V
—¿Y dónde se encuentra Jungsul? Quisiera felicitarla a ella también.
—Está por allá, hablando con su madre.
Jungkook comenzó a caminar en dirección a la hermosa esposa de su hermano. Le quedaba muy bien su vestido de novia y hacía lucir con perfección cada curva de su cuerpo, lo mismo con su maquillaje que resaltaba cada bonita facción de su delicado rostro. Era simplemente perfecta y la odiaba por eso. Por qué, a pesar del gran dolor que le causó días atrás, aún tenía el poder de dejarlo atónito con su belleza y hacía latir con velocidad a su estúpido corazón. Había intentado de todo para olvidarla, desde acostarse con otras chicas, incluso beber litros y litros de alcohol, pero nada funcionaba.
—Jungsul –pronunció su nombre con dulzura, no era su intención que saliera de esa forma.
La novia volteó y su sonrisa desapareció en cuanto vio a Jungkook. La atmósfera alrededor de ambos se tornó en extremo tensa. Jungkook fue quien habló primero.
—Estás hermosa. –Ella asintió notablemente incómoda–. Felicidades por tu boda.
—Gracias. –Bajo su mirada y respiro profundo, parecía buscar fuerzas para poder enfrentarlo–. Kook no creo que debas estar...
—No me llames de esa forma –contesto con sequedad–. Mi nombre es Jungkook ¿Sí? Que no se te olvide.
Para Jungsul eso fue toda una sorpresa. Tuvo que dar un paso hacia atrás por la impresión que el joven le dio, él normalmente era tierno y juguetón, pero esta vez sonaba seco y cortante. Sin embargo, lo comprendía o al menos trataba de hacerlo.
—Jungkook, ya hablamos de esto. El tiempo que salimos los dos fue increíble, pasamos muy buenos momentos juntos y son recuerdos que siempre atesoraré con el alma, pero...
—Lo sé, no tienes por qué volver a abrir la herida. –Jungkook cerro los ojos al sentir como una lágrima se escapaba–. Tú no me amas a mí, amas el dinero y poder que mi hermano te puede ofrecer a ti y a tu familia.
—Jungkook, cállate.
Jungsul tomó del brazo al joven y lo alejó de todos los invitados, no quería armar un escándalo.
—Ya te lo dije, yo en verdad amo a tu hermano, por eso yo...
—No mientas más Jungsul –Jungkook alzó la voz–. Ambos sabemos que a ti lo único que te importa es el dinero, por eso en cuanto escuchaste que mi hermano se convertiría en el futuro dueño de la empresa Jeon corriste desesperada a sus brazos.
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