"Se las di de comer a los perros"

Tecleó mirando la bañera de su cuarto donde había llevado un par de mantas para armarle una cucha al animal. Sus padres nunca entraban a su baño. Jack a veces entraba a su cuarto pero con la discusión de la mañana suponía que se había ganado una temporada de privacidad.

"Vaya Kohai no era necesario, no te creí capaz, me sorprendes, ni siquiera yo me atrevo a hacerlo, eres una princesa brava" le respondió Zig y había un deje burlón en el mensaje.

¿Había exagerado? Nathan se removió incomodo. Él animal dormía en esos momentos.

"Solo hice mi trabajo"

Pasaron unos minutos interminables vio a Zig escribir y borrar y luego al final pareció decidirse.

"No me veas la cara Kohai, tienes suerte de que no sea tío Pit, el te hubiera trozado a ti por robarle"

"No robé nada, estaba muerto. Ibas a matarla"

"Te robaste la comida de los otros perros"

"no voy a devolverla"

"No esperaba que lo hicieras"

"¿Qué quieres entonces?"

"decirte que ya está vacunada. Tómalo como mi primer regalo para ti princesa,de muchos otros que te daré cuando empieces a salir conmigo.

"tengo novio ya te lo he dicho"

"Eso no te importó la otra noche. No soy celoso, ya nos vemos luego . "

Nunca. Pensó el castaño pero decidió no responder a eso. ¿ y de Qué otra noche hablaba? ¿Qué demonios había hecho con ese chico para que lo encarara tan descaradamente? Paseó su vista por el cuarto de baño hasta dar con el bulto de la improvisada cama.

-¿No ha salido tan mal o si?-le preguntó al animal.

Un par de horas después se encontraba en el mismo club nocturno de siempre. La disco gay con la música de mierda que solía frecuentar. Se había gastado parte del dinero que le debía a Eric en la perra. Pero bueno, algo era mejor que nada. Esperó como hora y media en la barra a que alguien apareciera a ofrecerle algo pero nada. Aquello era nuevo, nunca antes le había pasado. A la octava vez que un tipo intentó encararlo, se decidió a preguntarle al barman por Eric.

El chico le hizo un gesto a uno de los de seguridad y Nathan no tardó en ser arrastrado a la zona V.I.P en la planta de arriba. El hombre pelilargo para variar no iba con el atuendo extravagante con el que solía frecuentar aquel lugar, iba sin delineador de ojos y de hecho vestía una camisa oscura con pantalones de vestir en el mismo tono. Pero aun así podía ver brillar en su cuello la cadena de oro con las dos sortijas de matrimonio en ella. Estaba sentado en un privado con una botella en la mesa del centro y la vista clavada en su teléfono que no dejaba de sonar.

-Pensé que no ibas a aparecer. -Dijo el hombre sin levantar la vista.

-dije que pagaría, solo... me faltó una parte.

Eric le sonrió y volvió a rechazar una llamada.

-¿cuanto? -Le preguntó sirviéndose un wiski sin mirarlo. su teléfono volvió a sonar y alzó una mano para interrumpirlo antes de atender. Frunció el ceño fruncido.-Maldita sea.

Uno de sus camellos lo había traicionado. Miró al chico frente a el. No le gustaba tratar con pijos, pero era el 5to que perdía en lo que iba de la semana, y se habían llevado su droga con ellos. La nueva le estaba agarrado los cojones. Era buena. Eric debía admitirlo. Había perdido mucho más de lo que su orgullo le permitía admitir. Y odiaba perder. Necesitaba ganar terreno antes de que el rumor corriera. Había perdido demasiado tiempo con lo de Jesse y esa era su manera de pasarle factura. Si no recuperaba la zona antes de la "fiesta" la nueva se creería dueña y señora de la ciudad. y a pesar de el minoreo no fuera su fuerte, aquello le daba renombre, solo la droga de caín podía correr por las calles. Era parte del monopolio del primero al ultimo adicto debia joderse con su producto. Caín se encargaba de proveer para todas las necesidades y bolsillos, pero si los rumores de que había otros fabricantes en la zona, pasaban la frontera de chicago, sus enemigos crecerían, el jefe enviaría algún perro nuevo a limpiar la ciudad de ratas y no, no podía arriesgarse. Debía ocuparse del asunto antes de que terminara de irsele de las manos.

Estúpido Jesse Roger, maldita la hora en la que había entrado a su vida para dejarla de cabeza.

-Olvidaré lo que falta.-Dijo rechazando otra llamada.

-¿Que? ¿de verdad?

Eric asintió.

-Tendrás que hacer algo por mi. Te divertirás lo prometo, Considéralo como tu pago por los favores que te hice.

-¿Espera que quieres que haga?

Eric volvió a callarlo y contestó de nuevo su móvil haciéndole un gesto a uno de sus segurata que no tardó en arrastrar al chico fuera del bar.

¿Que él qué ? Demonios. ¿Ahora en que demonios se había metido?

NO. No lo hagas, se dijo a si mismo Joe, llevaba casi media hora viendo la pantalla de su móvil donde aun tenía abierto el instagram del castaño, la notificación de mensaje titilaba en ese momento, se removió en su cuarto.

Zig le había enviado un mensaje y había corazoneado todo el instagram de su ...¿novio? Si, puede que él fuera quien se lo propuso a Nathan en un ataque de borrachera pero pensarlo le sonaba jodidamente raro. No sabía siquiera si seguian siendo novios para ese momento, que apenas llevaban un dia juntos y el castaño ya se había molestado con él.

¿Así eran todos los noviazgos? Que no se consideraba posesivo, pero desde que habían pactado el noviazgo se sentía todo posesivo de Nathan, mucho más aun que luego de haberse acostado con él. Aquello era una posecion distinto, que el castaño le había dado via libre a que fuera todo lo posesivo que aquería ¿no? Le había dejado urgar en sus redes sociales, si no quisiera no le hubiera dado sus contraseñas.

¿Todos los novios se daban las contraseñas?
Joe no tenía idea de comos se suponía debían actuar a partir de ahí, lo unico que el sabía con seguridad era que de pronto se sentía inseguro.

Que él había tenido una novia una vez, pero no había durado una mierda, de hecho la chica lo había acusado de preferir pasar tiempo con su mejor amigo que con ella, vaya si supiera que no se había equivocado tanto... aunque entonces le había parecido una loca.

Miró de nuevo su movil ¿Sí veía que le había escrito el chico Zig sería el quien estaría actuando como loca?

-ahhhhh.-Se quejó agarrandose la cabeza.

-¿Que ocurre hermano mayor?-Vick entró con su pijama de mikey mouse, eran cerca de la media noche y Nathan no le había hablado luego de dejarlo en su casa.

¿Cómo le había ido con sus padres y el perro que se había juntado? Joe quería saberlo, tenía curiosidad vamos, tenía ganas de hablarle para ver si ya se le había pasado el enojo, pero conociendo al castaño eso podía traer problemas, que lo mejor era darle tiempo a que el solo se acercara.

Una decada de experiencia con el necio inglés le gritaba que le diera tiempo, pero la resiente ansiedad que le probocaba el miedo de perderlo de pronto hacía que el ojiazul quisiera correr hasta su casa y pedirle perdon por lo que hizo y por lo que no, también. Quería estar bien con Nathan diablos.

-Nada. -Diablos ¿Podía hablarlo con Vick? Le lanzó una segunda mirada a su hermanita, era casi una mujer ¿no? Joe no tenía demaciadas amigas mujeres como para hablar de aquello, ninguna para ser exactos, sus amigos eran los chicos del equipo, hombres brutos a los que ni muerto les hubiera comentado sus dudas.

-Pero...

-¿Has tenido novio? -Preguntó Joe, Vicky se sonrrojó y Joe alzó las manos descartando la idea -Olvídalo, no quiero saberlo.

Eso hizo reir a Victoria, vamos que le parecía ridiculo que se molestara por la sola idea de imaginarse a su hermana con novio, pero ella había tenido que ver como practicamente se violaba a su mejor amigo medio en pelotas, aquello era injusto, pero victoria desicio dejarselo pasar y se sentó en posición de loto en la cama de su hermano.

-Ya, haz de cuenta que no soy tu hermana pequeña y dime que te pasa, supongo que todo esto viene a que te pusiste de novio con Nath ¿No?

-sí, espera ¿como lo sabes?

Victoria rodó los ojos haciendolo sentirse estupido en ese momento.

-Es sumar dos más dos. Digo, el viernes practicamente lo hicieron en el coche, luego Nathan puso que tenía una relacion y reconocí tu mano en la foto que postearon en instagram -Dijo victoria y sus palabras hicieron que Joe palideciera. - tranquilo, nadie que no se haya críado al lado tuyo lo haría con tantos efectos bien puede ser una mano de una chica como la de un chico. Ya respira hermano mayor.

-¿estás segura?

-Lo comprobé preguntandoselo a lizzy, ni siquiera ella que lleva años obescionada contigo se ha dado cuenta.

Joe suspiró. -¿No dirás te lo dije?

-¿que lo suyo era innegable? -Joe rodó los ojos -Estoy feliz por ti, Jothan es un hecho pero no te veo saltando de alegria. ¿Por qué?

Eso... ¿Por qué no se sentía saltando de alegria? Lo cierto era que lo unico que sentía desde la mañana esa era miedo. Aquellas fueron las ultimas 24 hs más estresantes de su vida, diablos, sentía un retorcijon de emocion en su vientre mezclado con una ansiedad tan grande que opacaba las cosas buenas, casi se senitió tentado de pedirle que volvieran a como estaban antes, que temía que de pronto alguien pasara y lo señalara, casi se le hacía sentir un cartel luminiso anunciando a los 4 vientos que era gay.

Gay...

Esa palabra lo asustaba tanto.

Dios, ¿por que Nathan lo había asumido con tanta facilidad? La manera descarada en la que se lo había dicho esa mañana a sus padres, la sola idea de insinuarle algo a los suyos lo aterraba, tendría pesadillas de solo pensarlo.

Nathan hacía que todo pareciera tan facil, que estupidamente aquel desinterés de parte del castaño lo jodía, había estado molesto con él y ni siquiera sabía por que. Se había portado como un imbecil.

-creo que la cagué.

-¿y ahora que hiciste?

-puede que lo acusara de delincuente?

Victoria abrió los ojos con sorpresa.

-¿Qué hiciste qué?

-Estaba molesto. El caso es que ni siquiera sé si seguimos juntos, discutimos esta tarde, bueno en realidad me estuvo haciendo la ley del hielo, sabes como se pone cuando está molesto y es agghhh, para colmo esta el tipo este ,Zig, digo porque tiene que ponerle Like a cada foto que suba Nate? va a subir un trozo de mierda y el maldito le va a poner que le gusta ¿De donde salió ese tipo?

-espera ¿quien es Zig?

-No lo sé, un tipo con el que lo vi varias veces, se estuvieron besando en la fiesta de Asher. Y luego está este chico Max.

-max?

-sí, el gemelo malvado del chico raro. O lo que sea

-¿El Max de vania?

-no me interesa de quien sea, solo no quiero que se le acerque. -Gruñó con un puchero y eso hizo que victoria comenzara a reírse.

-¿de que te ries?

-Lo siento, es que estás teniendo una crisis de celos.

-no son celos.

Victoria rodó los ojos. ¿De verdad él era el mayor? A su madre de verdad que debió de hacersele caido demaciado de la cuna, ¿o a caso se había vuelto tonto de tantos golpes en el campo?

-¿Realmente crees que Nathan te engañaría con todas esas personas? Digo, te faltó mencionar al entrenador y cartón lleno.

-no creo que me engañe, realmente no, es solo que... me siento -Joe hizo unos ademanes frente a su pecho como si intentar explicar algo que no podía con palabras.

-ay hermanito, hermanito... -Dijo Victoria acercándose y abrazó a su hermano como si fuera un niño pequeño. -Eso que sientes se llama miedo, y es parte de es estar enamorado. Creeme Nate es guapo. -Dijo consiguiendo que Joe soltara un gruñido que la hizo reir. -Pero el que tu lo quieras no lo volvió magicamente el chico más codiciado del universo, no es como si de pronto todos quieran sacartelo, es que tu lo quieres demaciado, tontito, y por eso crees que es el unico hombre del universo.

-¡atención! -La voz del sargento Wood interrumpió a los hermanos.

Por costumbre Joe se tensó y victoria no le dio importancia, que todos sabían que era la niña de los ojos de su padre.

-Deja dormir a tu hermano, mañana saldremos a entrenar, tiene que madrugar. -Les informó a los hermanos sin dar lugar a replicas por parte del ojiazul.

Genial.

No tenía ganas de madrugar, pero era lo bastante cobarde para no atreverse a contradecirlo.

-ya papi, solo un raro más -Dijo la muchacha haciendo un puchero.

-10 minutos más y a la cama. - Victoria asintió y esperó a que se fuera para empujar a su hermano una vez más en la cama y tumbarse a su lado.

-Un día le pedirás permiso de sacarme los ojos y te dirá que si.

-¿Está celoso, Soldado? -Se burló su hermana imitando la voz de su padre.

-Señor, no señor. -Respondió en el mismo tono que victoria.

-¿Cuándo le dirás que no piensas ser militar?

-El día que tú le digas a mamá que quieres estar al frente en Afganistán.

-Espera, ¿cómo lo sabes?

-Soy tu hermano mayor victoria. Mi deber es saberlo. A papá no le gustará. ¿Lo sabes no? Odia las mujeres en el ejército.

-Mi esperanza es que tu consigas decepcionarlos lo suficiente para que se olviden de mí.

-Ja, ja muy graciosa. -Joe rodó los ojos.

Se quedaron mirando el agujero en el techo del mayor por un buen rato, demasiado sumidos cada uno en sus pensamientos como para decir nada. Lo único que se oía era el teléfono de Joe vibrando.

-si sabes que alguien lleva rato mensajeándote, ¿no? -Preguntó la muchacha rompiendo el silencio.

-no es a mi. -victoria esperó un momento a que joe se explicara -Aun no he cerrado el Instagram de Nathan y es ese tipo que no deja de comentarle cosas y ponerle corazones.

-¿Tienes abierto su instagram?

-Uhumm...

-¿Cómo?

-Nathan me dio su contraseña.

-Waoh... esa es la verdadera prueba de amor del siglo ¿Y luego crees que te engañe?

-¡Dios! Ni siquiera sé que creo Vick, solo se que quiero saber que demonios le está diciendo ese tipo.

-¿y no has mirado?

-no quiero ser un toxico. Tampoco se si quiero saber lo que se dicen.

-si quieres puedo ver yo y te digo si es malo.

-¿Lo harías?¡no! Espera, eso es igual de malo. Uff -Se agarró la cabeza Diablos. no quería parecer un psicópata, pero vamos que el tirón en su estómago no dejaba de apretar cada vez que comenzaba a imaginar las cosas que podían estar diciéndose a sus espaldas. ¿Por qué demonios Nathan guardaba tantos secretos?

¿Y si el tipo le estaba dando drogas?

En ese caso mirar no sería malo ¿No?

-¿y si le está vendiendo? -Preguntó Joe moviendo sus dedos nerviosamente. -¿Deberíamos intervenir no?

-Creí que le compraba a Asher.

-No. Asher lleva tiempo sin venderle. Igual, el otro dia en la fiesta sé que estuvo fumando hierba, no me lo ocultó, si fuera drogas no me lo ocultaría, no así, salvo que sea algo peor ¡dios! hoy estaba en la zona industrial, no sé en que se está metiendo. sé que me está ocultando algo, pero no sé qué es, y se me va a reventar la cabeza de tanto darle vueltas al asunto. No se si prefiero que siga drogándose o que se folle media ciudad, ¿soy egoísta por desear que sean drogas?

-hay hermanito... mira esos mensajes antes de que te estalle la cabeza.

- no. Confío en él. Quiero confiar en él.

- Entonces cierra su insta. O caerás en la tentación. - Le dijo levantándose le dio un beso en la mejilla y se fue.

O caerás en la tentación.

Joe debió de escuchar a su hermana pequeña porque lo cierto era que media hora después se encontraba viendo los mensajes del castaño con el ceño fruncido.

"Hey princesa, ya te extraño. Mira lo que le compré a nuestra hija" decía el mensaje y estaba seguido por una foto de un collar de perro.

¿Su hija? Que demonios tenia que ver el tal Zig con la perra. ¿La habrían rescatado juntos? ¿Y si estaba con ese tipo por que lo había llamado a él? ¿Acaso solo necesitaba un taxi? ¡Por que demonios no se pidió un uber?

Estaba a punto de borrar el mensaje cuando vio a Nathan escribiendo. Demonios.

Lindo. Háblame al snap.

Eso era todo lo que puso el castaño y eso dejó un sabor amargo en el ojiazul. por que quería hablarle por Snap? Por que no le hablaba por alli donde el podía ver lo que decían. ¿Sabría que Joe caería en la tentación de ver sus mensajes? ¿Por que le dijo lindo?¿A Zig o al collar? Joe miró la foto que Zig le había etiquetado al castaño, esa donde estaban besándose, Joe soltó un gruñido al verlo. ¿él era más lindo no? Nathan estaba con él.

El descarado de Ziig le escribió un "lucimos bien juntos, princesa" a lo que Nathan no había respondido.

¿Por qué Nate hablaba con zig y no con él?

Con esa pregunta se durmió el ojiazul.

Era la mañana del domingo luego de volver de la misa de la mañana cuando por fin tuvo noticas de Nathan.

Que si quería dejar de pensar en el castaño, las cosas habían tomado un cariz completamente diferente cuando le tocó confesarse, diablos, que lo estuvo evitando por semanas hasta que su madre lo acorraló junto al padre Jacob y no le quedó más remedio que hablarle a aquella rendija por la que apenas podía ver la silueta del hombre juzgándolo al otro lado

¿Siquiera valía si no quería hacerlo?

Joe no había mentido, o no del todo, pero había fingido un arrepentimiento que no sentía, y había aceptado con docilidad las palabras consoladoras del padre que pretendía ser comprensivo con sus tendencias "anormales" sin dejar de recordarle que aquello era un acto condenado por los designios de dios.

Al menos por obligación sacerdotal el hombre no podía decir una palabra de lo que le dijera, pero había insistido en que volviera a acercarse más a la iglesia, lo había hecho con tanto ahínco que su madre pareció más que entusiasmada.

Joe para esa hora tenía un humor de perros. Estaba tan molesto con sus padres, con Nathan, con dios, con el ejército, con el cura, pero principalmente consigo mismo por dejar que todos pasaran sobre él.

Esa mañana habían salido a correr con su padre antes del desayuno, habían tenido una "charla padre hijo" donde el sargento había monopolizado la palabra contándole un par de anécdotas de él y sus compañeros, de lo bien que la pasaban cuando las cosas no se ponían feas, el hombre hablaba con tanto orgullo que cuando le dijo que había pedido ese año para entrenarlo personalmente para las pruebas de aptitud no hizo más que agachar la cabeza y seguir corriendo adelantando un par de metros al viejo militar para que no vea lo enfermo que lo ponía el asunto.

Estaban sentados en la mesa de la cocina jugando a las cartas con su padre y hermana mientras, su madre preparaba el almuerzo. Lo cierto era de que Victoria ya le había ganado dos veces, pero su cabeza estaba en otro lado para prestar atención al juego. Había perdido la oportunidad de decirle la verdad a su padre esa mañana, parte de la verdad al menos. En otro momento lo hubiera hablado con el castaño, pero ahora parecía que tampoco eso podía.

Estaba en proceso de perder por tercera vez cuando su teléfono sonó con un mensaje del castaño.

hey

que pasa?

ahora tú me ignoras?

Te hablé esta mañana.

Cierto, Joe había recibido el mensaje, pero no se había atrevido a mirarlo frente a su padre.

pensé que estabas muy ocupado con el padre de tu hija. no quería interrumpir

joe se arrepintió de inmediato de haberlo mandado, pero era demasiado tarde, el mensaje ya estaba en visto.

¿Estuviste leyendo mis mensajes?

nop.

¡No tienes que leer mis mensajes!

No tendría que hacerlo si me dijeras que mierda te pasa.

Vete a la mierda joie. Iba a pedir disculpas ¿sabes? Creí que yo era el infantil, pero vete  a la mierda.

Nate, oye lo siento. Tuve una mañana de mierda.

Nathan...

Dude...

Los mensajes no le llegaban. Miró la foto de su mejor amigo y ya no aparecía.

¡lo había bloqueado!

El muy cabrón lo había bloqueado.

Genial, eso era la frutilla del postre.

¿Y luego él era el toxico?

Frustrado echó su teléfono con fuerza sobre la mesa consiguiendo que todas las miradas se concentraran en él.

🖤❤🖤❤🖤❤

Holis mis amores! me he tardado.Este cap me ha costado lo suyo escribirlo no sé por qué.
cómo sea espero que les guste. Ya nos vemos pronto 🖤