Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

C A P I T U L O. 5

Martes por la tarde y por las paredes del departamento resonaban la típica canción de una divertida y animada película infantil, la cual estaba siendo de ayuda para entretener al par de gemelas, mientras que su progenitor se encontraba realizando un informe médico que la junta directiva del hospital le había solicitado para dentro de dos días. Y para ser sincero su día libre resultó ser lo suficientemente tranquilo.

Las pequeñas rara vez lo molestaban y para cuando lo hacían era por cosas necesarias, como cuando tenían hambre o la película que habían estado viendo terminaba y gustaban ver otras. Y debía aceptar que sus hijas no eran de los típicos niños molestos o traviesos, para su suerte eran todo lo contrario a ello y lo agradecía en demasía.

Soltando un pequeño suspiro, Jimin se removió levemente sobre su lugar, para seguidamente estirar sus contraídos músculos. Había estado casi todo el día sentado frente a su portátil y rodeado de diversas páginas que había utilizado de apoyo. Tras estirar su cuerpo llevó su mirada hacia el sofá donde sus hijas se encontraban y al hacerlo se encontró con que estas se habían quedado dormidas a mitad de la película que se estaba proyectando en la pantalla plana. Inevitablemente una pequeña mueca surcó en su rostro al notar la incómoda posición en la que se encontraban y fue por ello que sin pensarlo demasiado se levantó de su asiento y caminó hasta ellas, para acomodarlas y darles una mejor postura, y apagar el televisor.

Tras asegurarse de que ninguna de sus hijas corría el peligro de caerse del sofá, se encaminó hasta la cocina en busca de un vaso de agua y un bocadillo. Sin embargo, a mitad de su trayecto la puerta principal del departamento se abrió dejando a la vista a un cansado Jungkook. A Jimin le fue imposible contener su sonrisa, pero sobre todo aproximarse hacia éste, para darle un afectuoso recibimiento.

—¿Cómo estuvo tu día?—Jimin preguntó una vez abandonó los labios de su pareja.

—Fue una locura. El caso en el que estoy trabajando se complicó, porque mi cliente creyó muy conveniente ocultar cierto detalle y tuve que tratar de estabilizar la situación.—Jungkook comenzó a relatar un poco de su día mientras seguía a Jimin a la cocina.— Por suerte todo está bajo control y tengo fe de que ganaré el caso. ¿Cómo estuvo tu día?

Jimin no tardó en relatar un poco de lo que había sido su día, el cual a diferencia del de Jungkook no fue la gran cosa, ni mucho menos resultaba ser interesante.

—¿Y las gemelas?—Jungkook preguntó. 

—Están dormidas. Se quedaron dormidas en medio de su doceava película.

Jungkook formó una pequeña mueca. La idea de que las pequeñas hubiesen pasado todo el día frente al televisor no le resultaba algo satisfactorio y mucho menos adecuado para un par de pequeñas. Sin embargo, no podía objetar, porque Jimin no había tenido el tiempo para llevarlas al parque o realizar otra actividad con ellas, y sobre todo porque no era algo que se repetiría, porque dentro de poco ingresarían al jardín. Lo único que hacía falta era mostrarle a Jimin las opciones de los diversos jardines que él mismo había buscado, para que ambos escogieran el que creían que sería la mejor opción.

Tras conversar un poco más, Jungkook se encaminó hasta su habitación en busca de ropa cómoda, pero en el camino se detuvo para observar a las gemelas y asegurarse de que estuvieran dormidas.

Y fue así como las horas pasaron y con ellas las gemelas se despertaron y al ver a Jungkook no tardaron en lanzarse sobre él para contarle las diversas películas que habían visto ese día y sobre todo el pedirle jugar con ellas. Jungkook no tuvo objeción en jugar un rato con las pequeñas, mientras Jimin se encargaba de pedir comida a domicilio ya que ninguno de los mayores tenía el ánimo suficiente para preparar la cena. Y tan solo treinta minutos después el timbre del departamento se hizo sonar.

Con la idea de que se trataba del repartidor de comida, Jungkook se encaminó a la puerta principal con la pequeña Eunchae sobre su espalda, ya que la pequeña no había querido bajarse y esperar junto a su hermana. El alto llevó una de sus manos hacia su espalda, para asegurarse que la pequeña EunChae no pudiera caerse cada que diera un paso; cuando llegó a la puerta no tardó en abrirla, pero grande fue su sorpresa al no encontrarse con el repartidor, sino con sus amigos.

Frente a él se encontraban Hoseok y Seokjin con sus respectivas parejas. En un principio la presencia de ellos le resultó extraña, hasta que recordó que Jimin le había comentado que Yoongi y Taehyung le prometieron visitarlos para conocer a las gemelas.

Y ahí estaban tal y como lo prometieron.

En primera instancia Taehyung formó una pequeña sonrisa al ver a Jungkook, pero cuando notó el pequeño par de ojos que sobresalían sobre el hombro izquierdo de Jungkook no fue capaz de contener el pequeño grito de emoción. Y su grito se intensificó aun más cuando Jungkook hizo un rápido movimiento, para traer a la pequeña a sus brazos y sostenerla.

La pequeña sin duda alguna tenía un parentesco casi extremo con Jimin.

—¡Es una monada! —Taehyung exclamó al mismo tiempo en el que le entregaba la caja de regalo que traía consigo a Hoseok, su pareja.

—Hola, me llamo EunChae. —dijo la pequeña con una pequeña sonrisa para seguidamente esconderse en el pecho de Jungkook. Inevitablemente el corazón de todos los presentes dio un vuelco.

—Hola, preciosa y soy Taehyung.

Seguidamente de Taehyung los demás comenzaron a saludarla y decirle sus nombres. Y para cuando se dignaron a entrar al departamento, Yoongi mostró una pequeña faceta que la mayoría desconocía. El más bajo soltó un pequeño chillido y corrió hasta el sofá cuando sus ojos divisaron a la otra gemela que se encontraba sentada junto a Jimin. Sin embargo, antes de atreverse a tomar a la pequeña en brazos le dedicó una pequeña mirada a Jimin en busca de un permiso para continuar con su actuar y una vez el permiso se le fue concedido, tomó a la pequeña en brazos.

—Hola, me llamo Yoongi, pero tú y tu hermana me pueden decir tío Gigi.—Yoongi le dijo a la pequeña que tenía entre sus brazos. 

Para las pequeñas ver el departamento lleno de personas extrañas les resultaba algo nuevo e intimidante y más por el hecho de que la atención de todos estaba sobre ellas. En todos sus cortos años de vida, las pequeñas no habían tenido tanta atención sobre ellas, más allá de la que la señora Lee y su hijo les daban. Sin embargo, en sus pequeños corazones se habían comenzado a crecer una pequeña y cálida sensación gracias a la atención y el cariño que estaban recibiendo.

—Yo me llamo Chaewon.—dijo la pequeña que Yoongi tenía entre sus brazos.— Pero puedes decirme Wonnie, así me dice mi hermana y el señor Mojito. 

Escuchar la tierna y melodiosa voz de la pequeña provocó que el corazón de Min Yoongi diera un vuelco. Y es que, si había algo que pudiera desmoronar los muros que el mencionado había construido alrededor de él, para protegerse era la suavidad con la que Seokjin lo amaba y protegía, y la ternura de los niños. Y el hecho de ahora tener a un par de gemelas a su alrededor había derrumbado por completo sus muros dejando a la vista de todos su verdadera esencia. 

—¡Dios mío! ¡Me las quiero robar!—exclamó Yoongi al mismo tiempo en el que apretaba a la pequeña contra su torso.—¡Son tan lindas!

Todos a excepción de Seokjin habían quedado estupefactos ante la escena que Yoongi había brindado con la pequeña, pero sobre todo por la emoción que brillaba intensamente en su tono de voz.

—Jamás vi a Yoongi así.—Hoseok dijo sin dar crédito.

—Te sorprenderías al ver lo suavecito y tierno que mi Gigi puede ser.—Seokjin murmuró con una sonrisa en sus labios.— Te sorprenderías, créeme.

Después de ello y de una pequeña conversación trivial, Taehyung y Yoongi se animaron a entregarles los regalos que habían traído consigo a las pequeñas. Y como había sido de esperarse estas soltaron pequeños gritos de emoción al ver dos cajas grandes con un inmenso moño en cada uno. Muy pocas veces habían recibido regalos y el hecho de ahora estar recibiendo dos les emocionaba en demasía. Entre pequeños gritos de emoción y pequeños saltos se dispusieron a deshacerse del papel que envolvían las cajas y los moños, para encontrarse con una cocina de juguete para niñas de tamaño enorme y un juego de té. 

Al observar ambos juegos los ojos de las pequeñas brillaron. Frente a ellas estaban ese par de juguetes que siempre habían visto en las tiendas, cada que tenían oportunidad de ir, o en la televisión, pero que nunca podían obtener porque su madre decía que no lo merecían.

Sin saber cómo reaccionar a los regalos dados, las pequeñas permanecieron en su lugar por varios segundos observando los juguetes, hasta que la voz de uno de los visitantes habló. 

—¿Y bien? ¿Les gustaron los regalos?—Taehyung preguntó con cautela y un poco de desconcierto ante la actitud de las pequeñas.

—¡Sí!—Exclamó la pequeña EunChae.— Mira, Wonnie, aquí podemos hacer comida para papi y el señor Mojito.

—Sí, haremos muchos pasteles.—Chaewon dijo con cierta emoción en su voz. 

—A mí me gustan los pasteles.—EunChae expresó al mismo tiempo en el que ladeaba levemente su cabeza.—¡Oh! Y podemos comer los pasteles a la hora del té. 

Para Jungkook ver a las pequeñas entusiasmadas con los regalos hizo que su débil corazón diera un vuelco y una inmensa sonrisa surcara en su rostro. Le gustaba ver esa pequeña versión miniatura de su pareja felices. Jimin por su parte no pudo evitar formar una pequeña sonrisa al ver cómo sus hijas disfrutaban de los regalos. Sin embargo, era consciente que las pequeñas habían olvidado algo importante y fue por ello que aclaró levemente su garganta para hablar.

—Niñas.—llamó a sus hijas y cuando la atención de estas estuvo sobre él continuó.—¿No están olvidando algo?—las pequeñas fruncieron sus pequeños entrecejos sin comprender la pregunta de su padre.— ¿Cómo se dice cuando alguien nos regala algo?

Las gemelas formaron una pequeña "o" con sus boquitas antes de girarse hacia quienes les habían llevado los regalos. 

—¡Muchas gracias!—ambas exclamaron al unísono al mismo tiempo en el que hacían pequeñas reverencias. 

Tras esas pequeñas reverencias el timbre del departamento se hizo sonar dejando en claro que la comida que habían ordenado había llegado, y que para suerte de los anfitriones fue lo suficiente como para que todos disfrutaran de una buena cena. Luego de la cena Jungkook con ayuda de Hoseok y Seokjin comenzó a armar las piezas de la cocina, para que las gemelas comenzaran a jugar esa noche.

Sin duda fue una velada agradable para todos.

El reloj marcaba las más de las once y media de la noche, y para suerte de la joven pareja que habitaba el lujoso departamento el pequeño par de gemelas ya se encontraba disfrutando de un maravilloso sueño en la comodidad de su habitación. Aunque claro, lograr que estas lograran dormirse fue toda una proeza, gracias a las largas horas que habían dormido durante la media tarde.

En la tranquilidad de la sala de estar y en compañía de un poco de alcohol, Jimin y Jungkook se encontraban disfrutando un poco de tiempo juntos. Pequeños besos y palabras dulces brotaban de ellos de manera natural, demostrando el amor y el cariño que sentían por el otro. Desde que las pequeñas habían llegado a la vida de ambos, habían tomado la decisión de ser un poco cautelosos con sus muestras de cariño frente a ellas, para no asustarlas, pero sobre todo para no cometer algún acto que pudiera generarles algún tipo de incomodidad. Y era por ello que durante sus momentos de soledad disfrutaban abiertamente del otro, así como también habían tomado la decisión de buscar ayuda profesional para poder abordar su relación amorosa con las pequeñas de la manera más adecuada posible. 

Cuando el tierno beso que habían estado compartiendo llegó a su final, Jimin apoyó su cabeza sobre el formidable pecho de Jungkook. Justo donde era capaz de escuchar el bombeo del corazón de este último. Jungkook por su parte no tardó en comenzar a dejar suaves caricias sobre los hombros de Jimin y de tararear una suave melodía.

Ambos permanecieron en esa posición por varios minutos, hasta que Jungkook recordó que ambos tenían algo importante para hablar.

—Las pequeñas necesitan asistir a un preescolar.—Jungkook murmuró con voz ronca.— Es por eso que me di a la tarea de buscar opciones. 

Jimin soltó un suspiro antes de separarse levemente de su novio. Era consciente que sus hijas necesitaban comenzar con su educación, pero sobre todo comenzar a interactuar con más niños de su edad, para favorecer su crecimiento. 

—¿Has elegido algo? 

—Aún no, pero tengo cuatro opciones que considero que son las mejores.—Jungkook dijo.— Aguarda un momento.

Jungkook se levantó de su lugar y fue hasta la habitación donde estaba su maletín. Tan solo un par de minutos después regresó con cuatro carpetas en sus manos. 

—Quiero que las estudiemos y elijamos la que nosotros consideremos la mejor opción.—dijo.— No quise escoger por mi cuenta, porque al fin y al cabo son tus hijas. 

Jimin asintió con levedad y se acomodó sobre el sofá, para poder revisar cómodamente las opciones que Jungkook había escogido. Fue así que, junto a Jungkook revisó minuciosamente cada una de las opciones. Y a decir verdad cada una tenía un punto a favor. Una estaba a solo unos cuantos minutos del hospital donde él trabajaba, otra se encontraba a solo un par de calles del departamento, la otra estaba solo a unos cuantos minutos en auto del bufete donde Jungkook trabajaba y el último se encontraba de una forma céntrica entre los tres primeros lugares. Sin embargo, la tercera opción tenía cosas positivas en su forma de enseñanza que a Jimin le parecían las mejores entre todas y sobre todo porque tenía un convenio con varias academias recreativas a las que las pequeñas podían asistir si así lo deseaban.

Una vez ambos habían tomado su decisión, Jimin prometió comenzar con el proceso de inscripción a primera hora de la mañana siguiente, y Jungkook en darse el tiempo necesario para ir junto a las gemelas a comprar todo lo necesario para sus clases.

Ambos esperaban que las cosas resultaran bien para las pequeñas y que el preescolar les gustara.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro