—Hey, deberías irte a descansar un poco.

—Falta poco para que salgan los resultados de las pruebas, Nam – suspiró – necesito saberlo todo.

Jimin se alejó un momento de la pantalla de su computadora, talló su rostro con sus manos y bebió un poco del café a su lado. Le agradecía a la vida haberle permitido encarcelar a aquel traficante de órganos para así poder obtener el caso de Kim Suk, habían pasado dos años desde que se encontró con su hermana en ese centro comercial y no podía dejar de pensar en ella. Intentó en la base de datos buscar su antigua identidad pero ni siquiera aparecía, en cambio, si buscaba a Kim MiNa lograba encontrar todos sus datos. Se sintió orgulloso de ella cuando vió que se había graduado con honores en la universidad de mayor prestigio del país, sin embargo, su sonrisa se borró al ver que ahora era codirectora de casinos Kim.

Creyó que podría encontrarla en aquella escena en el bar, pero solamente se enteró de su presencia por medio de un mesero que se ofreció a declarar. Dijo que había estado ahí minutos antes del homicidio pero que se había esfumado como si nunca hubiera estado ahí.

Sus amigos no sabían nada de él y su pasado con los Kim, sin embargo, estuvieron ahí apoyándolo en aquel caso.

—Song Hyuk, cincuenta años, era embajador de casinos Kim, murió instantáneamente por un impacto de bala en la frente.

—También presenta dos disparos adicionales, uno en la pierna derecha y otro en el pene.

Jimin recibió los guantes que un oficial le proporcionaba colocándoselos con facilidad. Frunció su ceño al ver a todos con pequeñas luces vislumbrar el lugar.

—¿Por qué no encienden las luces? – se acercó al interruptor prendiendo el foco de la habitación – esas linternas no alumbran en lo absoluto.

—Protocolos que enseñan en las academias, son bastantes absurdos – Hoseok suspiró – y bien, ¿Qué procede?

—Puede tener conexión con el caso de Kim, esto parece más un ajuste de cuentas.

—Yoongi tiene razón – Jimin dió un vistazo rápido al lugar – debemos hallar el arma, huellas, todo lo que sea posible.

—Teniente Park – un joven novato le extendió una bolsa – tenemos la pistola.

—¿Algo más?

—Encontramos huellas en el mosaico del piso, parecen pertenecer a dos personas diferentes.

Uno de los fotógrafos se acercó al trío mostrando con detalle cada una de las fotografías que había tomado.

—Parecen huellas de tacones – Yoongi chasqueó la boca – son bastante pequeños a comparación de las anteriores.

—El otro tiene el estilo de suela parecido a los zapatos de Louis Vuitton – Hoseok señaló la fotografía – Gucci maneja una punta cuadrada, estos tienden a ser redondos.

La mente de Jimin voló a la velocidad de la luz esclareciendo su mente, ¿Quién más podría hacer un ajuste de cuentas? Dudaba que Suk fuera un hombre que confiara en personas ajenas a su círculo cercano, por lo que su única opción viable era que Taehyung y MiNa fuesen los responsables del asesinato del hombre, no obstante, ni siquiera tenía pruebas concretas de que eso hubiera sucedido.

—Hay muchas vías que no podemos descifrar aún, con el arma homicida el proceso se agilizará y podremos obtener respuestas – Jimin los miró con atención – recopilen hasta el más mínimo detalle y asegúrense de obtener más testigos, por la mañana comenzaremos la línea de investigación.

—Teniente, las pruebas están listas – el joven de bata blanca se adentró a la oficina de su superior – puede venir a verlas.

—Iré enseguida.

El joven hizo una reverencia retirándose de ahí, le dió un sorbo más a su café y caminó hacia la puerta, sin embargo, Namjoon tomó con suavidad su brazo deteniéndose abruptamente.

—Por favor, para.

—¿Por qué lo dices? – frunció su ceño – si no quieres estar aquí, eres libre de irte.

—Estás obsesionado con esto, Jimin – musitó con un deje de preocupación – mírate, estás descuidando de ti mientras que Suk está rejuveneciéndose con tu dolor.

—Sólo necesito encontrar un sólo rastro de los Kim para poder llamarlos a declarar – se soltó bruscamente – HyeMin lleva una vida entera creyendo que Suk es el padre perfecto y Taehyung el hermano modelo. No puedo permitir que se mezcle con los negocios sucios de ese asesino, más de lo que pueda estar metida en estos momentos.

—MiNa...– guardó silencio para después suspirar – HyeMin ya no es una niña, es una mujer adulta, sabe lo que puede ocurrirle si se involucra en los negocios de su padre.

—Pero ella no sabe que cuando era sólo una pequeña de dos años, asesinaron a sus padres en su propia casa – la respiración de Jimin comenzó a tornarse agitada y su voz tendió a entrecortarse – y que ese mismo hombre que le desgració la vida la está utilizando para seguir engordando su caja fuerte haciéndole creer que ha sido un hombre ejemplar para ella.

—Jimin...– él negó.

—No puedo quedarme por más tiempo con los brazos cruzados, Nam – tragó saliva – los Kim tienen que pagar todo lo que le hicieron a mi familia, y lo van a pagar caro.

Salió de su oficina limpiando una lágrima que se escapó de sus ojos, caminó con rapidez hasta el laboratorio y sin llamar la atención abrió la puerta saludando a todos con una reverencia.

—Creí que tardarías menos, Park – Yoongi bostezó – ¿Pasó algo?

—Nada en realidad – suspiró – ¿Cuáles fueron los resultados?

—Esto nunca nos había pasado – el chico le mostró la pantalla – estas huellas sin duda alguna son de una mujer, pero el sistema detectó dos identidades.

Jimin frunció el ceño al ver la foto del pasaporte de su hermana junto con su nombre y a un costado los datos de un acta de nacimiento. Bajó su cabeza maldiciendo por lo bajo al ver el nombre de su padre ahí, no quería que ese secreto que había estado cuidando por años fuese expuesto de unmanera tan abrupta.

—¿Park...HyeMin? – Hoseok rascó su nuca confundido – ¿Kim MiNa tiene doble identidad?

—Esperen un momento – Yoongi se detuvo a leer los datos del acta de nacimiento – ¿Park SeJoon es su padre?

Todos giraron a ver a Jimin quien mantenía su vista fija en el suelo, pensaron que sólo era una simple coincidencia o error del computador, pero supieron que las cosas iban en serio cuando un sollozo se escapó de la boca de él. Le pidieron al joven que saliera y sin decir nada, acató las órdenes de sus superiores, regresaron su vista hacia el frente sintiéndose asfixiados por aquel ambiente tan tenso.

—Hey, Jimin – Hoseok se acercó a él para acariciar su espalda – ¿Estás bien? ¿Ocurre algo?

—No lo hostigues, carajo – Yoongi empujó a Hoseok – déjalo que se desahogue.

—E-Esto es algo que ya no puedo ocultar y que cada día se hace más evidente – sorbió su nariz – voy a confesarlo.

—¿Confesar?

Tomó una bocanada de aire para intentar regular su respiración y posteriormente mirar a sus amigos.

—Kim MiNa es mi hermana – un silencio abrumador envolvió la sala – su verdadero nombre es Park HyeMin y Kim Suk se la llevó cuando tenía dos años.

—¿Tú eres hijo del oficial SeJoon? – Hoseok lo miró sorprendido – ese hombre es una leyenda en esta estación.

—Pero, ¿Qué relación tenía tu padre con Kim Suk? – Yoongi cruzó sus brazos – todos hablan del misterio de su último trabajo pero nunca se ha sabido nada, ¿Estuvo involucrado con ese hombre?

Jimin asintió haciendo suspirar a ambos chicos presentes.

—Trabajó durante meses de encubierto, estaba por desmantelar todo el negocio fraudulento de los casinos, pero Suk se enteró antes de que mi padre pudiera dar a conocer esa información en los medios.

—Kim Suk es una maldita basura – Hoseok rió indignado – ¿Cómo se atreve a llamarse un hombre honesto?

—Mantuve este secreto guardado por más de veinte años porque las personas jamás verían la muerte de mi padre como un sacrificio, sino como una consecuencia de enredarse con delicuentes – cerró sus ojos – sin saber que detrás de ello está un hombre engañoso, despreciable y con un nivel de descaro tan grande.

—Por ello siempre quisiste llevar el caso de Kim, ¿No es así? – Jimin asintió, Yoongi llevó una mano a su cabello revolviéndolo – joder, esto es más turbio de lo que imaginé.

El silencio se hizo presente durante algunos segundos, Jimin se sentía totalmente expuesto, esa coraza que construyó durante toda su vida se fragmentó en menos de un día, temía que todo se saliera de sus manos y no soportaría que alguien saliera lastimado por su culpa.

—Te admiro más que antes, Jimin – Hoseok palmeó su espalda – de verdad, cuenta con el apoyo de mi padre y el mío para ayudarte, lo que necesites, no dudes en pedirlo.

—No creo que mi madre se niegue a ayudarme, así que también cuenta con nosotros – Yoongi miró a Jimin – ser hijo de una jueza tiene sus ventajas.

—No tienen porque hacerlo – bajó su cabeza apenado – pero gracias por sus buenas intenciones.

Hizo una reverencia y planeaba retirarse del laboratorio, sin embargo, la voz fuerte de Yoongi le hizo detenerse.

—No seas orgulloso, Park – giró su cuerpo posando sus ojos en el pelinegro – si quieres terminar esto pronto deberías estar emitiendo una orden de arresto contra MiNa.

Él asintió mientras mordía su labio.

—De acuerdo, dame la orden de arresto e iré yo mismo a su residencia – ladeó su cabeza – por cierto, también deberías llamar a periodistas de grandes cadenas televisivas, esto debe ser la nota del momento.