Sus manos siendo rodeadas por gruesas esposas de metal, el frío de la sala y las pisadas del hombre ponían los nervios de Taehyung por el cielo, por su cabeza no pasaba otro pensamiento además de saber cómo estaba Mina. Sentado en la mesa apretaba sus puños intentando desfogar la furia que guardaba en su ser, todo se estaba saliendo de control y tenía la plena certeza de que su padre junto con Jingoo habían planeado aquel circo que mantenía al país con los ojos en sus teléfonos y televisiones.

-Kim, Kim, Kim - rió - ¿Sabes por qué estás aquí?

-No voy a hablar sin un abogado en la sala.

-¿Crees que va a llegar un abogado? ¿Realmente piensas que tu padre te va a ayudar?

-Su hijo es totalmente distinto a usted, oficial...- miró su placa para después verlo con una sonrisa burlona mientras se acomodaba en su silla - Jung.

-Hoseok es demasiado estúpido para la vida - alzó sus hombros - igual que su madre.

-¿Y por eso le encargó a mi padre asesinarla? - Taehyung rió al ver cómo la expresión en el rostro del hombre cambiaba por completo - todos tenemos secretos, Haksan, no quieras hacerte el honorable director de la estación más grande y reconocida del país, cuando eres la misma porquería o peor que yo.

-Tengo muchos contactos de mi lado, no podrá proceder nada.

-Si tú me dejas libre de esto, no voy a declarar en contra tuya - ignoró las palabras del hombre - ¿O prefieres que todos se enteren la basura que eres?

-Señor, la prensa rodeó la estación - un oficial novato entró a la sala - y hay algunos manifestantes pidiendo que liberen al joven Kim.

Taehyung sonrió recargando totalmente su espalda en la silla, hizo contacto visual con el hombre y alzó una de sus cejas mientras ladeaba su cabeza.

-En un momento resuelvo todo, retirate.

Hizo una reverencia y se fue apresurado de la sala, caminó hasta el joven y le tomó de la camisa aterrizando su puño en su rostro. Taehyung escupió algunas gotas de saliva entremezclada con sangre sobre la cara de Haksan.

-¿Esta es tu manera de intimidarme?

-Un oficial de policía asesinado junto con su esposa, su primogénito vivo hasta la actualidad y su pequeña hija de dos años fue robada por el magnate Kim Suk en complicidad con su hijo - la sonrisa en su rostro se borró al escuchar todo eso - que trágica historia familiar, ¿No lo crees?

-¿De dónde sacaste esa información?

-Sería una lástima que aquella pequeña, que ahora es una mujer adulta, se entere que el amor de su vida es el causante de sus desgracias.

-¡Jung Haksan! - gritó con un deje de desesperación - no se atrevan a tocarle un sólo cabello, porque por primera vez van a conocerme, y puedo ser mucho peor que mi padre o Jingoo.

-Si tú haces algo tan mínimo como abrir tu boca ante cualquier persona fuera de esta sala - le soltó sonriendo - Mina va a desaparecer de la faz de la tierra.

-Jimin va a saber esto sin que yo se lo diga.

-Ese oficial de quinta - rió - está en nuestro poder.

Taehyung negó.

-Me estás mintiendo para que pueda caer en tu juego.

-Te tengo en mis manos, Taehyung - se alejó - tengo lo más preciado de tu inmunda vida en mi poder, y nadie podrá salvarla más que tú.

La puerta fue derribada por más oficiales de los que había visto en su vida, todos apuntando hacia Haksan y fijando su vista en él. Un hombre de mayor edad se dejó ver entre todos ellos, caminando con una sonrisa en el rostro hacia el adulto.

-Jung Haksan, tanto tiempo sin vernos.

-Kim Kyudong...- susurró sorprendido mientras reía - me olvidé de tu existencia durante todos estos años.

-¿Disfrutaste mi puesto? - ladeó su cabeza - ¿Fue divertido?

-También olvidé que tu estúpido hijo estaba en esta estación. Debí matarlo cuando tuve la oportunidad.

-¿Escucharon muchachos? - el hombre se giró para ver a todos sus oficiales listos para disparar - un cargo más a su lista, por favor.

Dos jóvenes se acercaron a Haksan para colocarle las esposas. Kyudong se aproximó hacia su lugar y estrelló su puño en el estómago contrario, logrando que el aire en el cuerpo contrario saliera.

-Sejoon era nuestro amigo y lo traicionaste por un puesto y millones de dólares - ahora su puño aterrizó en su rostro - llegó tu momento de pagar, pequeña escoria.

Con la mirada indicó que se lo llevarán de ahí, Yoongi entró al lugar con las llaves de las esposas de Taehyung, el pelinegro lo miró confundido, estaban pasando muchas cosas en menos de veinticuatro horas.

-¿Dónde está Jimin?

-Haksan no te mintió, Tae - suspiró abriendo las esposas - Yeo tiene a Mina y a Jimin.

-Pero si él estaba en Busan - frotó sus muñecas sin despegar la mirada de Yoongi - él vendría aquí.

-Pasaron muchas cosas en el tiempo que no estuviste aquí - frunció su ceño al escucharlo - Mina no fue la única en recibir las notas de Jingoo, Jimin sabía que esto iba a pasar, así que por eso decidió ir a buscar al padre de Namjoon.

Taehyung sentía que su cabeza iba a explotar en cualquier momento, desvió su mirada hacia Kyudong, el cual le veía con atención. Se levantó e hizo una reverencia de noventa grados, notó la intención de Taehyung de hablar con él pero solamente negó.

-No quiero escuchar lo que quieras decirme, sólo quiero que te vayas de aquí y traigas a Jimin y Hyemin de vuelta.

Se arrodilló y sin despegar su vista del suelo, dejó que sus sentimientos fluyeran convertidos en lágrimas.

-P-Pido perdón por todo el daño que mi padre les ha causado - agachó su cabeza - ahora que soy un adulto, no me detendré hasta hacer justicia por todas las vidas que fragmentó en su búsqueda del poder y ambición.

El hombre se acercó a él y lo tomó del brazo obligándolo a levantarse.

-Todo es complicado, Taehyung. Esto no es un juego de policías y ladrones, es la vida real.

-Nadie puede conocer mejor que yo las porquerías que hace mi padre, ¿Cree que voy a encubrirlo?

-Tu padre dejó las riendas de este juego por miedo a que Jingoo lo delatara en público - ambos fijaron sus miradas en ellos - ¿Conoces qué tan retorcida está su mente como para enfrentarlo?

-Quizás no tendré el entrenamiento ni las tácticas para comprender a un criminal - retrocedió unos pasos - pero tiene lo más importante de mi vida en sus manos y soy capaz de todo para que pague por el daño que pueda hacerle.

Él asintió con lentitud, reconocía que Namjoon había tenido razón en todo lo que le comentó de Taehyung, a pesar de que su hijo y él estaban en ciudades diferentes, jamás perdieron el contacto, muchísimo menos después de que Jimin lograra encontrar a Hyemin. Aquel amor desbordante que el chico tenía por ella estaba más que claro, sus ojos, sus gestos, su manera de expresarse, todo denotaba pureza y absoluto cariño, se atrevía a decir que tenía el mismo corazón que su difunta madre.

-Están en una cabaña a las afueras de Seúl - Kyudong suspiró - hace un rato rastreamos el celular de Yeo y arrojó resultados ahí.

-Jimin me dejó el número del periodista que está llevando la cobertura del caso para que lo contactes - Yoongi le entregó una tarjeta junto con la bolsa de sus pertenencias - en cuanto llegues allá, mándale un mensaje y él hará su parte.

-¿Y Hoseok?

-Lo resguardamos en un lugar seguro antes de que pudieran matarlo.

Taehyung asintió guardando la tarjeta en su pantalón, sacó su celular, sus joyas y las llaves de su auto. De Jeju a Seúl se hacía fácil más de tres horas en auto, podría irse en un avión pero las probabilidades de que lo descubrieran eran altas, así que optó por seguir en su auto.

-¿Enviarán refuerzos?

-Namjoon está listo para proceder cuando tú se lo indiques - Kyudong le miró con una pequeña sonrisa en el rostro - avísale cuando estés allá para que acordonen la zona.

-Gracias, comandante Kim - hizo una reverencia - prometo no decepcionarlo.

-Suerte, muchacho.

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