Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

7

—Se ve peor de lo que es—Había dicho la mujer de la enfermería luego de revisarlo.

Vaya alivio, pensó Joe con la cabeza tirada hacia atrás y dos gazas en la nariz. Se viera como se viera, aquella mierda dolía como el infierno. 

 Estúpido Nathan

  El móvil vibró en el bolsillo trasero de su pantalón trayendo de nuevo su atención a este mundo. Le echó una hojeada rápida a la enfermera que se encontraba dándole la espalda y se apresuró a tomarlo para ver de quien se trataba.

Fuckerenglishman69 le había dejado un mensaje en la casilla de correo del chat.

De Fuckerenglishman69: Te esperé y no fuiste.

De Bule2050: Te dije que no iría. Le respondió Joe y para su sorpresa la burbuja de chat voló hacia el centro de la pantalla con otro mensaje instantáneo del chico virtual.

Fuckerenglishman69: ¿Por qué? De verdad quiero verte, me gustas, me gustas mucho. Es ajdfghjkd

Bule2050: ¿Por qué?

Fuckerenglishman69: Porque tienes una taza 120. obvio. Me apuesto a que eres la chica más caliente de todo Corliss.

Joe no respondió a eso y fuckerenlishman69 se apresuró a añadir:

Fuckerenglishman69: Vamos, estaba bromeando, es porque eres la única chica que conozco que me entiende.

Bule2050: No te entiendo. Solo te entretengo.

Fuckerenglishman6 9: Claro que no. Tu me entiendes, lo sé,  además me gusta que sepas de fútbol , me gusta... no sé, me gustas.  Y estamos de acuerdo que los Green Bay Packers son mejores que los Chicago Bears.

Blue2050: Los chicago Bears dan asco.

Fuckerenglishman6 9:  Lo ves? tu me entiendes ¿Qué estás esperando? ¡cásate conmigo!

Joe soltó una carcajada trayendo la atención de la enfermera. 

—Lo siento.—Murmuró una disculpa antes de volver a su móvil.

Blue20250: Eres intenso.

Fuckerenglishman69: No lo soy, Solo me gustas. Me 🔥🔥🔥 cada cosa que dices, y el que no te quejes cuando soy un imbécil, porque sé cuándo lo soy. Otra chica me hubiera enviado al demonio medio millón de veces, pero tu no. Tú no lo sé, nunca me sentí tan atraído por una chica en un chat. Ni siquiera sé como eres pero incluso si tuvieras 4 ojos me gustarías igual. Por favor.... Déjame verte.

Bule2050: Luego.

Fuckerenglishman69: Voy a empezar a creer que de verdad eres el sr. Taylor.

Bule2050: Ya te he dicho luego.

Fuckerenglishman69: Bien.

Joe esperó un buen rato que añadiera algo más, pero eso había sido todo.

Fuckerenglishman69 se había desconectado y Joe comenzaba a preguntarse qué demonios iba a hacer cuando el "luego" llegara. 

¿Cuánto tiempo más estaría sosteniendo aquella farsa? ¿y por qué demonios lo hacía? vamos, Para algo que se suponía debía ser cosa de una vez, había pasado  demasiado tiempo. Parte de Joe se había acostumbrado a recibir todas las mañanas el buenos días del chico y hablar hasta altas horas de la noche tampoco le molestaba. Incluso cuando la charla se desviaba a temas más Hots que un equipos de la NFL, de hecho,  le preocupaba lo poco que lo incomodaba cuando eso pasaba y el que quizás, solo quizás, se hubiera encontrado, o no, a si mismo, no muchas noches atrás tocándose mientras compartían mensajes calientes. Joe se había convencido de que se había puesto duro por haber imaginado la escena con una mujer mientras le decía las cosas que le "haría" pero el escalofrío recorriendo su espalda con los mensajes que el chico lo había devuelto, hacía que la confusión anidando en su pecho creciera otro poco... ¡Jesús! a él le gustaban las mujeres ¿no?, solo que entonces por qué...

La puerta se abrió de golpe y vio como dos niñas aparecían por ella sacándolo del desastre mental que era su cabeza por esos días.

Vicky y Lizzy.

—¡Joy-Joy!—Chilló la rubia prácticamente echándosele encima.

—Au, auh aush—Se quejó agradeciendo que tenía una excusa para apartarla. Vamos, que en su vida hubiera salido con ella. No era nada personal, solo...

Bueno tal vez sí que era personal.

—¿Qué demonios te pasó?—Se quejó viky con las manos en jarra viendo a su hermano mayor. —Te dije que lo solucionaras, no que hicieras que te golpeara. Espera a que mamá se entere, no era eso lo que tenías que pedirle que te rompiera—Le reprochó.

—¡Victoria!—Chilló el mayor rogando con todas sus fuerzas que nadie hubiera oído lo que dijo su hermanita.

¡Demonios! el movimiento hizo que doliera y se le volvieran a llenar los ojos de lágrimas lo que hizo que su hermana aparentemente se apiadara de él.

Joe se lo agradeció en silencio, lo cierto era que le dolía como la mierda, su cara comenzaba a hincharse y no tenía ganas de discutir.

Lo único que quería era que Nathan apareciera por esa puerta y le pidiera disculpas.

Era lo mínimo ¿no?

Lo último que había visto entre el dolor era a Nathan arrojando su casco y largándose, Joe conocía al castaño, sabía que de los dos era el primero en enfurecerse, pero también era el primero en pedir disculpas. A favor de su mejor amigo, que no era orgulloso, de los dos era el que siempre arreglaba las cosas cuando se pelaban.

La puerta se abrió una segunda vez y las esperanzas de Joe de ser liberado pronto se fueron al demonio cuando vio a su madre enterando hecha una fiera, iba reprochándole al entrenador por "incompetente" mientras el director McGraw se iba disculpando a cada paso que daban.

En cierto modo era una imagen divertida de ver, su madre que no llegaba al metro sesenta iba riñendo a los otros dos adultos que agachaban la cabeza como críos. Se hubiera reído de no ser porque los ojos molestos de su madre se posaron en él.

Joe tragó saliva, por el ceño fruncido de la Sra. Wood, estaba claro que se le venía una buena bronca encima.

—Señora por favor.—Comenzó la enfermera con intenciones de sacar a todos de ahí. La enfermera de Corlis era conocida por ser bastante estricta, pero conociendo a su madre como la conocía, su progenitora se la comería viva, así de simple.

Joe suspiró, iba perdiendo su tiempo si de verdad creía que iba a alejar a su madre de él.

No había nada más peligroso que Martha Wood creyendo que alguno de sus hijos estaba herido o en problemas. Joe estaba bastante seguro de que era capaz de enfrentarse al mismísimo demonio por ellos y como Joe predijo, su madre ni siquiera perdió el tiempo en responderle a la enfermera, le lanzó una mirada furiosa y pasó de ella yendo hasta donde estaba su hijo.

—Dios mío.—Dijo agarrando las mejillas de Joe para examinarlo.— Te dije que te apartaras de él. Sabía que algo de esto iba a pasar, una madre nunca se equivoca...—El ojiazul hizo una mueca mientras su madre seguía con su discurso sobre el instinto de madre, los presentimientos y que el "chico Harrel" era malo.

 Nathan había pasado de ser su amigo a "el chico Harrel" a ojos de su madre y eso era malo. 

Uy, Joe ya podía vérselo venir.

—Mamá estoy bien.—Se quejó avergonzado.

En aquel momento Joe no podía imaginarse nada más embarazoso que su madre revisándolo de pies a cabeza frente a su entrenador. 

—Iremos a la clínica, Victoria, agarra las cosas de tu hermano.—Sentenció luego de un rápido repaso visual del estado general de su hijo.

—Mamá ...—Rogó de forma lastimera mientras su madre secundada por su hermana y la mejor amiga de esta, lo arrastraban por los pasillos. Definitivamente lo tacharían de mariquita luego de eso—Por favor...

Punto a su favor, las clases habían concluido y con ello la mayoría de los alumnos se había largado, aunque aún quedaba algún que otro rezagado de algún club, que lo miraba en su caminata de la vergüenza.

Sí, tal vez estuviera exagerando un poco, pero así era como lo sentía en aquel momento. No había nada más bochornoso para un adolescente que tus padres yendo por ti como si tuvieras 5 años. 

Vamos, que Durante todo el camino a la clínica las tres mujeres fueron reprochándole como si él tuviera la culpa de todo y Joe no tenía idea de dónde meterse.

Decir que las mujeres Wood eran sobreprotectoras con él, era quedarse corto.

Mamá que estoy bien.—Dijo como por centésima vez desde el asiento de atrás mientras su madre conducía.

Joe iba sentado entre las dos niñas que lo sujetaban como si creyeran que se fuera a morir en cualquier momento. ¿Podían ser más exageradas? Solo era un golpe, todos se metían en alguna pelea en su vida.  Vamos, para todo había una primera vez ¿no era lo que todos decían? 

—La enfegmera digo que no ega nada.—apuntó Joe, con esfuerzo, su voz sonaba demasiado nasal debido a que debía de respirar por la boca.

—No dejaré la salud de mi hijo en sus manos.

—Mamá...

—Que te vas a ir a ver a un medico o llamo a tu padre.

Joe suspiró dejándose caer derrotado en el asiento de atrás del coche. Ese era el momento de batirse en retirada. Por norma general no quería a su padre metido en su vida, era cosa de instinto de supervivencia. Lo más probable era que tuviera una de sus magníficas ideas para "curarlo a lo macho" y de seguro acabaría por quebrarle la nariz. (si es que Nathan ya no lo había hecho)

Jodido idiota.

Tras varias horas en la clínica con su madre enloqueciéndolo, acabó con el mismo diagnostico que le había dado la enfermera del colegio.

Nada grave.

Lo atendió un tal Dr. Jones.

Le hubiera caído bien de no ser porque Joe juraba que el hombre intentaba no reírse. Podía verlo en aquellos ojos verde pálido que se achinaban cada vez que encontraba su mirada. Definitivamente acabarían por dolerle las costillas al hombre de tanto aguantarse.

—¿Tienes hermanos?—Le preguntó con una mueca de diversión mientras le revisaba la nariz.

Sus "mujeres" habían insistido tanto en entrar con él a la consulta que por ridículo que sonaba ahí estaban, moviéndose de un lado al otro por el pequeño consultorio. Su madre hasta había sacado un rosario y murmuraba oraciones mientras el joven doctor Jones intentaba ignorarlas con un profesionalismo digno de admirar.

—Vic...—Comenzó a hablar, tomo una bocanada de aire y continuó—Toria.

vaya molestia que era hablar con una nariz lastimada.

—Único varón ¿eh?—Le dijo el hombre acomodando sus manos a los lados del tabique de Joe mientras lo palpaba.

—Si..ahhhhhhhg—Soltó un quejido.

 El hombre le había acomodado el tabique sin a avisarle. Las lágrimas le corrieron por las mejillas sin aviso. Maldita sea que estaba haciendo el ridículo frente a todos ese día.

Estúpida nariz y estúpido dolor que lo hacía lloriquear como niña. 

Iba a matar a Nathan cuando se lo cruzara, estaba decidido.

¡ Maldito cabrón! ¿Tenía que romperle la puta nariz?

Estaba a punto de soltarle una buena tanda de maldiciones al doctor por no haberle avisado para que se prepara psicológicamente, cuando la puerta del consultorio volvió a abrirse.

—Soldado. —La voz de su padre le llegó a los oídos.

No tenía idea de en qué momento se había enterado de todo el asunto y a pesar de que había usado su "apodo cariñoso" Joe se irguió como autómata en su sitio y alzó la barbilla poniendo cara de "hombre rudo" como le decía Vic para fastidiarlo.

—Tenemos la casa llena. —Dijo el Dr. Jones Amable. Al girarse saludó con un gesto al recién llegado y le agradeció por sus servicios al país antes de sacar un recetario.—Solo un par de analgésicos cuando sientas dolor y mucho hielo. Ah... y nada de ejercicio, en dos semanas ya estarás como nuevo.

Luego de eso dejaron a Lizzy de camino a casa.

Sí, la familia Wood podía tener muchas mierdas, pero cuando las cosas se ponían feas. Todos iban al rescate, se unían...

...como una fuerza militar.

Eso era ser un Wood.

Joe se removió incomodo en su sitio, preguntándose si seguirían preocupándose por él de aquella forma si supieran de Fuckerenglishman69.

Vic seguro que sí, daba por sentado que a su hermana no le importaría si, en algún supuesto caso,  a él realmente le gustaran los hombres, hipotéticamente hablando,  creía que Viky hasta se alegraría con eso, su madre... su madre intentaría curarlo de los "demonios" y su padre...

Oh... su padre lo mataría.

No, definitivamente nadie podía saber de su amigo virtual. Ese era un "luego" que jamás llegaría a su vida.

***

Toda la semana su madre lo había tenido secuestrado en su casa con la excusa del reposo.

Lo que Joe sospechaba era que Martha Wood quería mantenerlo alejado de Nathan a como diera lugar.

De pronto se sentía un prisionero en su propia casa,  se pasaba el día deambulando entre el patio, su cuarto y la sala, comenzaba a entender porqué su padre odiaba tanto pasar mucho tiempo de "descanso" quedarse en la casa podía resultar de verdad exasperante.

Se había visto obligado a ver deportes con su padre, a ayudar a Viky en sus tareas y hasta acompañó a su madre a hacer la compra con tal de salir de esas 4 paredes que parecían cerrarse más sobre él a medida que pasaba el tiempo.

Sí, Joe reconocía que estaba siendo melodramático, pero había pasado casi una semana del incidente en el entrenamiento.

Por las redes sociales descubrió que habían nombrado capitán del equipo a Zack, maldito idiota, salía junto a Asher y todo el equipo en una foto grupal en la que ni él, ni Nathan aparecían. Supuso que eso de la capitanía le habría caído como la mierda a al castaño y que por eso se había negado a tomarse la foto.

Al tercer día sin noticias de Nathan le había enviado un mensaje a su mejor amigo, pero este ni siquiera se había molestado en clavarle el visto.

Definitivamente lo estaba ignorando y Joe era demasiado orgulloso para insistir. Bien, si Nathan no pensaba disculparse, él no pensaba correr tras el castaño. A la mierda con Nathan. No lo necesitaba. Punto. De acuerdo, Joe estaba molesto por que su amigo llevara una semana ignorándolo, ellos nunca se ignoraban por tanto tiempo. Por norma general no pasaban más de dos días de que Nathan corriera a pedirle disculpas tuviera (o no) la culpa, vamos era la dinámica. ¿Por qué demonios Nathan lo estaba ignorando de ese modo?

Joe soltó un gruñido frustrado viendo su teléfono, vamos llevaba los últimos días atento a su móvil corriendo a ver  cada notificación que le llegaba para descubrir que ninguna era del idiota tatuado. 

Esa tarde Joe se la pasó ayudado a su madre en la cocina para pasar el rato, habían hecho un pastel de carne que prácticamente había cocinado él aprovechando que su padre había salido a beber unas cervezas con sus amigos, porque sí, a pesar de que su padre le hubiera dado la paliza de su vida siguió cocinando, porque modestia aparte, se le daba malditamente bien, aunque por norma general lo hacía más en la cocina de Bill que en la suya propia para evitar problemas entre sus padres. Vamos, que si su padre se metiera con él su madre lo defendería y luego acabarían peleando entre ellos. 

A Joe no le gustaba que sus padres se pelearan por su culpa y a los padres de Nate nunca le molestaba tenerlo en casa.

De hecho, los padres de Nathan siempre lo habían tratado como a otro hijo,  Bill le había enseñado varias recetas que se le daban bien y a Nathan solía gustarle que le cocinara. Hasta le había regalado en cierto cumpleaños uno de esos delantales con estampa de mujer desnuda en él que guardaba en el placar del castaño para cuando estaba en su casa.

Estaba cenando en la sala con su familia mientras pensaba en eso.

La tele encendida en el canal de deporte mostraba como dos hombres blancos se molían a golpes por un cinturón. Vic y su padre iban super atentos a la pelea mientras Joe revolvía la comida sin probar bocado por lo que cuando el timbre sonó fue el primero en ir a atender solo por hacer algo.

Nunca había sido fanático de las peleas y el que su padre soltara comentarios del tipo "eso es lo que hace un hombre de verdad cuando lo golpean" no era como que le estuviera sentando de maravillas.

En cuanto abrió la puerta se llevó la sorpresa de su vida al dar de cara con los Sres. Harrel.

Tenían cara de no haber dormido en varios días.

Jack iba ojeroso y Billy con los ojos hinchados parecía haber llorado.

Un mal presentimiento le revolvió el estómago.

Si los señores Harrel estaban ahí y con esas pintas solo podía significar que algo malo había pasado. 

De pronto sintió como si todo se volviera negro y apenas si fue capaz de preguntar aquello que lo venía carcomiendo hacía días:

—¿Dónde está Nathan?

Okeey. Bien eso es todo por ahora díganme ¿Dónde creen que está Nathan?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro