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—Sabes que es culpa tuya, ¿cierto? —el hombre fulminó con la mirada a su esposa, haciendo notar en su voz la molestia que sentía. —Lo malcrías demasiado, por eso ahora no se quiso aparecer a cenar aunque esté aquí su hermano de visita. ¡No lo ve todos los días! ¿cómo puede no aparecerse?

—Cariño, Soobinie me dijo que debía terminar algunas cosas, tal vez más al rato viene —murmuró la mujer en un intento de calmarlo.

—A este paso ese niño no va a lograr ser nadie importante en la vida —la ignoró por completo—. Tan sólo mira su actitud, y ni se diga de sus mediocres calificaciones. Ni siquiera creo que llegue a entrar a una universidad tan prestigiosa como la de Seul, es un maldito inútil —escupió con enojo, acariciando sus sienes.

A unos cuantos metros se encontraba Soobin, escondido detrás de una pared, con lágrimas resbalando por sus mejillas y pellizcando sus muñecas —logrando que se formen pequeños hematomas— en un intento de retener los sollozos que querían salir de su boca.

Muchos podrían decir que solo estaba exagerando, que no era para tanto. Existen muchos adolescentes que desde una temprana edad dejó de importarles la opinión de sus padres con respecto a lo que hagan o no hagan con su vida, y eso no los mató, ¿verdad?

Entonces él podría hacer lo mismo. Ignorar las palabras de su progenitor y seguir esforzándose sólo para sí mismo.

Pero piénsenlo por un momento, ¿cómo no sentirse mal después de que escuchar a tu propio padre decir que no te cree capaz de lograr algo?

Aunque eso no era lo que más le dolía a Soobin. Le dolía más el hecho de saber que su padre hablaba de esa manera a sus espaldas, cuando se comportaba de lo mejor frente a él.

Su madre le había dicho que el hombre estaba intentando de todo para acercarse a él, ganarse nuevamente su confianza, ¡y por un momento le creyó, realmente lo hizo!

Pero lo único que su progenitor había logrado esa noche, era dar un millón de pasos hacia atrás en su trayecto de conseguir aunque sea un poco de su cariño.

Lo peor era que a pesar de todo, seguía siendo su padre, y desgraciadamente Soobin, muy en el fondo, quería hacerlo sentir orgulloso al menos por una jodida vez.

Y se odiaba por ello...

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ayudw, siento que quedó feo. últimamente pienso que ya ni sé escribir.

le daré una corregida más adelante, lo prometo. :(