💎49💎
Okey mis amores, admito que este capítulo como dice el título terminó fuera del plan jajaja
No se suponía que acabara así. Ya me dirán que les pareció besotes.
-¿asi que volvieron eh?- Preguntó Zack interceptando a Joe en el pasillo , que se había quedado a esperar al ojiazul fuera de la vista del castaño.
Vamos, que ese año compartían casi todas las clases.
No estaba haciendo nada malo ¿no?
Joe frunció el ceño hacia él.
- No lo provoques. -le advirtió.
-Tranquilo. No le haré nada a tu noviecita.
-Temería más que él te hiciera algo a ti.-le espetó adelantándose al curso.
Miró su reloj, iba casi 20 minutos tarde.
-Awww pero si con un par de besos ya empiezas a preocuparte por mí...
Joe rodó los ojos.
-¿Cuál es tu jodido problema que no puedes decir dos palabras sin portarte como un grano en el culo? ¿ tu madre no te quería cuando eras niño o que?
- Que humor te traes bluie...-Pasó su mano por el cabello del ojiazul y se lo revolvió como si fuera un niño.
-¡ que no me llames jodidamente así!-le gritó y lo apartó Llamando la atención del profesor García que salió al pasillo a ver por qué tengo escándalo.
-Wood... ¿Jensen?- García parecía ligeramente sorprendido de no encontrarlo con el chico Harrel.
Los muchachos se detuvieron a mitad de camino y maldijeron mentalmente su suerte.
-¿Necesitan una detención para resolver sus problemas?
-no. Señor. Disculpe, ya nos íbamos a biología , solo tuvimos un desacuerdo por un...hummu... trabajo de grupo. Lamentamos el alboroto.-Se disculpó Joe no dejando muy convencido al hombre.
-por hoy se las dejo pasar. Pero más les vale que entren a clase, preguntaré a la señorita Akery. Si no lo hacen les podré doble castigo ¿está claro?
-gracias señor.-se apresuró a decir Joe empujando ligeramente a Zack-muévete .
-Así que ahora también somos equipo en biología ¿eh?
Joe se giró y con sus espesas cejas fruncidas enfrentó al troglodita anabolizado.
-que te quede claro, Zack. Entre tú y yo no hay nada. Lo que pasó ayer fue un error, eso es todo.
-Tranquilo Wood, los errores son los que más se disfrutan.-le hizo un guiño y volvió a Revolverle el cabello antes de adelantarse al aula.
-¿qué no vienes? Digo no me molestaría pasar una detención contigo, pero...
-Cállate, Jensen.-guñó el ojiazul caminando de mala gana detrás del tacleador.
-¿te dijeron que te ves increíblemente besable cuando te enojas?-le preguntó en un susurro acercando su boca a la oreja del ojiazul cuando estuvieron en clase.
Por llegar tarde no les quedó más remedio que compartir el microscopio mientras miraban células de una muestra de tomate.
-porque lo haces, te ves muy besable ahora mismo.
Estúpido Jensen, sí se lo habían dicho.
Nathan, se lo decía siempre antes de besarlo y de que acabaran las discusiones en la cama o sobre cualquier superficie en la que pudiera tumbarlo.
Sorbió su labio en un adorable puchero que tuvo captando la atención del nuevo capitán.
Extrañaba a Nathan.
El idiota se había vuelto a fugar sin decirle a donde, como siguiera así acabaría expulsado por saltarse tantas clases.
- ¿y papá?-Nathan se acercó corriendo al escritorio de la recepcionista.
Se había escapado de clases para ir hasta la oficina de sus padres.
Emily era una mujer madura que llevaba años trabajando para los señores Harrel por lo que se preocupó de inmediato al ver al niño del matrimonio entrar al piso con su mochila al hombro, y el cabello desordenado como si lo corrieran los testigos de jehová.
-¿Nathaniel? ¿Estas bien-Preguntó con sorpresa.
el chico asintió y antes de que pudiera decir otra cosa el hombre de seguridad agarró al muchacho por la mochila intentándolo sacar del piso.
-¡que me sueltes!-se quejó el castaño soltando tacos a diestra y siniestra.
Emily intervino de inmediato antes de que las cosas se salieran de control.
EL chico de seguridad era nuevo.
Vamos, no era su culpa. Y Nathan siempre era revoltoso pero definitivamente no podía tratar así al niño Harrel.
De inmediato se puso de pie con sus tacones aguamarina resonando con pequeños pasos por el corto descansillo por el que acababan de entrar los recién llegados.
-suéltalo. Por favor. El es el hijo de los jefes.-pidió con tono suave llegando hasta el muchacho e inconscientemente comenzó a acomodar el cabello y la ropa del adolescente de forma nerviosa,
era como si temiera que por verlo desaliñado alguien pudiera llegarse a desmayar o algo y Nathan que comenzaba a fastidiarse con todo el asunto se apartó quitando las manos manicuradas de la mujer de su cuerpo de la forma más amable que encontró considerando que Emily no le agradaba mucho.
No era que tuviera algo en contra de ella como tal, pero a Billy no le agradaba demasiado la mujer y era como esa cosa con los niños, que cuando a sus padres no le agrada una persona a ellos tampoco. Por lo que se apartó cruzándose de brazos.
Sí , condénenlo por parecer enfurruñado pero una vez que intentaba pedirle ayuda a sus padres por las buenas y ni siquiera querían dejarlo entrar a la oficina. Definitivamente las cosas no estaban saliendo como había planeado. Entrar libremente a la empresa de sus padres debía de ser su derecho o algo ¿no?
¿Qué tan malas pintas tenía?
Se suponía que se había disfrazado de niño bueno o lo que sea.
¿por qué todos desconfiaban del excitado adolescente que intentaba entrar corriendo a un edificio comercial?
Si, tal vez si lo pensaba toda la escena no sonaba tan bien...
-¿Los jefes tienen un hijo? Yo..yo no lo sabía.- Balbuceó el chico nuevo soltando de inmediato al castaño. Parecía asustado. -p-pero ¿ cómo? Si..
-¿¿Son gays?-preguntó Nathan rodando los ojos-tranquilo no es omegaverse. Existe la adopción y solo para saciar tu duda, soy el bastardo de Jack, ya sabes, hijo extramatrimonial.-le dijo viendo los ojos del nuevo segurata que se había puesto pálido.
Ignorando las disculpas del tal Gaspar se volvió de nuevo a la secretaria y Volvió a preguntar por su papá.
La mujer conocía lo suficiente al hijo de sus jefes como para saber que se refería a Billy, solía hacer diferencia entre "padre" y "papá" para llamarlos, cosa a la que se había acostumbrado con los años aunque no dejaba de preguntarse por qué parecía tener una relación más estrecha con su padrastro que con su padre.
Vamos, que a ojos de la mujer Jack parecía un padre excelente, era un hombre guapo, atento, educado y por lo que había visto de como trataba a su esposo parecía un hombre amoroso y fiel, que ella misma había visto como ponía en su lugar a varias muchachitas descarriadas que apenas enterase que tenía un hijo creían ver una oportunidad en él. No, nadie aparte de su adorado esposo parecía tener lugar en los pensamientos del hombre y eso lo hacía aún más perfecto e inalcanzable.
Emily suspiró pensando en el hombre mayor.
Sí, puede que Jack tuviera una fan en la mujer. Que desde el día que había entrado a trabajar en la oficina se había enamorado perdidamente de aquellos ojos oscuros que la habían entrevistado, de sus modos de moverse y aún a sus 32 y ya con 10 años trabajando para el hombre seguía locamente enamorada de aquel crush imposible.
-mi papá-Insistió el chico sacándola de su ensoñación. La mujer frunció ligeramente el seño, que el chico parecía un niño pidiendo por el pelirrrojo como borreguito. Faltaba que se echara al suelo, se estiraba del cabello y comenzara a llorar "quiero a mí papá"
-en la oficina de tu padre pero no creo...
Nathan no esperó a que le dijera que era lo que no creía, salió disparado como si de una carrera se tratara mientras la mujer segundos después reaccionaba corriendo detrás del muchacho.
-Papá necesito que...-Dijo entrando a la oficina de Jack y como buen Harrel lo hizo sin llamar. -oh! ¡papá! -Chilló de la impresión saliendo de inmediato.
Cerró la puerta a su espalda de un portazo y se llevó las manos al rostro, avergonzado.
Emily llegó segundos después en su carrera por detenerlo.
Se veía ruborizada.¿La mujer sabía que sus padres estaban...?
¿En la oficina?
-te haré un café.-le ofreció desapareciendo rápidamente.
Nathan asintió y la siguió hasta el descansillo donde se dejó caer en uno de los pequeños silloncitos blancos mientras la mujer le dejaba un vaso de café en las manos sin decirle nada.
La vio volver a su escritorio y lanzarle miraditas preocupadas cada tanto.
Debía de tener cara de horror para que lo mirara de aquella manera.
Diablos, que el sabía que sus padres eran felices y tenían un buen matrimonio porque hacían .... Bueno...Eso.
Infló sus mejillas sintiéndose idiota por no poder siquiera pronunciarlo mentalmente.
No era la primera vez que los encontraba en ese tipo de situaciones, que sus padres eran precavido, pero como buen hijo de su padre el castaño no solía tocar antes de entrar en una habitación.
A esas alturas debería estar curado de espantos.
Vamos que estaba siendo capullo, no era ningún niñito de pecho que pudiera impresionarse, pero ver porno en vivo protagonizado por sus padres no estaba en el top 10 de sus cosas favoritas.
¡eran sus padres!
¡y en la oficina!
luego a él lo recriminaron por hacerlo con su novio en el sillón de la casa.
Joe y él Al menos no estaban en un lugar público...y al menos ellos eran adolescentes, jovencitos hormonados y eso. No se veían todos los días, su relación era inestable, eran inseguros e irresponsables, tenían excusas para hacerlo donde tuvieran oportunidad como si no hubiera un mañana, que nunca era seguro que lo hubiera.
¡Pero sus padres eran el gold standard de los matrimonios!
-N.-Nathaniel.-le dijo Billy nervioso llegando al primero, tenía el cabello pelirrojo revuelto y aún iba prendiéndose los últimos botones de su camisa cuadros, sus labios hinchados demasiado rojos al igual que sus mejillas, lucía realmente abochornado.
-¿q-que haces aquí?¿Pasó algo? ¿Estás bien?
Jack venía unos cuantos pasos por detrás, se veía imperturbable mientras hacía un mal intento por acomodarse la corbata de su traje.
-Deberías estar en la escuela.-Soltó Jack con aquel tono pausado que lo caracterizaba.
¿en serio era eso lo primero que iba a decirle luego de que los atrapara en plena acción?
Alzó una de sus cejas en un gesto de incredulidad en el momento en el que Jack se daba por vencido con la corbata y se la quitaba del todo para guardarla en el bolsillo.
Definitivamente lo sinvergüenza lo tenía de él.
-y ustedes trabajando.-gruñó en respuesta Nathan desafiando a que su padre le dijera algo. Pero Jack seguía inmutable.
-estábamos trabajando.
-en su matrimonio.-tosió el castaño antes de llevarse el café a la boca.
Que el castaño también sabía jugar al juego de me importa un carajo todo.
Jack frunció el seño y Billy se interpuso entre sus dos hombres par evitar el conflicto que se avecinaba, podía olerlo a kilómetros.
-¿pasó algo en la escuela?-preguntó Billy amablemente intentando desviar la atención.
-Si te expulsaron de nuevo..-comenzó Jack y su teléfono sonó haciendo que sus palabras quedarán en el aire mientras lo revisaba.
Frunció el seño.
Sea lo que sea no parecía bueno pero a Nathan que lo ignorara de aquella forma lo fastidiaba lo suficiente para que no se preocupara por lo que sea que tuviera frunciendo el seño del mayor.
-si Jack, me expulsaron, por quinta vez de un colegio. Lamento que no fuera antes, seguro estarías menos decepcionado.
-Nathaniel, estamos a mitad de semestre...-le advirtió sin despegar la vista de su móvil. -¿dónde se supone que te meta ahora?
¿Qué lo meta? ¿Era una cosa que debía meter en algún lugar para que no molestara?
-¡no me expulsaron!-se quejó molesto.-¿podrías tener solo un poco más de fe en mi?
- ¿Te la has ganado?-le replicó mordaz.
-Jack, por favor.-intervino Billy pero los castaños lo ignoraron.
-¡podría querer ganármela si por una jodida vez soltaras tu puto teléfono y me miraras!-le gritó el castaño haciendo que su padre alzara la vista.
-¡ basta los dos !-intervino Billy agarrando a cada castaño de un brazo y los arrastró hasta su oficina.
Los ingleses comenzaban a llamar la atención de más de una oreja entrometida y Billy ya tenía bastante con lo que lider con las constantes peleas de sus chicos como par que quisiera lider con rumores de oficina.
La oficina de Billy estaba prácticamente deshabitada, de hecho parecía más parte de una maqueta que un verdadero lugar de trabajo, que el pelirrojo casi nunca estaba en aquel sitio pero no quería arriesgarse a ir a la oficina de su esposo y condimentar el ambiente con alguna prueba incómoda.
Que la cosa ya estaba bastante caldeada.
Los obligó que sentarse a cada uno en una silla y se reclinó de espalda al borde de su escritorio con los brazos cruzados.
-pídanse disculpas. -le exigió el pelirrojo.-los dos.
-¿por qué? Vine de buenas y el actuó como imbécil.-lo acusó Nathan cruzándose de brazos.
-el vocabulario, Nathaniel.-le advirtió Jack.
-¿En serio? ¿Es lo único que te importa? ¡vocabulario, Nathaniel! ¡el tono Nathaniel! ¡modales , Nathaniel! ¡comportante, Nathaniel! ¡Son las únicas malditas cosas que me dices! Ni siquiera alzas la vista cuando me hablas. ¡mírame! ¡¡por una jodida vez en tu vida has algo más que no sea criticarme!
El teléfono de Jack comenzó a sonar y el hombre se puso de pie para contestar ignorando a su hijo.
-¿vas a contestar ahora? -le preguntó su padre que lo ignoró-¿Papá va a contestar ahora?-le dijo buscando intervención de Billy.
-es una llamada importante Nathaniel, no tengo tiempo para tus berrinches-le explicó Jack más para el pelirrojo que para su hijo. Que Nathan sospechaba que si por su padre fuera se hubiera limitado a ignorarlo.
-Jack.-le pidió Bill con suavidad apoyando su mano en el brazo de su esposo para detenerlo y le hizo un gesto de que ignorara la llamada.
Dios, Nathan soltó una risa sin gracia. Ese era uno de los momentos en los que odiaba al pelirrojo, porque con una simple mirada él podía tener toda la atención de Jack.
La razón: su padre simplemente lo quería y a él no.
Tenía horribles celos de la atención que recibía Billy y aquello era jodio porque también quería a Billy
¿quién no iba a querer a ese hombre?
Pero por momentos se sentía de nuevo aquel niñito de 7 años que había llegado de Liverpool y se las había tomado contra el nuevo esposo de su padre, se había ganado grandes reprimendas por molestar a Billy, que ese era el límite de Jack, podía ignorarlo el 99% del tiempo siempre que su adorado esposo no se viera afectado y en su mente infantil había creído que el rechazo de Jack hacia él se debía al pelirrojo.
Pero no... Años después descubrió que así era Jack, al menos con él siempre había actuado con una fría diplomacia que Billy había aprendido a compensar.
-Todo es más importante que yo para ti. Estas tan concentrado en fingir que no existo que Hoy cuando llegué ni siquiera sabían que era tu hijo.-Le dijo con voz dolida.- Te oí hace meses decir que habías jubilado al antiguo empleado. ¡Meses! ¿Ni una sola vez pudiste mencionarle que tenía un hijo? Casi me sacan a patadas de aquí.
Jack dejó el teléfono sobre el escritorio de su esposo y miró a su hijo con el seño fruncido.
-¿y que querías que les diga? ¿que estoy orgulloso de tener un hijo drogadicto?-le dijo Jack viendo al castaño a la cara y Sí, Nathan hubiera preferido que lo siguiera ignorando. -un sin futuro que lo mejor que ha hecho es no pescar un sida, aún. ¿O tal vez iba a decir que mi único hijo terminó en un hospital con una sobredosis? ¿ o que fue suspendido por golpear a otro estudiante? o mejor, que me metieron una multa porque hizo una fiesta en la que casi mueren tres adolescentes o no sé, tal vez hable de lo orgulloso que estoy de que esté a un paso de terminar muerto o en una correccional de menores.-Nathan abrió la boca pero Jack continuó.-¿Dime qué has hecho para que yo pueda presumir de ti? Una sola cosa que yo pueda decirle a alguien que no sea una vergüenza.
Eras un buen deportista Nathan y dios sabe que a todos le hablé de la primera vez que mi hijo ganó un partido, tu papá y yo estuvimos en la primer fila alentándote porque era lo único bueno que habías hecho en 17 años.
Hasta le hablé a tu madre y le envié fotos de ti corriendo en el campo. Se lo conté a todo el mundo, mi hijo problemático no era tan malo después de todo, estaba orgulloso de ti. No te das una idea, les dije a todo el mundo que estaba seguro que acabarías de profesional, te pagué los mejores equipos para que jugaras, los mejores entrenadores para que practicaras fuera de clase, ni siquiera me gusta el fútbol americano pero te compré las entradas a todos los juegos de las grandes ligas y las remeras autografiada por tus jugadores favoritos porque tenía fe en ti, estaba tan orgulloso de ti, no entraba en la puerta de lo orgulloso que estaba y sabes que tengo que decir cuando me preguntan por eso, que mi hijo estrella ya no juega porque no pudo pasar el doping, que probablemente no se gradúe este año, ni el otro y tal vez nunca. Que es un fracasado que será un mantenido para el resto de su vida o acabará atendiendo en una estación de servicio en el mejor de los casos.
-por favor Jack, basta.-le rogó Billy viendo como cada palabra golpeaba en el muchacho.-Lo estás lastimando. Para. Estas enojado, él no tiene la culpa, no te desquites con él.
-¿No ves que nosotros hacemos que él sea como es? -le dijo Jack que aprecía completamente harto de toda la situación.-lo justificamos porque no queremos ver lo que de verdad es. Lo que criamos, fracasamos como padres, esa es la verdad. TU y YO SOLOS SOMOS UN FRACASO ¡EL ES LA PRUEBA VIVIENTE DE ESE FRACASO! ¿Que no lo ves?
-¡Jack Basta!
-Dejalo, es lo que siente.- Nathan humedeció sus labios. Auch. Eso había dolido. Mucho. En especial porque no tenía idea de que replicarle a Jack, no tenía con qué.-Déjalo que se desahogue, debe haber sido muy difícil aguatárselo tanto tiempo.
-Nathan, no.-Billy se giró desesperado interponiéndose entre los dos castaños y miró a su hijo pidiéndole disculpas por aquello.-Fue un mal día, pasaron cosas que no tienen nada que ver contigo, no es un buen momento, cariño.
-¿Qué no lo ves? Que nunca me quiso, porque puede intentar echarme la culpa ahora de su rechazo, pero no siempre fui así y tampoco me quería cuando era niño. Siempre se arrepintió de haberme tenido, igual que mamá, solo que ella si tiene bolas de admitirlo en voz alta y él no. Es demasiado cobarde para mirarme a la cara y decírmelo, sus normas le impiden aceptar que no quiere a su hijo porque un padre debe querer a su hijo y un hijo a sus padres, lo sabe todo el mundo y si no se quieren deben fingir que si. Te lo hago más fácil Jack. Yo tampoco siento que te quiera, así que no te preocupes, no tienes que sentirte culpable por avergonzarte de mí.-Se levantó furioso y antes de salir se volteó a ver a su padre una última vez. -lo digo en serio. Aunque no lo creas, Lamento haber arruinado tu vida y la de mamá.
Okey este capitulo, como dije antes, no terminó como esperaba honestamente había empezado a escribirlo pensando en darle un poquito de humor para cortar la tensión de los últimos cap. Y luego... no se como explicarlo, es como si los personajes tomaran sus propios caminos sobre la marcha.
Así que tuve que cambiar un par de cosas del guión original. Admito que con D.R.E.A.M me ha pasado mucho eso. Creo que al.final ya casi ni se parece a la guía original, pero no se explicarlo empiezo a escribir y es como que ellos cuentan sus propia historia jajaja okey me fui a la mierda.
Si alguien aquí escribe díganme si les pasa lo mismo
En fin besitos.
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