Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

O N C E

MiNa abrió sus ojos debido al sonido de su alarma, aquel tono chillante que venía predeterminado en el aparato logró irritar sus oídos, por lo que apagó molesta su teléfono. Se levantó dirigiéndose al baño para lavar su rostro y sus dientes, haciendo su rutina facial correspondiente, tomó su celular y lo guardó en la bolsa de su chandal para después ir a la cocina de su hogar.

—Señorita MiNa, ¿Gusta un poco de fruta?

—Sólo vine por un poco de té, señora – sonrió mostrando sus hoyuelos – muchas gracias.

Esperó pacientemente a que la bebida estuviera lista para luego regresar a su habitación sentándose nuevamente sobre su cama, sacó su teléfono revisando la hora, pronto serían las diez en punto de la mañana y aquella cita en el río Han le tenía nublada por completo. Suspiró dejando su taza a un lado de su cama, se levantó y caminando hasta su armario, sacó el primer conjunto de ropa que apareciera en su campo visual, tomando entre sus manos un pantalón azul cielo acampanado acompañado de una blusa de estampado floreado la cual dejaba a la vista sus claviculas. Terminó su atuendo con unos tenis color blanco y una bolsa del mismo tono, arregló su cabello para que no se viera desaliñada y agarrando su cubrebocas salió de su casa sin decir a dónde iba.

Decidió caminar hasta el lugar intentando despejar su mente, su corazón latía desbocado ante la incógnita de la identidad de la persona, así como de lo que estaba a punto de descubrir. Si de por sí sus pensamientos sólo se enfocaban en las palabras y actitudes sospechosas de su padre, con aquella situación se sentía totalmente confundida. Estaba tan perdida en su mundo que no se percató de lo rápido que sus pies caminaron, llegando al lugar en menos de lo que tenía estimado, buscó entre las personas a alguien que le resultara familiar o al menos la reconociera a ella, sin embargo, no encontró a nadie. Creyó que tal vez fue una mala broma por parte de algún periodista malicioso, pero en cuanto pudo observar a un joven de cabello castaño acercarse hacia ella todas sus teorías se vieron destruidas.

—Creí que no vendrías, MiNa.

—¿Tú fuiste quien mandó ese correo? – ella acomodó su cabello nerviosa – ¿Por qué me citaste aquí?

—Soy Jung Hoseok – hizo una reverencia – es un honor que hayas aceptado está invitación a pesar de las circunstancias.

—Supongo que ya sabes mi nombre – suspiró – así que no creo que sea necesaria una presentación.

—En efecto – sonrió intentado apaciguar la tensión que había entre los dos – ¿Gustas tomar un café?

—No tengo apetito, gracias, sólo...– guardó silencio un momento – quiero terminar con esto rápido.

Hoseok sacó de su bolso un sobre color negro, lo sacudió un poco y posteriormente se lo entregó a MiNa, quien lo tomó algo aturdida por el ruido que había a su alrededor.

—Sé que va a ser algo duro, pero sólo quiero que abras los ojos.

—¿Por qué lo dices?

—Tu padre tiene muchos movimientos ilegales que se ha encargado de desaparecer – cerró sus ojos recordando a su colega recientemente fallecido – quiero que lo sepas todo, tal y como es.

—¿Me estás diciendo que mi padre es un criminal?

—Mucha gente inocente murió a causa de él, MiNa – mordió su labio conteniendo las ganas de decirle que su verdadero padre estaba entre esas víctimas – yo ya no quiero esto ni para ti ni para nadie.

—¿Cómo tuviste acceso a todo lo que viene aquí? – fijó sus grandes ojos en los de Hoseok atenta a su respuesta – ¿Eres inspector? ¿Policía?

—Sólo te pido que confíes en mí – evadió su pregunta – por favor.

—¿En un extraño del cual sólo sé su nombre? ¿Qué clase de confianza es esa?

—Considerame como un amigo que quiere ayudarte – sonrió ligeramente – el único en realidad.

Hizo una reverencia dándose la vuelta para irse de ahí, incluso caminando algunos metros, sin embargo, la voz de MiNa detrás suyo lo llevó a detenerse.

—¡Está bien, Hoseok! – gritó colocando sus manos alrededor de su boca para hacer más estruendosa su voz – ¡Confiaré en tí!

Él sólo sonrió sin darse la vuelta prosiguendo su camino, estaba feliz porque había logrado cumplir con éxito la misión que Jimin le había encomendado.

Visitar a su hermana mientras él no podía hacerlo.

Primer capítulo de este mini maratón ❤️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro