Yoongi estaba agotado, su día de trabajo estaba siendo muy ajetreado, tenía sueño y hambre por lo que cuando llegó la hora del almuerzo casi salta de la alegría.

Mientras esperaba la comida que habían pedido sus compañeros recibió un mensaje de Taehyung.

"Hola Yoongi hyung~~

Hoy no podré darte clases, algo surgió. Pero algo te estará esperando en casa como compensación."

Al leer "Yoongi hyung~" sintió escalofríos, era capaz de escuchar la voz ronca de Taehyung diciéndolo con ese tono sexual.

Cuando acabó de leer todo el mensaje se sintió triste por la cancelación de la clase, pero luego sintió extrema curiosidad de ese algo que lo esperaría en su casa.

Cuando vio que ya la comida había llegado contestó brevemente el mensaje y se unió a sus compañeros.

Durante todo el almuerzo se dedicaron a bromear y actuar como si todos fueran los mejores amigos, Yoongi no hacía más que reírse en silencio, le causaba gracia lo hipócritas que podían llegar a ser todos en aquella oficina.

―Oye Min, ¿Ya dejaste de ser una gelatina? ―la pregunta provino del señor Choi.

Yoongi se limitó a hacer un sonido afirmativo para luego comer la última cucharada que quedaba en su plato y se levantó de la pequeña mesa huyendo de la atención de sus compañeros, no tenía ganas de socializar.

El resto de la jornada fue igual de intensa que la primera, reuniones, planear, enviar cientos de correos y revisar documentos.

Pero lo más molesto para Yoongi era tener que insistirle al jefe una y otra vez firmar documentos, se supone que su secretaria se tenía que asegurar de que las firmas ya estén en los documentos cuando Yoongi los iba a buscar, en cambio lo único que siempre encontraba era al par siendo especialmente cariñosos sobre el escritorio.

Pasaba tan frecuentemente que cuando entraba se tapaba los ojos de forma preventiva, prefería caerse por un tropezón que ver a su jefe tener sexo.

El el pasado, la única motivación diaria de Yoongi era poder llegar a su casa y descansar eso lo hacía soportar cualquier situación durante el trabajo, pero luego de conocer a Taehyung y comenzar con el pole dance tenía un motivo más fuerte para soportar.

Aunque ese día no vería a Taehyung, tenía algo esperando en casa, eso era suficiente motivación por hoy.

Poco a poco sus compañeros se fueron retirando una vez terminadas sus tareas en la oficina, cuando por fin llegó su turno de irse dio un suspiro de alivio, apagó su PC, organizó su escritorio y tomó sus pertenencias para irse a casa.

Yoongi vivía a varias cuadras de su trabajo, normalmente volvía caminando pero está vez decidió tomar el bus se sentía como un niño pequeño emocionado por llegar a casa y encontrar un regalo.

En menos de 15 minutos ya estaba en la puerta del edificio, tomó el ascensor y se bajó en el último piso. La gente solía pensar que vivía en un penthouse cuando decía que su apartamento estaba en el último piso, la realidad es que es solo un apartamento pequeño más del montón.

Frente a su puerta no había nada, vio por todo el pasillo y no encontró nada tampoco, ya estaba comenzando a preguntarse si Taehyung había mentido.

Estuvo a punto de entrar a su apartamento pero fue interrumpido por la puerta de al frente abriéndose.

―Señora Jung ¡Buenas noches! ―saludó alegre al ver a su vecina, era una señora bastante mayor a la que se había vuelto bastante cercano, hasta el punto de considerarla su abuela.

―Buenas noches querido, te llegó un paquete ―la mujer se inclinó para tomar una caja mediana que tenía dentro de su casa ―. Los vecinos podrían quejarse si ven que algo en el pasillo ―le entregó la caja a Yoongi mientras que este sonreía viendo eel paquete.

― ¡Gracias nani! ―abrazó a la señora y corrió dentro de su apartamento.

Se deshizo de su chaleco, lanzó su maletin en el mueble y buscó algo filoso para abrir la caja.

Cuando estuvo preparado se sentí en el suelo y dejó el paquete frente a él, se preguntó qué podría ser mientras cortaba el pegamento que aseguraba lo que sea que estuviera dentro de la caja.

Cuando la abrió lo primero que encontró fue un papel sobre mucho confeti rojo.

Tomó el papel y leyó lo que decía.

"Tu misión para esta noche es probar todos los que puedas y elegir un favorito. Todos tienen instrucciones, también te dejé dos cosas super importantes que debes usar también.

Diviértete."

Yoongi no entendió muy bien a que se refería Taehyung así que sacó el confeti para ver el verdadero contenido del paquete y casi se desmaya.

¡Su vecina había tenido esto en las manos sin saberlo!

Eran juguetes sexuales, exclusivamente consoladores, todos con distintas formas, tamaños y grosores, mientras sacaba uno tras otro vio también un contenedor parecido al de las cremas para manos pero luego de leer supo que no era para las manos exactamente.

Se trataba de lubricante.

Lo último que sacó le provocó total confusión al ver que el la caja había algo parecido a un culo con algo dentro de el, no era un juguete sexual, se restaba de otra cosa.

Comenzó a leer y quedó el shock.

La caja se lo presentaba como un enema y su propósito era limpiar el interior del ano.

El chico se tomó su tiempo en procesar aquella información, aunque era capaz de entender que aquella área era una mierda ―literalmente― no se sentía cómodo con la idea.

Volvió a tomar el mensaje en papel que venía con la caja y notó que atrás dacia algo más.

"Se que algunas te darán miedo de usarlas, está bien, por solo por hoy, debes intentarlo luego. No perderás nada intentando."

Yoongi suspiró, Taehyung tenía razón.

Tomó todos los "penes de plastico" y preparó las cosas para limpiarlos.

Luego de casi una hora desinfectado cada consolador tomando en cuenta las instrucciones de cada uno decidió ir a bañarse, ya había elegido cual usaría esa noche, solo necesitaba estar limpio también.

Tomó la caja con el "limpia ano" y con resignación se dirigió al baño a hacer todo lo que que debía.

Thighs~

Limpia ano jsjsjs suena raro pero es lo más acertado que se me ocurrió.

¿Sabían de la existencia de esa herramienta?

Maratón: 2/4