12
Jungkook se quedó quieto en la puerta, viendo como Seokjin se retiraba y los dejaba solos para que al fin pudieran tener la conversación que necesitaban.
O, al menos, la que Jungkook necesitaba para decir todo lo que no dijo el día que terminaron.
Era obvio para todos que él extrañaba a Taehyung y que aún lo quería, pero el problema era la única persona que aún no se daba cuenta.
El propio Taehyung.
- Escucha, Kook - comenzó a hablar el mayor, aún sentado en su cama y no atreviéndose a levantar la mirada - lamento haber reaccionado así hace un momento, n-no tuve razón para hacerlo y perdón si te incomodé o te asusté, pero-
- Taehyung - lo detuvo, acercándose lentamente hacia la persona frente a él - te perdono por lo de hace un rato en la cocina, no tienes que preocuparte - sonrió - pero no vine hasta aquí para hablar de ese tema, y lo sabes.
- Kook...
- Vine a hablar de nosotros, Taehyung, y espero que esta vez sí me escuches.
Taehyung levantó la mirada y pudo ver lo cerca que estaba Jungkook de él, tan cerca que con solo pararse podría jalar al chico a un abrazo que esperó por tanto tiempo, poder tocar las manos que siempre encontraban lugar con las suyas en cualquier situación.
O tal vez...
- Escúchame, Tae - la voz cercana de Jungkook interrumpió sus pensamientos - tengo tanto en mente para decirte que se me hace complicado empezar, pero lo que principalmente quiero que sepas, es que te extraño.
Te extraño
- Jungkook, por favor-
- No, Tae, ahora escúchame tú a mí. Tus razones para terminar conmigo fueron equivocadas y el principal motivo fue que anticipaste mi opinión. Yo no quería terminar lo nuestro, jamás quise.
En ese momento Taehyung ya tenía lágrimas rodando por sus mejillas, aún aferrado a su cama y con las manos temblando.
- Desde el día uno en el que decidiste ser mi novio siempre te prometí honestidad, y creeme que si se me hubiese pasado por la cabeza la idea de terminar para conocer más personas, hubieses sido el primero en saber, Taehyung.
Y ahí ya no pudo más, Taehyung empezó un llanto más fuerte y se acercó más a Jungkook para llevarlo a un abrazo que el más joven no resistió.
Ambos permanecieron abrazados por un largo tiempo, Taehyung llorando y pidiendo perdón mientras Jungkook acariciaba su cabeza.
- Créeme que si hubieses sido tú el que quería conocer a alguien más, aún con el dolor de mi corazón te dejaría ir, porque te amo y lo que más me importa es tu felicidad, Tae, ¿acaso esa fue la razón detrás de todo esto?
- ¡No! - gritó Taehyung, mirando a Jungkook a los ojos - J-Jamás he pensado en estar con alguien más, eres todo lo que necesito, Jungkook.
- Tu también lo eres para mí, Tae, es por eso que no entiendo por qué pensaste lo contrario.
Taehyung suspiró y se soltó del abrazo unos segundos para luego tomar la mano de Jungkook y guiarlo hacia su cama, ambos sentados al borde, uno al lado del otro.
- Tuve miedo - confesó Taehyung, por primera vez - E-Entramos a universidades diferentes, nuestros horarios no coincidian mucho, me agobié con todos los proyectos que tenía para entregar y lo único que te podia dar cuando pasábamos tiempo juntos eran quejas y más quejas acerca de lo estresado que estaba. No quería que mis problemas ocasionen una pelea de la que no íbamos a poder salir, así que preferí cortar todo y-y darte de la oportunidad de conocer a alguien más, alguien que no se frustre cuando algo le sale mal o alguien que pueda hacer a un lado sus problemas facilmente cuando lo necesites. Porque sé que también me necesitabas, y no fui de mucha ayuda.
Jungkook permaneció sentado, aún con la mano entrelazada con la de Taehyung y procesando todo lo que acababa de escuchar.
Y contrario a lo que Taehyung estaba pensando, no se sentía molesto.
Ahora entiende como terminaron en esta situación y sabe que es lo que debe hacer para solucionarla.
Quiere enseñarle a Taehyung los detalles que pasó por alto.
Y, sobre todo, quiere luchar por su relación.
- Mi amor - susurró. Taehyung levantó la mirada al instante y observó a Jungkook con ojos atentos, sorprendido por el cariño de su voz - Lo primero que debo hacerte saber, es que entiendo perfectamente el sentimiento.
Taehyung lo miró con más atención, sosteniendo la mano de Jungkook con fuerza.
- Yo también me preocupé al pensar en cómo cambiaria nuestra dinámica una vez entremos a clases. Ya no podía estar contigo a la hora de almuerzo, ni caminar juntos por los pasillos o esperarte para entrar juntos, pero de igual manera me hacía feliz saber que al acabar mi jornarda mi chico estaría esperándome para una cita.
Taehyung se sonrojó y sonrió, limpiando las pocas lágrimas que le quedaban.
- También quiero que recuerdes algo, Tae. Te conocí en una de las situaciones más estresantes que pueden existir, ¿recuerdas?.
- La fiesta de Jimin - ambos rieron por el recuerdo - Era la primera vez que iba a una de sus fiestas y el regalo que me demoré horas en hacer se había caido y roto.
- ¿Y qué más pasó?
- Me encontraste tratando de armarlo detrás del arbusto, sacaste varias cosas de tu cuarto a escondidas y te quedaste conmigo hasta que lo terminé. Luego te presentaste como el hermano de Jimin y me prometiste que jamás se lo contarías si bailaba una canción contigo.
Jungkook sonrió más y atrajo a Taehyung a otro abrazo, sintiendo los brazos del mayor rodear su cintura.
- Gracias por ayudarme esa vez
- Y gracias a ti por aceptar bailar conmigo, Tae, muchas gracias por hacer mi vida feliz desde que llegaste a ella.
Taehyung se separó un poco y vio a Jungkook a los ojos, debatiendo si ese era un buen momento para hacer lo que ha estado pasando por su cabeza desde que Jungkook entró a la habitación.
Jungkook también observó a Tae, empezó por sus grandes ojos y bonitas pestañas, bajando por una nariz tierna junto a un pequeño lunar en la punta, y terminando en unos labios suaves y rosados que han sido su mayor debilidad todo este tiempo.
Solo un poco más y...
- Jungkook, ¿puedo-
- Sí, sí por favor.
Y con eso ambos rompieron la distancia y juntaron sus labios en un beso anhelado, sus manos recorriendo el cuerpo contrario sin saber hacia donde ir y llenando de respiraciones fuertes la habitación.
Taehyung cogió el cabello de Jungkook y apretó un poco, sabiendo lo que al joven le gustaba cuando se besaban. Jungkook tampoco perdió el tiempo y mordió el labio inferior de Tae juguetonamente, haciendo al mayor jadear y acercarse para buscar más contacto.
Llevaron un buen tiempo besándose, Jungkook acariciando la cintura de Taehyung por debajo de su camisa y Taehyung sosteniéndose del cuello de Jungkook, ambos sin querer separarse todavía del otro.
Fue cuando el beso empezó a subir de tono que apareció el cuestionamiento en la cabeza de Taehyung.
¿Y ahora, qué eran?
Basta de besos, hora de aclaraciones.
- Jungkook, e-espera - Taehyung se alejó y dejó a Jungkook en el aire, aún con los ojos cerrados y aturdido.
Lindo.
- Antes de continuar, necesito aclarar cuál es nuestra situación ahora, Kook, hablemos de eso.
- Bebé, te amo y sé que tú tambien me amas, ¿podemos continuar con-
- No, no, tengo una idea, quédate ahí - Taehyung saltó de su lugar y se dispuso a buscar algo en su armario.
- ¿Tae? ¿Qué haces?
- ¡Lo encontré! - gritó Taehyung, en sus manos sosteniendo un conejo de peluche algo peculiar. Se acercó hacia Jungkook y luego se arrodilló delante de él, sorprendiendo al más joven.
- Taehyung...
- Kook, perdona a este tonto que solo sabe escucharse a si mismo y no tomó en cuenta tu opinión. Si me aceptas de nuevo, te prometo que eso cambiará y no haré mis inquietudes a un lado sin antes comentarlas contigo. Por favor acepta este conejito que compré antes de... ya sabes. Le dibujé algunos de tus tatuajes porque se me hizo muy bonito que tengas una versión pequeña de ti.
Jungkook estaba sonriendo en grande ahora, mirando a Taehyung con ojos brillosos y tomando al peluche entre sus manos.
- Por favor, Jeon Jungkook, ¿puedo volver a ser tu novio? Sin más dramas esta vez, lo prometo.
Y solo eso bastó para que Jungkook levantara a Tae del suelo y lo besara con felicidad, siendo correspondido al instante.
- Sí y mil veces sí, Tae, te extrañé tanto.
- Yo mucho más, bebé, lo digo en serio.
Sonrieron y continuaron besándose por otro largo rato, dejando en segundo plano la fiesta, los invitados, y sobre todo a Seokjin, quien habia estado escuchando todo desde la puerta de su hijo, sonriendo porque ahora su Tae volvería a ser feliz con la persona correcta.
Misión cumplida
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