Taehyung bajó su mirada, comenzó a jugar con su mano libre y con la tela de su pantalón, parpadeó lentamente antes de mirarle nuevamente.

—Sólo era un niño de doce cuando todo pasó...— susurró con la mirada totalmente perdida — aquella noche en la que mi padre me obligó a ir con él en su auto a la casa del hombre que desde su punto de vista lo traicionó a cobrar una deuda que nunca existió.

—¿Por qué Jimin sigue vivo si fue a matar a todos?

—Jimin estaba con Namjoon cuando mi padre llegó a su casa, la rabia lo había cegado tanto que ni siquiera recordó que él existía, estaba detrás cuando los asesinó, temblé de miedo al escuchar los disparos tan cerca de mi — sonrió intentando no dejar que salieran lágrimas de sus ojos — luego me obligó a ir al despacho de tu padre, sacó muchísimos papeles que involucraban su nombre, eso le hizo ponerse más desquiciado de lo que se encontraba en esos momentos.

—¿Por qué no lo detuviste? — susurró la chica ya con las lágrimas bajando por sus mejillas — ¿Por qué, Taehyung?

—Se lo pedí, pero estaba tan fuera de si que jamás escucharía a un niño pedirle que parara todo — cerró sus ojos sintiendo los recuerdos frescos en su mente — tu llanto captó la atención de mi padre, así que se dirigió a tu cuarto, te apuntó con su arma con toda la intención de desaparecerte, pero yo me interpuse.

—¿Desafiaste su locura...sólo por un bebé?

Él asintió sin abrir sus ojos.

—Te ví ahí, en tu cuna, tan linda e inocente, ajena a toda la mierda que estaba sucediendo — negó con su cabeza — no podía dejar que tú fueras su tercera víctima, así que preferí decirle que nos podrías servir en un futuro, aunque él te consideraba una traidora también solo por llevar la misma sangre que Sejoon, me halagó por el supuesto ingenio que tenía, así que decidió cambiar todos tus registros, deshacerse de ellos e inventar una nueva identidad para ti.

Para ese momento el llanto no dejaba en paz a Hyemin, soltó el teléfono y colocó sus manos sobre su rostro. Muchas cosas tenían sentido después de escuchar la confesión de Taehyung, cobró sentido el hecho de porque quería mantenerla lejos de los negocios sucios de Suk, su protección, su cariño, su dedicación, todo era producto del amor y buen corazón que tenía.

Sabía la basura que era su padre y siempre se lo advirtió, sin embargo, se dejó envolver por el poder que ese hombre le ofreció, prefiriendo hacer caso omiso a sus palabras.

Limpió las lágrimas, tomando de nueva cuenta el teléfono.

—S-Siempre lo supiste...— mencionó con la voz temblorosa — ¿Por qué jamás me lo dijiste? Incluso cuando me hice adulta, ¿Por qué callaste?

Taehyung abrió sus ojos, esta vez dejándose ver vulnerable en su totalidad, las lágrimas, las contracciones en su pecho y espalda, todo era visible para ella.

—Porque fui egoísta, un asqueroso y maldito egoísta que quería tenerte cerca para que yo pudiera cuidarte y amarte sin que corrieras tanto peligro...— sorbió su nariz — porque en cuanto creciste me di cuenta lo enamorado que estaba de ti, no me importó enfrentarme a Suk, desafiarlo al punto de casi morir, pero yo necesitaba que tú pusieras tus ojos en mí.

—Taehyung...— él le interrumpió.

—Todo lo que te dije, todo fue verdad, Hyemin — colocó su mano sobre el cristal — te amo, te amo con todas mis fuerzas, mucho más que a mi vida, pero los errores cuestan, debí denunciar todas las cosas malas que mi padre hacia, debí decirte la verdad para no lastimarte más de lo que ya estabas, por mi culpa estás sufriendo todo esto, tan siquiera debí contactar tu hermano para ayudarte a que regresaras con él.

—Tú también fuiste una víctima...— nuevamente fue interrumpida.

—Pero dejé de ser víctima cuando me convertí en un victimario sin que él me lo pidiera — sollozó — por favor, perdóname, Hyemin, perdóname por todo.

Ella colocó su mano sobre la de él en el cristal, bajando su mirada sin dejar de llorar.

—Te odio por hacerme sufrir tanto como ahora, te odio por ser el hijo de la persona que me arrebató lo que pudo ser una vida completamente normal, te odio por hacerme sentir como una idiota por confiar en ti — alzó su vista — pero te amo por salvar mi vida, la de mi hermano y por amarme como siempre lo hiciste, sin tener ningún tipo de obligación, te amo por hacerme sentir como una mujer con decisión propia y no como un títere de Suk.

—Hye...— susurró Taehyung.

—Sólo...déjame sanar y sana tú mismo tu interior, cambia y cumple con lo que todas las víctimas tuyas y de tu padre pedían a gritos — se levantó tomando su bolso con la intención de irse — justicia, Taehyung, justicia.

Estaba por soltar el teléfono pero la voz de Taehyung le detuvo.

—¿Volveremos a vernos? — le miró suplicante — ¿Nos permitiremos ser felices por una sola vez?

—Podremos hacerlo — retuvo un sollozo apretando sus labios — después de lo que te he mencionado.

Soltó el aparato saliendo del lugar con el corazón en la garganta, apresuró su paso hasta estar lo suficientemente lejos de la prisión, se colocó en cuclillas y sin filtro alguno dejó que todo lo que sentía saliera convertido en lágrimas, sus sollozos sin control llamaban la atención de las personas, pero simplemente preferían ignorar o criticar su estado.

Unos fuertes brazos le rodearon con suavidad, acariciando su brazo en un intento de consolarla, al aspirar aquel aroma ya conocido se permitió quebrarse aún más.

—¿Por qué veniste, Hye?

—J-Jimin...— musitó en voz baja.

—Te vi desde que saliste de casa, dime, ¿A qué has venido? ¿Para que visitaste a Taehyung?

—Necesitaba que él me lo dijera todo, Jimin — sollozó — necesitaba saber si hacía bien al no poder dejarlo de pensar, si de verdad era tan malo como Jingoo me lo había dicho.

—Estás hiriendo más tu alma haciendo esto — suspiró — es mejor que regresemos a casa.

Se levantó rodeando el cuerpo de su hermano con sus brazos, quién solo intentaba que se calmara, ninguno sabía en qué acabaría todo, pero de algo estaba completamente seguros.

Todos habían acabado totalmente rotos de este macabro juego.

El siguiente es el final. ❤️