11. TAEHYUNG
—¿Entonces habrán dos días completos de la semana en los cuales no se desarrollarán clases, Director Kim? —, preguntó una de las maestras mientras le echaba un vistazo a la carpeta que contenía la información de nuestro próximo evento en el colegio.
—Así es profesora Park, necesitamos integrar a nuestros alumnos con otras instituciones y considero que una de las mejores maneras es hacerlo a través del deporte —respondí.
Esta mañana me había reunido junto a los profesores con la intención de informarles un poco más sobre nuestra actividad fijada para la próxima semana. Un Intercolegial para promover las actividades deportivas entre los jóvenes de distintas comunidades educativas y aunque los demás se habían mostrado contentos de que este año el Dwight High School, no sólo participara, sino que fuera la casa elegida para acoger el evento, Jaeun no podía dejar de mirarme como si esto le resultara una tontería.
—¿Sucede algo, profesora Lee? —, cuestioné cuando ya no pude soportar su expresión.
—¿Y qué pasará si me niego a ceder mis horas, Director Kim? —dijo altanera, enarcando una de sus cejas y entendí que no se trataba de que estuviera inconforme con la actividad, sino que solo quería amargarme el rato —. Le recuerdo que los exámenes se acercan y todavía quedan temas a desarrollar, ¿No es esto perder un poco el tiempo?
Decir que su comentario me había molestado era poco, me sentía ofendido ¿De verdad se estaba excusando con eso por dos míseros días? Ahg. No la soportaba, simplemente no la soportaba. Sin embargo, traté de mantener la calma y levanté la mirada hacia ella para contestar.
—Le recuerdo a usted, profesora Lee que el asunto no está en discusión. Este es un evento calendarizado dentro del programa escolar desde inicio de año. Hemos trabajado muy duro para recibir cómodamente a los colegios vecinos y si usted no ha terminado su programa, es porque no ha sabido organizar su agenda.
Jaeun no contestó, pero la forma en que tumbó su cuerpo contra el respaldo del asiento mientras me observaba, me dijo que tenía ganas de darme al menos unas cinco puñaladas si tuviera una oportunidad.
—Pues a mi no me parece que es perder el tiempo —habló Jang, el profesor de Educación Física cuando cerró la carpeta que tenía frente a él —. Al contrario, creo que es una oportunidad magnífica, no sólo para estrechar lazos con los demás, sino también para que los jóvenes puedan tener un acercamiento a otros deportes. Así que agradezco porque este año nos hiciera partícipes y que fomente actividades como éstas, director Kim.
Asentí levemente, apretando una sonrisa por las palabras de Jang.
Durante su estadía, el director Choi había convertido al Dwight High School en un instituto rígido y hermético por lo que no daba cabida a actividades que incluyeran a otros, pero eso había cambiado desde el momento en que me senté en su sillón y lo convertí en mío. Mi visión era más amigable y quería ver a mis alumnos descubriendo nuevas oportunidades.
—Bien, continuando con esto déjenme explicar cómo llevaremos a cabo nuestra dinámica...
Comencé a hojear la presentación archivada a la par de los demás profesores, y les comenté que gracias a nuestra infraestructura habíamos podido incluir varias categorías para la competencia. Entre ellas, los alumnos podrían elegir e inscribirse en deportes como baloncesto, fútbol, voleibol, taekwondo y atletismo.
—Como mencioné al principio, la competencia durará dos días por lo que es importante aclararles que en caso de que tengan clases atrasadas, como la señorita Lee, las reprogramen de inmediato. Si necesitan ayuda la secretaria Han podrá ayudarlos. ¿Alguna duda, profesores? —pregunté al finalizar.
—Ninguna, director Kim —. Irónicamente respondió Jaeun y me limité a asentir.
—Entonces queda finalizada nuestra reunión.
Me levanté de allí para salir de la sala con la intención de dirigirme a mi despacho, pero al acercarme al salón de último año comencé a disminuir la velocidad de mis pasos. Quise excusarme y convencerme de que lo hacía para fisgonear en qué cosas andaba mi hijo, pero dentro de mí, muy dentro de mí, sabía que en realidad buscaba otra cosa: una oportunidad para ver esos ojos negros que me miraron en el retrovisor.
Ah.
Me había vuelto loco, me sentía ridículo cuando pensaba en esto, pero no podía evitarlo.
Ella era tan bonita... frágil, siempre en problemas cuando la encontraba, pero eso no me molestaba, porque yo podía salvarla las veces que fuera necesario.
Sonreí por un momento, pero luego recordé lo que dijo Yeonjun: «Es que Soobin me ha dicho que cree que le gusto a Ninah.»
Suspiré, con la culpa anudandose en mi pecho. Dios. No podía seguir pensando en como me hacía sentir, aunque eso me quemara de necesidad. Era vergonzoso, prohibido.
Pasé de largo frente al salón de tercer año y cuando llegué a mi despacho la señorita Han me detuvo.
—Director Kim, iré un momento a la cafetería ¿Necesita que le traiga algo?
La miré, tomándome un momento mientras me cuestionaba por qué no podía fijarme en alguien como mi secretaria en lugar de... Ninah. Pero luego me di cuenta de que la señorita Han estaba allí parada esperando mi respuesta, entonces negué.
—No se me ofrece nada, puede ir.
Me metí al despacho para dirigirme de inmediato hasta mi sillón de cuero y me dejé caer en el.
Cuando mi teléfono en el bolsillo vibró insistentemente, lo saqué para echar un vistazo a las notificaciones. Eran mensajes del grupo de profesores discutiendo sobre algún tema en el cual no me detuve a mirar, también había un mensaje de mi madre preguntando como estaba Yeonjun y más abajo Jimin quien me había enviado dos fotos con atuendos distintos queriendo mi opinión sobre cual se vería mejor para una cita. Respondí que el segundo.
En ese momento el ícono de un fantasma apareció en la barra superior de mi pantalla con una frase que decía: «Hay personas en Ghost que esperan conocerte.»
Solté una risa corta y entré a la aplicación, todavía vacía. No me había animado a coincidir con ningún perfil, pero pensándolo bien, quizás este era el momento indicado para hacerlo.
Me deslicé entonces hasta el apartado en el que varios iconos fantasmas aparecieron en mi pantalla, todas con descripciones interesantes en las que resaltaban en colores llamativos los intereses que tenían en común conmigo, por lo que deduje que la interfaz tenía una especie de filtro que hacía mucho más específica mi búsqueda.
Me agradaba.
Finalmente me animé a darle click a los corazones de un par de perfiles sin demasiado entusiasmo, pero hubo uno en particular que llamó mi atención de inmediato. Nuestros gustos coincidían al menos en un 80%.
Sitios ideales para tener una cita, conversaciones profundas e incluso interés por el arte. Sonreí genuinamente interesado y no la dejé pasar.
Después de eso me levanté del sillón, más animado y fui a por un par de documentos que tenía guardados en una gaveta. Me enfoqué en trabajar en ello y no fui consciente del tiempo que pasó hasta que la pantalla de mi móvil se encendió avisándome que me había llegado una notificación. Me detuve un momento para echar otro vistazo y al darme cuenta de que se trataba de Ghost entré de inmediato.
Un cosquilleo en mi vientre me asaltó cuando leí que había hecho match con ese perfil.
« ¡Vincent, has hecho match con Nancy ¡Escríbele! »
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