𝚌𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚚𝚞𝚒𝚗𝚌𝚎.
"𝙱𝚎𝚜𝚊 𝚕𝚘 𝚖𝚊𝚕𝚘, 𝙹𝚎𝚗𝚗𝚒𝚎"
—Jennie, tienes que cerrar la maldita boca si quieres entrar a tu casa sin que tu padre nos mate. – gimió ChaeYoung mientras que la joven coreana se reía en su hombro. — En serio, podría prohibir vernos si supiera que te deje emborrachar así.
—Lo estoy considerando. – la voz ronca de SiWon llamó la atención de ChaeYoung mientras entraba por la puerta principal con su novia literalmente pegada a ella. — ¿Cuánto ha bebido?
—Lo suficiente para molestarme. – la chica mayor refunfuño.
—Rosie-posie, ámame. – Jennie se echó hacia atrás y sobresaco su labio inferior antes de mirar a su padre con una sonrisa tonta. — Amo a ChaeYoung.
—Ella ha estado diciéndolo en todo el camino en el auto, estoy tratando de ignorarlo. – ChaeYoung se enderezó para sostener a su novia mientras perdía el equilibrio. — Voy a tratar de llevarla a la cama, puedo irme después de eso si quiere.
—Parece que mañana será un desastre y yo tengo trabajo, puedes quedarte a dormir, pero asegúrate de que MinJeong tome su desayuno mañana por la mañana y que está señorita tenga una aspirina. – su mandíbula apretada le dijo a ChaeYoung que por más que intentaba confiar en ella, no le gustaba lo que estaba haciendo. — Que esto no vuelva a suceder, señorita Park.
—Créame, no estoy planeando eso. – resopló la chica de ojos verdes antes de agacharse, colocando un brazo debajo de las rodillas de Jennie y levantandola del suelo de manera efectiva. — No hay forma de que puedas subir las escaleras, princesa.
—Que caballerosa. – Jennie rodeó el cuello de ChaeYoung con sus brazos y enterró el rostro en su hombro.
—Cállate. – la chica mayor puso los ojos en blanco antes de darle las buenas noches al padre de su novia y subir las escaleras.
—Mañana podremos ver películas todo el día y comer helado y abrazarnos y ser lindas y tomarnos fotografías y-
—Joder, no pides mucho, ¿verdad? – pero ChaeYoung todavía se encontraba absolutamente enamorada de la chica que la veía con asombro en sus ojos.
—Nunca pensé que las chicas fueran tan bonitas hasta que te conocí.
—Estás borracha. – La ojiverde abrió la puerta del dormitorio con el pie. — Probablemente pensarías que Frankenstein es bonito en este momento. – intentó colocar a Jennie en la cama, pero la menor no soltó el cuello de su novia, tirando de ChaeYoung hacia abajo con ella.
—Estás siendo tan jodidamente molesta en este momento. – ChaeYoung se subió a la cama y se colocó en el espacio vacío de la cama de su novia. — Al menos cámbiate.
—Cámbiame. – la coreana agitó las cejas y ChaeYoung sacudió la cabeza lentamente.
—¿Quieres que te cambie? – la chica mayor movió sus manos debajo de la camisa de su novia y sus dedos se clavaron en sus costados, provocando un chillido de Jennie mientras se retorcía alrededor de la cama con risas.
—Para. – Jennie continuó con sus risitas. — Está bien, para.
Y ChaeYoung lo hizo, solo para acercarse y dejar besos con la boca abierta en el cuello y la clavícula expuesta de Jennie.
—Rosie, eso todavía hace cosquillas. – se retorció Jennie.
—Lo sé.
—Basta. – soltó otro pequeño chillido. La chica de ojos verdes se reclinó pero permaneció flotando sobre su novia. — Te amo tanto. – Jennie suspiró.
—Lo sé, lo dijiste un par de veces.
—No, quiero decir, esto es tan extraño, eres exactamente lo contrario de con quién mi mamá pensó que terminaría.
—De ninguna manera. – ChaeYoung fingió un grito ahogado. — ¿Tu mamá no pensó que terminarías con una lesbiana tatuada con problemas de intimidad y un ligero caso de problemas de ira?
—Ella no pensó que terminaría con alguien que también me amara. – y Jennie lo dijo con tanta ligereza que el corazón de ChaeYoung dió un vuelco, recordándole momentáneamente que Jennie rara vez hablaba de su madre y sabía porqué. Pero la chica más joven estaba borracha y su mano estaba trazando el rostro de ChaeYoung nuevamente y ChaeYoung podía sentir físicamente el amor que Jennie tenía por ella. — Gracias.
—Tu mamá era una perra. – ChaeYoung presionó un beso en la nariz de su novia, luego en la mejilla y después en la frente, solo deteniéndose cuando pudo presionar un beso prolongado en los labios regordetes de Jennie, aún sorprendida de que fueran sus labios los que supieran a whisky y no los de ChaeYoung. — Amarte es una de las cosas más fáciles que he hecho en mi vida. – ella se sentó después de eso. — Ahora vamos, necesitas cambiarte. No puedes dormir con esa falda.
—Cajón superior a la izquierda. – Jennie señaló descuidadamente a través de la habitación y ChaeYoung gimió pero obedeció de todos modos.
Encontró dos camisetas y dos shorts para ambas. Jennie hacia esperándola en la cama mientras se giraba con una sonrisa juguetona en los labios y un brillo en sus ojos que a ChaeYoung le encantaba poner ahí.
La mayor simplemente sacudió la cabeza antes de pasar las manos por las caderas de su novia para encontrar la cremallera de su falda. La menor simplemente ayudó levantando las caderas cuando se lo pidió y no hizo nada más.
ChaeYoung mentiría si dijera que no estaba completamente excitada cuando le quitó la falda a Jennie o cuando levantó la blusa blanca sobre la cabeza de la chica para exponer su cuerpo perfecto, pero también sabía que cualquier paso íntimo con Jennie significaba un paso íntimo para ella y ambas chicas no estaban ni cerca de eso.
Aún así, ChaeYoung podía apreciar a su novia en todo su esplendor semidesnuda. Jennie se sentó cuando ChaeYoung necesitó ponerle la camisa sobre su cabeza y tan pronto como su cabeza pasó por el agujero de la prenda, ChaeYoung le dió otro rápido beso en los labios que provocó otra ronda de risas en Jennie.
La chica de ojos verdes sabía que Lisa se enfadaría si alguna vez viera cómo interactuaba con su novia, pero la mayor no podía preocuparse por algo como eso en ese momento. A ella le gustaba esa parte de su relación con Jennie. La parte despreocupada en la que ChaeYoung podía ser cariñosa y Jennie podría absorberlo todo como esponja.
De alguna manera pudo ponerle los shorts a su novia a pesar de los constantes movimientos de la chica más joven con el único propósito de ser molesta.
Pensó que su novia estaba lo suficientemente borracha como para ponerle atención mientras se vestía, pero se dió cuenta de que estaba equivocada cuando se levantó la camisa y los ojos de Jennie se fijaron instantáneamente en la piel recién expuesta que se la presentó. Sin embargo, no por las razones por las que la mayoría de la gente admiraría a sus novias sin camisa.
Los ojos de Jennie vagaron sobre las imperfecciones que cubrían la impecable piel de ChaeYoung. Podía ver los marcados contrastes en las sombras de cada hematoma, la edad de cada cicatriz y, de repente, su estado de ánimo feliz y de ebriedad se hundió en uno casi sobrio y oscuro.
Se sentó en la cama lentamente y ChaeYoung se congeló en sus esfuerzos por ponerse una camisa cuando notó que su novia se acercaba sigilosamente de rodillas, arrastrando los pies por la cama hasta que estuvo al nivel de los ojos de ChaeYoung, donde estaba parada, pero concentrándose en cada marca individual en la piel pálida que adoraba.
La mano de Jennie se levantó y ChaeYoung retrocedió instantáneamente hasta que recordó que está era su novia, está era Jennie a quien amaba y que también la amaba. Pensó en como llegaron esos moretones allí y cuando la mano de Jennie tocó el más reciente, sintió que toda pizca de dolor desapareció de la nada. El solo toque de la chica más joven traía consigo un remedio calmante.
Los ojos de Jennie volvieron a subir solo para encontrar a los de ChaeYoung mirándola, pero no pudo ocultar las lágrimas que se formaban en los suyos al sabes que alguien le había infligido esas marcas a su novia. Alguien había lastimado a ChaeYoung a propósito y durante el último mes ChaeYoung había hecho un increíble trabajo ocultandolo.
—¿Cómo? – la chica más joven chilló mientras dejaba caer una lágrima libremente por su mejilla.
—Te lo dije. – ChaeYoung desvío la mirada de los que actualmente estabas desgarrando su corazón. — Vengo de un barrio difícil.
—ChaeYoung, esto no es de un barrio difícil, alguien te está lastimando. – Jennie encontró unas manos pálidas y jaló a su novia sin camisa para que se arrodillara en la cama junto a ella. — ¿Quién te hizo esto? – su voz era un susurro, cualquier estado de embriaguez anterior completamente olvidado.
—Esa es la parte de mi vida que no quiero revelar, ¿de acuerdo? ¿Puedes respetar eso?
—No puedes pedirme que este de acuerdo con esto. – Jennie soltó un sollozo. — Mírate.
—Todavía estoy aquí ¿no? – la chica de ojos verdes tomó el rostro de su novia entre sus manos. — Contigo, ¿Importa algo más?
—Tú importas, ChaeYoung. – gritó la chica más joven. — Tú me importas.
—Eres la única persona que me ha hecho sentir segura. – ChaeYoung la besó, tan suavemente que Jennie se preguntó quién era la que estaba herida entre ellas. — Esto no importa. – la chica palida señaló las manchas de piel coloreada de su abdomen. — Tú y yo, eso importa. El cómo me miras, eso es lo que importa, ¿vale?
—Esto me duele. – Jennie pasó sus dedos suavemente por el estómago expuesto de su novia nuevamente. — Lo hace tanto. Déjame ayudarte, ¿cómo puedo ayudarte, ChaeYoung?
—Bésame. – la chica de ojos verdes se inclinó para que sus ojos se encontraran. — Besa lo malo, Jennie. Solo tú puedes hacer eso, siempre lo haces. Besalo todo.
—No logrará que se detenga. – sollozó la chica de ojos marrones. — Solo dime quién es.
—Te conozco. – ChaeYoung le ofreció a su novia una risa seca. — Correrás directo a la habitación de tu papá y se lo dirás. Se lo dirás a la policía. Lo harás y yo me enojaré mucho contigo, pero lo harás porque me amas. Y es por eso que no puedo decírtelo.
—Podemos cambiar todo esto. – señaló Jennie. — No tiene por qué ser así.
—Si lo hace. – suspiró ChaeYoung y dejó que su cabeza descansará sobre su frente bronceada. — Está es mi vida y esto es con lo que vivo y estoy bien. Creeme cuando digo que no puedes cambiar esto, yo no puedo cambiar mi vida y tú tampoco. – ChaeYoung se acercó a la cabecera de la cama y se deslizó bajo las sábanas vistiendo solo los shorts que había robado del cajón de Jennie. Levantó el otro lado para su novia. — Vamos, querías jodidos abrazos, ¿No?
Y como Jennie sabía que ChaeYoung no iba a hablar más de los moretones esparcidos por su cuerpo o los cortes que ya se habían curado, cumplió con los deseos de su novia y la encontró debajo de las sábanas, aunque en lugar de abrazar a ChaeYoung, ella jaló a la mayor hacia ella y se alegró de que aceptará el abrazo. ChaeYoung envolvió su pálido brazo alrededor de una cintura bronceada y enterró su rostro en el cabello de Jennie que todavía tenía el persistente olor a vainilla en él.
La chica más joven dejó un beso prolongado en la coronilla de la cabeza de su novia como una promesa silenciosa de ayudarla de cualquier manera. Jennie estaba lejos de haber terminado con el misterio que era Park ChaeYoung, de hecho, ahora de le acababa de revelar una pequeña pieza del rompecabezas y se mantuvo firme en juntar todo lo que tenía.
Iba a descubrir a quien lastimaba a su novia y se aseguraría de que pagarán por lo que hicieron. Esa fue una promesa que se hizo a sí misma.
ChaeYoung podía dormir tranquila ante la falda sumisión de Jennie, pero no había manera de que la joven coreana lo dejara pasar. Puede que ChaeYoung no tuviera una opinión muy alta de sí misma, pero para Jennie, ella era su mundo.
E incluso en su estado de ligera borrachera, Jennie sabía que mañana recordaría todo esto.
Ella iba a resolverlo, sin importar lo que costará.
Solo esperaba que ChaeYoung la perdonará después de todo.
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