𓏲🥛 Dᴏᴏɢɢɪɴɢ ꒷꒦ 𒀭
Yang Jeongin
𓍯 25 años
𓍯 Pelo grisáceo
Kim Seungmin
𓍯 20 años
𓍯 Pelirrosa
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Dogging: Excitación sexual al ser observados practicando sexo al aire libre o en el coche.
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Adorada playa.
Conocí a Seungmin hace dos años en una premiación, había escuchado que era muy talentoso y de una belleza irreal.
No se equivocaban.
Ambos somos cantantes, pero él es más de presentaciones tranquilas, canciones tristes y baladas románticas, en cambio, yo me dedicaba a la música más movida, coreografías y cosas por el estilo.
La noticia de nuestra relación fue bastante aceptada por todos y a quien no le guste, que se joda.
Para celebrar el primer año de nuestra relación decidimos quedarnos en un hotel a orilla de playa en Busan, mi ciudad natal.
Ahora está a mi lado durmiendo bajo el sol con su estómago apoyado en la playa para no quemarse con la arena, mientras solo miro su hermoso rostro relajado con la respiración calmada.
Su piel comenzaba a ponerse algo rosada, así tomé el bloqueador y me senté en su espalda para echar el líquido blanquecino sobre su piel color miel.
—Jeongin...— escuché a Seung mientras pasaba sus brazos bajo su rostro para acomodarse.
—¿Te desperté, amor?— subí el bloqueador por sus hombros ya casi terminando mi labor.
—Si, pero no te preocupes—apenas me bajé de su espalda se puso de lado para mirarme, yo me puse de igual forma.— Quiero ir al agua— se acercó y dejó un pequeño besó en mi nariz.— Vamos In— rozó sus labios con el mío.
Me hice el pensativo unos segundos hasta que volví a sentir sus labios, esta vez fue más firme el tacto, dejé caer mi cuerpo apoyando mi espalda sobre la toalla y él siguió la nueva posición, quedando su rostro sobre el mío.
Su mano izquiera comenzó a bajar por mi abdomen, sus largos dedos se pasearon por las lineas de mis músculos tentativamente, mordió mi labio inferior al momento de bajar su zurda hasta mi entrepierna.
—Bebé no—tomé su muñeca.
Nuestras respiraciones algo agitadas se mezclaban.
—Daddy— hizo un puchero. — sabes que me gusta— susurró en mi labios haciendo un puchero.
Estamos jodidos.
—Ve al agua— dije con la voz más grave gracias a la erección entre mis piernas.— Así no saldremos en los periódicos por exhibicionistas—Sonrió al escucharme e hizo casi de inmediato.
Gracias a Seungmin hemos tenido sexo en parques, eventos, baños públicos y probadores, iban quedando pocos lugares públicos en los que hacerlos, entre ellos, la playa.
Al pelirrosa que se ve tan tranquilo le encanta follar a la vista y paciencia de todo el mundo.
Cada vez que salimos resulta en algo sexual y yo mejor que nadie puede corroborar esa información.
Vi como estaba jugando con el agua a la orilla del mar, se veía tan bien con ese short de baño, que apenas cubría su trasero, la prenda era rosa palido y contrastaba hermosamente con su brillante tono acaramelado y combinaba a la perfección con su cabello.
Me levanté para dirigirme a su lado, había la suficiente cantidad de personas como para confundirnos con la multitud, gracias a mi altura podíamos meternos más allá para no ser tan evidentes.
— Daddy—entrelazó nuestras manos.— Follame— besó mi rostro, en tanto caminábamos hacia lo profundo hasta quedar a una distancia prudente de un grupo de adolescentes.
—¿Cómo lo quieres cariño?— tomé sus muslos para alzar su cuerpo, cruzó sus tobillos en mi espalda baja y sus manos tiraron el cabello de mi nuca.
—¿Quieres que daddy te parta o lo haga con amor?— murmuré con la voz ya grave en su oído.
—Ambas daddy— mordía su labio inferior sensualmente, se sacudía para lograr fricción entre su trasero y mi falo.— Quiero que me ames con tu boca pero me partas con esa gran polla—llevó su zurda a mi entrepierna nuevamente.
—Eres un maldito sucio, bebé— apreté su gran trasero con mis manos.— Debería castigarte por ser un gatito provocador—el agua llegaba hasta nuestros pechos, por lo que se aferró más a mi cuando succioné su cuello.
—Hazlo...por favor— suspiró en mi oído.—Quiero que daddy me llene de nuevo— jadeó volviendo a poner ambas manos en mi cabello.
Movía sus caderas a un ritmo enloquecedor y el agarre de mis dedos en sus nalgas cada vez se hacía mas fuerte.
—Bájate y quítate el short— solté su cuerpo para dejarlo parado sobre la arena mojada.
Sea agachó ligeramente, a los segundo sentí como guardaba algo en el bolsillo de mi traje de baño.
Fantástico.
—No me prepares daddy— volvió a aferrarse a mi cuello con sus brazos y cruzó sus piernas por mi espalda baja.
—Bebé...— jadee al sentir su polla la dura contra mi abdomen, mientras sus nalgas causaban roce con mi erección aún oculta.— Te va a doler— frené sus caderas para poder pensar bien.
—Lo hicimos en la mañana daddy— hizo un puchero sabiendo que así conseguía todo lo que quería.—Prometo no quejarme despues— lloriqueó acariciando mi cuello.
—Bien Kim, pero nada de maldiciones ni quejas— gruñí mientras él bajaba mi prenda dejando solo mi miembro erecto afuera.
—Gracias daddy— tomó mi polla, en tanto mis dos manos volvieron a sus nalgas.— Amo que estos 24 centímetros sean solo míos― jadeó rozando mi glande en su pequeña entrada.
—Hazlo ya bebé— apreté su piel con fuerza, clavando mis uñas sobre la piel.
Bajó sus caderas para autopenetrarse, llevó ambas manos a mis hombros mientras yo separaba su trasero para hacer los movimientos más fluidos.
—D-daddy... — gimió bajito en mi oído cuando alcé mi pelvis para llegar hasta lo más profundo de su interior.— ¡A-ahí!— chilló al repetir el movimiento.
Supe que toqué su próstata al escucharlo, por lo que tomé sus caderas para guiar el ritmo de las estocadas y rozar el punto dulce constantemente.
Me besó tratando de ahogar sus gemidos, yo estaba dando la espalda a la orilla de playa, por lo que él podía mirar hacia las personas a la distancia de nosotros.
Agarró mi cabello y comenzó a tirarlo con fuerza, chapoteaba algo de agua a nuestro alrededor gracias a los movimientos bruscos.
Al pegar nuestras frentes dando por terminado el beso pude admirar sus mejillas ligeramente sonrojadas, sus ojos húmedos, su cabello que le daba un toque mágico que resaltaba todo lo anteriormente nombrado, todo esto mientras mordía con la suficiente fuerza su labio como para hacerlo sangrar.
Observé como una de sus manos bajó hasta su polla con la intención de masturbarse.
—No Seungmin —agarré su muñeca con fuerza y la volví a posar en mi hombro.—Te correrás solo con mi pene— dejé de moverme quedando en su interior.—¿Si, bebé? —pregunté alzando su rostro para quedar a unos centímetros de distancia.
—S-si daddy— asintió con su cabeza rápidamente.
Seguí con las estocadas, pero esta vez fueron lentas y tortuosas.
Sentía como cada vena de mi miembro era abrazada por sus apretadas paredes, lamía desde el final de mi oreja hasta mis clavículas disfrutando del ritmo.
—¿Más Seungminnie?— murmuré en su oído al dejar solo mi glande en su interior.
—Po-por favor da-ddy— su voz estaba algo rasposa al no querer alzar la voz.
Si, le calentaba hacerlo con personas alrededor y que existiera la posibilidad de que nos miraran, pero también ambos somos bastante reconocidos y este sería у un escándalo totalmente innecesario en nuestras carreras.
Al sentir los besos y caricias en mi rostro, al igual que la cercanía entre nuestros cuerpos me sentí completo.
—Mi príncipe— abracé su cuerpo al pasar mis brazos por su cintura, logrando rozar su erección con mi abdomen.
Bajé su cuerpo, en tanto subí el mío logrando llegar hasta sus entrañas, ahogaba mis maldiciones en sus labios, mordiendo los apetecibles belfos totalmente hinchados y rojizos.
Echó su cabeza hacia atrás cuando deje que se moviera al ritmo que deseara, vi como sus ojos se tornaron blancos, sus hebras rosas siguieron a su cuerpo, dejó salir saliva por la comisura de sus deliciosos labios y dejó salir ligeros sollozos al rozar su próstata nuevamente.
— Daddy— me llamó con un jadeo, detuve nuestras caderas y oresté toda mi atención.— Masturbeme, por favor— la imagen que tenía de Seung entre mis brazos era el pecado hecho persona.
—¿Serás un buen chico, bebé? — lamí el lóbulo de su oreja.
—Si-siempre lo soy daddy — hizo un puchero que no se veía para nada tierno gracias a la situación a la que nos encontrábamos.
Reí al escuchar su respuesta, es verdad lo dice, así que solo tomé su falo y comencé a masturbarlo al ritmo de las penetraciones.
Fuerte y rápido.
Ambo ahogabamos los sonidos obscenos en la boca y piel del otro, sus pareces comenzaron a sentirse más estrechas a mi alrededor, al igual que mi polla empezó a palpitar gracias al tirón en mi vientre.
Tan cerca.
—Correte conmigo bebé...— gruñí en su cuello al seguir con los movimientos.
Me sentía tan cerca, sentí como el tirón en mi cabello se hizo más fuerte y las paredes anales abrazaron por completo mi miembro.
—¡Daddy!—gritó mandando a la mierda toda la prudencia.
Sentí los chorros densos sobre mi abdomen y mano.
Seguí moviéndome hasta llegar a mi orgasmo, lo abracé con más fuerza cuando besó mis labios cariñosamente.
Nos quedamos un rato así, él seguía rozando sus labios con mi piel, yo hacía figuras imaginarias por su espalda esperando que nuestros cuerpos se calmaran.
Al sentir que ambos estábamos tranquilos y cómodos, decidí que es hora de salir de aquí.
—Ponte la ropa bebé— besé su frente al dejarlo nuevamente de pie.
Le pasé el pequeño short e hizo lo que dije, yo subí la prenda hasta mis caderas y me asegure de que pasara algo desapercibido que acabamos de hacerlo.
—Gracias de nuevo daddy— besó mi mejilla y entrelazó nuestras manos.
Salimos del agua para volver a nuestro lugar, ya era algo tarde por lo que teníamos que ordenar nuestras cosas.
Aparentemente nadie había notado el espectáculo que montamos en medio en medio del mar.
Seung comenzó a vestirse mientras yo llevé las toallas a la orilla del mar para sacudir la arena.
Al darme vuelta vi a un tipo bastante más alto que mi bebé hablándole como si se conocieran de siempre.
Más le vale que se aleje, ahora.
Volví a paso firme y con las manos hechas puño al lado de Kim, me posicione tras él para darle a entender al tipo que no venía solo.
—¿Quién eres y por qué estas hablando con mi novio?— pregunté pasando mis brazos por las caderas del pelirrosa.
—Soy Park SeoJoon— su mirada era totalmente desafiante.—Y vine a halagar los gemidos de tu chico— sonrió socarronamente.
Le voy a partir la cara.
Estuve a punto de tirarme sobre el idiota pero Seungmin alcanzó a tomar una de mis manos para evitarlo.
—No lo vale amor— dijo en voz alta.— Es solo un imbécil más necesitado— terminó de vestirse para mirar al chico que estaba totalmente desconcertado.—Vete, solo mi novio puede hacerme gemir — le dio una gentil sonrisa, terminó de reunir nuestras cosas y se acercó a mi.— Vamos daddy—entrelazó nuestros dedos para tironearme.
No dije nada, le quite el bolso a Seung para llevarlo, solté su mano y me puse la polera, después volví a juntas ambas manos.
Caminamos en dirección contraria al tipo para volver al hotel.
—Ni aunque me supliques vamos a volver a hacerlo en un espacio público— hablé aún molesto ya casi en el hotel.
—¿Seguro?— dijo burlón.
—Muy seguro Kim—gruñí abriendo la puertas del hostal.
—Bien—alzó los hombros aún sonriendo. Ya resolveremos eso susurró más para sí mismo.
Sé que volveremos a hacerlo, pero disfrutaré de sus intentos de seducción ¿Quién no caería ante Seungmin?
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Aquí está la última parte de esta serie de os.
Hoy o mañana estere subiendo "E de Filias" espérenla, cuídense mucho <3
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