Capítulo X
La sonrisa irónica que había en el rostro tranquilo de Hoseok habría sido en algunos tiempos un poema escrito por un artista reconocido, describía a la perfección a un hombre que durante un largo tiempo había decidido dejar de amar a su cónyuge, sin embargo, le seguía susurrado miles de veces que le amaba como si fuese un mantra.
Había pasado un largo tiempo desde la última vez que TaeHyung pensó que le estaba siendo infiel, y esto solo era causa del corazón del más joven que en ocasiones dudaba del sentimiento. Habían pasado por esa etapa que viven todas las parejas en dónde se cuestionan si el amor es suficiente para aguantar la tormenta que están a punto de cruzar.
El echo de que TaeHyung estuviese sentado en el sofá negro viéndose intranquilo era por qué ya lo sabía todo o quizá creía saberlo y eso lo tensó un poco, aún que no lo demostró.
— No te he sido infiel en ningún momento TaeHyung, no creas esas palabras que siguen diciendo en el club al que vas... Han pasado muchos años desde que nos casamos y siguen diciendo lo mismo...
Hoseok murmuró burlón, creyendo que con aquellas palabras conseguiría apaciguar los sentimientos controlados en su esposo, no dejo de mirarlo en ningún momento, observó con cuidado la reacción que tendría y por un segundo sintió que su corazón empezó a latir con más fuerza, quizá provocado por la adrenalina que comenzaba a viajar por sus venas.
TaeHyung cerró los ojos, sintiéndose un completo tonto, por qué esas fueron las primeras palabras que cruzaron su mente como una posibilidad de que Hoseok las pronunciará en su defensa, las usaba con regularidad por qué apresar de los años, habían varias personas de su mismo círculo social que seguían sin creer que Jung Hoseok amara a ahora Jung TaeHyung. Seguramente si aquellos se enterarán sería la comidilla en la sociedad, por qué en todo momento habían tenido razón o solo habían esperado el momento adecuado para burlarse de él y su ingenuidad.
Entre parpadeos que intentaban quitar las lágrimas que cubrían sus ojos, se levantó del sillón, creyendo que se desvanecería por todas las sensaciones que en ese instante lo embriagaban, y caminó lentamente hacia su esposo, incluso pensarlo de esa forma le daba una punzada en el pecho.
—Lo sé todo Hoseok, lo sé absolutamente todo, SeokJin me lo dijo todo.. ¡ES INCREÍBLE QUE ME ESTES HUMILLANDO DE ESTA FORMA!...
Terminó por gritar, sintiendo que estaba al borde de perder la cordura, limpió sus lágrimas lastimando un poco su mejilla por la forma grotesca en la que lo hizo y comenzó a hiperventilar, se obligó a respirar con tranquilidad y sutilmente pasó la mano por su ahora plano viene, confirmando que comenzaba a dolerle. Miró con furia contenida a Hoseok intentando creer que no había notado el cambio de su rostro a uno de asombro, dejando a un lado la sonrisa llena de lo que pensó eran mentiras, ese gran detalle confirmo que SeokJin había dicho la verdad, tenía un amante.
Sin embargo, contrario a lo que creería la mirada de el pelirrojo se desvío al mismo tiempo que soltaba una risita burlona.
— ¿SeokJin te lo dijo?
Murmuró con asombro dejando el asiento de su escritorio para terminar por acercarse a TaeHyung. Ambos frente a frente, TaeHyung deseando que aquel dolor que seguía sintiendo no fuese a matar lo que tanto había deseado, Hoseok recordando que había cruzado miradas con Kim NamJoon antes de que SeokJin bajara se su auto frente a la universidad. Él lo había visto todo.
Hoseok pasó su mano por la cintura de TaeHyung, pegando su cuerpo al suyo, sintiendo ese calor que siempre lo envolvía cuando ambos estaban juntos, por un segundo sintió algo extraño en el contrario que no logró descifrar, quizá por qué estaba tratando de buscar alguna forma de que TaeHyung no intentará terminar su matrimonio, a pesar de que el amor entre ellos había cambiado se reusaba a terminar ese vínculo con él.
— Si TaeHyung, te fuí infiel... ¿Eso era lo que querías escuchar?
Murmuró con una sensación un poco enfermiza, confiando poco en que TaeHyung cambiará su postura dolida. Sin volver a despegar su mirada del rubio que no dejaba de llorar, lo acercó con la otra mano tomando su nuca, haciendo que sus narices se rozaran. Volvió a tener esa sensación extraña de TaeHyung y eso lo alentó a seguir presionando su cuerpo con el del rubio, pensando que había pasado algunas semanas en que no se consumían en llamas en las sábanas de su habitación.
— No dejé mi vida entera por ti para tirarla por una tonta aventura... Entiéndelo pronto Jung TaeHyung, soy tuyo desde que te ví en esa cena de año nuevo... Y tú eres tan mío como la primera vez que te tomé en la luna de miel...
Sintió su mente suavizarse por unos incontables segundos, rozó sus labios con los de su esposo buscando una señal para llevarlo al delirio, y cuando una delgada mano se deslizó entre ambos para aflojar la camisa que llevaba puesta supo que quizá estaba equivocado al pensar que el amor entre ellos había cambiado y que ya no deseaba al hombre que se deshacía en sus brazos, suspirando, pronunciando suavemente su nombre, entre ligeros jadeos y sutiles mordidas en los labios.
Pensó en lo tonto que había sido no decirle a TaeHyung lo extraño que se comportaba SeokJin con él cuando estaban a solas, pero no creyó que llegaría tan lejos como para que su tonto sobrino le siguiera el juego y decidieran jugar con la estabilidad de un matrimonio que no había recibido el mantenimiento adecuado. Se dió cuenta de la situación de su relación hasta ese momento, cuando se separó de su esposo que yacía recostado en el sofá donde antes estaba sentado, semidesnudo, mirándole con los ojos llorosos y la respiración agitada.
—¿Crees que sería capaz de hacerle algo así a alguien más que no fueses tú?
Murmuró igual de agitado, sintiendo la piel arder en cada toque, con el interior pidiendo por más, comenzaba a recriminarse por haberse abstenido de consumirse con su esposo.
— Sigo sin creerte Jung Hoseok,...
TaeHyung suspiro con un gemido, extasiado por lo que acababa de vivir. Tratando de pensar que estaba jugando con él, cuando en el fondo sabía que decía la verdad.
—Tendrás que tomarme aquí en tu oficina para que pueda cambiar de opinión,... se cuidadoso...
Susurró, tomando una mano de Hoseok y llevándola hasta la suave piel de su vientre que ya se encontraba expuesta.
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