Trato hecho.

Maggi.

Me senté por varios minutos con el pequeño papel en mis manos, antes de limpiar el desastre de la taza y el florero.

El miedo había jodido en serio mis prioridades.Fue ese miedo, así como mi piel marcada y el mareo lo que me recordó por qué estaba aquí en primer lugar.

El pasado volvía con imágenes fuertes a mi cabeza,se lo que es vivir con miedo,en que un día despertaré y será el último. Huir,creí por un momento me salvaría de esa muerte que no dejaba de perseguir. Pero no iba a dejar que otra vez me retroceda a esos pensamientos. Esta vez,no.

Supervivencia básica,Maggi.

Estoy desesperada, y la gente desesperada no tiene el lujo de las opciones. Qué más podría decir,si me negaba una bala atravesará mi cabeza como la de aquel tipo la otra noche y si sobreviví a tanto no iba a negarme justamente ahora. No voy a sellar mí sentencia de muerte ,no ahora , elijo vivir , elijo hacer lo que el monstruo me pide .

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Ayude a mi tía con las cajas que trajo en la cocina cuando en una de las bolsas me encuentro con acrílicos y pinceles. 

—No debes gastar en mi.—Sonreí, es un apoyo emocional tan grande el que me brinda mi tía sabe cuánto amo el arte y ella hace todo lo posible por hacerme sentir cómoda, a gusto .

— No es gasto si lo que quiero es para mí beneficio.

—¿Qué quieres que te pinte?—pregunté adivinando el motivo.

—No lo sé, tal vez el jarrón que ya no está en esa mesita.—señaló.

¡Joder! Es su casa era obvio que lo notaría al instante.

La mire apenada.—Mi torpeza viaja conmigo, perdona.

—Déjalo, está bien. Solo era un regalo de mi casamiento que lo cuide por treinta y cinco años. 

Abrí mis ojos avergonzada.

—¡Puta madre!

—Modales, niña—soltó una risa—.Es broma,solo pintame lo que tú quieras.

—Lo haré.—le tiré un beso en el aire.

Seguimos organizando la cocina. Me subí a una escalera para llegar en lo más alto de las estanterías, la ciudad no estaba lejos pero es mejor que  tengan reservas  y mis tíos sabían de esto como la palma de su mano.

Comencé a colocar lo más próximo a su vencimiento adelante dejando lo demás en el fondo mientras tarareaba una canción que sonaba en la radio.

—Cariño ¿Cómo te fue con el joven Chung? Puede ser un desgraciado arrogante a veces—extiende su mano pasándome mercadería.

—¿A veces?—arrugué la nariz.

Jodidamente mi tía sabía con quién trabajaba…  pero era mejor hacerle creer que todo marchaba bien.

—No he hablado con él—mentí—pero prefiero mantenerme alejada.

Es el momento de preguntar 

—Por cierto ¿Cuál es el tema de que nadie lo nombra? ¿Acaso es voldemort?—pregunte en voz baja.

—No digas pavadas. Tiene un nombre por supuesto.—mira a su alrededor— Es todo,terminamos,baja de ahí y te cuento.

Bajé las escaleras sacudiendo el polvo de mi ropa, arrastré una silla y me senté como una de esas vecinas esperando el chisme. Mi tia tomó asiento en frente mio.

—Bien, deme su reporte, Señora Gyeonghuí Song—simulo un micrófono.

— DAIMON,así se hace llamar. Jamás le he dicho así,más cuando supe el origen de ese apodo. Pero desde que supo su verdadera identidad aquí han pasado cosas terribles—continúa—sabemos que está metido en el círculo de una mafia contra tú pueblo.

—¿Garden Baron?

—Si. Esto viene de años,tesoro. Si él se vínculo con ellos después de enterarse que era adoptado, algo tiene que ver con su pasado. Sus padres lo dejaron solo, nunca vienen y él se hizo cargo de todo. Hasta de nosotros.

No sé qué clase de historia esperaba sobre él, hasta ninguna coherencia en absoluto, pero lo que me contaba mi tía me tomó por sorpresa. ¿Por que dejaría que mis tíos sigan viviendo aquí? Es claro que no los necesita,no está nunca,no hay mucho para hacer y además les sigue pagando.
Ese hombre no tiene corazón,algo hay detrás de todo esto.

— ¿Quienes son sus padres biológicos?

—Eso jamás lo supe. Pero se que él  busco información sobre ellos y lo que encontró lo conviertió en alguien mucho peor de lo que era.Hubo un año en el que no piso Sans Soley,nadie supo más nada, pero tampoco lo buscaron. Simplemente lo olvidaron, cuando volvió lo hizo rodeado de hombres dispuestos a seguir sus órdenes.

Quería saber mas y al mismo tiempo ya no. ¿Que paso esos doce meses que nadie supo de él? ¿Se fue solo y volvió siendo un jefe mafioso? Todo es ilógico. Nada tiene sentido.

Mi tia se levanta acomodando la silla en su lugar.¿No va a decirme nada más? Como puedo salir de esta pesadilla sin terminar de armar este rompecabezas con la mitad de las piezas sin colocar.

—¿Eso es todo? ¿Sabes que a tu chisme le faltan, detalles?—la sigo detrás.

— Es lo único que debes saber y listo.

—¿Entonces puedo llamarlo,Daimon?

Se detiene en seco provocando que choque contra su espalda.
Intento decir que lo siento cuando se gira bruscamente y me toma de los hombros.

—Te quiero lo más lejos posible de él. No es alguien con quien debas estar cerca.¿Me entiendes?—me advierte.

—Si.— Y descaradamente le miento.

Él tenía un punto, pero yo no sabía cuál era la razón para eso, y planeaba guardar esta información para usarla en el momento correcto.

—¿Sabes su verdadero nombre?

—Si.

—Bien... Y ¿Cual es?

—¿Para qué quieres saberlo?

—No sé tal vez ,porque estoy escondiendome en la casa de un  joven mafioso, posible enemigo del pueblo de donde yo vengo...  Y que sabes puedo averiguar de otro modo y no quieres que me acerque a él... Pero si no me dejas opción en alguna ocasión le preg...

—Bien, niña manipuladora. Solo debes saber una cosa,nunca se lo dígas. Es como si se transformara en otra persona. Prométeme.—exige.

—Te lo prometo.—levanto la palma de mi mano.

—Su nombre es... Jeon JungKook.

Un segundo, eso toma a tu vida cambiar.
Morir en un segundo, nacer en un segundo.
Una pequeña línea de tiempo tan delgada y frágil. A mi vida le tomó un segundo, quizás dos, en cambiar. El primero fue cuando aquella tarde deje pasar a mi ex a mi casa con una navaja.
El segundo fue justamente la noche que conocí a Daimon, ese momento debí correr tan lejos como me fuera posible. Vi en primera fila cómo ese hombre se convertía en alguien más. Un monstruo delante de mis ojos. Un demonio ardiendo y aunque no debería, voy a descender al infierno con él para conseguir lo que tanto anhelo.

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Intenté cerrar mis ojos pensando que el sueño llegaría solo,pero mi cabeza se empecinaba en mezclar el miedo con el calor que yo no dejaba recorrer mi cuerpo. 

No podía pensar en él como de otra manera.

¿Qué te pasó Jungkook? 

Era el malo de cualquier historia,el demonio en las de terror y yo no era la protagonista valiente que llegaba hasta el final para saber qué sucedió antes de que se convirtiera en lo que hoy es.

¿Y por qué me sentía como si lo quisiera ser?

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Por la mañana tomé un respiro profundo. Creo que eso lo hice toda la noche,por qué no dormí nada.
Tenía que hacer lo que tenía que hacer,aunque no sabía exactamente lo que era.

Quiero decir, sabía la mecánica de la misma. No me dió muchas opciones. Pero mi cerebro era como un coche con el kilometraje llevado de nuevo a cero. Un borrón y cuenta nueva que estaba a punto de hacer otra vez. La primera fue cuando salí de Garden Baron pero muy dentro mío sabía que no se trataba de empezar de cero sino esconderme cómo si la cruel rata fuera yo.

Pero ahora sí lo sería, podría haber estado sin hogar y muriendo de hambre, pero estaba decidida a ponerme fuera de las calles y entrar al juego de él sin más vueltas.

No puedo volver los años atrás pero sí recuperar algo de lo que tenía. Una vez que no tuviera que preocuparme por mi vida podría centrarme en la búsqueda de que pague quien era el culpable de todo.

Hice una promesa de impulsar el aquí y ahora y hacer lo que había que hacer, entonces nunca pensaría en este momento.

Nunca más.

Sería un pequeño punto en el radar de mi vida en el que tengo que jurar que nunca volvería a detenerme.

Estoy harta de ocultarme.

Me puse de pie, preparé el desayuno.

Capuchino definitivamente no. Esto va enserio así que prepare su americano con no sé cuántos expreso y hasta dónde no sé qué …

Enfócate , Maggi , enfócate.

Empecé mi charla interna. 

Iba a hacer esto. Iba a hacerlo. Iba a tener que fingir como si supiera lo que estaba por hacer, como si no tuviera miedo, pero fingir que no estaba cagada de miedo no era algo nuevo para mí, lo había hecho cada día desde que mi ex novio me usaba como bolsa de boxeo. 

Solo porque pensaba que si le demostraba que no le temía lo haría entender que éramos diferentes me
dejaría libre como tantas veces se lo pedí,a pesar del maltrato, insultos y golpes.

Sería una puta en el pueblo donde respira todavía aquella escoria como si nada, pero tengo un propósito si después de esto consigo lo que tanto deseo. Porque era lo que tenía que ser.

Sería una equilibrista si eso era lo que se necesitaba para mantenerme con vida.

Con mi audacia renovada, caminé de nuevo a la hoguera, con la bandeja en mis manos.

Tragaba saliva para lubricar mi garganta rasposa y seca.

La puerta a mi salvación.

La puerta hacia el infierno.