𝚌𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚍𝚒𝚎𝚣
"𝙻𝚘 𝚍𝚛𝚘𝚐𝚊𝚍𝚊 𝚖𝚎 𝚑𝚊𝚌𝚎 𝚏𝚒𝚕𝚘́𝚜𝚘𝚏𝚒𝚌𝚊"
—Sabes que está claro para cualquiera con ojos que tú y Kim tienen algo, ¿no? – Lisa le devolvió el porro a ChaeYoung con los ojos en blanco. — La sigues con la baba prácticamente goteando por tu barbilla.
—Vete a la mierda. – la chica de ojos verdes se burló. — No tienes permitido hablar de Jennie.
—¿Problemas en el paraíso?
—Ninguno en absoluto. – ChaeYoung nunca había estado más segura de algo en su vida. — Ella no es de tu incumbencia.
—Me estás haciendo sentar con ella y sus… amiguis. – Lisa de burló de la última palabra. — Tengo derecho a saber por qué.
—Porque te lo pedí.
—No soy tu marioneta, Rosé. – Lisa tiró el resto de su porro al suelo y lo aplastó con su zapato, sintiendo como los efectos de la droga finalmente aparecían. Su cabeza tenía una sensación de embriaguez. — Si voy a soportar al maldito grupo, al menos dime algo sobre tu estado de relación con Jennie.
—Estoy enamorada de ella. – ChaeYoung lo dijo con tanta suavidad, con tanta facilidad y despreocupación que hasta Lisa se sintió algo sorprendida.
Había pasado un mes desde que ChaeYoung y Jennie habían hecho su relación oficial y durante las últimas dos semanas se sentaron solas a la hora de comer, ya sea hablando pequeñas cosas de sus vidas o sin hablar. Y ChaeYoung se había sentido cada vez más cautivada por la joven coreana a medida que pasaba el tiempo hasta que comenzó a cuestionar cuáles eran realmente sus sentimientos.
ChaeYoung era una extraña en el amor. Nunca lo encontró y ella nunca lo buscó y por lo tanto, nunca lo había pensado tanto como un pensamiento fugaz.
Hasta Jennie.
Fue casi instantáneo cuando pensó en Jennie. Su corazón se duplicó en tamaño, su aliento se quedó atrapado en su garganta y todo en ella sólo quería estar al lado de su novia.
Y ChaeYoung no sabía mucho sobre el amor, pero ella juró de izquierda a derecha que eso es exactamente lo que estaba sintiendo. Tenía que serlo. No había manera de que no pudiera ser amor.
—¿Estás enamorada de ella? – claro que Lisa había asumido que la pareja se había estado viendo y que ChaeYoung estaba dejando que Jennie entrara de una manera que nunca había permitido a Lisa, pero ¿amor? ¿Cuándo demonios Park ChaeYoung descubrió la existencia de ese sentimiento? — ¿Ella lo sabe?
—No. – ChaeYoung encendió otro porro e inhaló profundamente, lo sostuvo por un momento antes de exhalar nuevamente. — Ella no me quiere.
—¿Cómo diablos puedes darte cuenta de eso? – pero al mismo tiempo, Lisa entendía como no podía hacerlo Jennie. ¿Cómo amas a alguien tan completamente cerrada?
—Puedo verlo. – ChaeYoung se encogió de hombros, tratando de decir que no estaba nada mal que su novia todavía no estuviera enamorada de ella. — Aún es pronto, sin embargo, ella todavía podría hacerlo.
O no podría, pero Lisa sabía que no debía expresar ese sentimiento.
Está fue la primera vez que ChaeYoung le reveló a Lisa algo que estaba pasando por su mente y la chica no estaba dispuesta a detener ese progreso.
—¿Entonces que vas a hacer?
—Esperar. – la chica de ojos verdes miró a su amiga con el ceño fruncido. — ¿Qué más diablos se supone que haga? ¿No es eso lo que hacen las personas enamoradas? ¿Esperar a que la otra persona sienta lo mismo?
—No, Chaeng. – Lisa se burló y sacudió la cabeza lentamente. — Normalmente no tienen que hacerlo.
Todavía se sentía extraño para la coreana estar en el pasillo sola. Se había acostumbrado a tener a JooHyun a su lado ansiosa por hablar de cualquier cosa hasta que llegaban a clase.
—¡Jennie! – una voz familiar la llamó y su lío de cabello negro formó una barrera cuando giró la cabeza.
NaYeon se acercó a ella apresuradamente y se puso a caminar a su lado con tanta facilidad que fue como si no se hubieran estado evitando la una a la otra por dos semanas.
—¿Cómo estás? – la chica más pequeña siempre tuvo esa amabilidad abrumadora cubriendo sus palabras. — ¿Cómo está ChaeYoung?
—Estoy bien. – asintió Jennie vacilante. — Ella… está bien. Estamos… bien.
—Me alegro. – NaYeon sonrió con aceptación y Jennie se quedó con aún más escepticismo. — Mira, lamento la forma en la que hemos estado actuando últimamente. No tengo ningún problema con tu relación, y honestamente, tampoco tengo ningún problema con ChaeYoung, quiero decir que da miedo, pero que nunca ha salido de su manera de ser el hacer algo contra mí. Lo que estoy diciendo es… te extraño, no es lindo tener que hablar con nosotras y no importa cuan obstinada es JooHyun, ella siente tu ausencia, la mayor parte.
—Yeonnie, no quiero esto. – Jennie dejó de caminar y se volvió hacia la chica más pequeña. — Pero apenas he llegado a un acuerdo con mi… sexualidad y JooHyun no tenía derecho a hacerme eso. No me avergüenzo ni un segundo de mi relación con ChaeYoung, pero sigo desconfiada de quién soy. Así que para que ella soltará descaradamente algo con lo que estoy luchando… es difícil para mí mirar más allá de eso. No creo que esté lista para hacerlo.
—¿Qué hay de SeulGi y yo?
—Las amo, chicas, realmente las quiero, pero no puedo estar cerca de JooHyun en este momento y definitivamente no puedo pedirle a ChaeYoung que lo esté, está más que enojada.
—Sólo… – suspiró NaYeon. — Te extrañamos, ¿de acuerdo?
—Y yo también las extraño mucho a ustedes.
NaYeon vio como Jennie comenzó a alejarse y desapareció a la vuelta de la esquina en dirección a su clase y normalmente, NaYeon estaba haciendo lo mismo, pero tenía un destino diferente está vez.
Una qué la llevó a la parte trasera de la escuela que apestaba a hierba y tabaco.
ChaeYoung todavía estaba con Lisa cuando NaYeon irrumpió por la puerta, los ojos de la chica más pequeña buscaban en todas direcciones hasta que se encontró con los de ChaeYoung.
No hace falta decir que, debido a la creciente protección de ChaeYoung sobre Jennie y la reacción de sus amigas, la mandíbula de ChaeYoung se apretó al instante y su ira se disparó cuando se encontró con los ojos de NaYeon.
—¿Podría… quizás hablar contigo, ChaeYoung? – los ojos de NaYeon pasaron frenéticamente de ChaeYoung a Lisa y está última simplemente se encogió de hombros mientras aplastaba otro cigarrillo debajo de su pie y se dirigía hacia la entrada de la escuela dónde estaba NaYeon.
Lisa pasó rozando a la pequeña coreana y NaYeon arrugó la nariz mientras olía el humo persistente que seguía a Lisa.
—Nunca pensé que vería los adorables zapatos de Im NaYeon por la parte trasera de la escuela. – ChaeYoung dió una calada. — ¿Estás en busca de algo?
—Bueno, estaba buscando a Jennie y la encontré pero… no fue exactamente como lo había planeado.
—Por el amor de Dios. – NaYeon saltó ante el repentino arranque de ChaeYoung. — Te juro por Dios que si la molestaste-
—¡No lo hice! – NaYeon cortó rápidamente y levantó las manos. — Mira, lo juro, todo lo que quería era arreglar las cosas. La extraño.
—Entonces deberías de haber cambiado a la perra de tu amiga JooHyun por una nueva por haber revelado algo así. – ChaeYoung tiró un porro a su lado sin importarle en dónde cayó. — ¿Entonces por qué estás aquí?
—Porque pensé que serías la próxima en la fila si las cosas con Jennie no daban resultado… lo que no sucedió. – NaYeon dió un paso hacia abajo desde donde estaba la puerta. — Estoy dispuesta a dejar de lado todo lo que te he visto hacer si eso hace feliz a Jennie, ChaeYoung.
ChaeYoung se burló. — Que santa. – pero al ver el ceño fruncido de NaYeon, ChaeYoung se pasó la mano por el pelo y suspiró. — ¿Por qué quieres ser tan amiga de ella, eh? Porque te juro que si tienes algún motivo oculto con mi novia, te destruiré.
—No quiero nada de Jennie. – replicó NaYeon, sorprendiendose a ella y a ChaeYoung. — Solo la extraño. No tiene nada que ver con su fama ni cualquier cosa que creas que podríamos querer de ella. Crecimos para amarla como una hermana y apesta no tenerla más con nosotras. Seguramente ella no debe sentirse tan bien por eso.
—No lo hace. – confesó ChaeYoung, aún recordando como se había quedado en la casa de Jennie dos noches seguidas para consolar a su novia en sus sueños, sin que el padre de Jennie lo supiera, por supuesto. — Bien. – concedió la chica de ojos verdes. — Voy a ayudarte a resolver las cosas con Jennie, pero Bae necesita darle una disculpa. Y estoy hablando de una buena, tengo que ser capaz de creerle.
—Listo. – asintió NaYeon. — JooHyun odia como terminaron las cosas.
—Ella debería joderse. – gruñó ChaeYoung. — Jennie y yo nos sentamos afuera al otro lado del edificio, nos encontramos allí para almorzar y podemos ver cómo se desarrollan las cosas. Sin embargo, no volveré a tener su corazón roto, NaYeon. – advirtió ChaeYoung, caminando incómodamente más cerca de la chica más pequeña. — Ella ya ha sufrido lo suficiente.
—Lo sé. – dijo NaYeon. — Realmente eres una perra cuando se trata de ella.
Media hora después, ChaeYoung se encontró con Jennie fuera de su salón de clases y se abstuvo de llevar su mochila por enésima vez. Jennie insistió en que si la gente veía a ChaeYoung haciendo cosas como esa, eso despertaría las sospechas y estarían en el centro de atención por su estrecha “amistad”.
Las dos chicas se dirigieron a su nuevo lugar regular en el exterior, Jennie se desplomó al instante casi desanimada y ChaeYoung la siguió con el ceño fruncido. La chica más joven hurgo en su bolso hasta que vio los dos objetos envueltos en papel aluminio, entregándole uno a ChaeYoung.
Para Jennie se había convertido en una rutina llevarle a ChaeYoung de almorzar a pesar de las constantes protestas de la chica de cabello plateado. Jennie sabía que si no lo hacía, era probable que ChaeYoung no comiera y simplemente no se sintiera bien con Jennie.
—¿Qué pasa? – porque ChaeYoung no era especialmente ciega al humor sombrío de Jennie.
—NaYeon me habló hoy. – Jennie dejó caer sus manos dejando el sándwich en su regazo.
—Que gracioso. – se burló ChaeYoung. — Ella hizo lo mismo conmigo.
—¿Ella hizo que? – la cabeza de la coreana se disparó para encontrarse con los ojos de su novia. — Por favor, dime qué no le hiciste nada.
—No lastime a tu amiga de bonitos zapatos si eso es lo que estás insinuando, Jennie. – ChaeYoung puso los ojos en blanco. — Hablamos. Las dos estamos preocupadas por ti, por mucho que no me gusten tus amigas… siguen siendo tus amigas y sé que las extrañas.
ChaeYoung extendió la mano y tomó una de las manos de Jennie, pasado su pulgar sobre los nudillos de la chica suavemente.
—Quiero ser suficiente para ti. – confesó suavemente. — Pero no puedo serlo, joder, lo odio, pero tú las necesitas. – se inclinó y presionó sus labios contra la frente de Jennie suavemente.
Está también fue una de las razones por las que eligieron este lugar en particular para sentarse; no había nadie alrededor.
—Asqueroso, ¿no puedes ver qué hay niños alrededor? – la voz de JooHyun se escuchó y las dos chicas saltaron una de la otra. — Bueno… niña. – JooHyun miró de arriba a abajo a NaYeon.
ChaeYoung no se impresionó mucho por como JooHyun decidió hacer su aparición y lo dijo a través de su fría mirada que nunca abandono a JooHyun.
—Calmate, Park, vengo con una gran cantidad de disculpas incluidas. – la rubia se sentó frente a las dos chicas junto con NaYeon y SeulGi que la flanqueaban a ambos lados. — Tú primero, reina de hielo. – se encontró con la mirada fulminante de ChaeYoung. — Lo siento por ser una perra. No me pediste exactamente qué lo fuera y básicamente lo estaba haciendo por despecho, a pesar de que era estúpido. Me he dado cuenta de que te quedaste con mi chica Jen así que supongo que hace que sea realidad el que te preocupes por ella, lo que es genial. Lamento no haberte creído en primer lugar.
Estaba mal redactado, descuidado y era totalmente Bae JooHyun, así que a pesar de la renuencia de ChaeYoung, dejó caer su mirada, miró al suelo y luego miró a Jennie al mismo tiempo que JooHyun giró la cabeza para hablar con Jennie.
—Soy una amiga de mierda. – suspiró JooHyun y su hombro se desplomó. — Viniste a mí de todas las personas cuando quisiste hablar sobre lo que estaba sucediendo con ChaeYoung y te decepcioné por completo. Debería de haber sido esa amiga que te apoyará y estuviera allí si las cosas salían mal, pero en lugar de eso, le di ese papel a ChaeYoung. Hice algo que nadie debería de hacerle a otra persona y no creo que haya algo de lo que me he arrepentido más en mi vida, Jen. Debí haberte apoyado en lo que te hace feliz y lo juro, te lo juro, Jen, si me das otra oportunidad de ser tu mejor amiga, volveré a ser tu persona favorita.
Los ojos de Jennie habían estado abatidos todo el tiempo y cuando levantó la vista, no fue a JooHyun sino a ChaeYoung, como si quisiera respuestas de la chica de ojos verdes.
—La cagó. – ChaeYoung se encogió de hombros. — Pero me aseguraré de que no vuelva a hacerlo. – miró a JooHyun amenazadoramente.
—Nunca he tenido buenas amigas. – murmuró Jennie mientras tirada su cabeza hacia las tres chicas sentadas frente a ellas. — La mayoría de la gente solo me conocía por el papel que desempeñé o por la nueva canción que lancé, nadie realmente prestó atención en mí como ustedes lo hicieron desde el primer momento en que me conocieron. Además, al decir eso, no sé que hacer exactamente cuando las amigas me lastiman. – sus ojos de dirigieron a JooHyun. — Yo confíe en ti algo que apenas podía confiar en mí misma, con algo que, hasta entonces, solo ChaeYoung sabía, e incluso todavía no supe sobre todo el peso de mi confusión. Estoy todavía confundida.
Los ojos de SeulGi se dispararon a ChaeYoung justo para captar el breve parpadeó de dolos que atravesaba sus ojos verdes.
—¿Qué debo hacer? – Jennie le habló suavemente a ChaeYoung a pesar de que todas las demás aún podían escucharla.
—La perdonas. – una nueva voz se abrió camino entre el grupo y ChaeYoung sintió una gran cantidad de alivió cuando Lisa se sentó a su lado. — Así que ella lo arruinó, pero confía en mí cuando digo que ChaeYoung va a joderlo mucho, así que si no estás lista para perdonar la mierda, es mejor que te cambies de escuela y te alejes de todos. – ChaeYoung apretó su mandíbula ante el mero pensamiento. — Lo que estoy diciendo es, Jennie Kim, todos somos humanos luchando en esta guerra llamada vida, algunos caemos o algunos conquistamos, JooHyun tropezó. ChaeYoung tropezara. He tropezado, joder, te apuesto a que te has tropezado unas cuantas veces. ¿Tendrás eso contra JooHyun el resto de su vida? – Lisa echó la cabeza hacia atrás al sentir los rayos del sol en su rostro. — La vida es demasiado corta para preocuparse por si alguien ‘Te ha jodido o no’. Demonios, ni siquiera te odio y me quitaste a la chica que he estado tratando de conseguir durante el último año.
—Creo que eso fue la cosa más vulgar que he escuchado. – SeulGi frunció el ceño a la chica que le sonreía al sol.
—Lo drogada me hace filosófica, demandame.
—Te extraño, Hyunnie. – Jennie concluyó y luego miró a ChaeYoung de nuevo para ver cómo reaccionaba la chica de ojos verdes ante su confesión.
ChaeYoung le ofreció a Jennie un encogimiento de hombros despreocupado antes de que los ojos de Jennie regresarán a los de JooHyun, captando la sonrisa que comenzaba a extenderse en el rostro de la chica.
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