26_Coraline.

-Yo no tengo muchos recuerdos de ello pero, según mis padres, mis horarios emm... digamos que "peculiares" de sueño duraron años.

-Agradece que somos tan unidas y te tengo tanta confianza Coraline porque, si no te conociera, creo que no me tomaría en serio eso de que cuando eras pequeña dormías por el día y te quedabas despierta durante toda la noche, jajaja.

-Pues sí, admito que es difícil de creer; pero lo creas o no, lamentablemente fue verdad.

Coraline estaba recostada en su cama y mirando la pared que tenía a su derecha, mientras que Brim contemplaba el cielo nocturno por la única ventana que tiene el cuarto; y, al oír esa respuesta, preguntó:

-¿Por qué "lamentablemente", amiga?

Aclarando la supuesta obviedad con un tono sarcástico, respondió:

-Porque sufrí mucho, Brim.

-Tampoco es para que me trates así, A-ma-ris.

-Ya basta.

-¿No te gusta tu segundo nombre? Yo creo que es genial.

-Solo no estoy de humor, lo siento.

-Lo siento yo también.

Luego de sentarse en la cama de Coraline, con ella dándole la espalda, Brim acaricia su pelo y le dice:

-Sé que puedo ser molesta a veces, pero seguiré intentando animarte.

-No puedo estar animada, Brim. Esto es grave. Y por cierto, no eres molesta. Es normal que no sepas qué hacer o qué decir en una situación así.

-Silencio, vampiresa. Deja de hablar de mí y por favor, cuéntame cómo volviste a esto.

-Jaja boba, no me llames así. En fin... te cuento.
-Es parecido a lo que te dije que viví de niña, ya sabes, comencé a dormir todo el día y despertar en la noche. El problema real se presentó cuando quisieron obligarme a ir al colegio estando así. Imagina despertar cerca de las ocho de la tarde-noche, dormirte a las 8 de la mañana aproximadamente, y tener que despertarte nuevamente a la una de la tarde, para entrar a las dos al colegio y salir a las siete... mi sueño sería nefasto si fuera a la escuela. Además, se hace muy difícil manejar tu cuerpo con tanto sueño, a tal punto en el que te puedo asegurar que puede ser peor que el alcohol.

-Espera. Por empezar, tus padres tienen un buen punto. No puedes faltar a la escuela durante meses y mucho menos por un año o más; aunque también entiendo que el insomnio es algo que te supera pero, lo que más llama mi atención, es saber cómo es que sabes que se siente peor que el alcohol, jajajaja.

-No quiero hablar de alcohol ahora porque me voy a tentar jajaja. Igual, en verdad digo que es más intensa la incapacidad que siento al tener sueño que con cualquier otra cosa.

-Lo sé, te creo; y por lo que veo, solo duermes durante el día, que es cuando todo el mundo te exige estar activa.

-Exacto.

-Bueno, antes de que tenga que irme para que mi padre no se entere de que no estoy en casa a esta hora, pregunto: ¿Al menos te gusta la noche?

-Le temo.

-¿Por qué? Pareces sacada de la misma noche. Con la ropa que usas, el color de tu cabello, tus vibras de chica profunda y misteriosa... que realmente siente más de lo que habla y lo tapa evadiendo todo lo que pueda relacionarse a ello, o por cosas así.

Coraline escondió sus labios y se quedó en silencio por un momento, pero solo hasta que decidió girarse, sentarse en el borde de su cama y decirle a Brim lo siguiente, teniendo sus cejas alzadas desde el centro:

-Necesito un abrazo.

Brim se acercó y la acogió de un abrazo.

-Ahora estoy más aliviada. Gracias por jugar conmigo, gracias por charlarme... bueno, por acompañarme y por todo, te quiero.

-Yo también te quiero, pero sinceramente no quiero seguir fingiendo que no lo sabemos. Me produce sentimientos negativos el tener que irme luego de tan solo intentar distraerte.

-La próxima vez intentaré estar lista, no te preocupes.

-Gracias. No quiero forzarte a contarme tus verdaderos problemas, pero sé que eres capaz de sentirte mejor y me genera impotencia que no lo intentes. En fin, adiós amiga. Le dijo Brim antes de darle un supuesto último abrazo y ser despedida por Coraline. Aunque en lugar de irse, Brim se lo pensó dos veces y, luego de tomar una decisión rápida, le pidió la mano a Coraline quien no correspondió, pero la tomó de todos modos y la llevó hasta el balcón de la habitación.

-Veo que estás agitada, respira el tiempo que sea necesario. Tu ansiedad se debe a cuestiones emocionales, porque estás relacionando la noche con todo lo que el insomnio te provoca, pero es imposible que te haga daño. No dejes que tu mente juegue así contigo.

Luego de ponerse detrás de ella, Brim masajea sus hombros y le susurra al oído suavemente:

-No sé si tu insomnio causó tus problemas o tus problemas causaron el insomnio, pero ya que estás prácticamente obligada a pasar por esto, intenta sufrir lo menos posible.

Seguido de una discreta y tierna risa que soltó, mientras cubría su boca con su mano delicadamente, le respondió:

-Tu voz se parece a la de una chica que narra videos en Youtube, en un canal llamado Psych2g-

-Calla, concéntrate Coraline.

-Ok, ok, concentrada.

-Mi punto es que intentes disfrutarlo, por más inviable que te parezca. Pasas mucho tiempo en este estado y la verdad es que sería sumamente conveniente si lograras encontrar belleza en él.

-Sí, es cierto.

-Lo sé. Últimamente he pensado mucho en eso y creo que en realidad, para eso vivimos.

-Tienes razón, pero no me siento lista para abrir mis ojos ¿Podemos entrar de nuevo? Tengo miedo. Dijo Coraline mientras empezaba a respirar agitada nuevamente.

Brim aceptó sin peros. Entraron y Coraline se sentía insegura, pero Brim le hizo notar que se había encontrado expuesta al profundo manto de la noche por un tiempo considerable, y que incluso llegó a estar en calma; lo cual dejó en evidencia para Coraline, luego de entender la metáfora, que por más difícil que fuera, podía aunque sea intentar enfrentarse a sus problemas y hasta encontrar el lado bello dentro de su oscuro entorno.

Coraline le dio sus más sinceros agradecimientos, se despidieron con besitos mutuos en la frente y terminó pasando otra noche sin dormir. Aún con ansiedad, aún con paranoia, aún con alguna que otra alucinación; pero más segura que nunca.

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