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C A P I T U L O. 9

Entre pequeñas risas traviesas y susurros un par de pequeñas se encontraban tratando de esconderse lo mejor posible para no ser encontradas por su tío favorito. Las pequeñas se encontraban jugando a las escondidas con su tío Gigi, quien había llegado a visitarlas esa tarde en compañía de su tío Jin. Y tras varias actividades junto a ellos habían decidido jugar a las escondidas antes de la hora de la cena.

Tratando de hacer el menos ruido posible cada una busco un lugar donde esconderse en la extensión del departamento, pero habían pocos lugares y el tiempo para esconderse se estaba acortando conforme su tio se aproximaba al número cien. Y antes de que pudieran darse por vencidas, recibieron la ayuda de su tío Jin y Koo, quienes les consiguieron los mejores escondites. La pequeña Chaewon fue escondida por JungKook en uno de los compartimentos de la alacena, mientras que la pequeña EunChae fue escondida por Seokjin tras uno de los muebles de la sala de estar. Sin duda alguna eran lugares donde muy pocos buscarían.

—¡Y Cien!—YoonGi exclamo en voz alta.—¡Listas o no ahí voy!

Cuando las gemelas escucharon esas palabras trataron de no emitir sonido alguno y hacerse más pequeñitas en su lugar, para evitar ser vistas y encontradas.

YoonGi por su parte comenzó su búsqueda, y durante los primeros segundos estudió la estancia para capturar algún posible lugar donde las pequeñas pudieran haberse escondido. Posteriormente comenzó a buscar en los lugares más fáciles para esconderse, pero no las encontró. Y las risas de JungKook y Seokjin no trataron en resonar por las paredes del departamento.

—Al parecer el tío Gigi la tiene difícil esta vez.—Seokjin murmuró con diversión hacia su pareja.

—¡Ya cállate!—fue lo único que YoonGi le dijo a su pareja antes de continuar con su búsqueda.

El más bajo dirigió su búsqueda a las habitaciones. Primero busco bajo las camas, luego en los armarios y baños, pero no encontró nada. Sus sobrinas consentidas parecían haber desaparecido como por arte de magia o al menos eso era lo que YoonGi pensaba firmemente. Sin embargo, sin el ánimo de darse por vencido, se encaminó nuevamente hasta la sala de estar.

—¿Niñaaaaaas, dónde están?—YoonGi preguntó con voz cantarina. Pero no hubo respuesta alguna por parte de las gemelas.

Sin respuesta, YoonGi continuó buscándolas y llamándolas, pero no logró tener éxito alguno. Y después de varios minutos de su intensa y extensa búsqueda, YoonGi se encontraba a punto de tirar la toalla, pero ante de ello había utilizar su último recurso.

—¿Puedo tener una pista de donde están escondidas?—le preguntó a Seokjin y a JungKook.

Los últimos dos mencionados se dedicaron una pequeña mirada antes de asentir con levedad.

—Si algo quieres comer, encontrarme a mi deberás hacer.—JungKook dijo con diversión.

—Frente a tus ojos estoy, pero atrás deberás buscar.—Seokjin dijo.

YoonGi ladeó su cabeza y frunció su entrecejo sin comprender en lo más mínimo las palabras de su novio y amigo. Así que, estaba a punto de rendirse, cuando el sonido de la puerta principal siendo abierta y la voz de Jimin lograron que las pequeñas gemelas salieran de su escondite.

—¡Papiiiiiii llegaste!—la gemelas exclamaron al unísono al mismo tiempo en el que corrían hacia él.

Jimin se permitió dejar las cosas que traía en entre sus manos a un lado, para colocarse de cuclillas y poder recibirlas. Estaba de mas mencionar qué tal acción había sorprendido a YoonGi y a Seokjin. Y no de una manera que pudiera malinterpretarse, sino por el simple hecho que hasta donde tenían conocimiento su amigo aún no estaba del todo emocionado con el hecho de hacerse cargo de un par de gemelas y mucho menos que estas fueran sus hijas. Sin embargo, al parecer las cosas habían cambiado de una forma positiva con el paso del tiempo. Y era algo que alegraba a la pareja visitante.

—De haber sabido que saldrían de su escondite con tu llegada te habría llamado antes de empezar a jugar.—YoonGi dijo hacia su amigo, quien seguía abrazando a sus hijas.

—¿Estaban jugando?—Jimin preguntó.

—Si Papi, pero el tío Gigi es muy lento.—EunChae dijo con suavidad.

—El tío Gigi no sabe jugar a las escondidas. Es malo encontrándonos.—esta vez fue Chaewon quien habló.

Jimin soltó una pequeña carcajada antes de soltar a sus pequeñas y recobrar su postura.

—No soy malo jugando, es solo que ustedes se esconden demasiado bien.—JungKook y Seokjin rodaron sus ojos por las palabras de YoonGi.—Como sea, ¿Qué vamos a cenar?

JungKook negó levemente al mismo tiempo en el se levantaba de su lugar y se encaminaba hacia su pareja para darle un pequeño recibimiento con un pequeño abrazo y un tierno beso sobre su cabellera.

—¿Pedimos algo?—Jimin preguntó.—Realmente estoy algo cansado como para cocinar o Seokjin podría cocinarnos.

En cuanto las pequeñas escucharon que estaba la opción de pedir comida, no dudaron en comenzar hacer notar lo que deseaban cenar esa noche.

—¡PIZZA!—ambas gritaron al unísono con júbilo hacia su padre y JungKook.

Los mayores se observaron el silencio para discutir a base de miradas la opción de las pequeñas y cuando ninguno pareció objetar, JungKook se atrevió a hablar.

—Entonces, pizza sera.—las pequeña dieron pequeños saltos y gritos llenos de alegría.—EunChae y Chaewon vengan vamos a ordenar la pizza.

Las pequeñas no tardaron en seguir a JungKook hacia cierta parte de la estancia donde ambas se dispusieron a ayudar al mayor a ordenar la pizza, la cual claramente fue seleccionada al gusto de ambas.

Jimin por su parte se encaminó hasta el sofá de la sala de estar donde se dejó caer con cansancio frente a Seokjin, y segundos YoonGi lo acompañó. Como había sido de esperarse los tres se sumergieron en una pequeña conversación trivial. La conversación continuó hasta que JungKook y las gemelas hicieron acto de presencia.

—La pizza estará aquí en cuarenta minutos.—JungKook dijo mientras tomaba asiento junto a Jimin. Y las gemelas no dudaron en sentarse junto a su tío Jin.

Jimin no tardó de dejar su cabeza sobre el hombro de JungKook. Si bien ambos había decidido no tener muchas muestras de cariño que pudieran tomarse como inapropiados y tratarse como amigos antes las pequeñas, para evitar cualquier tipo de trauma y esperar a que estas tuvieran la edad adecuada para comprender que eran parejas. Jimin no podía evitar buscar siempre el contacto de su pareja, aunque fuese pequeños toques o caricias imperceptibles ante las pequeñas. Así como en ese momento.

JungKook por su parte solo se limitó a acomodarse en su lugar, para poder abrazar levemente a su novio.

—Bien, ¿De que hablaban?—JungKook preguntó.

—Sobre los nuevos postres y bebidas que quiero implementar en mi cafetería.—Seokjin murmuró con levedad.—Quiero hacer algo innovador en el café, para atraer más clientes, porque últimamente las ventas han estado un poco bajas.

JungKook formó una pequeña mueca.

—Tío Jin, ¿Por qué no vendes galletas de animalitos?—ChaeWon preguntó.

—Si, a Wonnie y a mi nos gustan, también puedes vender leche con chocolate así como Koo las prepara.—EunChae hizo una pequeña pausa para observar a su tío.—Koo hace la mejor leche con chocolate del mundo y papi hace hotcakes ricos también.

Seokjin no pudo evitar carcajearse con levedad.

—Tal vez debería contratar a JungKook, para que haga las leches con chocolate, ¿les parece?—el mayor de todos les preguntó a las pequeñas.

—Si.—Chaewon respondió mientras asentía.

La cena había transcurrido con rapidez y de una forma agradable gracias a las ocurrencias de las gemelas Park, quienes habían disfrutado de sus dos porciones de pizza y de un pequeño postre que consistía en un par de galletas y un vasito de leche con sabor a fresa.

Y a pesar que las pequeñas parecían seguir teniendo energía en sus pequeños cuerpos la hora de dormir había llegado, y con ello JungKook se había ofrecido a ayudarla a darse una pequeña ducha, lavarse los diente y colocarse la pijamas, mientras que Jimin disfrutaba un poco más de la compañía de sus amigos.

—Hay que lavar los platos y recoger todo.—Seokjin dijo hacia su pareja.—Ayúdale a Jimin con los platos y yo me encargo de recoger todo y ordenar.

—¡Oh no! No se molesten chicos, esto lo puedo hacer después.—Jimin dijo con un deje de vergüenza en su voz.

YoonGi negó con levedad.

—Deja que te ayudemos un poco. Así que, anda lavemos los platos. Entre dos se termina más rápido.—fue lo único que YoonGi dijo antes de levarse de su lugar y comenzar a recoger los platos y vasos sucios.

Fue así como el par de encaminó hasta el lavaplatos y dieron inicio a su labor. YoonGi restregando y Jimin enjuagando y secando los ojos platos y vasos.

—Sabes, Jimin.—llamó al menor.—Me llena de alegría ver lo mucho que tu relación con tus hijas ha avanzado de una manera positiva.—el mencionado detuvo sus movimientos con levedad para girarse hacia su amigo.—el ver la forma en la que no rechazas sus muestras de afecto me hacen sentir orgulloso de ti. Estas siendo un buen padre, Jimin.

Jimin sintió sus mejillas calentarse ante lo último dicho. Y aunque le hubiese gustado aceptar el halago que su amigo le había hecho, debía ser realista consigo mismo. Aún no era un buen padre para ellas. De hecho, creía que ni siquiera lo era más allá del treinta por ciento.

—Gracias.—Jimin murmuró.—Pero, si te soy sincero, aun no siento que sea un buen padre para ellas..., aún hay días en las que quisiera que nunca hubiesen aparecido en mi vida y otro en los que me desesperan.

YoonGi sonrió levemente.

—Eso es algo normal, Jimin.—dijo el mayor.—Nadie espera que te acostumbres a la idea de que eres padre de un par de gemelas de la noche a la mañana. Todo es un proceso. Sin embargo, creo que el tiempo te está ayudando a aprender a entenderlas y quererlas. 

Y en lo último YoonGi tenía razón. El tiempo con las gemelas había ayudado a Jimin en muchos aspectos. El tiempo le ayudo a aprender a entenderlas y saber como tratarlas a cada una, pero sobre todo le está enseñando a amarlas. Tal vez, no como un padre debía amar y adorar a sus hijas, pero las estaba comenzado amar con sus similitudes y sus diferencias.

—Ellas son fáciles de querer, YoonGi.—Jimin dijo luego de un corto silencio.—Pero debo aprender a ser un mejor padre para ellas.

A YoonGi le habría gustado decirle que ya era un padre excelente y que no había nada que mejorar, pero era consciente de que ser padres era algo de eterno aprendizaje.

—Entonces, mejora lo que tengas que mejorar para ser el padre del que ellas se sientan orgullosas, Park.

Y tal vez, Jimin si quería ser el padre del que sus hijas estuvieran orgullosas.

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