—Espera, espera, espera. – JooHyun se apresuró a sentarse en la cama de la Idol después de una incómoda presentación con el padre de Jennie. — ¿Agarraste el brazo de ChaeYoung y lograste salir sin un moretón? ¿Ni uno solo? 

—Quiero decir… – Jennie se mordió el labio vacilante, preguntándose si decirle sobre esto a JooHyun la llevaría de vuelta a ChaeYoung. Realmente no quería que la chica de ojos verdes supiera que estaba hablando de ella, o siquiera pensando en ella. — Ella quería… 

—Pero tú… ¿le pateaste el trasero antes de que ella pateara el tuyo? 

—No, no, nadie pateó el trasero de nadie. 

—Pero dijiste que JiYong y ChaeYoung… 

—Oh, sí, eso pasó, pero ChaeYoung no me lastimó y yo no la lastimé. Simplemente… lo dejamos pasar, supongo. 

—De ninguna manera. – JooHyun negó con la cabeza. 

—¿Qué?

—No lo creo, Kim. Quiero decir, sí, claro, eres una gran súper estrella, lo que sea, pero de ninguna manera no pasa nada entre tú y ChaeYoung. Ella no deja que las cosas simplemente pasen. 

—Bueno, lo hizo. ¿Podemos nosotras dejarlo pasar?

Y mientras Jennie luchaba firmemente para dejar ir la plática, ChaeYoung estaba haciendo todo lo contrario. 

La mente de la chica de ojos verdes se había mantenido enfocada en la pelinegra durante la mitad de su día, desde el momento en que se despertó hasta ahora. Todo lo que pensó fue en el desafío de esos ojos color chocolate y en la contracción del labio de la chica mientras desafiaba a la chica de ojos verdes a darle un golpe. 

No estaba asustada en ese momento, no le tenía miedo a ChaeYoung y eso le carcomía a la ojiverde. ChaeYoung no estaba acostumbrada a que la consideraran inofensiva, especialmente cuando alguien iniciaba contacto físico con ella. 

ChaeYoung todavía no podía creer que ella simplemente se alejó, como un perro con la cola entre las patas. 

Y aunque, por mucho que ChaeYoung quisiera odiar a Jennie por como la desafío, estaba más intrigada que nunca por la súper estrella kpop.

Se encontró preguntándose por Jennie, lo cual era raro porque ChaeYoung no se preguntaba por la gente con demasiada frecuencia. Pero se preguntó acerca de Jennie. Su mente estaba enfocada en Jennie. 

Y parte de ella piensa que es por eso que llamo a Lisa y que Lisa estaba actualmente debajo de ella, con sus dedos enterrados hasta los nudillos en la chica. No le prestó mucha atención a la pelinegra debajo de ella, seguía escuchando los gemidos y los jadeos exagerados, pero a parte de eso, su mente aún estaba enfocada en Jennie. 

Y tampoco de una manera sexual para aumentar su excitación, no, estaba pensando en formas de acercarse a Jennie que no las llevarán a ser amigas. 

Ella no quería ser amiga de Jennie Kim. Aparecería en los titulares y ChaeYoung no quería ser el centro de atención. 

No, ChaeYoung solo quería conocer a la chica en un estricto nivel de cuestiones para saber si Jennie era o no una enemiga o simplemente una observadora. 

Lisa gritó y ChaeYoung se alegró de que su padre no estuviera en casa para escucharla, le había pedido a Lisa en muchas ocasiones que mantuviera un volumen bajo, pero parecía que la chica simplemente no lo entendía. 

—Eso fue genial, bebé. – Lisa exhaló cuando ChaeYoung se dejó caer junto a la chica. 

—Sí, increíble. – ChaeYoung dijo inexpresiva mientras se sentaba en el borde de su cama. — Tus cosas están en el suelo. 

—Sutil, Roseanne. – Lisa se burló mientras dejaba caer sus piernas hacia el lado opuesto de la cama, agarrando sus bragas desechadas y poniéndoselas. 

Lisa no se tardó demasiado, sobretodo porque odiaba enfrentarse a ChaeYoung después del sexo. La chica de ojos verdes siempre había dejado muy claro que no habría cosas románticas entre ellas, y a pesar de las objeciones de Lisa, la chica simplemente no pudo evitarlo.

ChaeYoung estaba dañada, cualquiera con ojos podía ver eso, y Lisa decidió después que fracasarán sus intentos de enamorar a ChaeYoung, que simplemente no había forma de arreglar a la chica de ojos verdes. ChaeYoung estaba demasiado lejos en su mundo lejano.

La escuela al día siguiente resultó ser interesante. No en la forma en que algo cambió, porque la gente todavía miraba boquiabierta a Jennie y se alejaban de ChaeYoung, pero está vez los ojos de ChaeYoung se detenían en Jennie cada vez que la veía.

Y Jennie sintió esos ojos verdes clavados en ella y sintió que su piel se erizaba cada vez más, pero decidió no darse la vuelta y seguir su conversación con JooHyun sobre la vez en que conoció a IU.

—Esta bien, espera. – SeulGi pasó su pierna por encima del taburete de la cafetería y se sentó. — ¿Qué pasa con Park mirándote, Jennie? 

—Yo también lo he notado. – NaYeon habló con la boca llena de sandwich. 

—Jendukie y ChaeYoung están pasando por esta situación… – respondió JooHyun 

—Nosotras no. – objetó Jennie al instante. — He hablado con ella siquiera una sola vez… 

—Dos veces. 

—Dos veces. – la pequeña pelinegra le lanzó una mirada molesta a la más alta. — No significa nada. Además, no me gustan las chicas. 

—¿Ni siquiera las chicas con penetrantes ojos verdes? 

—Oh, ¿sus ojos son verdes? Ni siquiera me había dado cuenta. – Jennie se encogió de hombros, dando un buen mordisco a su manzana. — En serio, chicas, déjenlo. – habló mientras masticaba, lo que provocó que SeulGi arrugará la nariz con disgusto. 

—Para ser una Idol, eres asquerosa, ¿lo sabes? 

Jennie simplemente señaló a la otra pelinegra al lado de ella, comiendo un sándwich de pavo como un hombre de las cavernas. 

—¡Bae JooHyun! – NaYeon reprendió. 

—Qué. – tragó JooHyun. — Si las personas estuvieran hechas para comer despacio, Dios nos habría puesto un maldito marcapasos en nuestras bocas, ¿no? 

NaYeon miró a SeulGi. — Ella es tu amiga. 

—Y no sabes cuánto me molesta. 

—Soy una monedita. – la pelinegra alta se burló, mirando a Jennie. — Todavía te tengo, ¿verdad, Chancho? 

—No te enseñe esa palabra para que llamaras así a Kim Jennie. – NaYeon gimió. 

—Era eso o puta, creo que elegí el menos de dos males. 

—Lo está haciendo de nuevo. – murmuró SeulGi lo suficientemente alto para que el grupo la escuchará. 

Jennie sabía exactamente a qué se refería y se arriesgó a mirar en la dirección en la que SeulGi estaba mirando.

Allí estaba sentada Park ChaeYoung, al otro lado de la cafetería, con los ojos fijos en Jennie. 

Y la mayoría de la gente apartaría la mirada si fueran sorprendidos mirando, pero no ChaeYoung. ChaeYoung sostuvo su mirada con más intensidad que antes, desconcertando a Jennie hasta la médula. 

—Puede que tú creas que no tienen nada. – SeulGi desvió la atención de Jennie de ChaeYoung. — Pero de seguro ella sí.

—Deja de mirarla. – Jennie habló en voz baja, volviendo a mirar la comida que tenía adelante. 

—Dile que deje de mirarte. 

—Bien. – resopló la joven Idol antes de levantarse de su silla, dejando a las otras tres chicas con la boca abierta mientras seguían sus pasos hacia ChaeYoung.

Cuando Jennie logró pararse frente a la chica de ojos verdes, no se sorprendió al encontrar una sonrisa en sus labios ni se sorprendió de que haya atraído la atención de toda la cafetería hacia ella. 

—Deja de mirarme. – Jennie se sentó en la silla frente a ChaeYoung. — Si quieres que me aleje de ti, está bien, pero eso necesita que tus ojos se mantengan lejos de mí para que mis amigas puedan dejar de hacerme preguntas estúpidas. 

—¿Qué están preguntando? – ChaeYoung dejó caer su cabeza en su mano y amplió su sonrisa. 

—¿Qué? – Jennie frunció el ceño. 

—¿Qué. Están. Preguntando? 

—Eso no importa.

—Claro que sí. – ChaeYoung se encogió de hombros, cruzando los brazos mientras se reclinaba en la silla. — ¿Qué estaban preguntando, Jennie Kim?

—¿Así que me conoces? 

—Responde mi pregunta primero.

—Creen que tenemos algo. – Jennie se burló e imitó la postura de ChaeYoung. — Lo cuál es una mierda total, por cierto. 

—Te conozco. – ChaeYoung respondió. — No demasiado, solo sobre tu mamá. 

Y luego Jennie perdió su postura tranquila y serena. 

—No te preocupes. – los ojos de ChaeYoung vagaron sobre aquellos que intentaban escuchar su conversación, sus miradas lo suficientemente afiladas como para cortar la tensión que había formado en la habitación. La conversación comenzó de nuevo a su alrededor. — Sé guardar secretos, Jennie Kim.

—¿Qué te hace pensar que eso es un secreto? – Jennie trató de permanecer calmada. 

—¡Escuchen! – ChaeYoung se levantó de su asiento al instante, lo que llevó a Jennie a hacer lo mismo. 

—¡Bien, bien! – casi se estiró para jalar a la chica para que se sentara. — Está bien, lo es, ¿de acuerdo? – Jennie solo se sentó cuando notó que ChaeYoung hacía lo mismo, solo que luego bajó la voz. — ¿Cuál es tu estúpido problema? 

—No hay ningún problema. – ChaeYoung se encogió de hombros antes de inclinarse más cerca de Jennie, sus ojos verdes previamente juguetones se habían vuelto fríos. — Pero intenta desafiarme una vez más, y lo habrá, Jennie. 

Jennie observó con los ojos muy abiertos como ChaeYoung se paraba violentamente de la mesa, se ponía de pie y se dirigía directamente a la sala. Los estudiantes se separaron para evitar tocar a ChaeYoung y Jennie simplemente no podía entender cuánto poder tenía realmente ChaeYoung sobre esa escuela. 

Lentamente se levantó del asiento y caminó lentamente hacia sus amigas. NaYeon tenía la cabeza gacha, los ojos enterrados en un libro de texto que era más claramente más interesante que la anterior conversación de Jennie. 

JooHyun, sin embargo, fue una historia diferente. — No puedo creer que te hayas acercado a ella. 

—Ella es una persona, Bae, no un Dios. – Jennie se encogió de hombros, su estado de ánimo significativamente más deprimido debido a su encuentro con la chica de ojos verdes. 

—¿Qué dijo ella? – SeulGi preguntó. 

Jennie se burló y sacudió la cabeza lentamente, mirando a SeulGi con una pequeña sonrisa. — Ella dijo que no somos nada.