a Taehyung, era el alfa más adorable.

—Si —respondió el doctor desviando au atención —ya sabes que hacer.

El menor asintió mientras quitaba su abrigo y caminaba hacia la camilla, subiendo con algo de esfuerzo a la misma, su movilidad había sido bastante reducida desde hace algunos meses, cuando estuvo acostado subió su camisa y desabrochó su pantalón, dejando totalmente expuesta su panza, que a ese punto era de un gran tamaño.

—Seokjin quizás me podría matar por verte así —dijo Namjoon, riendo un poco, definitivamente seokjin lo prefería lejos de Taehyung.

Ambas personas en la sala decidieron no decir nada al respecto, el doctor comenzó su trabajo, pasando aquel transductor sobre su piel, estando bastante acostumbrado a la sensación del gel frío, prefería concentrarse más en la pantalla, donde podía observar lo grande que estaba su inquieto cachorro.

—El bebé ya tiene su genero secundario definido hasta este punto, pero eso podremos saberlo solo cuando nazca, como ya saben él cachorro conservara su tierno aroma con un toque del de su padre alfa, esto sucede debido al instinto protector común en los alfas...

🌼🍃🌼🍃🌼🍃🌼

Namjoon nunca había sido tan precavido al conducir, pero él mismo sabía lo riesgoso que podría ser tenerlo al volante, no por nada recibió su licencia de conducir después de muchos intentos, y solo mirar al asustado omega que se aferraba a su asiento con el cinturón del auto apretandole más de lo debido sentía la necesidad de ser el chofer más pacífico y suave del mundo.

—No tengas miedo, he conducido muchas veces —dijo, tratando de hacerle sentir más confiado, no deseaba más de su desesperado aroma inundando su vehículo.

—Todas esas veces fueron pruebas que fallaste y la primera vez que conduciste luego de obtener tu licencia fue cuando me buscaste en casa —contestó el chico, enterrando sus uñas en el asiento, no era por ser paranoico pero estaba embarazado, necesitaba sobrevivir.

El alfa hizo un puchero, en serio estaba siendo cuidadoso, él quería conocer a su sobrinito así que no podía permitirse algún accidente por alguna imprudencia suya, el ambiente era realmente silencioso, pero no le molestaba al menos no a él, Taehyung miraba hacía la ventana como en aquellos videos musicales melancólicos, mirándose realmente hermoso, definitivamente debía llevarlos bien a casa sino tendría a seokjin gritando en su oreja, lo más probable es que tirara de él para estar a su altura.

El tráfico en la ciudad era un tanto desesperante, así que como muchos harían el alfa decidió colocar la radio, tratando de dejar de lado aquella paz impuesta por ambos.

Minutos después el auto estacionaba en frente de la residencia de los Kim, y Taehyung sintió su estómago revolverse al observar el auto de su esposo allí, como si jamás hubiera salido de casa.

—¿Seokjin está en casa? —la molestia comenzó a recorrer sus venas, no había pensamiento racional, no existían excusas, toda su mente gritaba que el alfa estuvo en casa y no con él en su cita.

Nam miró como las mejillas de Taehyung se volvieron rosadas y su ceño ahora estaba fruncido, se había molestado, eso es seguro, por un momento temió por su hyung.

—Eh... no lo sé, quizás tomó el autobús—intentó defender a su amigo, pero el omega ya tenía su mano puesta en la manija del auto dispuesto a salir.

—Gracias por todo lo que has hecho hoy por mi hyung, te hablo luego —agradeció brevemente antes de tirar de la manija y salir al exterior, cerrando la puerta del auto tras de sí, intentando no concentrar su rabia para no tirar la puerta.

Seokjin lo iba a escuchar, por supuesto que sí.

Con paso rápido llegó hasta su puerta y abrió la misma, sin dejar su abrigo o zapatos como haría comúnmente, entró con un solo pensamiento, encontrar a su esposo, esto mientras un sentimiento entre rabia, tristeza y decepción lo invadía en tanto revisaba puerta por puerta, no quería creer cosas que no eran, no quería decepcionarse, finalmente buscó en el pequeño estudio del alfa, por donde debió empezar, pues lo encontró allí, sentado en su escritorio.

—¿Algo que debas decirme? —preguntó con sus brazos cruzados sobre su pecho, encima de su panza, con su sonrojada cara bañada en descontento, seokjin boqueó como un pez al verle en ese estado.