14. NINAH
Me las arreglé para no estar en casa durante demasiado tiempo, lo que sirvió porque necesitaba alejarme de mi mamá y consecuentemente de Doyoong quien no hacía más que escupir opiniones que nadie le había pedido. Pero al caer la noche tuve que regresar. El problema era que no quería entrar aún, así que me quedé un rato más de pie frente al portón junto a mi mejor amigo.
—¿Crees que siga allí? —dijo Jungkook, refiriéndose al imbécil ese.
Me encogí de hombros.
—Es sábado, lo más probable es que se quede a dormir en casa. Es lo que hace los fines de semana —, mi frustración sonó demasiado obvia, aunque tampoco puse mucho esfuerzo en ocultarlo.
Jungkook se recostó contra el muro, cruzándose de brazos. Estaba segura de que no había dejado de pensar en todas las cosas que le confesé esta mañana, porque no solamente hablé con él acerca esta discusión, sino también de la anterior, además de lo que ocurrió realmente la noche en que Doyoong casi estampó su puño contra la cara de mi mamá.
—¿Por qué no te quedas a dormir en mi casa? —habló de repente —. Puedes dormir en mi cama y yo en el suelo, tengo un colchón inflable y mi mamá puede llamar a la tuya...
Estiré la mano para interrumpirlo y entrelacé nuestros meñiques ganándome su atención, entonces apreté una sonrisa.
—No hace falta, Kook.
Me miró, no muy convencido de mi respuesta.
—Pero me preocupas —suavizó su voz —. ¿Qué tal si ese tipo te hace algo? ¿Qué tal si discuten de nuevo?
Negué.
—No lo hará —respondí con una sensación amarga, queriendo convencerme más a mí misma que a Jungkook.
—No confío en él, Ninah.
Hubo un largo silencio entre los dos y agaché la cabeza.
—Si te soy honesta yo tampoco confío en él. pero esta es mi casa y aunque ese tipo hable de mil tonterías que odio tener que escuchar, no puedo huir por tanto tiempo, tampoco permitir que cruce la línea otra vez.
Jungkook chasqueó la lengua y me acercó hacia él de golpe para atraparme en un fuerte abrazo al cual correspondí.
—Quiero que te encierres bajo llave —ordenó cerca de mi oído.
Asentí.
—Llámame si escuchas alguna discusión en la habitación o la sala.
Asentí nuevamente.
—Y si las cosas se ponen feas no dudes en avisarle a la policía.
—Lo haré —respondí de forma amortiguada porque seguía apretada a él.
Finalmente me apartó sin alejarme por completo para poder darme un vistazo.
—Entonces me voy, pero estaré pendiente.
—Ve con cuidado y envíame un mensaje cuando llegues ¿De acuerdo?
—De acuerdo.
Me dio un beso en la frente antes de ponerse en marcha y pronto lo vi alejarse en medio la oscuridad, cuesta arriba de camino a su casa. Entonces entré a la mía.
—Regresé —dije, mientras me quitaba los zapatos en la puerta.
Crucé la sala y vi a mi mamá sentada en el sofá junto a Doyoong. Estaban demasiado entretenidos en alguna película mientras comían palomitas y reían a carcajadas por alguna escena, hasta que notaron mi presencia.
—Hola hija —saludó mi mamá como si nada.
—Hola Ninah ¿Quieres ver una película con nosotros? —ofreció Doyoong con una forzosa cortesía y luego se llevó a la boca un puñado de palomitas.
Negué rápidamente.
—No gracias, subiré a mi habitación.
Doyoong se encogió de hombros, claramente importándole poco si los acompañaba o no y me dirigí a las escaleras para subir dejándolos atrás.
℘
Pasé la siguiente hora consintiendome a mí misma. Me di una ducha tibia, me hice un tratamiento para el cabello, me puse una mascarilla hidratante en la cara e intenté ignorar el hecho de que ese tipo seguía en mi casa. Así que cuando al fin pude cambiar mi estado de ánimo, tomé mi teléfono móvil para meterme directamente a ghost.
Sonreí al ver de nuevo el último mensaje de Vincent y escribí mi respuesta esperando que estuviera en línea.
De pronto, el sonido de un motor encendiéndose llamó mi atención y dejé a un lado el teléfono para asomarme de prisa a la ventana.
Pude ver a Doyoong metido en su auto, listo para largarse de aquí, lo que significó un alivio para mí porque no tendría que lidiar con él por el resto de la noche, ni el domingo por la mañana en el desayuno.
Mi madre por su parte se acercó para decirle algo y luego Doyoong salió nuevamente para tomarla en brazos y estampar un beso tosco en sus labios.
Se me revolvió el estómago. Era tan incómodo de verlo y no porque estuviera celosa sino porque me daba la impresión de que Doyoong quería hacerle entender a mi mamá que no importara lo que hiciera o sucediera, ella seguiría perteneciendola, como si fuera una cosa.
Quizás por eso le costaba tanto alejarse de él...
Agh. Cerré las cortinas y justo en ese momento mi teléfono sonó, avisándome de la llegada de un mensaje. Regresé a la cama para leerlo.
Luché contra mis lágrimas, pero finalmente ganaron y me limpié las mejillas como pude con ayuda de las manos.
Dios, este asunto me tenía tan sensible y de pronto Vincent estaba aquí, escribiendo todas estas palabras para mí y hablándome de que algún día podría hacer una exposición.
Sonaba maravilloso y de verdad quería hacerlo, pensar en ello hacía que mi corazón saltara de emoción en mi pecho.
Miré de nuevo su mensaje. Él tenía razón, no podía rendirme, no ahora, así que con o sin ayuda de mi mamá tenía que encontrar la forma de hacer realidad lo que tanto anhelaba.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro