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Capítulo XVI

Samurai

{Aquellos que sirven}


Tsunade tomó un gran y profundo respiro, y restregó sus ojos.

―Sabes que es mi deber denunciar su presencia en la aldea―explicó.

―Si, y también es su deber proteger a los indefensos―le contestó Hoshi, quien ya estaba molesta por aquella actitud. Sabía que contarle sobre Shamui a Tsunade no era buena idea, pero debía hacerlo. Sobre todo por la niña de la que momentáneamente se harían cargo sus padres.

—Hoshi—la regañó y la castaña negó rápidamente.

—Solo vengo a contarle esto por la niña, no por Shamui. Si hubiera Sido solo el, jamás se hubiera enterado.

—Y así hubieras de estar en desacato—le explicó intentando hallar paciencia de dónde no tenía.

—Bueno, eso es cuestionable—quiso discutir, pero su intención de aquella visita era otra—. Mis padres se harán cargo de la niña, solo necesito los papeles para ella—explicó, casi rogándole aquello—. Ella es hija legal de Shamui, pero necesito gestionar la tutoría para mis padres. Sino, su tenencia estará en falta, y en cualquier lugar donde pidan los papeles de Hiroko mis padres estarán en riesgo de ser encarcelados por secuestro.

La mujer alzo las cejas y asintió. Hoshi tenía razón, y a decir verdad aquel asunto no perjudica a nada ni nadie. Con lentitud, la mujer comenzó a buscar entre sus cajones un papel específico y empezaba a impacientarse al ver que no estaba.

Hoshi la miraba atenta y pensaba en que fácilmente mejoraría su trabajo si alguien le ordenará todo el desastre que tenía encima de su escritorio.

Cuando finalmente halló lo que necesitaba, dejo la hoja con fuerza sobre el escritorio y firmando con la pluma al pie de esta semana la entrego con el entrecejo fruncido.

—Ya tiene mi firma, mi autorización allí debajo—explicó—. Tu sabes cómo completar al papel, solo resta que firmen tus padres, y llevarlo al juzgado.

La castaña le sonrió, mientras se incorporaba de su asiento.

—Gracias Tsunade sama—dijo honestamente. La aludida asintió.

—Ahora vete que tengo trabajo que hacer. Ya luego hablaremos de Shamui—acoto, apuntándola con el dedo índice. Hoshi movió su cabeza, y se marchó del despacho con rapidez.

Al salir, casi colisiona con Shizune quien a juzgar por sus cejas parecía sumamente preocupada.

—¡Hola Shizune!—la saludo, pero la asistente no respondió el saludo e ingreso al despacho de Tsunade sin emitir sonido alguno.

Hoshi blanqueó los ojos, y se marchó de allí.

A medida que bajaba cada uno de los pisos del edificio, el murmullo alterado de quienes trabajaban allí se hacía cada vez más fuerte. Hoshi comenzó a prestar más y más atención al ambiente, y noto que el lugar comenzaba a llenarse de ninjas que iban y venían.

Al llegar a la planta baja el apuro era total, y el estómago de la Kunoichi se anudó al sentir que algo malo estaba sucediendo. Con rapidez sus ojos intentaron reconocer a algún rostro, y se demoro segundos en notar el largo cabello violeta de una Anbu.

—¡Yūgao! —grito, y la joven se volteo a verla. Se había quitado l máscara, pero llevaba su uniforme—. ¿Que ocurre? ¿Porque tanto alboroto? —le pregunto preocupada, en el fondo esperando la peor respuesta.

—Pain está en la aldea, finalmente—le explico, y Hoshi no supo que responder ante aquello. Cuando tomo aire y conciencia sobre la situación, Yūgao ya se había ido supuso que a unirse al resto del escuadrón. La joven sacudió su cabeza, y su mente comenzó a trabajar de manera veloz.

Un ninja la empujó involuntariamente, y fue esto lo que la hizo volver en si. Lo primero que debería hacer según su posición, era unirse al escuadrón de Jōnin, pero según su moral, lo más urgente era poner a su familia a salvo.

Con desesperación se echó a correr en dirección al departamento de sus padres. Este se encontraba en una zona bastante crítica si se lo analizaba desde el punto bélico, por lo que había altas probabilidades de salir heridos en el caso de exhibirse un enfrentamiento.

No supo cuánto se demoró o con quien se cruzó en aquel camino, pero si mente logro tener cierta claridad recién cuando ingreso al departamento de sus padres y los vio disfrutar de pasar tiempo con aquella niña que acababan de recibir hacia apenas tres días.

—¡Mamá! ¡Papá!—exclamo llamando su atención rápidamente. No se detuvo a saludarlos, sino que comenzó a buscar algún tipo de bolso o mochila que le permitiera guardar ciertas cosas. En un perchero al costado de la puerta había una mochila de buen tamaño, que rápidamente tomo y vacío su contenido sobre la mesa más cercana—. Deben irse ya mismo de aquí—exclamó, con sus manos temblorosas y su voz resquebrajada—. Deben irse ahora, tomen rápidamente las cosas de Hiroko y váyanse—les ordenó bajo la mirada confundida de sus padres.

—¿Que ocurre Hoshi?—le pregunto el patriarca, alzando a la niña en brazos, mientras se acercaba a su hija.

La castaña había comenzado a guardar botellas de agua, algunos kunai y se dirigía a la cocina por algunos víveres. Cualquiera que hubiera visto esa escena hubiera pensado en que se trataba de un inminente apocalipsis.

—Deben irse de Konoha, pero ahora. Pain se ha infiltrado, y atacará en cualquier momento—explicó, sin detener ni por un segundo aquella tarea que estaba haciendo.

—¿Cómo es eso de que se ha infiltrado? ¿Ha logrado ingresar a la aldea? ¿Tsunade lo sabe?—pregunto su madre, con una mano en su pecho visiblemente preocupada.

—¡Si mamá! ¡Ya debe estar al tanto! Acabo de venir de su despacho y todo el mundo está loco. Necesito que salga de aquí con urgencia, si ustedes están en esta zona no podré estar tranquila—les espetó, dejando la mochila en la mesa para poder peinar su cabello nerviosamente hacia atrás. Si padre asintió, y dejándole la niña a su esposa, continuo con lo que Hoshi estaba haciendo.

—No puedo creer que esto esté sucediendo—dijo Yokino, yendo a buscar el bolso con las cosas de la niña que Hoshi le había llevado el día en que pido que la cuidaran—. ¿Y tú qué harás Hoshi? —le pregunto, comenzando a asustarse.

—Iré con los Jōnin, como es mi deber—explico—. Pero no es momento para hablar de mi tarea, ahora necesito que me escuchen con atención —tomo una gran bocanada de aire para aclarar la mente, y su voz volvió a la normalidad. Hoshi era una excelente líder cuando la situación lo ameritaba, y ahora se estaba empoderando frente a sus padres—.no vayan hacia el norte, ni vayan hacia el sur. El punto de ataque fácil será el monumento Hokage, o la entrada de la aldea, por lo que es obligatorio que vayan hacia el este, hacía el lado de nuestro clan—les explicó, haciendo referencia al barrio Nara dónde habían vivido tantos años—. Saldrán hacia Shukuba, por el distrito residencial. Podrían evacuarse junto a los demás aldeanos, pero estoy prácticamente segura que Pain atacará primero el centro y el distrito comercial, y luego irá por las fronteras. Además, llegaran a Shukuba en cuestión de minutos si se van ya mismo de aquí. Una vez que estén allí, aguarden a tener novedades para volver. Alquilen una habitación en alguna posada, o en un hotel y esperen al menos dos o tres días. ¿Me entendieron? —sus padres asintieron, mientras terminaban de colocarse encima los dos bolsos que habían armado rápidamente. Hiroko parecía ser la única contenta en todo aquel lío.

—¿Cómo sabremos que estarás bien?—pregunto la Nara mayor acercándose a su hija para tomarla preocupada de los hombros.

—Mama, estaré bien. No sé preocupen por mi, he pasado por cosas peores—acoto, sonriendo. Rápidamente le dio un abrazo a cada uno de sus padres y a la niña, y antes de marcharse por la puerta se volteo a verlos—. Recuerden, salgan ya mismo, vayan en dirección al barrio residencial—repaso el plan y al ver que sus padres asentían, salió de allí.

Su próxima parada fue su casa, quería advertirle a Asami que debía irse cuanto antes, pero desconocía si estaba allí o en el hospital.

Las calles pro allí aún estaban tranquilas, y eso significaba que el aviso de evacuación todavía no llegaba en la zona. Al ingresar a su hogar y ver la luz de la cocina apagada se dio cuenta que su amiga no estaba allí, y preocupada termino de ingresar a su casa sin molestarse en sacarse las sandalias.

Con rapidez comenzó a buscar sus armas ninjas. En el buró del living guardaba sus tantō, y al tomarlos recordó que la última vez que los había utilizado había sido meses atrás en su misión con Yamato. Los colocó a su espalda, se acomodó su chaleco y antes de partir decidió dejarle una nota a Asami en el caso de que volviera y la viese.

Busco como pudo un bolígrafo y un papel, pero fue este último lo que encontró antes. Era una nota escriba por puño y letra de Asami, y yacía sobre la mesa de.la.cocina.

Hoshi la tomo, y cuando leyó lo que decía un nuevo nudo atacó su estómago y ahora, su garganta.

"Hoshi, lo lamento mucho. No era mi intención.

Asami"

La castaña no entendía a qué se refería, pero aquella nota le supuso a una despedida y sobre todo, a una traición. No sabía si estaba teniendo algo que ver con Akatsuki, con Danzo o con qué, pero esas tristes palabras no auguraban otra cosa que decepción. Y aún sin saber de qué se trataba, Hoshi supuso que la noche anterior había Sido la última vez que vería a su amiga.

Suspiro, guardo la nota en un bolsillo de su chaleco táctico, y finalmente se largo de allí lista para enfrentar lo que viniese.

La primera explosión se dió a metros del edificio Kage, y eso fue suficiente para sembrar el pánico entre los habitantes quienes comenzaron a correr. Hoshi apenas estaba llegando a la zona, cuando debió proteger su cabeza de algunos escombros que volaron por los aires.

—¡Iruka! —grito al ver al ninja que sostenía entre a su lado aa una persona mala herida. Rápidamente corrió hacia ellos, esquivando a otros pobres que corrían, y ayudo a sostener al enfermo—. ¿Cuántos son? —le preguntó, mirando a lo lejos la enorme figura de Katsuyu. Si Tsunade había invocado la babosa, significaba que las cosas eran más graves de lo esperado.

—Todavía no sabemos, solo sabemos que el verdadero Pain no está ahí—explicó, apresurándose a recorrer el camino hacia el hospital—. Hoshi, lo mejor que podes hacer ahora es ayudar a todos aquellos que resulten heridos. Por órdenes de Tsunade, debemos llevarlos al hospital. El resto de los equipos se están encargando de la parte táctica—le dijo a lo que Hoshi asintió sin rechistar.

Hoshi sabía de sus limitaciones en la batalla, y entendía que no podría ayudar mucho luchando contra ninjas tan poderosos, por lo que acepto la realidad y se dedicó a seguir las órdenes de Tsunade, comenzando a guiar a quienes aún estaban sanos hacia las zonas de evacuación y a los que estaban enfermos, al hospital de Konoha.

La castaña iba y venía utilizando toda su fuerza para cargar a quien no podía caminar. En algunos momentos se vio obligada a esquivar las bombas de Konan, en otras algún ataque del camino animal. Pero aún así lograba salir victoriosa y continuar con la tarea de proteger a quien más pudiera.

—El necesita urgente parar el sangrado de la pierna —anunció al llegar al cuartel que los ninjas médicos, junto a Sakura habían montado cerca del hospital cuya mitad ya había Sido destruida. Dejo al anciano en una de las improvisadas camas, y se tomó unos segundos parar respirar. Ella no estaba herida, pero su rostro, chaleco y manos estaban llenas de sangre ajena.

Cuando se incorporó, la escena que le devolvió el presente se clavo como un puñal en el corazón. El cuerpo de Shizune yacía sin vida.

Con tristeza tapo su boca con la mano, y comenzó a mirar al rededor. Muchos de los heridos ya eran muertos, y muchos de esos muertos eran personas con las que Hoshi convivía a diario.

Sus ojos rápidamente se llenaron de lágrimas, y tuvo que hacer un esfuerzo para controlar las repentinas ganas de vomitar. Inhaló y exhalo, pero lo único que logró hacer fue que sus fosas nasales se llenarán del hedor del hierro de la sangre ya coagulada. Su presión bajo, y tambaleó hasta casi caer en el piso, de no ser por una joven enfermera que se acercó a ayudarla, entregándole un vaso de agua.

La castaña lo bebió con gusto, y le agradeció avergonzada.

—No debería estar causándote molestias—explicó. Y la joven le dijo con una sonrisa que no era así.

—¿Te encuentras bien?—le preguntó Sakura, acercándose un momento para chequear el estado de Hoshi. Ella asintió, y tomo su mano de forma amistosa.

—Lamento mucho lo de Shizune—le dijo. Sabía que ella y Shizune eran grandes amigas. Sakura asintió con tristeza en sus ojos—. ¿Alguien más?—preguntó temerosa, y aquel fantasma de pena que vio en los ojos jade de la joven no le gustó para nada.

—Hay muchos—dijo, pero se notaba que algo estaba evitando—. Hay muchos de los nuestros—explicó.

—¿Quién más?—pregunto Hoshi, comenzando a sentirse asustada. No sabía porque, pero algo le indicaba que escuchar lo que vendría la dejaría cerca de morir por tristeza.

Sakura se relamió los labios, y entorno las cejas.

—Hoshi chan, yo..—comenzó a decir, pero al segundo una enorme explosión los obligó a todos a ponerse a salvo.

Cuando aquellos largos pero oscuros segundos se terminaron, notaron que lo quedaba del hospital o del centro de la aldea se había volado. Entre el polvo, los escombros y los llantos de algunos heridos, Hoshi se incorporaba y lograba ver a lo lejos cómo apenas quedaba una parte del estadio de Konoha de pie.

Rápidamente su mente pasó de preocuparse por los muertos, a intentar sobrevivir ante aquella posibilidad de muerte segura. Tomo coraje, se puso de pie y comenzó a ayudar a los médicos y enfermeras a trasladar a los enfermos a otro lugar más seguro.

Pain acababa de usar una técnica destructiva contra Konoha, pero afortunadamente y aunque no todo el mundo lo supiera, Naruto regresaba. Ala aldea listo y dispuesto a derrotarlo.

Y así fue.

Naruto, en un afán de madurez de técnica y mental, se alzó con la victoria sobre Pain y Nagato, provocando incluso que la misma Konan desertara de aquella organización.

Sin embargo, las perdidas habían Sido casi totales en la parte céntrica y comercial de Konoha, lo que implicaba tres cuartas parte de la aldea.

Habían muerto aldeanos y ninjas, y otros habían quedado en coma. Uno de ellos, era Tsunade. Quien en el último esfuerzo de ayudar a su gente, entrego lo que quedaba de su chakra, sometiéndose al profundo coma de la debilidad causada por el abuso de energía.

De lo que nunca llegó a enterarse Hoshi, fue de la muerte de Kakashi. Aquel evento que Sakura no se atrevió a contarle, ya que de haberlo hecho posiblemente la hubiera condenado también a morir.

Para gloria de Dios, así lo decía Hoshi, sus padres y Hiroko habían logrado llegar a un lugar a Salvo y ahora aguardaban las indicaciones de su hija para poder regresar. El departamento que hacía poco habían adquirido había quedado dañado en casi su totalidad, por lo que tendrían que aguardar a su reparación.

Shikaku y Yoshino se habían ofrecido en recibirlos en su hogar cuando regresaran, por lo que tendrían un confortable techo hasta que su casa estuviera nuevamente en condiciones.

La casa de Hoshi, al igual que todos los que vivían de aquel lado más modesto de Konoha no había recibido ningún tipo de daño más que el de las ondas expansivas de los ataques de Pain o las defensas de los ninjas de Konoha. Sin embargo, en el fondo su hogar si había sufrido un daño, y era el de la traición. Asami, había resultado ser una ninja infiltrada quien vendía información a las organizaciones que más le pagarán, y en este caso y sin saber porque, había vendido información de Konoha a Tobi.

Aquella situación fue un golpe anímico para Hoshi, que había autorizado el ingreso de la muchacha creyendo ingenuamente en sus intenciones de estudiar medicina. Había llorado por aquello, y sobre todo por volver a sentirse como una estúpida al decidir confiar en alguien que decía ser su amiga.

Pero la vida continuaba, y así como Asami la había dejado atrás sin darle ningún otro tipo de explicación, Konoha debía dejar atrás el ataque y enfocar todas las energías en reconstruirse.

Kankuro había viajado en representación de Gaara para asegurarle a Konoha toda la ayuda que necesitara. Aunque en realidad, su motivo principal era saber que su prometida se encontrará bien.

Amigos de Naruto y los demás equipos venían de otros países a colaborar con la causa, y se mostraba dichosos de poder trabajar en la reconstrucción de las casas y locales de la aldea.

Hoshi por su parte tenía más trabajo que nunca. Estaba liderando la entrega de créditos autorizados por el país del fuego, para aquellos hogares y negocios que habían sufrido daños totales. Por lo que lideraba hábilmente un grupo de trabajo de diez ninjas, que se encargaba de tomar los aros y las pruebas necesarias de los solicitantes para que pudieran acceder lo más rápido posible a esa ayuda monetaria.

No tenían oficinas, ya que el edificio Jōnin también había sido destruido, pero habían improvisado un despacho en uno de los dojo de entrenamiento.

Aún no se sabía quién se encargaría del puesto de Hokage. Actualmente era Kakashi quien tomaba las decisiones más pesadas ya que Tsunade lo había dejado a cargo, sin embargo, esa misma tarde el Consejo del Fuego se presentaría en Konoha anunciando la decisión que finalmente habían tomado.

—Ire a la reunión con el Consejo —le anunció Kankuro, mirando hacia su derecha a aquellas personas que iban y venían con maderas, vigas y herramientas—. No quiero llegar tarde.

Kankuro había decido quedarse esos días, para aprovechar y ser testigo del anuncio del nuevo Kage. Eso era de suma importancia para Sunagakure, ya que de esto dependía el futuro de sus relaciones con la Aldea.

—Esta bien—le dijo Hoshi, quien se había tomado solo cinco minutos de descanso, para comer y tomar algo con su pareja—. Apenas tengas novedades, cuéntamelo todo —le suplico mientras limpiaba azúcar impalpable que había quedado sobre la.mejilla izquierda del marionetista—. Quiero ser la primera en molestar a Kakashi cuando lo nombre como Hokage—bromeo divertida, pensando en todos los chistes que le haría a su amigo.

Kankuro se rio, y le dió un corto beso.

—Apenas salga de la reunión, vendré a buscarte—dijo y se marchó apurado en dirección al lugar donde se reuniría el Consejo, los feudales, y algunos ninjas.

Hoshi lo observo alejarse, y luego regreso a sus tareas. Todavía tenía varias horas de trabajo por delante.

La reunión se llevaría a cabo en el auditorio del cuartel ANBU, ya que era lo único que había quedado en su totalidad por aquella zona. Allí, Kakashi, Iruka, Ibiki, Shizune, Anko, y el recién llegado Kankuro aguardaban la llegada del consejo del Fuego junto a los señores feudales.

Entre ellos, platicaba sobre lo sucedido, los daños a enfrentar y sobre el futuro de Konoha ahora que Tsunade no se encontraba consiente.

―He visto a Danzo mas temprano―dijo Shizune, visiblemente preocupada―. Se autoproclamado Hokage―explicó, ante la atenta mirada de quienes estaban allí. Kakashi asintió.

―Shikaku me ha comentado lo mismo, al igual que Kiba―explicó―. Al parecer, en la reunión que Shikaku tuvo con uno de los ancianos, Danzo habló sobre esto. Y creo que eso mismo anunciarán oficialmente en breve.

―Es una locura―exclamó Ibiki―. Un tipo así no puede ser líder de Konoha.

Ninguno estaba de acuerdo con aquella idea, pero no parecía un hecho descabellado sabiendo el poder y protección que tenía Danzo en el Consejo del fuego.

—Kankuro sama, entre tanta tragedia quiero felicitarte—hablo Anko, interrumpiendo un poco aquella charla sería que estaban teniendo. Era bueno, según la mujer, traer un poco de luz al momento—. ¡Me enteré que te has comprometido con Hoshi!

—¿Ah?—murmuro Ibiki—. ¿Eso es cierto?

Kankuro lanzo una risita nerviosa, y acomodo su gorro. Asintió, chasqueando la lengua.

—Asi es, estamos comprometidos—dijo, e Iruka quien tampoco conocía aquella noticia se acercó a darle una palmadita en su hombro.

El único que mantuvo silencio fue Kakashi, quien se limito a sonreír debajo de su máscara mientras el resto de los presentes vitoreaba y todavía no se animaba a creer que aquello fuera cierto, sobre todo viniendo de Hoshi.

—¿Y cuál es la fecha, eh?—pregunto Anko, encargada de ser la suma inquisidora. Kankuro se encogió de hombros.

—Aun no hay fecha, estamos esperando a que el panorama político se tranquilice—explico con seriedad, y los presentes parecieron estar de acuerdo. Planificar una boda en una etapa como esa si bien podía traer alivio, en el fondo no podría disfrutarse como debía ser.

La charla fue interrumpida por el ingreso de un ANBU que les anunciaba de la llegada del Consejo. Detrás de el, se oyeron una decena de pasos y segundos después uno a uno comenzó a aparecer en el auditorio. Los presentes se pusieron de pie, y saludaron con una reverencia a cada uno de los ancianos, quienes fueron tomando sus lugares alrededor de una larga mesa improvisada con tablones y lo que quedaban de las sillas.

Todos esperaban las visitas de esas personas, sin embargo, el sujeto que ingreso a lo último dejo con la boca abierta a más de uno.

Detrás de los sabios y ancianos, con total impunidad y elegancia al caminar, ingresaba Danzó, mirando con cierta superioridad a los ninjas de Konoha que no podían dar crédito a lo que estaban viendo.

Danzo los saludo con una reverencia, y se sentó al lado de uno de los feudales. El resto de los presentes, tomo asiento después de el.

—¿Por qué esas caras largas?—rompió el hielo el líder de Raíz, generando las risas de algunos de los viejos miembros del consejo. los ninjas de Konoha cruzaron miradas entre ellos, y Kankuro solo se limito a cruzarse de brazos y blanquear los ojos. Sabía quién era Danzo y lo que le había hecho a Hoshi, solo por eso lo detestaba.

—En primer lugar—tomo la palabra el más anciano de los presentes. Con una voz aguda y mecánica, se impuso por encima de los demás—. Lamentamos mucho la tragedia que sacudió a la Aldea. Es un hecho digno de ser castigo, y debemos decirles que desde el Consejo, ustedes cuentan con todas las herramientas para castigar a los responsables, incluso ponemos a disposición a nuestros samuráis—todos lo escuchaban con atención—. ¿Estamos todos de acuerdo en que lo más urgente es definir quién liderara la aldea durante la recuperación de Lady Tsunade, cierto?

Todos asintieron. Anko miró disimuladamente a Kakashi y le regaló una sonrisa.

―En ese caso, el Consejo junto al feudo, ha decidido nombrar como Sexto Hokage a Danzo Shimura.

―¿Qué?―preguntó ofuscado Ibiki, quien aun guardaba la esperanza que el rumor no fuese cierto. Danzo solo se limitó a sonreír―. Están nombrando a un hombre que tiene un pedido de captura internacional, que está exiliado solo por el Consejo, y que no hay perdido los fueros políticos solo porque ustedes lo permiten. ¿Entienden la gravedad de la situación?

Otro de los sabios tomó la batuta en aquella conversación, y acomodó el cuello Mao de su camisa.

―Creemos que Danzo siempre ha actuado en beneficio de la aldea. Incluso, sabiendo que tiene prohibido el paso ha estado aquí durante el ataque de Pain resguardando la vida de los aldeanos. Durante años, liderando la organización Raíz ha hecho todo lo necesario para beneficiar los intereses políticos y económicos del país del Fuego. Sus relaciones con los demás países, los vínculos comerciales, entre otras cosas han permitido el crecimiento económico de Konoha, y por lo tanto el de los países aledaños―Kankuro respiraba agitadamente. Estaba a punto de gritar, pero debía contenerse. No podía oir las patrañas que estaban saliendo de la boca de aquél anciano. Al final, todos los consejos eran exactamente iguales―. Entiendo que Kakashi Hatake también ha luchado por los principios de la aldea, y es uno, sino es el mejor, de los ninjas mas talentosos que tiene Konohagakure, no podemos olvidarnos de ello. Sin embargo, en cuestiones de liderazgo y soberanía, creemos que el señor Shimura tiene mayor experiencia. Sin ofender―finalizó, mirando a un Kakashi que asentía solemnemente.

―EL consejo de Tsunade no está de acuerdo con esta decisión―explicó Iruka, quien de todos los presentes era el más calmado y con que más propiedad hablaba además de Kakashi―. Danzo Shimura tiene causas de corrupción, trata de personas, tráfico de armas, entre otras cosas que creemos que no son propias en lo absoluto de ningún líder. Konoha se ha caracterizado por tener excelentes Kages, con reputaciones indiscutibles. Permitir el acceso a Danzo sería retroceder hacia los tiempos de Madara―Anko e Ibiki asintieron fervientemente, mostrándose de acuerdo ante aquello.

―Además, si se me permite agregar un comentario. Todos sabemos de las ideas que tiene Tsunade sobre Danzo―fue el turno ahora de Shizune―. Lady Tsunade sabe que no hay persona con la que tenga mas diferencias que con el señor Shimura. Fue él mismo quien se encargó de hablar mal de ella frente al Consejo, provocando que nos achicaran el presupuesto para la Academia por, citando a Danzo, "No saber administrarlo" ―dijo, mientras leía aquella frase de su libro de anotaciones.

Uno de los sabios quiso hablar, pero Danzo se encargó de interrumpirlo.

―Estimada Shizune, aquello que dije no es más que el pensamiento de un ninja que ama a su aldea y le duele saber como ha bajado el nivel educativo. Konoha ha recibido durante años mas fondos de los necesarios, y lo único que hemos obtenido han sido equipos que no logran siquiera llegar a Chunin recién después de los 17 años. Los últimos ninjas sobresalientes han sido los de su generación―dijo señalando con la cabeza al grupo de ninjas de Konoha.

―Naruto Uzumaki acaba de salvar su aldea―replicó Kakashi, quien hasta ahora se había mantenido al margen―. Junto con el resto de los ninjas de su generación, y apenas tienen entre 15 y 18 años.

―Si, y fue un evento afortunado―continuó con suma tranquilidad―. Sin embargo, Naruto Uzumaki actuó sin pensar. Y en lugar de acercarse a Konoha debió de mantenerse aislado. ¿Ustedes que creían que pasaría si el Kyuubi llegaba finalmente a manos de Akatsuki? La historia hubiera sido una completamente diferente, y ninguno de nosotros estaría aquí para contarlo.

―Sin embargo si estamos aquí, y es gracias a la decisión que tomó Naruto de venir a la aldea―le espetó Iruka.

Danzo solo se limitó a sonreír, el tipo era inteligente y sabía que discutir aquello era en vano.

―De todas formas, la decisión ya está tomada―volvió a tomar la palabra el sabio que había hablado inicialmente―. Danzo ocupará el puesto de Kage hasta que Tsunade se recupere, si es que. Lo que hemos venido a discutir aquí son las decisiones que tomaremos para que Konoha se recupere rápidamente. Por eso agradezco la presencia del Consejo del Kazekage aquí y hoy―dijo, mirando con respeto a Kankuro.

―Sunagakure está dispuesto a ayudar económicamente a Konoha en su reconstrucción―dijo Kankuro, quien quería encajar un puñetazo en la cara de cada uno de los sabios y sobre todo a Danzo, sin embargo, como su puesto se lo exigía, se esforzó en mostrar compostura, sobre todo por Gaara. El anciano le sonrió con un gesto que fue mas mueca que sonrisa.

―Muy bien, entonces comencemos a planificar la reconstrucción―dijo otro, dando por finalizado el nombramiento de Danzo como Hokage.

Allí estuvieron horas hablando sobre los próximos pasos a seguir respecto a la seguridad y estructura de Konoha. Debatieron sobre Akatsuki, y la posibilidad de que una guerra mundial estallara prontamente. El grupo de ninjas de Konoha intentaba exponer sus puntos, pero Danzo y el Consejo se imponía sobre ellos para dar los suyos.

Finalmente, cuándo lograron pautar los próximos caminos a seguir, tanto el consejo como los feudales abandonaron el auditorio, dejándolo solo a Danzo, quien llamó a dos hombres de Raiz para que los acompañaran en la siguiente reunión, ya como Kage de Konoha.

―Con mi puesto actual―comenzó a decir―. Tengo que tomar decisiones que me resultan difíciles y que sin embargo considero de suma importancia para salvaguardar los intereses de la aldea. En primer lugar, declararé a Sasuke Uchiha en desacato, ordenando su captura y encarcelación inmediata―declaró, con sus manos entrelazadas frente a su rostro, apoyando sus codos en aquella mesa. Kakashi negó con la cabeza―. Es una amenaza parala aldea y no entiendo como es que durante tantos años su intención fue buscarlo y hacerlo entrar en razón de regresar. Un ninja que escapa de Konoha, es un traidor.

Iruka suspiró, podía ver como Naruto se tomaría aquella noticia.

― Y habiendo dicho esto, quiero que quede claro que la lealtad es para mí el valor mas importante de un ninja, por lo que no permitiré bajo ninguna circunstancia que se generen células de terrorismo o que se incite a la rebeldía, por lo tanto voy a exigir la encarcelación inmediata de Himara Hoshi...

—¿¡Que diablos!?—exclamo Kankuro, mientras se ponía de pie. Shizune también lo invito, pero intento calmarlo poniendo una mano en su hombro.

—Por conspirar en contra del Sexto Hokage—continuo Danzo—...infundir pruebas falsas en mi contra, y perjudicar el bienestar de la aldea en pro del propio. Ex debito iustitiae, firmaré la orden de arresto en este preciso momento—estiró su mano izquierda, y uno de los ninjas que lo escoltaban le entrego una carpeta de dónde saco una hoja que ya había preparado con la orden de captura de la Kunoichi.

—¿¡Que rayos está diciendo!?—gritó rabiosamente Kankuro, soltándose del agarre de Shizune, mientras se inclinaba sobre la mesa y la golpeaba con sus puños. Todos se sobresaltaron y lo miraron sorprendidos. Ninguno de los hermanos de Suna solía comportarse de aquella forma, menos ante una autoridad—Si usted persigue a Hoshi, Suna le dará asilo político—lo amenazó el marionetista, con su rostro inyectado en sangre a causa de la bronca.

—Kankuro sama—le respondió con total tranquilidad—. Si no controla sus modos, tendré que declararlo en desacato a usted también. Además, ¿Por qué Sunagakure le daría asilo político a la señorita Himara?

—No veo como una joven indistinta como Himara, puede llegar a causar problemas en la aldea. Todo lo contrario, ella ha sido de gran ayuda en muchas causas—intervino Kakashi, intentando poner paños fríos en aquella situación, aunque en el fondo sabía que con Danzo en el poder, Hoshi llevaba todas las de perder.

—La Kunoichi tiene todas las herramientas para cometer un acto de traición a Konoha. Ha tenido acceso a los archivos secretos de ANBU, y hoy, ocupando el puesto que ocupa, y teniendo en cuenta el momento en el que nos encontramos, creo que es una ferviente amenaza para la paz que quiero restituir—suspiro, y miro a los presentes—. La apresaré, con justa causa, y si tiene suerte, evitará tener el rango s de criminal—dijo, y los ninjas se indignación aún más—. Tengamos en cuenta que los responsables de la muerte de los ninjas que la acompañaban en aquella misión nunca fueron encontrados—explicó.

—Los responsables fueron atrapados por mi—dijo Kakashi, está vez con seriedad.

—Los responsables de su desafortunada violación—lo corrigió, con cierto desagradable placer en su voz que todos pudieron detectar—. Y creo que hubo desprolijidades en su caso, así que abriré nuevamente el archivo para su investigación.

—El archivo lo cerramos hace años—dijo Ibiki, quien recordaba plenamente todo lo sucedido.

—Se volverá a abrir—replico el Shimura indiferente—. Una cualquiera como esa joven tiene que ser tratada como cualquier otro criminal, como Sasuke incluso, o uno de esos Akatsuki.

—¡Esa mujer de la que usted habla es mi futura esposa! —declaró el marionetista, defendiendo a Hoshi con uñas y dientes. Kankuro era un león dispuesto a arrojarse contra cualquiera que pusiera en peligro el bienestar de su prometida—. Y por lo tanto la futura esposa del consejero de Suna, así que le bajaré los dientes antes de que vuelva a llenarse la boca hablando pestes de ella. Y si usted, o el Consejo se atreve a ir en mi contra o en contra de mi hermano, entonces olvide la maldita ayuda económica que le prometimos—anunció señalándole de manera acusadora. Aquello a Danzo no le gustó nada, ya que frunció el entrecejo disgustado—. Y de cualquier tipo de alianza que tengamos—finalizó, casi con un gruñido y se dio vuelta abruptamente para marcharse de allí.

—¿Entonces pondría en riesgo el bienestar de su propia aldea a costa de una joven ordinaria? —lo provocó Danzo, y Kankuro se volteo a verlo furioso.

—Esa joven ordinaria es la futura princesa de Sunagakure, téngalo en cuenta—amenazó, y salió de allí echando pestes.

Kakashi se incorporó de su asiento, y comenzó a seguir a Kankuro con el objeto de calmarlo. Los que se quedaron allí también se marcharon con el objetivo de demostrarle a aquel hombre que no tendría su apoyo.

Kankuro caminaba furioso con el fin de buscar a la muchacha y sacarla de allí. Con aquella orden firmada, Danzo llevaría acabado el arresto en cualquier momento, y lo que menos quería el marionetista es que su prometida pasará tiempo en la cárcel.

—¡Kankuro! ¡Espera!—le grito Kakashi, trotando para acercarse a él—. Entiendo tu enojo, pero debes actuar en frío para no perjudicar a nadie. Danzo puede arrestar a Hoshi, pero no puede hacer nada más que eso.

—¿En serio te parece Kakashi que arrestarla es poca cosa? ¿Después de todo lo que le hizo pasar?—pregunto irónico.

—Se lo que Hoshi paso, fui testigo de su tragedia, pero ser inteligentes ahora es lo que nos pondrá en ventaja frente a Danzo. Además, en cuestión de días estará la reunión de los Kages, allí se hablarán de estos temas y todo puede quedar en la nada—continúo intentando explicarle cómo pensar un poco, sería la mejor solución.

Kankuro se detuvo en seco y se volteo a verlo.

—No me subestime, Kakashi sensei—le dijo con suavidad. Kakashi negó —. No haré nada que pueda perjudicar a Hoshi, ni a su aldea—explicó, haciendo algunos además nerviosos con sus manos—. Me llevaré a Hoshi a Sunagakure, mientras mi hermano solicita su asilo político en la aldea. Si me la llevo ahora no será desacato ni nada, ya que aún la orden de detención no está publicada por asamblea —explicó—. Una vez en la reunión de Kages, cuando se hable sobre este tema, Gaara solicitará declararla infundada, y Hoshi podrá volver aquí. Mi intención no es cortar lazos con Konoha, sino todo lo contrario, pero ahora, en este momento, mi prioridad es Hoshi.

—"Y la mía también"—pensó para si mismo el Hatake, mientras rumiaba aquella demostración de amor absoluto que acababa de tener Kankuro para con su amiga.

No sabía porque, ni entendía la razón, pero aquello no le gustaba en lo absoluto, y en su corazón, había un sentimiento que casi nunca había sentido, y que aún no encontraba que nombre ponerle.

—Ire a buscarla—dijo Kankuro poniéndole punto final a esa conversación, y Kakashi se ofreció a acompañarlo.

Hoshi continuaba trabajando a mi por hora en el mismo lugar donde horas atrás Kankuro la había dejado. Se incorporó de su escritorio con una sonrisa al verlo llegar, pero su expresión cambio al ver que Kakashi lo seguía y ambos traían una cara rara.

—Ey, ¿Que ocurre? —pregunto estirando su mano para poder alcanzar el hombro del marionetista que se acercó a ella.

—Hoshi, finalmente nombraron a Danzo como el sexto Hokage—escuchar aquella noticia fue como un balde de agua fría para la Kunoichi. Su mente se nublo, y sintió un fuerte bajón de presión que la hizo temblar y obligar a sentarse. Sus manos empezaron a temblar, y los fantasmas de aquel pasado que creía estar dejando exitosamente atrás volvieron en cuestión de segundos.

—No puede ser—murmuró, mientras Kakashi se dedicaba a acercarle un vaso de agua y Kankuro se arrodillaba a su lado—. No puede ser que ese hijo de puta releve a Tsunade sama—comento—. Todo el esfuerzo, todo el sacrificio, todas las muertes que nos llevó encontrarle todas aquellas causas para que un par de viejos se lo metan en el culo—exclamo furiosa, obteniendo la mirada perpleja de los demás trabajadores y aldeanos que estaban allí.

—Lo entiendo, y eso no es todo—se apresuró a explicar Kankuro—. Acababa de solicitar tu arresto, por conspiración y otras estupideces que no vienen al caso—Hoshi lo miro incrédula, no podía dar crédito a lo que estaba oyendo. Miro a Kakashi buscando una respuesta, y este simplemente se limitó a asentir—. Por eso te llevaré conmigo a Sunagakure, y Gaara solicitará inmediatamente tu asilo político—le explico, mientras la sostenía fuertemente de la mano. Hoshi negaba con lentitud.

—No puedo creerlo, es una pesadilla—decía sin poder creer en que todo eso era real, y estaba sucediendo—. ¿Y qué sucederá con toda la actividad ilegal que logramos frenar y de la cual era responsable? —pregunto con lágrimas acumulándose en los ojos—. ¿Y con todas las víctimas de trata? Todo volverá a ser como antes—sollozó, tapándose el rostro con ambas manos mientras se soltaba suavemente de Kankuro. Estaba devastada. No le importaba ir presa, pero la corrupción y la injusticia le carcomía el alma.

—Hoshi, vamos a detener esto. En los próximos días todas las aldeas tendremos Asamblea. Allí todos los Kages se mostrarán en desacuerdo, y se dará marcha atrás—le dijo su prometido, mientras la miraba empatizando con su dolor—. Pero mientras tanto necesito que vengas conmigo.

—No puedo irme Kankuro. ¡Menos ahora! —replicó, limpiándose las lágrimas que habían inundado su rostro—. Ahora más que nunca debo quedarme y luchar contra el. ¿Sabes lo que sucederá después de esto? ¡En serio creí que te nombrarían a ti Kakashi! —le dijo, casi en un reproche, como si el pobre ninja tuviera algo que ver.

—Nadie puede creer la decisión Hoshi—intervino el espetado, mientras se acercaba a ambos—. Vamos, hablemos afuera—En un gesto de ternura y comprensión, estiro su mano para que Hoshi la tomara. Kankuro lo miró, aquel gesto le resultó extraño, pero no dijo nada ya que su novia se aferró a la mano de Kakashi.

Los tres salieron del dojo, y se alejaron un poco de toda la multitud. Hoshi se soltó de Kakashi cuando estuvieron cerca de un árbol que había sobrevivido, y se recargo con su espalda allí.

Su corazón sentía un dolor que ya había sentido con anterioridad. Su pecho sufría una intensa puntada que se trasladaba hacia la zona entremedio de los omoplatos, y un calambre y dolor agudo se apoderaba de su brazo izquierdo. Estaba viviendo un ataque de ansiedad, uno de esos ataques que hacía mucho no sentía.

Tomo una bocana de aire, y comenzó a masajear su pecho.

—Lo quiero ver muerto—dijo, dejando salir esas oscuras palabras que jamás habrían salido de su boca. Danzo le provocaba aquello, la obligaba a tocar el pozo más tenebroso y oscuro posible—. Lo quiero ver sufrir—continuo, aunque en el fondo sabía que era mentira. Jamás le desearía el.mal a nadie, ni siquiera a su peor enemigo.

—Danzo tendrá su castigo—le aseguró Kankuro—. Tienes que ver esto como una posibilidad para que así sea. Con Danzo en una Asamblea de Kages le será muy difícil lograr algo. Todos los líderes saben de sus actividades, tu los pusiste al tanto—le explicó—. Pero ahora necesito encargarme de ti Hoshi.

La castaña lo miro de reojo, todavía seguía intentando regular su respiración y hacer que aquel dolor desapareciera.

—Necesitas irte, Hoshi—se metió Kakashi. El sabía muy bien que su amiga se negaría, pero hasta el ninja que copiaba estaba preocupado por ella en esos momentos. Si Danzo le había causado toda aquella desgracia en su momento, sabía de qué era capaz si la tenía encerrada—. Ve a Suna hasta que se celebre la reunión, los Kages estarán de acuerdo en anular ese pedido. Y Gaara y Kankuro podrán encargarse de solucionar el asunto, además, siendo sincero, no se cuánto puede llegar a durar Danzo en el puesto—explicó, con sus manos en los bolsillos. Hoshi lo miro y se quedó pensativa unos segundos.

Asintió en un intento de exhalar todo el aire de sus pulmones, y tragó saliva antes de contestar. El pensamiento de Hoshi había evolucionado. Años atrás se hubiera quedado allí, a fingir ser un héroe. Pero ahora, más adulta que adolescente sabía que la forma de contrariar al sistema era infiltrarse dentro, y sabía que viajar a Suna con Kankuro le daría una ventaja.

Su mente comenzaba a aclararse a medida que continuaba respirando. Las ideas comenzaban a venir a su mente, y recordaba cada una de las palabras que había intercambiado con su terapeuta, cuando está le decía que debía analizar todas las opciones posibles antes de dejarse llevar por su impulsividad.

—Está bien, tienen razón—dijo, con un tono de voz más suave y agudo de lo normal. Su pecho todavía le dolía, pero ya sentía que podía respirar normalmente—. Quedarme aquí es en vano.

Kankuro sonrió satisfecho y aliviado. Kakashi solo se dedicó a asentir.

—Vamos a buscar tus cosas, y partiremos enseguida.

—Debo avisarle a mis padres, se preocuparan.

—Yo me encargo—se apresuró a responder Kakashi, Kankuro lo miró y asintió en son de agradecimiento—. Danzo querrá tenerte encerrada enseguida, ustedes vayan a buscar lo que tengan que buscar, y yo me encargare de avisarle a tus padres Hoshi.

La castaña sólo asintió, y Kankuro le tomó la mano para marcharse de allí. Antes de alejarse del todo, Hoshi le dedicó una mirada a Kakashi en la que este logró detectar cierta incertidumbre, pero rápidamente volvió la vista a su camino y a su prometido que con la intención de protegerla quería largarse de allí cuánto antes.

El peliplata se sintió aliviado al verla irse, pero algo continuaba haciendo ruido en su interior y poco a poco comenzaba a aceptar que en realidad eran celos. Pero a decir verdad, ¿Era momento de sentirse celoso? Acababan de declarar criminal de rango S a Sasuke, su amiga tenía una orden de arresto, un dictador sería el nuevo Hokage y la aldea estaba destruida. ¿A dónde había quedado el frío y calculador ninja de las mil técnicas?

Restregó sus ojos agotado por toda la situación, suspiró, recobrando la compostura y desapareció de allí con el objetivo de buscar a los padres de la kunoichi. 





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AAAAAAAAAAAAAAAAAAAH MIREN COMO QUEDARON EH?

No pensaban que iba a subir dos capitulos d eun tiro eh? JAJAJJAJAJAJA

Lo que sucede es que después dle bloqueo que tuve estoy super inspiraad y tengo la historia resueltaaaaaa. Además, estoy enferma en casa y dije porque no? HAY QUE APROVECHAAAAAAAAAAAAAAAR!

Y bueno, se vino una parte fuerte de la historia, la invasión de PAIN. La verdad e suqe no quería poner mucho enfasis en esta, ya que siguiendo la historia original, Hoshi no sería una ninja que habría traido mucho heroismo ala batalla. Seimore odie a los personajes Mary Sue y cosa que detesto cuando las agregan a momentos epicos de la historia. O sea, ya estamos agregando a un personaj original y me parece un montón, tampoco podemos modifiicar tanto la historia como para sumarlas a eventos canonicos jajajajjaaa. Además conociedo las limtiaciones de Hoshi, teniendo en cuenta que hace mucho tiempo no tiene misiones de campo no sé, no sería muy falso y armado de mi parte hacerla como una kunoichi que puede enfrentarse a Pain? imposible jajajajajaaa o sea señora, esta ciega de un ojo y no es neji jajajaajaja

Otra cosa que quise evitar es el cliché de la muerte de Kakashi. Si si, ya sabemos que todas se ponen tristes cuando se enteran que se murió pero en este caso dije, a ver, hagamos algo distinto. 


En ffffffin, espero que les haya gustado el capitulo. Estan pasando cosas grosas en la vida de nuestros tres queridos protagonistas. Y se vienne cosas aun mas fuertes ya que a partir de ahora, todo el arco de relleno hasta la guerra, lo voy a dedicar a desarrollar las relaciones. SE VIENE EL ROMANCE SI SIII

QUe tengan una hermosa semana, les quiero mucho!!!



Estrellita.

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